Un estudio personal en que el autor, entrelaza escrituras bíblicas, el viaje de Lehi y registros mesoamericanos que hablan de la visita del verdadero Hijo de Dios.
Autor(es): Luis Arsenio Castillo Rodríguez.
Deseo compartir con todos los lectores, el siguiente conocimiento adquirido, a través del estudio de las escrituras. Se trata del posible lugar geográfico de la llamada “tierra de Abundancia”, además de las promesas cumplidas a Efraín y Manasés, que se reflejan en la familia de Lehi, Ismael y José Smith, de acuerdo a las bendiciones patriarcales.
1. La descendencia de Lehi
El Libro de Mormón nos indica la descendencia directa de Lehi, quien provenía de Manasés, hijo de José, hijo de Jacob.
“Y Aminadí era descendiente de Nefi, que era hijo de Lehi, que vino de la tierra de Jerusalén, y el cual era descendiente de Manasés, que era hijo de José, el que fue vendido para Egipto por sus hermanos.” (Alma 10:3)
Israel bendice a Efraín y a Manasés para que sean perpetuados sus nombres y se multipliquen en medio de la tierra. Sabemos que esta promesa se cumplió al llegar Lehi e Ismael a América y expandir allí su descendencia.
“Y bendijo a José y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me redime de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.” (Génesis 48: 15 - 16)
Otra profecía señala que los vástagos de José se extenderán sobre “el muro”. Entendemos este “muro” como el océano o las “grandes aguas” que dividen al viejo con el nuevo continente.
“Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro.” (Génesis 49: 22)
Las mejores bendiciones se le prometen a José y a sus hijos y se simbolizan con el “rocío del cielo” y con “abundancia”.
“… por el Dios de tu padre, el que te ayudará, y por el Omnipotente, el que te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba…” (Génesis 49:25)
“Dios, pues, te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra y abundancia de trigo y de mosto.” (Génesis 27:28)
Analicemos ahora las palabras de Moisés: Esta fue una bendición dada a José, en la que se le prometía una tierra bendita, una tierra de promisión que tendría lo mejor de los cielos y nuevamente se menciona el “rocío”.
“Bendita de Jehová sea tu tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío…” (Deuteronomio 33:13)
Continuando con esta bendición dada a José, los versículos 15 y 16 plantean lo siguiente:
“... y con lo mejor de los montes antiguos, y con lo mejor de los collados eternos y con lo mejor de la tierra y su plenitud.”
Como sabemos y el Libro de Mormón describe; al visitar las Américas Jesús descendió en la “tierra de Abundancia”. En este lugar, se hallaba un Templo, o sea, un “collado eterno” o “monte eterno”. En las escrituras se menciona muchas veces esta analogía.
Además, es interesante destacar que el nombre “Moroni”, significa “montaña” o “monte antiguo” en idioma maya-chorti; y que esta bendición dada a José, menciona que tendrá “lo mejor de los montes más antiguos”, es decir, El Libro de Mormón, como lo mejor que Moroni podría ayudar a sacar a la luz.
También es posible asociar este hecho con el versículo 11 del salmo 85:
“La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos.”
Podemos reconocer también en este libro del Antiguo Testamento, otros aspectos interesantes con respecto al linaje de los pueblos.
“Su gloria es como el primogénito de su toro, y sus cuernos como cuernos de toro salvaje; con ellos arrinconará a todos los pueblos hasta los confines de la tierra; y éstos son los diez millares de Efraín, y éstos los millares de Manasés." (Deuteronomio 33:17)
Los cuernos de este toro, podrían ser Efraín y sus descendientes, Ismael y José Smith; y Manasés junto a profetas que escribieron el Libro de Mormón y que descendían de él, tales como Nefi, Alma y Mormón. La escritura dice que “ellos arrinconarán a todos los pueblos hasta los confines de la tierra”, lo que podemos relacionarlo con el recogimiento de Israel y la proclamación del evangelio en todo el mundo, misión que, tal como los cuernos del toro son inseparables, deben efectuar Efraín y Manasés en conjunto por primogenitura y principado.
2. El rocío del cielo
Después de analizar las genealogías, simbolismos y bendiciones patriarcales y descubrir en ellas el reflejo del Libro de Mormón y sus actores principales, intentaremos comprender otros aspectos interesantes.
Notamos que en muchas ocasiones se menciona “el rocío del cielo”.
“Como el rugido del león es la ira del rey, y su favor, como el rocío sobre la hierba.” (Proverbios 19:12)
“... como el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes de Sión, porque allí mandó Jehová bendición, la vida eterna.” (Salmos 133:3)
“Y el remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío que viene de Jehová, como las lluvias sobre la hierba...” (Miqueas 5: 7)
“Y cuando descendía el rocío de noche sobre el campamento, el maná descendía sobre él.” (Números 11:9)
“Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como la escarcha sobre la tierra. Y al verla los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.” (Éxodo 16: 14 - 15)
Relacionando su propia vida, con este pan dado por Jehová a los israelitas en el desierto, Jesús dijo:
“Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre...” (Juan 6:51)
A diferencia del maná, que satisfacía el hambre en un tiempo determinado, Jesús prometió ser el pan que permite alcanzar la vida eterna.
Al relacionar ésta con las anteriores citas, comprendemos que Jesús desciende como o con el “rocío del cielo”, tal como lo hacía el maná de la antigüedad, para entregarnos la dádiva de su amor y la posibilidad de vivir para siempre.
Resumen de los puntos principales descubiertos hasta ahora en estas citas de escrituras:
- Jesús es el maná o pan de vida que desciende con el “rocío del cielo”.
- Efraín y Manasés estarán juntos siempre, “hasta los confines de la tierra”, juntos en su misión de recoger al Israel disperso y predicar el evangelio.
- Se les bendice con el “rocío del cielo”, osea, se les revela Jesucristo.
- Además son bendecidos con “abundancia”, que asociamos con la “tierra de Abundancia”.
- Se les promete “lo mejor de la tierra y su plenitud”, o en otras palabras, el Libro de Mormón.
- Se les bendice con los “mejor de los montes antiguos y lo mejor de los collados eternos”. Asociamos este concepto a los Templos, pero además, al significado del nombre Moroni en idioma chorti-maya.
3. Lugar [probable] dónde descendió Jesús
“No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu descendencia y del occidente te recogeré.” (Isaías 43:5)
En la península de Yucatán en México, hay muchísimas ruinas arqueológicas, pero las más sobresalientes son Tulum y Chichen-Itza.
Tulum es una imponente ciudad arqueológica situada frente al mar y que tiene grabada en una de sus ruinas principales, la imagen del “dios descendiente”. Conozco personalmente estos lugares pues provengo de esas tierras.
Chichen- Itza, es famosa por el fenómeno del equinoccio; ya que dos veces al año se forma la serpiente de luz que desciende desde la punta principal de la pirámide, hasta la cabeza de la serpiente, formando así 7 triángulos de luz. Lo anterior no tendría gran significado, si no fuera porque los dos centros ceremoniales hacen referencia a un “dios descendente”… a Kukulcan o Quetzalcoatl.
Creo que ninguno de estos dos lugares mencionados, corresponde a “Abundancia”, pues no se relacionan con las profecías y los símbolos mencionados anteriormente.
En la literatura hebrea, existe el “midrash”; el método de “éxegesis judía” en que “lo que ya fue, será” o como dijo Eclesiastés en la Biblia: “Nada hay nuevo debajo del sol", o sea… todo es un ciclo continuo de repetición.
A los nefitas no se les enseñó la éxegesis judía, salvo a Lehi, Nefi e Ismael que sí la conocían. Recordemos que según este método, todo tiende a repetirse, por ello el Antiguo Testamento se compone de claves, sombras y figuras de lo que ha de venir… Todo futuro se halla en el pasado, para encontrar las claves del presente y acontecimientos futuros hay que echar una mirada al pasado..
“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos, porque yo soy Dios, y no hay ningún otro; yo soy Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero…” (Isaías 46: 9 - 10)
Más arriba de Chichen-Itza, hay otro centro ceremonial llamado: Izamal (antiguo Etzemal). El nombre de este lugar tiene un hermoso significado: “rocío del cielo”, lo que concuerda con las profecías dadas a Efraín y Manasés (Lehi e Ismael y los profetas del Libro de Mormón).
En esta tierra, en este lugar, fueron bendecidos los nefitas con “lo mejor de los cielos de arriba, el rocío...”; y ese rocío fue Jesucristo, cuando descendió, tal como lo hizo una vez el maná a los hijos de Israel.
Aparte de que Etzemal, “rocío del cielo”, fue un centro ceremonial importantísimo para los antiguos habitantes de las Américas, también fue y es una tierra de “abundancia”, debido a que posee terrenos fértiles, hay mucha leche, miel y lluvias en su tiempo. La península está rodeada de mares, selvas, arqueología, sabiduría maya, y además existen allí anales antiguos tales como:
El Chimbalam de Chumayel: Libro de los profetas mayas.
La página 29 de este libro sagrado de los mayas dice lo siguiente:
“...y fue abandonada la ciudad adonde baja la lluvia del rocío, Etzemal (Izamal); allí bajó el hijo del verdadero Dios, Señor del cielo, virgen milagrosa y dijo el rey: bajen las rodelas de Kinich Kakmo, ya no puede reinar aquí… baló su voz y entonces fue reverenciada su divinidad…”
Al leer estas palabras todo empieza a tener sentido. Etzemal se encuentra en Chichen-Itza, donde “desciende la serpiente emplumada de luz” y cerca está Tulum, en donde se encuentra grabada la imagen del “dios descendiente”; todo en la península de Yucatán. Además, relativamente cerca, en Veracruz, México, se halla el “cerro vigía”, que muchos expertos afirman, se trataría del cerro Cumorah de Mormón.
Lehi e Ismael (Efrain y Manasés), en su tierra de promisión, bendecidos con los frutos de los collados antiguos, recibiendo las mejores dádivas de la tierra, la abundancia y el rocío del cielo. Ahí, justamente al conjugarse todos estos elementos, desciende el Hijo de Dios, habló y todos oyeron Su voz...
“Goteará como la lluvia mi doctrina; destilará como el rocío mi palabra, como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba.” (Deuteronomio 32:2)
Nuevamente se compara el rocío del cielo con Jesucristo, en este caso con Su palabra o “Su voz”. Y otra cita también señala:
“Y el remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío que viene de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan al hombre ni aguardan a los hijos de los hombres.” (Miqueas 5:7)
Lehi e Ismael, eran remanente de Jacob proveniente de José, por lo que también son considerados como el “rocío de Jehová”.
4. El Dios Itzamna y vestigios argeológicos
Izamal fue uno de los sitios importantes de la civilización maya.
Al igual que muchas grandes ciudades y centros poblacionales, Izamal fue parcialmente abandonada después de la destrucción de la liga de Mayapán, en el periodo posclásico (cronología mesoamericana), hacia el siglo XII.
Por esta razón a la llegada de los españoles el lugar se hallaba prácticamente deshabitado. Era un importante centro de peregrinación dado que ahí se veneraba a Itzamná o Zamná, "Rocío del cielo", el sacerdote patriarca de los Itzá.(1)
Itzamná; es un dios del cielo en el pensamiento maya. Esta deidad reúne grandes opuestos cósmicos: es como un pájaro que representa el cielo y como la serpiente que personifica la tierra.
Como héroe Itzamná inventó la agricultura, la escritura, los calendarios y las creaciones humanas. Dictó la leyes y siguió gobernando a los mayas por medio de sus elegidos. En los códices se observa escribiendo, es cuando se dice que es el inventor de la escritura. Itzamná aparece como un anciano sabio de ojos cuadrados, nariz aguileña, igual al dios sol. En su tocado lleva una alhaja de valva de molusco y una cinta con una especie de espejo en forma de flor que se apoya en su frente, la banda adornada con perlas se conoce como itz, que significa “néctar y rocío”.Se dice que Itzamná era el rocío de las nubes y del cielo, el agua sagrada que los mayas recolectaban de la hojas para usar sus ritos y ceremonias. Itzamná está relacionado con el árbol del mundo, el eje central que unía el cielo, la tierra y el inframundo. (2)
Los mayas tenían un Dios creador, al que llamaban Hunab Ku. Pero el creador de los hombres era Itzamná, su hijo; un dios bueno, señor de los cielos, del día y de la noche.
Itzamná era una deidad benévola, siempre amiga del hombre. Nunca se ve asociado con la destrucción o desastre, no aparece en los códices acompañado de los símbolos de la muerte. (3)
Entre los Mayas, Itzamná es el Dios de la sabiduría, el inventor de las ciencias y los conocimientos, representación viva de nuestro Padre que está en Secreto. Es el inventor de la sabiduría que sirve al intelecto, la sabiduría de los libros o de la ciencia como la conocemos en su forma convencional con sus científicos, sus instrumentos y laboratorios.
Itzamná es Dios del cielo, la noche y el día; se le considera espíritu universal de vida que anima al caos para que haya creación. (4)
Lo anterior, nos ayuda a entender que Itzamna, tal como señalan muchas escrituras, es, al igual que Jesucristo, simbolizado con el rocío del cielo y que descendió en el sitio llamado Izamal (Etzemal), península de Yucatán, México.
Fuentes:
1. Enciclopedia virtual Wikipedia: IZAMAL
2. http://alonzonovelo.com/mitologia/itzamna-mitologia-maya/
3. http://pueblosoriginarios.com/meso/maya/maya/itzamna.html
4. Apuntes de la Antropología Gnóstica