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30 abril 2021

Evidencia del Libro de Mormón: España, una nación poderosa entre los gentiles.

Autor: www.evidencecentral.org
Traducción: Antonio Caballero

La Conquista de Tenochtitlán, de la serie Las Conquistas de México. Artista desconocido. 
Imagen via Wikimedia Commons

Reseña

La profecía de Nefi sobre una nación poderosa entre los gentiles que esparciría la descendencia de Lehi es excepcionalmente consistente con la conquista española de las Américas.

Resumen de evidencias

La profecía de Nefi

Poco antes de que su padre falleciera, Nefi profetizó a sus hermanos sobre el futuro esparcimiento y recogimiento de su pueblo. Él enseñó:

“Viene el tiempo, después que toda la casa de Israel haya sido dispersada y confundida, en que el Señor Dios levantará una nación poderosa entre los gentiles, sí, sobre la superficie de esta tierra; y nuestros descendientes serán esparcidos por ellos. Y después que nuestra posteridad haya sido dispersada, el Señor Dios procederá a efectuar una obra maravillosa entre los gentiles, que será de gran valor para nuestra posteridad.” (1 Nefi 22:7-8; cursiva agregada)

 Algunos lectores puede que asuman que la “nación poderosa” mencionada sea Estados Unidos. Por otro lado, el extraordinario ascenso de España como potencia mundial y sus tres siglos de dominio sobre gran parte del Nuevo Mundo podría verse como el cumplimiento preciso de la solemne profecía de Nefi.

"Ye Shall Have My Words" (tendréis mis palabras) por Judith Mehr

“El Señor Levantará”

Nefi señala que el Señor intervendría en el surgimiento de la susodicha nación. El descubrimiento y la conquista en el hemisferio Americano por parte de España la impulsó súbitamente de una entidad política relativamente insignificante a una potencia mundial sin precedentes.1 “Hasta finales de la Edad Media,” según William Maltby, “España había sido poco más que una expresión geográfica.”2 JH. Elliot, uno de los principales historiadores del Imperio Español, destaca la notable transformación de España de una tierra pobre en recursos naturales, dividida étnica, política y geográficamente, a un imperio internacional.

Durante algunos míticos decenios, España sería la mayor potencia de la Tierra y durante ese período sería de todo menos dueña de Europa; colonizaría nuevos y vastos territorios de ultramar; idearía un sistema gubernamental para administrar el imperio más grande y disperso que el mundo haya visto hasta ahora; y produciría una civilización muy distintiva, que haría una contribución única a la tradición cultural de Europa. Cómo todo esto pudo haber sucedido, y en tan poco tiempo, ha sido un problema que ha preocupado a generaciones de historiadores.3

 “Una nación poderosa entre los gentiles”

La unificación de España bajo la reina Isabel y el rey Fernando sentó las bases para que esa nación expandiera su poder e influencia en Europa y en otros lugares, creando "un imperio de ultramar de proporciones continentales.”4 Españoles de toda la Península Ibérica, según Hugh Thomas, “se establecerían en todo el Nuevo Mundo y, en casa, harían de su país recién unido una gran nación insuperable.”5

Las nuevas técnicas de navegación iniciadas por Colón y otros, abrieron nuevas rutas comerciales y aumentaron la comunicación internacional, lo que permitió a España y, más tarde, a otras naciones europeas gobernar y controlar tierras y pueblos de formas que antes eran imposibles.6 España, según William Maltby, “fue el primero en ejercer soberanía directa sobre grandes masas de tierra y civilizaciones avanzadas que contenían millones de habitantes no europeos.”7

Las carabelas de Cristóbal Colón, La Niña, La Pinta y La Santa María. Imagen vía history.com

“Sobre la superficie de esta tierra”

España expandió su territorio, poder e influencia cultural a través del descubrimiento y conquista de los pueblos del Nuevo Mundo. El saqueo de los tesoros Aztecas e Incas y la posterior explotación del trabajo de los pueblos originarios impulsaron el surgimiento y la expansión del poder español en todo el mundo. “El descubrimiento de enormes depósitos de plata en México y Perú (ninguna otra nación colonizadora disfrutó de una buena fortuna similar) determinó la historia del imperio y su carácter económico.” 8

En términos de territorio, las posesiones españolas eran vastas. A fines del siglo XVI, “[España] controlaba la mayor colección de territorios que el mundo había visto desde la caída del imperio romano. En cuanto al tamaño, era una empresa superior a la fundada por Roma.”9 En las Américas, “España gobernó toda una combinación de dependencias y colonias que constituían reinos propios, o partes de la gran España, Magnae Hispaniae, al igual que Aragón o Nápoles.”10 Sin embargo, todas estas dependencias, con sus administradores y gobernadores locales, formaban un reino bajo el gobierno del Rey de España.

“Y nuestros descendientes serán esparcidos por ellos”

Nefi profetizó sobre el esparcimiento de la simiente de Lehi por esta poderosa nación. Esta profecía se cumplió trágicamente cuando millones de pueblos originarios del hemisferio Americano fueron esclavizados y esparcidos por otras partes de las Américas.11 Por ejemplo, las poblaciones indígenas de las Bahamas y el Caribe fueron esclavizadas y comerciadas con América Central y del Sur.

Catalogados y encadenados, los esclavos fueron sometidos a crueldades tan horribles que muchos murieron antes de llegar a sus destinos. La exportación de Indios Centroamericanos comenzó en la década de 1510 para reemplazar la menguante fuerza laboral nativa en las Grandes Antillas. En unos pocos años, Darién y las Islas de la Bahía quedaron prácticamente despobladas, pero las exportaciones continuaron por la costa norte de Honduras. Durante las décadas de 1520 y 30, la trata de esclavos se trasladó a la vertiente del Pacífico. El número total de indígenas exportados de Nicaragua y Honduras, primeramente a Panamá y luego a Perú, puede haber alcanzado el medio millón, acelerando la formación de sociedades mestizas y ladinas en ambas provincias.12

Las estimaciones sugieren que, en las décadas posteriores a la conquista española de los Aztecas, entre doscientos mil y tres millones de mexicanos nativos pudieron haber sido forzados a la esclavitud.13 Según Fray Motolinía, “era tan grande la prisa por hacer esclavos en diferentes partes que fueron traídos a la Ciudad de México en grandes rebaños como ovejas, para que pudieran ser catalogados fácilmente.”14

Los nativos americanos del suroeste de América del Norte, incluidos los apaches, fueron esclavizados y obligados a trabajar en las minas de plata mexicanas.15 Los nativos de América del Sur también fueron esclavizados y reubicados por la fuerza en todo Perú, Chile y otros lugares.16 “Estas migraciones forzadas que abarcaron cientos o incluso miles de millas, así como las redes esclavistas que hacían posibles transacciones a tan larga distancia, eran impensables antes de la llegada de los españoles.”17

Representación artística de la retirada de Hernán Cortés de Tenochtitlán, la capital Azteca, en 1520, 
Imagen vía NPR

A mediados del siglo XVII, España comenzó a declinar como potencia mundial, pero gobernaría sus posesiones del Nuevo Mundo durante más de trescientos años. Lo cual tuvo un impacto duradero y significativo.

Logró, hasta un punto inaudito, imponer su idioma, fe y cultura a sus nuevos subyugados. Más de 300 millones de personas hablan español en la actualidad y es el idioma principal de 21 países. El catolicismo romano se convirtió en la fe dominante de América Central y del Sur, mientras que la arquitectura, la panorámica de la ciudad, el arte, la música y la literatura españolas se fusionaron con elementos indígenas para formar una nueva cultura vibrante que se ha convertido en una parte muy importante de la tradición cultural occidental.18

Inspirados en parte por la independencia de Estados Unidos de Gran Bretaña, así como por las dificultades de España en el conflicto europeo con Napoleón y Francia, los países que habían sido gobernados por España, uno por uno, buscaron y obtuvieron su propia independencia. “La gran estructura que se había creado a fines del siglo XV y principios del XVI se derrumbó tan rápidamente como se había levantado trescientos años después.”19 Para el año 1827, todos los países latinoamericanos, con excepción de Cuba y Puerto Rico, habían ganado su independencia de España.

“Una obra maravillosa entre los gentiles”

Moroni se aparece a José Smith en su habitación, por Tomm Lovell

En la noche del 21 de septiembre de 1823, un ángel llamado Moroni visitó a José Smith y declaró que Dios lo había elegido “como instrumento en su mano para ... llevar a cabo una obra maravillosa y un prodigio20. Un examen cuidadoso de esta frase tal y como se usa en el Libro de Mormón muestra que se refiere específicamente al surgimiento de las "palabras" del Libro de Mormón por medio del don y el poder de Dios, dando a conocer los convenios sagrados del Evangelio (2 Nefi 25:17-18; 27:14, 26; 29:1-2). Cuatro años más tarde, en 1827, José obtuvo este registro antiguo y comenzó a traducirlo.

Esto es claramente parte de la misma “obra maravillosa entre los gentiles” de la que profetizó Nefi (1 Nefi 22: 8; cursiva agregada). Sin embargo, Nefi profetizó que la “obra maravillosa” solo ocurriría después de que su descendencia hubiera sido esparcida por la nación de su profecía (v. 8). La correlación entre la pérdida de tierras estadounidenses por parte de España y la aparición del Libro de Mormón es consistente con el momento de la Restauración predicho por Nefi.21

"De gran valor para nuestra posteridad"

Nefi dijo que esta obra maravillosa sería “de gran valor para nuestra posteridad” (1 Nefi 22:9). Los convenios y ordenanzas del Evangelio, incluidos los que se hacen en los templos, se han dado a conocer y se están dando a conocer cada vez más a los descendientes de pueblos indígenas en todo el continente americano, en todas las tierras que alguna vez fueron poseídas y administradas por España.22

Conclusión

El ascenso de España de la relativa oscuridad a una potencia mundial, impulsado por los recursos del Nuevo Mundo, se ajusta a la profecía de Nefi sobre una nación poderosa entre los gentiles que extendería su poder sobre la tierra prometida y esparciría la simiente de Lehi. A un costo terrible y casi inimaginable para los pueblos y culturas indígenas, España esparció la semilla de Lehi y dejó un terrible historial de destrucción, a la vez que esas culturas se transformaron en lo que se conoció como América Latina. Sin embargo, para el año 1827, estaba a punto de comenzar un nuevo capítulo. Después de tres siglos de dominio, España había perdido prácticamente todo lo que había ganado a través de la conquista en el preciso momento en que el Libro de Mormón, una “obra maravillosa y un prodigio,” estaba a punto de aparecer.

OTRAS LECTURAS

Kirk Magleby, “Profecía cumplida 015”, Recursos del Libro de Mormón, 12 de diciembre de 2018.

Kirk Magleby, “Profecía cumplida 014”, Recursos del Libro de Mormón, 12 de diciembre de 2018.

Kirk Magleby, “Profecía cumplida 006”, Recursos del Libro de Mormón, 2 de diciembre de 2018.

ESCRITURAS RELEVANTES

1 Nefi 22: 7–8

2 Nefi 25: 17–18

2 Nefi 27:14

2 Nefi 27:26

2 Nefi 29: 1–2

Referencias y notas finales

1 “Tierra seca, estéril y empobrecida: el 10 por ciento de su suelo es roca desnuda; 35 por ciento pobres e improductivos; 45 por ciento moderadamente fértil; 10 por ciento rico. Una península separada del continente europeo por la barrera montañosa de los Pirineos, aislada y remota. Un país dividido en sí mismo, roto por una alta meseta central que se extiende desde los Pirineos hasta la costa sur. Sin centro natural, sin rutas fáciles. Fragmentado, dispar, un complejo de diferentes razas, idiomas y civilizaciones: esto era y es España. La falta de ventajas naturales parece paralizante. Sin embargo, en los últimos años del siglo XV y los primeros años del XVI, pareció repentinamente, e incluso milagrosamente, haber sido superado. España, durante tanto tiempo mera expresión geográfica, de alguna manera se transformó en un hecho histórico”. J. H. Elliott, Imperial Spain 1469-1716 (Londres: Penguin Books: 2002), 13.

2 William Maltby, The Rise and Fall of the Spanish Empire (Nueva York, NY: Palgrave Macmillan, 2009), 6.

3 “Esto a su vez sugiere un corolario, no menos relevante para España: ¿cómo esta misma sociedad pierde su ímpetu y su dinamismo creativo, quizás en un período de tiempo tan corto como el que tardó en adquirirlos?”. (Elliott, 13 años). Nefi, tal vez, sugiera que la respuesta se encuentra en la naturaleza de los juicios de Dios que vienen sobre todas las naciones (2 Nefi 25: 3).

4 Carolyn Hall y Hector Pérez Brignoli, Atlas histórico de América Central (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 2003), 30.

5 Hugh Thomas, Rivers of Gold: The Rise of the Spanish Empire, from Columbus to Magellan (Nueva York, NY: Random House, 2005), 537. Cursiva agregada.

6 Hall y Brignoli, Atlas histórico de Centroamérica, 31.

7 Maltby, El ascenso y la caída del Imperio español, 2.

8 Maltby, El ascenso y la caída del Imperio español, 3.

9 Hugh Thomas, Un mundo sin fin: España, Felipe II y el primer imperio global (Nueva York, NY: Random House, 2014), 286.

10 Thomas, Mundo sin fin, 286.

11 Para una introducción general al tema, ver Andrés Resendez, The Other Slavery: The Uncovered Story of Indian Enslavement in America (Boston, MA: Mariner Books, 2016). El autor proporciona varios mapas útiles de las dispersiones de los nativos americanos en las páginas 38 y 138.

12 Hall y Brignoli, Atlas histórico de Centroamérica, 116.

13 Resendez, The Other Slavery, 62, 65.

14 Resendez, La otra esclavitud, 135.

15 Resendez, The Other Slavery, 134-135.

16 Resendez, The Other Slavery, 132-134.

17 Resendez, The Other Slavery, 135. Los líderes de los Santos de los Últimos Días han enseñado que la dispersión de la gente del Libro de Mormón ha tenido lugar en América del Norte y del Sur. El presidente Spencer W. Kimball enseñó: “Los lamanitas estaban esparcidos por todo Estados Unidos. Cortés vino aquí y Pizarro se fue a Sudamérica. Tuvieron una gran influencia sobre la gente. Los esparcieron y los persiguieron”. Informe oficial de la Conferencia de Área de Monterrey México de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, celebrada en Monterrey, México, el 19 y 20 de febrero de 1977 (Salt Lake City, UT: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1978), 2.

18 Maltby, The Rise and Fall of the Spanish Empire, 2. Véase también J. H. Elliot, Empires of the Atlantic World: Britain and Spain in America 1492–1830 (New Haven, CT: Yale University Press, 2007), 409–410.

19 Hall y Brignoli, Atlas histórico de Centroamérica, 31.

20 Karen Lynn Davidson, Daivid J. Whittaker, Mark Ashurst-McGee, Richard L. Jensen, eds., Joseph Smith Papers Histories Volumen 1: Joseph Smith Histories, 1832–1844 (Salt Lake City, UT: Church Historian’s Press, 2012), 59. Cursiva añadida.

21 Si bien el papel de España en la dispersión del pueblo de Lehi fue muy importante en términos de escala, es evidente que otros grupos y naciones gentiles de América del Norte y del Sur también se han involucrado en la dispersión. Nefi vio que serían esparcidos y heridos por “muchas multitudes de gentiles en la tierra prometida” (1 Nefi 13:14), y Lehi profetizó que esto lo harían “otras naciones” que les quitarían sus tierras y posesiones (2 Nefi 1:11).

22 Para obtener una lista de los templos que se han construido, están en construcción o anunciados en diciembre de 2020, consulte “Lista de templos”, en línea en churchofjesuschrist.org.

Texto original: https://evidencecentral.org/evidence/spain-the-mighty-nation

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