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12 enero 2010

Hombres blancos en América precolombina

Andrés Castillo nos envía este material. Hace referencia a desconocidos hombres blancos mencionados en el libro "Crónica del Perú, el Señorío de los Incas". 

Investigación de Andrés Castillo.



El capitulo LXXXVII, del libro "Crónica del Perú, el Señorío de los Incas", habla sobre la fundación de la ciudad de Guamanga. 

Cieza de Leon interroga a los aborígenes y les pregunta quien construyó unos edificios muy antiguos que a simple vista se notaba el pasar de "muchas edades por ellos". Los Indios le contestaron algo muy destacable para nosotros; mencionan hombres blancos barbados que llegaron allí antes que ellos y también mencionan la aparición de "ciertas letras" en la loza de un edificio.

Cieza de Leon se sorprende y testifica desconocer la procedencia de estos hombres blancos y barbados.

No podemos dejar de mencionar que Cieza de Leon al terminar el párrafo dice:
"ni dejo de tener para mí que en los tiempos pasados hubiese llegado aquí alguna gente de tal juicio y razón, que hiciese estas cosas y otras que no vemos.
Dice "otras que no vemos"... América contaba con pueblos desconocidos para el mundo hasta ese entonces. Tuvimos que esperar hasta 1830, a que el Libro de Mormón saliera a la luz para conocer de ellos.

Cito el texto exacto de la página 231 del libro "Crónica del Perú, el Señorío de los Incas"" de Pedro Cieza de Leon:
"El mayor río de ellos tiene por nombre Viñaque, adonde están unos grandes y muy antiquísimos edificios, que cierto según están gastados y arruinados debe haber pasado por ellos muchas edades. Preguntando a los indios comarcanos quién hizo aquella antigualla, responden que otras gentes barbadas y blancas como nosotros, los cuales muchos tiempos antes que los Incas reinasen, dicen que vinieron a estas partes e hicieron allí su morada. Y de esto y de otros edificios antiguos que hay en este reino me parece, que no son la traza de ellos como los que los Incas hicieron o mandaron hacer. Porque este edificio era cuadrado y los de los Incas largos y angostos. Y también hay fama que se hallaron ciertas letras en una losa de este edificio. Lo cual ni lo afirmo, ni dejo de tener para mí que en los tiempos pasados hubiese llegado aquí alguna gente de tal juicio y razón, que hiciese estas cosas y otras que no vemos."

08 enero 2010

Nombres en El Libro de Mormón: Más evidencias de su veracidad - Parte 17

Por: Neil Birch.
Administrador de http://varsinaisella.blogspot.com




Mientras empecé a planificar qué poner este blogpost, he pensado volver a las entradas : 1 y 2 en las que me he referido a un estudioso que apareció en la producción de PBS, "Los mormones" en mayo de 2007.

En dichos artículos, me he referido a un hombre que fue presentado por el anfitrión del espectáculo como un estudioso. Recuerdo que el decía  en efecto en ese video, "Cada vez que leo las palabras en el Libro de Mormón, veo al niño granjero, José Smith en ellos." Es evidente que estuvo sugiriendo que José Smith había escrito el Libro de Mormón en lugar de ser el traductor inspirado del mismo.

Sobre la base de lo que dijo el estudioso, me indicó entonces y ahora de nuevo me indica que nunca debió haber leído el Libro de Mormón.

En una copia más antigua del Libro de Mormón, Otro Testigo de Jesucristo, en una guía de pronunciación (que no está en el Libro de Mormón que normalmente yo uso) encontré una lista de nombres, la mayoría de ellos son primeros nombres que son originales del Libro de Mormón y que no pude encontrar en mi diccionario de la Biblia. No puse las guías para la pronunciación en esta lista porque no tengo todos los símbolos en el teclado de mi laptop.

En esa guía de pronunciación del cual copie todos los nombres, he eliminado algunoss que he descubierto mediante la verificación del diccionario de la Biblia y los he encontrando los ahí. Puedo haber perdido algunos de ellos, pero creo que está bien porque la gente del Libro de Mormón vino, en su mayor parte, desde Jerusalén. Es lógico que hayan traído muchos nombres con ellos desde la antigua América, no sólo en su propio vocabulario, sino también en sus Planchas de bronce que, como he mencionado al principio de estos puestos por escrito, contienen muchas de las escrituras que se encuentran en nuestro Viejo Testamento.

Por favor, sólo miren rápidamente esta lista original de nombres del Libro de Mormón y hágase esta pregunta: "¿Cómo podría un muchacho granjero del Estado de Nueva York como Joseph Smith en 1829, que apenas tenía algo de escuela haber compuesto una lista de nombres tan originales!

Abinadi, Abinadom, Abish, Ablom, Agosh, Ahah, Ahaz, Aiath, Akish, Amaleki, Amalikiah, Amaron, Amgid, Aminadab, Aminadi, Amlici, Ammaron, Ammon, Ammonihah, Ammoron, Amna, Amnigaddah, Amnah, Amnihu, Amnor, Amoron, Amulek, Amulon, Anahoth, Antiomno, Antion, Antionah, Antionum, Antiparah, Antipus, Antum, Arpad, Carchemish, Cezoram, Chemish, Cohor, Com, Comnor, Corianton, Coriantor, Coriantum, Coriantumr, Corihor, Corom, Cumeni, Cumenihah, Cumen, Cumorah, Curelom, Enos, Ephah, Esrom, Ethem, Ether, Ezias, Ezrom, Gad, Gadiandi, Gadianton, Gadiomnah, Gallim, Gazelem, Geba, Gebim, Gibeah, Gid, Giddonah, Giddianhi, Gidgiddonah, Gidgiddoni, Gilead, Gilgah, Gilgal, Gimgimno, Gomorah, Hagoth, Hamath, Hearthom, Helam, Helaman, Helem, Helorum, Hem, Hermounts, Heshlon, Heth, Himni, Horeb, Irreantum, Jacobugath, Jacom, Jarom, Hashon, Jeberechiah, Jeneum, Jothan, Kib, Kim, Kimnor, Kish, Kishkumen, Korihor, Kumen, Kumenonhi, Laban, Lachoneus, Laish, Lamah, Laman, Lamoni, Lehi, Lehonti, Liahona, Lib, Limhah, Limher, Limhi, Limnah, Luram, Madmenah, Mahah, Mahonri, Mani, Mathoni, Mathonihah, Melek, Michmash, Middoni, Midian, Migron, Minon, Mocum, Moriancumer, Morianton, Moriantum, Mormon, Moron, Moroni, Moronihah, Mosiah, Mulek, Muloki, Nahom, Neas, Nehor, Nephi, Nephihah, Neum, Nimrah, Ogath, Omer, Omner, Omni, Onidah, Onihah, Onti, Opher, Oreb, Orihah, Paanchi, Pachus, Pacumeni, Pagag, Pahoran, Pathros, Pekah, Rabbanah, Rahab, Ramah, Ramath, Rameumptom, Remaliah, Rezin, Riplah, Riplakish, Ripliancum, Sariah, Seantum, Sebus, Seezoram, Senine, Senum, Seraphim, Shared, Shazer, Shearjashub, Shelem, Shem, Shemlon, Shemnon, Sherem, Sherrizah, Aheum, Shez, Shiblom, Shiblon, Shiblum, Shiloah, Shilom, Shim, Shimnilon, Shinar, Shiz, Shule, Shum, Shurr, Sidom, Sidon, Sinim, Siron, Teancum, Teomner, Tubaloth, Uriah, Uzziah, Zerahemla, Zebulon, Zeezrom, Zemnarihah, Zenephi, Zeniff, Zenoch, Zenos, Zerahemnah, Zeram, Zerin, Ziff, Zoram.

Definitivamente no lo hizo. Recibió cada una de ellos, incluida la ortografía mediante revelación pues el Señor lo guió en la traducción de ese Libro sagrado, El Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo.


Ahora hago referencia a los puestos 8 y 4 en los que he ubicado idénticos vínculos con una presentación hecha por el Académico de BYU, el doctor Daniel C. Peterson del Instituto Neal A. Maxwell en el que con tanta eficacia ha podido demostrar que no era posible que Joseph Smith pudiera haber copiado la información que podría haber recibido de otros mientras él citó las palabras de la traducción a su escribano.

Esta lista de palabras más arriba que usted acaba de leer son una prueba sólida de que el Libro de Mormón es lo que Joseph Smith y muchos otros de su época, y de nuestros días también, dan testimonio que es una historia sagrada entregada a Joseph Smith por un ángel de Dios, Moroni (ahí uno de esos originales nombres del Libro de Mormón, Moroni), porque el Señor Jesucristo quería que todo el mundo en nuestros días tuviera un compañero de escritura a la Santa Biblia (La Biblia, a la que no prestamos suficiente atención ).

Ahora voy a decirles respecto de más evidencias de que yo personalmente he observado cuando he leído el Libro de Mormón que dejan muy claro que José Smith no lo escribió.

En realidad, en el Instituto de Neal A. Maxwell en BYU hay grandes eruditos que han hecho mucha investigación que podría ayudarnos e a ver esta misma verdad. He puesto algunas de las investigaciones del doctor Dan C. Peterson en este puesto, pero la mayoría de lo que usted leerá, son las cosas que he descubierto de mi lectura.

Durante casi 18 años mi esposa y yo, hemos leído un capítulo del Libro de Mormón, la mayoría de las noches, justo antes de acostarnos.
Hace varias semanas, leyendo  uno de los primeros capítulos en El Libro de Mormón (uno de los sub-libros del Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo). Fue escrito por el profeta Mormón que fue asignado por el Señor Jesucristo a escribir una simplificación de todos los registros de su pueblo, ya que llegaron por primera vez a las Américas desde Jerusalén. En este libro, Mormón habla mucho de los acontecimientos de su época.


Mormón, además de ser un profeta y escritor de los registros sagrados, también fue un general  del ejército y en Mormón 4:7-8, menciona los nombres de ciudades que estaban a punto de ser destruidas por sus enemigos. Una de estas ciudades fue Teancum. Sí, ese nombre está en esa lista que he copiado para usted al principio de este artículo.

¿Cómo es esto una prueba de la veracidad de esta gran escritura? Así que tiene sentido en la historia de las naciones que podrían haber nombrado a las ciudades en honor de las personas importantes.

Bueno, Mormón vivió hasta aproximadamente el 380 d.C., pero  alrededor del 60 a.C. se nos dice en el Libro de Alma sobre uno de sus héroes nacionales que perdió la vida mientras tan valientemente mata a un general enemigo en la noche. Por favor, lea Alma 62:35-37. En estos versículos escritos por Mormón, el escritor mismo, se demuestra que Teancum fue un verdadero héroe nacional, digno de haber tenido una ciudad llamada después con su nombre.

¿Podría haber inventado el joven José Smith este asunto histórico tan complejo? Por supuesto que no.

Ahora, en la Iglesia LDS (utilizando otro apodo para la Iglesia) casi todos los niños y niñas que son activos en la iglesia en su asistencia o participan en  familia de la lectura del Libro de Mormón, pueden citar esta escritura por memoria: 1 Nefi 3:7 ya que es una gran guía para jóvenes y adultos. 

Otras palabras se han dicho y escrito cerca de ocho años (y 30 páginas) más tarde en su (él y otros miembros del padre Lehi y la familia de su pariente, la familia de Ismael) largo y difícil viaje hacia el este a través de la Península Arábiga, 1 Nefi 17:3.

Si el joven José Smith estuviera escribiendo una pieza de ficción en lugar de convertir una historia real que lo hizo traducir, sería necesario que tuviera una gran capacidad de escribir para poner juntos los dos pensamientos treinta páginas más tarde.

Recuerde, Dr Dan Peterson de BYU nos recuerda el breve tiempo que se utilizó en la traducción de este gran libro. Si no recuerdo mal, tomó alrededor de 65 días total. En ese caso, ¿cómo podría José haber inventado toda esta historia tan intrincada?

Una vez más, el doctor Peterson demuestra así que no hay pruebas de que Joseph había tenido otros documentos para copiar mientras hacia su traducción, y da pruebas significativas de que su traducción se produjo porque Dios estaba involucrado en el proceso.

Dr Peterson también dio pruebas significativas de que Joseph encontró que él siempre tenía que estar espiritualmente en sintonía para lograr la traducción que el Señor requeria de él.

Si tiene alguna pregunta acerca de lo que ha leído o visto en esta publicación o en cualquier otra publicación mía previa, o si tuviera una curiosidad acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y/o sus enseñanzas, por favor envíeme un correo. Soy Neil y mi dirección electrónica es: jneilmelva@gmail.com. Si usted se pone en contacto conmigo, le responderé lo más pronto posible. Le invito a dar a conocer este blog a sus amigos y familiares si usted piensa que a ellos podría interesarles. Es grato comunicarle que también tengo dos blogs adicionales. Uno está en inglés: http://varsinainen.blogspot.com/ y otro en Finlandés: http://varsinaisesti.blogspot.com/ El contenido de cada uno está traducido del inglés de este blog.

05 enero 2010

La terminación "hah" en El Libro de Mormón y en Mesoamérica

Por: Álvaro Figueroa.


El Libro de Mormón ha despertado innumerable cantidad de estudios por parte de personas altamente calificadas y eruditos reconocidos mundialmente. Eso habla de la complejidad de este registro; estoy seguro que ni el mejor de los intelectuales puede decir que domina todos los puntos que abarcan el Libro de Mormón,  por esto el solo hecho de pensar que José Smith pudo haberlo inventado, es absurdo.

Sus versículos, independiente de toda la verdad divina e inspiración que nos pueden enseñar, se encuentran plagados de detalles que escapan al ojo del mejor de los escritores y que demuestran una fuerte continuidad histórica y la evidente autoría de muchos escritores que plasmaban los hechos de acuerdo a una línea de tiempo real.

Un pequeño ejemplo de esto nos habla Jerry L. Ainsworth en su libro “La Vida y viajes de Mormon y Moroni”, él explicaba la asimilación que realizan algunos pueblos Mesoamericanos hacia la cultura Olmeca (Jareditas para nosotros) y menciona un interesante ejemplo con el termino "hah", que conecta al Libro de Mormón y ciudades Mesoamericanas, cito:
“No sólo pueblos como los aztecas, los mayas y otros, incorporaron la cultura Olmecas a la suya, también los nefitas lo hicieron. Los cuatro hijos de Jared, por ejemplo, se llamaban Jacom, Gilgah, Mahah, y Orihah. Los últimos dos nombres terminan en "hah",lo cual significa “por, o conectado al agua.” Estos dos hijos, en otras palabras, pudieron haber nacido mientras viajaban por el océano o vivían a sus orillas. Una búsqueda de nombres del Libro de Mormón desde Lehi hasta Mosíah no proporciona ninguno con terminación hah. Sin embargo, una vez que el Rey Mosiah tradujo las planchas de Éter, el término hah se empezó a usar.
El término hah aparece en nombres propios nefitas y en nombres de ciudades Nefitas. El que los nefitas incorporaran éste y otros términos jareditas en su vocabulario muestra su estima por la cultura jaredita. Aún hoy, cualquier ciudad maya cuyo nombre termina en ha o hah está situada o conectada al agua. Altun-Ha, por ejemplo, es el sitio de una antigua ciudad maya junto a un río en la costa de Belice. Xel-Ha es un sitio antiguo sobre la costa de la Península de Yucatán que hoy es usado como un parque acuático. Misol-Ha es el sitio de una cascada y ruinas antiguas junto a un río al sur de Palenque, en el estado de Chiapas, en el sur de México. Es, entonces, una suposición segura que los nombres de las ciudades nefitas Moroniah y Nefiah se refieren a su proximidad con el agua (en inglés “Moronihah” y “Nefihah”).”

30 diciembre 2009

Influencias del hebreo en los dialectos de la antigua América

Escrito por Carlos Mejías.
www.planetamormon.org.




En el Libro de Mormón se menciona una primera migración, llamada jaredita, la cual ocurrió al tiempo de la Torre de Babel, probablemente antes de la formación del idioma hebreo. Las dos migraciones posteriores, la nefita y la mulekita, ocurrieron en el tiempo del Rey Sedequias y estaban compuestas por hebreos, quienes indudablemente, conocían su idioma, y quizás otros idiomas.

Si realmente ocurrió tal migración desde las tierras hebreas, es de esperar, entonces, encontrar en los idiomas de nuestros ancestros americanos, restos del hebreo, quizá egipcio y de los idiomas antiguos hablados por los miembros de la primera migración. Estos han sido encontrados actualmente, y son fuertes argumentos en favor del parentesco racial de los nativos americanos y los hebreos.

Varios científicos han afirmado que los idiomas de los indios americanos son de origen ario, es decir, "tuvieron su (sus) orígenes en las montañas del este de Irán, país de los elamitas". Otros también han declarado que hay distintivamente elementos hebreos en los idiomas de los indios americanos. Esto resulta, probablemente, de la influencia de los idiomas hablados por las varias inmigraciones.

Los "sobrevivientes" del hebreo en los idiomas de los indios americanos son numerosos, los cuales se intentaran mostrar.

"Varios escritores españoles alegan que los nativos de varias partes de la tierra aun hablarían un hebreo corrupto; Las Casas, así lo afirma con respecto a los habitantes de la isla de Haití. Lafitu escribió una historia en la cual él mantiene que los idiomas del Caribe eran radicalmente hebreos". (Ciavengro "Memoríes de l'Ámerique''; Mill. Star 59:374)

En el curso del estudio de los dialectos de la América Tropical, me he cruzado con muchas palabras, expresiones y modismos que sustentan al notable descubrimiento de Le Plongeon:
  • La primera persona singular del pronombre personal (inglés) 'I' (yo) pronunciado (ai) es en el mexicano antiguo 'ani' que es igual en el hebreo y árabe. El hebreo 'anoki' (yo) es el yo, el del inca del Perú.
  • Un planeta, signo en los cielos, era llamado 'ot' o 'oth' en el lenguaje maya, y es todavía llamado así en el dialecto 'huástico'; es también 'oth' en hebreo.
  • La noche o período es llamado 'lailo' en mexicano, mientras que en hebreo y árabe es "laila"' - "leila" -"leyla".
  • La idea de blancura o brillantez es expresada por la palabra 'zack' en toda la América Central, especialmente en Yucatán; en hebreo es 'zech'.
  • Cualquier cosa alimenticia o sostén de la vida, en el idioma mexicano es llamado'zeeta'; en hebreo y árabe 'zaid'.
  • Un fuego, quemazón u horno, es. llamado 'tunni' - 'etunni' en Perú y en las partes norteñas de Sud América, En caldeo y hebreo 'attun'; en el antiguo céltico es 'tienne'; y en el antiguo egipcio el nombre del disco solar, la fuente de todo poder, era 'aten'.
  • La tierra, este mundo, entre todas las tribus aimarás, era llamada 'urak' - 'urakke'; que es lo mismo en caldeo, 'urak' - 'urakke'.
  • El hueco de la mano, o las dos manos juntas para llevar, agua como para beber, es llamado 'káb' o 'kabh' en el lenguaje maya, en hebreo es 'kaph'.
  • Cualquier hombre distinguido, caudillo o jefe de hombres, es llamado 'Kazique' (cacique) en toda la América Central , Sudamerica y las Indias Occidentales; en hebreo 'khazek', 'khezek'; y en árabe para un 'juez' o 'magistrado superior', es 'boka~ rina'; en hebreo es 'boker'.
  • Una colección de flores en un ramo, corona o guirnalda era llamada 'ziza' o 'zissah' en hebreo. En la América Tropical todavía se aplica este nombre a las convolvuláceas (flores de la luna) llamadas 'las flores de un mundo perdido' por los indios mexicanos. Las niñas pequeñas que iban a ser sacrificadas a los crueles dioses del México antiguo, usaban guirnaldas de estas flores; y una corona de ellas ha sido encontrada en la cabeza de una princesa egipcia que falleció hace cuatro mil años.
  • Un árbol es llamado 'yaor' en los dialectos del Perú y América Central; que es lo mismo que en hebreo 'yaar', un árbol; y en la isla de Haití la selva es llamada 'yaarooma'.
  • En Alaska y en las islas Aleutianas, un hermano es llamado 'aak' o 'aaki'; en hebreo y árabe la palabra para hermano es 'aach'.
  • Dos veces, o repetir, es expresado 'kappal' en el dialecto de Yucatán, mientras que en hebreo es, 'kaphal'.
  • El veneno o terror que causa la muerte, es llamado 'puggul' en la América Central, y esta palabra en hebreo tiene el mismo significado.
  • El árbol del cual ciertas tribus de indios norteamericanos sacaban el veneno para sus flechas, era llamado por ellos 'pugguly'.
  • Leña para quemar, es aun llamada 'kaame-ry' en Venezuela; en hebreo, "kamar'.
  • El cabello de la cabeza, es llamado 'zoz' en Yucatán; en hebreo es 'zizith'.
  • Un gobernante o rey en dialecto mexicano es llamado 'capach', mientras que en hebreo es 'gabach'.
  • Un hijo es. llamado en Guatemala 'pen', en hebreo 'ben'. Los esquimales llaman a sus niños pequeños 'pennik' el. diminutivo de 'pen'.
  • La palabra maya y mexicana para "ha fallecido" o "ha muerto" es 'maqui'; en hebreo es 'makak'.
  • Alumbrar, brillar, es exactamente en maya que en hebreo: 'nagah'.
  • El sol es en mexicano 'chearasi'; en hebreo 'cheres'.
  • En hebreo la palabra 'nega' significa una plaga; aun la encontramos en el lenguaje haitiano aplicado a esos desagradables parásitos que se incrustan en la carne y los pies.
  • El desbordamiento del lago sagrado en la leyenda maya, es llamado 'tchoma'; la Gran Inundación de la leyenda hebrea, es llamada 'tchom rabba'.
  • La palabra 'zuph' en hebreo significa un río grande, o el desbordamiento de uno más pequeño; en casi todos los dialectos de los indios norteamericanos, la palabra para río es, 'ziph', 'zeph' o 'sipi'. Al más grande de sus ríos ellos lo llamaban 'el río pez'; 'na messi zippi'; de ahí la palabra 'Mississippi'.
  • Los indios norteamericanos, usaban la palabra 'asaphi' para 'cantar' o 'una canción'; el músico mayor del rey hebreo, David, era llamado Asáph, el cantor,
  • El antiguo verbo hebreo 'makhak' significa golpear o matar a golpes.
  • La expresión de los indios norteamericanos, para 'armas para matar' es 'ta-mahakan', de la cual se ha hecho la palabra 'toniahawk'.
  • El dios malo era llamado 'zet typhon' pollos antiguos egipcios; la palabra maya, para malo, es 'zetu',
  • En acadio, la palabra 'nin' significa 'esposa' o 'señora'; la palabra mexicana 'hija' es 'nin',''nina'".
  • Tenemos la palabra mexicana y maya 'miqui', morir, pariente de la acadia 'miq', quemar, y 'miqu', sacrificio. (Lee, págs. 224 y 227).
Muchos nombres hebreos son encontrados entre los indios americanos, como queda ilustrado en el siguiente listado:

"Balam: Este nombre era un favorito en la antigua América y ocurre en Ahbuluc-Balam, dios nahua; Cibil-Balam, una princesa; Ci-Balam, Quiche-Cakchiquelday; Cotz-Balam, nombre; Balam, hechicero maya; Ek-Balam, dios maya; Balem, sumo sacerdote maya; Balam- Conache, príncipe; Balam-Colob, nación maya. El nombre Balam, deletreado Balaam, es frecuentemente encontrado en el Libro de Números, cap. 22-24.

"Baal: Este nombre fué aplicado al dios supremo de los fenicios y de los canaanitas. También era conocido como 'Bel' y 'Belns'; y en tiempos antiguos el Dios verdadero era conocido por el nombre de Baal; pero, después se descontinuó, se supone, por motivo de su profanación con la asociación del nombre de un ídolo.

Ocurre en la Biblia en varias formas, de acuerdo al uso, como Baal, Baal-Peor, Bala, etc. Entre los nombres americanos antiguos encontramos Baali, Baaloo, capitanes zapotecas.

En sus capítulos sobre 'Relaciones de los Idiomas Arios y Semíticos con los dialectos del Perú antiguo"--el Dr. Rodolfo Falb, primero en todo, prueba que las raíces semíticas son arias: después, muestra los vastagos comunes de todas las variantes que pueden ser encontradas en su más pura condición en el antiguo lenguaje peruano''. (Lee, pág. 96). El Dr. Falb da una lista de cincuenta palabras similares en hebreo y dialectos del Perú.

''Hay notable similitud entre las religiones preincaica, inca, azteca, maya y la fe de los hebreos, mientras que a través del Perú hay nombres de lugares como también palabras en el dialecto quechua, que son casi idénticas con el antiguo hebreo''. (Verril, pág. 28).

27 diciembre 2009

Version 2.5 Powerpoint de evidencias del Libro de Mormón


Preparamos la versión 2.5 del PowerPoint de Evidencias del Libro de Mormón, mejoramos las explicaciones de algunas diapositivas del "Viaje de Lehi por el desierto", además agregamos nuevas he interesantes evidencias; el PowerPoint se compone ahora de 72 diapositivas.

Quien quiera recibir este PowerPoint debe realizar un comentario en el blog y luego enviarnos un correo a alvarodr@evidenciaslibrodemormon.org, es mejor que no dejen su correo electrónico aquí, ya que luego este puede ser mal usado.

29 noviembre 2009

Más datos sobre Mesoamérica

Mientras los críticos cantan su mantra: "No hay evidencias, no hay evidencias..." ignorando las impresionantes evidencias del Libro de Mormón procedentes del Viejo Continente, existen además algunas del Nuevo Mundo que merecen atención.

Traducción: Marco Royo



Mientras los críticos cantan su mantra: "No hay evidencias, no hay evidencias..." ignorando las impresionantes evidencias del Libro de Mormón procedentes del Viejo Continente, existen además algunas del Nuevo Mundo que merecen atención. 

El mejor trabajo sobre geografía del Libro de Mormón sitúa su asentamiento en una área pequeña en Mesoamérica (Sur de México, Guatemala), y es allí donde se espera encontrar mayor evidencia. Ya he mencionado evidencia referente a fortificaciones, jardines y templos en entradas anteriores. Pero fíjense en otras nociones que sabemos de la región para compararlas con el Libro de Mormón (algunas de ellas se han analizado en An Ancient American Setting for the Book of Mormon de John L. Sorenson, Deseret Book Comp., Salt Lake City, UT, 1985). Es el único lugar del Nuevo Mundo con una larga tradición de literatura escrita, como requeriría el Libro de Mormón; es el lugar donde repentinamente aparecieron ciudades, consistente con el hecho de inmigración de pueblos que construyeron una ciudad y también con las épocas jaredita y nefita-lamanita; es el lugar plagado de reyes y reinos, guerras y políticos, comercio y comerciantes, disputas religiosas y cuestiones filosóficas, todas ellas consistentes con el contexto cultural presentado en el Libro de Mormón.

Considerénse, por ejemplo, las implicaciones culturales de 3 Nefi 6:10-12:
Pero aconteció que en el año veintinueve empezaron a surgir algunas disputas entre los del pueblo; y algunos se ensalzaron hasta el orgullo y la jactancia, por razón de sus sumamente grandes riquezas, sí, al grado de causar grandes persecuciones;porque había muchos comerciantes en la tierra, y también muchos abogados y muchos oficiales. 
Y empezó el pueblo a distinguirse por clases, según sus riquezas y sus oportunidades para instruirse; sí, algunos eran ignorantes a causa de su pobreza, y otros recibían abundante instrucción por motivo de sus riquezas.
Si José Smith describiera lo que conocía de la cultura de los indios en la frontera norte del estado de Nueva York, ¿por qué presentaría tales ideas extrañas en el texto? Atribuir mercaderes, oficiales, abogados, educación de élite, etc. a los antiguos americanos estaba fuera de lugar si utilizara su conocimiento de los indios de allí. Pero esos versículos describen exactamente aspectos de la sociedad mesoamericana. ¿Es una conjetura afortunada?. Ciertamente no era de conocimiento común en 1830.

Otro ejemplo de los sistemas políticos descritos en el Libro de Mormón sugiere una jerarquía de ciudades como el factor organizador de los gobiernos nefita y lamanita (véase Brant A. Gardner, FARMS Review of Books, Vol. 13, No. 2, 2001, pp. 44-45, reviewing John L. Sorenson, Nephite Culture and Society, Salt Lake City: New Sage Books, 1997). Incluso se muestran a reyes lamanitas sometidos a reyes de superior autoridad. Como Gardner sugiere, si José Smith inventara el Libro de Mormón usando lo que conocía, se podría esperar ver un sistema federal de gobierno o divisiones entre ciudad, condado, estado. En lugar de ello, se encuentra un sistema basado en la jerarquía de ciudades, tal como lo conocemos en la antigua Mesoamérica.

Mesoamérica es también el lugar de las leyenda del Gran Dios Blanco que visitó al pueblo antiguamente y que prometió regresar, tal como informa el Libro de Mormón. Y es el lugar tiene leyendas de antiguas emigraciones en barco. Por ejemplo, un príncipe amerindio del siglo XVI llamado Ixtlilxochitl escribió:
"Los que poseyeron este nuevo mundo en esta tercera edad fueron los olmecas y los Xicalanas; y según lo que se relatan en sus historias, llegaron en barcos o barcas del este de la tierra de Pontochan desde donde empezaron a asentarse." (Ixtlilxochitl, Fernando de Alva "Obras Historicas," Editora Nacional, S.A. Mexico, 2 vols., 1950, p. 19, citado por John K. Wise, "Clouds Without Water, Zeal Without Knowledge," Journal of Mormon Apologetics, Vol. 1, 1999, pp. 116-140.)
Esto concuerda con la descripción del Libro de Mormón de los jareditas, que vinieron del Viejo Mundo en barcos ajustados o barcos en el momento del nacimiento de la civilización.

Cortés informó que el rey azteca Moctezuma, en el primer encuentro de los hombres blancos con los pobladores de Texcoco, dijo:
"Durante mucho tiempo por conocimiento de nuestros escritos hemos poseído el conocimiento transmitido por nuestros antepasados de que nadie que habitó esta tierra era nacido aquí. Somos extranjeros y vinimos aquí de partes muy remotas. Poseemos información de que a nuestro linaje se le condujo a esta tierra por un señor a quien le debemos lealtad. Él posteriormente dejo esta [tierra] de su país nativo .....pero siempre hemos creído que sus descendientes de cierto vendrían a subyugar esta tierra y a nosotros que somos por derechos sus siervos. Debido a lo que dices concerniente a la región de donde vienes, que es donde nace el sol...creemos y mantenemos por cierto que él debe ser nuestro legítimo ...." (Nuttal, Zelia, "Some Unsolved Problems in Mexican Archaeology," American Anthropologist, XIII, 1, 133-149, 1906, p. 135, as cited by Wise, op. cit., p. 129.)
Bernardino de Sahagún, sacerdote español del siglo XVI, después de estudiar los registros mayas y aztecas (los españoles quemaron la mayor parte de ellas), escribió:
Han pasado innumerables años desde que los primeros colonizadores llegaron a estas partes de Nueva España que es casi otro mundo, y llegaron en barcos por el mar, fondeando en el puerto que hay al norte." (Bernardino de Sahagun, Historia General de las Cosas de Nueva Espana, S.A. Mexico, 3 vols., 946, II, 306, citado por Wise, op. cit., p. 129.)
Aunque se debe ser cauto para distinguir lo auténtico de lo cuestionable cuando llegan informes de leyendas antiguas entre los antiguos habitantes de las Américas, existen numerosos relatos que parecen haber derivado de la antigua visita de Cristo a las Américas, como se informa en el Libro de Mormón. Las leyendas de Mesoamérica parece particularmente interesantes en este respecto. La práctica maya de los bautismos encontrada por los españoles, por ejemplo, tiene numerosos paralelos con el bautismo como lo enseñó Cristo y sus profetas en el Libro de Mormón. Véase Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatan, traducida por William Gates y publicada como Yucatan Before and After the Conquest, New York: Dover Books, 1978, pp. 42-45, del cual se cita y analiza con más detalle en la página LDSFAQ de Questions about LDS Baptism. Este rito se asocia con la confesión a un sacerdote, la pureza, nacer de nuevo, arrepentirse de los pecados, alcanzar una mejor vida después de la muerte, y se le designaba por un nombre que significaba "la ascendencia del dios". Combínenlo con las antiguas leyendas del Gran Dios Blanco o figuras relacionadas que se decían haber visitado a pueblos en Mesoamérica, y se tendrá algo digno de considerar.

De hecho, sobre la base de las numerosas leyendas entre los amerindios un escritor no SUD se ha convencido de que Cristo estuvo alguna vez en las Américas y y compiló esos relatos en el libro He Walked the Americas, Amherst, Wisconsin: Amherst Press, 1963. Algunas selecciones se pueden consultar en la Web en http://www.geocities.com/willow1d/amer.html. L. Taylor Hansen obtuvo maestrías en Arqueología, Antropología y Geología de la Universidad de Stanford y pasó una estancia significativa con los indios para comprender mejor sus tradiciones y leyendas.

Aunque vestigios de de algunas prácticas inspiradas como el bautismo pueden haber sobrevivido en Mesoamérica, hubo muchas formas de mal entre los antiguos pueblos del Libro de Mormón cuyos vestigios se descubren más fácilmente. Por ejemplo, el Libro de Mormón describe sacrificios humanos como práctica de los grupos más corruptos, lo cual se atestigua extensamente en Mesoamérica, incluyendo el concepto de las sangre sacrificada (se alude en Alma 34:11, como si fuera una práctica cultural conocida). "Las combinaciones secretas, particularmente las sociedades secretas mafiosas para ganar poder y riqueza, se describen con detalle en el Eter 8 y en otras partes del Libro de Mormón, y también se atestiguan en la cultura mesoamericana. De hecho los detalles aportados coinciden notanblemente con lo que se conoce de tales sociedades secretas de la erudición e investigaciones criminales modernas. Las prácticas culturales, la estructura de la sociedad , los tipos de edificios y de ciudades, los modelos del arte de la guerra, calzadas y cemento, jardines y mercados, etc. mencionados en el Libro de Mormón se pueden encontrar en la antigua Mesoamérica, lugar muy desconocido para José Smith , cuando se tradujo el Libro de Mormón.

Además José Smith y sus seguidores casi con certeza no sabían nada de las grandes civilizaciones prehispánicas cuando se publicó el Libro de Mormón. De hecho, la idea de civilizaciones antiguas avanzadas sobre el continente americano era tan completamente extraña que los testigos del Libro de Mormón temían que fueran rechazados por esa razón. David Whitmer dijo en una entrevista con James H. Hart en 1883:

Cuando se nos pidió [a los testigos] publicar por primera vez nuestra declaración, teníamos la seguridad de que la gente no la creería, porque el Libro de Mormón hablaba de un pueblo que se perfiló y vivió en grandes ciudades; pero el Señor nos dijo que lo haría saber a la gente, y la gente descubriría la evidencia de la verdad de lo que está escrito en el Libro.

(Entrevista con James H. Hart, Richmond, Mo., Aug. 21, 1883, registrado en la libreta de notas de Hart, reimpreso en Lyndon W. Cook, David Whitmer Interviews: A restoration Witness (Orem, Utah: Grandin Book, 1991), p. 76, citado por Daniel C. Peterson, FARMS Review of Books, Vol. 9, No. 1, 1997, p. xxvi.)

Otros detalles interesantes del Libro de Mormón encuentran apoyo en lo que se conoce ahora de la Mesoamérica antigua. Un ejemplo incluye el relato de Ammón que luchó y literalmente desarmó a los bandidos, cuyos brazos se presentaron al rey como prueba de la escaramuza. Los detalles se pueden consultar en el artículo Ammon and the Mesoamerican Custom of Smiting off Arms, Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 8, No. 1, 1999.

Fuentes

  1. www.jefflindsay.com/BMEvidences.shtml
  2. Para más información sobre lo poco que se sabía de Mesoamérica hacia 1830, véase Joseph's Knowledge of Mesoamerica y "Joseph Smith and the Beginning of Book of Mormon Archaeology" en AncientAmerica.org. Véase también "The Book of Mormon and the Writings of Alexander von Humboldt." Como un plus adicional, léase relato satírico, "One Day in the Life of Joseph Smith, Translator Extraordinaire of the Book of Mormon."

26 noviembre 2009

Pesos y medidas en el Libro de Mormón

Fuente : www.jefflindsay.com/BMEvidences.shtml
Traducción: Marco Royo.



Caso tras caso se encuentran "errores" ridículos en el Libro de Mormón que se convierten en hechos completamente plausibles e incluso en "dianas" a la luz de la erudición moderna. El tema de las "monedas" en el Libro de Mormón representa un caso típico. Los críticos han atacado con intensidad al capítulo 11 de Alma. No existen evidencias de que se utilizaran monedas en el Nuevo Mundo antes de la llegada de Colón. Pero el texto en cuestión no menciona monedas o que implique su uso, sino que habla de varias medidas aparentemente pesos de oro y de plata y su equivalencias en grano. (El encabezamiento moderno del capítulo 11 de Alma 11 en la edición de 1981 del Libro de Mormón se refiere al sistema monetario nefita, pero esto es una suposición injustificada.)

Se ha mostrado que el refinado sistema de pesos mencionado en Alma 11, sistema que se normalizó bajo el reinado del rey Mosiah hacia el 100 antes de Cristo, se corresponde con el sistema egipcio que Nefi y Lehi pudieron haber traido con ellos al Nuevo Mundo. John Welch presenta la evidencia en "Weighing and measuring in the Worlds of the Book of Mormon," Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 8, No. 2, pp. 37-47 (1999), disponible online en http://farms.byu.edu/display.php?id=198&table=jbms.

Welch encuentra varios paralelos con los antiguos sistemas de pesos y medidas del Viejo Continente que coloca al sistema del Libro de Mormón perfectamente en un contexto antiguo:

Los antiguos reyes desarrollaron típicamente su progreso económico mediante decretos oficiales. En este contexto es interesante que el estatuto del rey Mosíah contuviera similitudes con otros antiguos códigos legislativos anteriores al sistema nefita. Por ejemplo, aparecen similitudes casi sin esfuerzo en el código de leyes de Eshnunna, que se compiló hacia 1800 antes de Cristo en la ciudad Babilonia del mismo nombre que se encontraba aproximadamente a 75 km. al nordeste de Bagdad en el moderno Irak. De hecho, las similitudes son bastante sorprendentes. En primer lugar, las líneas de encabezamiento en el código de leyes de Eshnunna exponen una importante equivalencia que se convierte en la base del comercio: "un kor de cebada es igual a un shekel de plata." También se utilizaba una conversión parecida entre la plata y la cebada entre los hititas. Acaso es coincidencia, pero la ley de Mosiah comienza con un a comparación de valor basada en una parecida fraseología: "un senum de plata que equivale a un senine de oro, . . . y uno y otro valía una medida de cebada" (Alma 11:3, 7).

Welch descubre otros paralelos, que al menos asombrarían a los que pretenden entender, que incluirían la relación entre el sistema fraccionario nefita y las fracciones del Viejo Continente con posibles relaciones de uso de fracciones entre los mayas. Existen también relaciones entre algunos nombres del Mundo Antiguo y los del Libro de Mormón para las unidades de medida. El paralelo que sería considerado el más intrigante, involucra a los valores relativos de las medidas nefitas y las del antiguo sistema egipcio:

Aunque el sistema egipcio posee ciertas similitudes con el de los nefitas ambos son binarios, ambos tienen seis medidas definidas, y ambos presentan la suma total adicional que es la suma de las partes menores o sumando los dos sistemas no son absolutamente idénticos. Tal observación concuerda, por supuesto, con el reconocimiento de Mormón de que su pueblo había "alterado su modo de contar y medir" de generación en generación (Alma 11:4). Sin embargo, la escala relativa de las unidades de medida encontradas en el Egipto del Imperio Nuevo y entre los nefitas de la época de Alma coinciden exactamente, como se desarrolla en la tabla 6 [del artículo de Welch]. En otras palabras, si se asume que el "limnah" de oro nefita(Alma 11:5-10) es afín o se relaciona con la antigua mina "ligera" de unas 17.6 oz, entonces todas las medidas nefitas se pueden interpretar como múltiplos exactos delqdt o kite -peso de 0.31 oz (muy cercano al "shekel" babilónico de 0.3 oz) egipcio de los períodos del Imperio Nuevo y del Tercer Período Intermedio. Desde el "leah" nefita (Alma 11:17) hasta el peso más pequeño nefita conocido, se pueden correlacionar todas las fracciones de medida de grano egipcias mencionadas en el párrafo anterior con el peso nefita, identificando el "leah" nefita con el kite egipcio -peso que representa uno. La correspondencia es sistemática y notable, y parece ser una alteración del seqel, por lo que 50 shekels valdrían una mina. Tal adaptación o reorientación del sistema israelita ya pudo haber estado en proceso en la época de Lehi, a juzgar de la aparición frecuente de numerales hieráticos egipcios en los pesos del shekel hebreo en el coetáneo reino de Judá. Por tanto la norma nefita implica que un limna (¿mina?) equivalga a 56 teóricos leahs (¿shekels?).

Welch, en su estilo típico, facilita extensas referencias a la literatura erudita para sus hallazgos.

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