Preguntas contestadas por Joseph Fielding Smith, Presidente del Consejo de los Doce Apóstoles en relación a los testigos del Libro de Mormón.
Enviado por Edwin Ticona.
Estimado hermano Smith:
Siempre me ha resultado misterioso, el hecho de que los tres testigos de la autenticidad del Libro de Mormón se pudieran apartar de la Iglesia después de haber recibido tan maravilloso testimonio y de haber estado en presencia de un mensajero celestial. El hecho de que lo hicieron, se contradice, según mi opinión, en gran manera con su solemne declaración expresada en el testimonio que está publicado en cada volumen del Libro de Mormón, y a pesar de que se apartaron de la Iglesia, hasta el momento de su muerte sostuvieron su historia como verdadera. Hubiera sido mucho mejor si se hubieran mantenido fieles a la Iglesia durante toda su vida, ¿verdad?
Rspuesta: Al considerar la actitud de estos testigos, debemos tener en cuenta varias cosas. El hecho más importante, es que a pesar de que perdieron su calidad de miembros, cada uno se mantuvo fiel a su testimonio, hasta su muerte. Nunca hubo sombra de dudas. Este testimonio fue para ellos tan verdadero en sus últimos días de vida como lo fue el día en que firmaron el documento que aparece en cada volumen del Libro de Mormón.
Oliverio Cowdery y Martin Harris, hundidos en las profundidades de la humildad, hallaron su camino nuevamente en la Iglesia, y murieron fieles a la misma. David Whitmer, a pesar de que nunca volvió a la Iglesia, se mantuvo firme en cuanto a su testimonio y se las arreglo para edificar su propia iglesia. Martin Harris, en sus ultimo años de vida, emigró hacia los valles en las montañas y murió entre los Santos de los Últimos Días. Oliverio Cowdery murió fiel a la iglesia y David Whitmer, a pesar de que tuvo la idea de que nuestra iglesia estaba yendo por el camino equivocado, se rodeó de una organización que según él, estaba integrada por los verdaderos partidarios del Profeta José Smith.
Personalmente, siempre he tenido mucha simpatía por David Whitmer. Considero que fue un hombre honrado, pero se dejó llevar por la convicción de los demás. En su honor debe decirse que en su lecho de muerte dio testimonio de la venida del Libro de Mormón y afirmó que tanto el como Oliverio Cowdery y Martin Harris habían dado su testimonio voluntariamente. Hubo ocasiones en que ciertos individuos conspiraron para hacerle negar su testimonio, pero nunca lo lograron. En cierta ocasión, los Élderes Orson Pratt y Joseph F. Smith, en oportunidad de visitar Misuri, lo fueron a ver y tuvieron una entrevista con él. Estuvo contento de verlos y parte de su conversación giró sobre acontecimientos de la temprana existencia de la Iglesia.
En esta ocasión, David Whitmer dio su testimonio acerca de la venida del Libro de Mormón, testimonio que no difirió en absoluto con el original bajo el cual aparece su firma, la de Oliverio Cowdery y la de Martin Harris. De hecho, a pesar de que nunca trató de volver a la Ilesia, su error consistió en que pensó que tenía derecho a organizar su propia iglesia. Lamentablemente no siguió a Oliverio Cowdery y a Martin Harris, quienes murieron fieles a la Iglesia.
Permitidme que os llame la atención sobre ciertos hechos, de acuerdo a mi punto de vista. Si la historia de la venida del Libro de Mormón hubiera sido falsa, si Moroni nunca hubiera existido y si José Smith hubiese inventado el Libro de Mormón mediante trucos y fraude, entonces, este Libro hubiera estado lleno de errores, tanto doctrinarios como históricos, y dicho fraude hubiera quedado en evidencia ante cualquier persona inteligente que obtuviera una copia del mismo.
Puedo desafiar a cualquier hombre, no importa cuan bien informado este, a que produzca una obra ficticia que se pueda comparar con el Libro de Mormón. He leído el libro varias veces, y cada vez gano más para mi progreso.
¿Dónde podéis hallar una doctrina más inteligente, amplia y confortante que en las palabras de Mormón? Es más aun. Al leerlas, uno no puede evitar sentir que fueron declaradas por el Espíritu de Cristo:
“Pues he aquí, a todo hombre se da el Espíritu de Cristo para que sepa discernir el bien del mal; (y)… la manera de juzgar; porque toda cosa que invita a hacer lo bueno y persuade a creer en Cristo, es enviada por el poder y el don de Cristo; por lo que sabréis con un conocimiento perfecto, que es de Dios.
“Pero cualquier cosa que persuade a los hombres a hacer lo malo, y a no creer en Cristo, y a negarlo y a no servir a Dios, entonces sabréis, con un conocimiento perfecto, que es del diablo; por que de este modo es como obra el diablo, por que el no persuade a ningún hombre a hacer lo bueno, no, ni a uno solo; ni lo hacen sus ángeles, ni los que a él se sujetan.” (Moroni 7:16-17)
Un sentimiento como este, solo podría venir por medio del Espíritu Santo. Hay además otro hecho que se debe tener en cuenta en relación con el testimonio de los tres testigos. Si por cualquier razón hubieran formado parte de un fraude o hubieran inventado una historia relacionada con la venida del Libro de Mormón, es evidente que al estar en malas relaciones con la Iglesia, hubieran sido los primeros en revelar el fraude. Pero por el contrario, el hecho de que todos ellos permanecieran fieles a su testimonio hasta su muerte, a pesar de que en ocasiones se les hizo difícil vencer los problemas que se les presentaron, es una fuerte evidencia que tenemos de que los testigos declararon la verdad y que sus palabras fueron la verdad (1).
Fuente:
- Liahona, noviembre de 1966, pág. 248-249