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30 diciembre 2014

Complejidades del Libro de Mormón: Libro de Éter

La complejidad literaria del Libro de Mormón día a día es descubierta y en la genealogía del Libro de Éter podemos constatarlo.

Autor: James
Traductor: Antonio A. Caballero

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El Libro de Mormón es un libro muy complicado. Aquellos días en los que era rechazado por considerarse las divagaciones incoherentes de un joven granjero sin educación, se acabaron hace tiempo. De forma lenta pero segura los estudiosos están develando el texto igual que una cebolla y en el proceso están descubriendo capa tras capa su complejidad literaria. Para los creyentes del Libro de Mormón, dicha complejidad es evidencia de su autenticidad. Para los críticos, esta complejidad literaria es evidencia de la genialidad no reconocida y sin igual de José Smith.

Grant Hardy publicó recientemente un nuevo libro llamado “Understanding the Book of Mormon: A Reader's Guide.”(entendiendo el Libro de Mormón: guía de un lector). Este libro se escribió para analizar la complejidad literaria del Libro de Mormón (para saber más, véase “Life On Gold Plates” [vida en planchas de oro]). Todavía no he leído este libro, pero recientemente he aprendido algo de Hardy en otra de sus publicaciones. En la introducción de “The Book of Mormon: A Reader's Guide” Hardy analiza una minúscula parte de la complejidad del Libro de Mormón que me gustaría compartir.

El Libro de Éter empieza con una larga genealogía de 30 nombres empezando por el más reciente (Éter) y terminando por el más antiguo (Jared). La mayoría de estos nombres se podrían considerar raros para los anglohablantes (ej. Amnigadda, Corom y Riplákish). Posteriormente, del capítulo 6 al 11 se dan resúmenes cortos (en ocasiones muy cortos) sobre la vida de estos individuos. Éstos se dan en el orden contrario al que se listaron en Éter 1. Empiezan con el más antiguo (Jared) y terminan con el más reciente (Éter) [1]. Ésto de por sí es complicado, pero no es lo que lo hace sorprendente.

Lo que hace lo tan impresionante es que según los testimonios de los testigos presentes en el proceso de traducción, José nunca miró atrás para repasar lo que ya había dictado anteriormente cada vez que retomaba el dictado. En otras palabras, después de tomarse un descanso o terminar hasta al día siguiente, José retomaría el dictado del texto sin consultar ni una sola palabra que hubiera dictado a su escriba con anterioridad [2]. Ésto significa que José dio una lista de 30 nombres raros y que después dio sus historias en orden inverso sin retroceder para asegurarse de los nombres o del orden de los mismos. Es más, las historias de los 30 individuos aparecen 5 capítulos después del listado inicial de los mismos. No fue como si José volviera inmediatamente sobre sus pasos y lo dijera a la inversa; dictó sus historias en un orden inverso después de 5 capítulos de dictado no relacionado.

Para los creyentes, esto es una evidencia de autenticidad. Para los no creyentes, esto es una evidencia de la auténtica genialidad de José. El problema es que los registros históricos contradicen la idea de que en aquel momento de su vida José fuera un prodigio [3].

Fuentes

1. La siguiente lista es la genealogía según se da en Éter 1, con cada nombre seguido de donde se menciona posteriormente cada individuo en el texto. Nótese que sus relatos se dan en el orden contrario. 

1.  Éter (11:23)
2.  Coriantor (11:18)
3.  Morón (11:14)
4. Etem (11:11)
5.  Ahah (11:10)
6.  Set (11:9)
7.  Shiblón (11:4)
8.  Com (10:31)
9.  Coriántum (10:31)
10. Amnigadda (10:31)
11.  Aarón (10:31)
12.  Het (10:31)
13.  Heartom (10:29)
14.  Lib (10:18)
        15.  Kish (10:17)
16.  Corom (10:16)
17.  Leví (10:14)
18.  Kim (10:13)
19.  Moriantón (10:9)
20.  Riplákish (10:4)
21.  Shez (10:1)
22.  Het (9:25)
23.  Com (9:25)
24.  Coriántum (9:21)
25.  Emer (9:14)
26.  Omer (8:1)
27.  Shule (7:7)
28.  Kib (7:3)
29.  Oríah (7:1)
30.  Jared (cap. 1-4)

2. Emma Smith dijo: “Después de las comidas o de las interrupciones, [José] empezaría de inmediato donde lo había dejado anteriormente, sin tan siquiera mirar el manuscrito o tener que leerle cualquier parte del mismo.” Joseph Smith III, “Last Testimony of Sister Emma,” The Saints’ Herald, 1 octubre de 1879, 290. (Según se cita en Maxwell, Neal A., “By the Gift and Power of God” en Echoes and Evidences of the Book of Mormon)

3. Para un pequeño análisis de esto, entre otras cosas, véase Peterson, Daniel C., “The Divine Source of the Book of Mormon in the Face of Alternative Theories Advocated by LDS Critics” que es una transcripción de su presentación en la conferencia de FAIR de 2001.

4. Artículo original: http://lehislibrary.wordpress.com/2010/04/20/bom-complexity-book-of-ether/

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