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07 junio 2013

¿De qué material eran las planchas?

¿Eran las planchas del Libro de Mormón de oro puro, o estaban hechas de una aleación que parecía oro?

Autor: Neal A. Maxwell Institute.
Traductor: Antonio A. Caballero.


La investigación más seria sobre esta pregunta la hizo hace 45 años Read H. Putman, un herrero y metalúrgico de Evanston, Wyoming [1]. Trabajando primeramente a partir de las dimensiones generales del conjunto de planchas que aportaron los testigos, calculó que un bloque de oro puro de ese tamaño, debería de haber pesado un poco más de 200 lb (91 Kg). Sin embargo, cierta cantidad de testigos dispusieron que el peso del conjunto era de unas 60 lb (28 Kg). La discrepancia puede ser parcialmente explicada por el hecho de que las láminas debieron de ser fabricadas a mano, probablemente a golpe de martillo y las irregularidades pudieron haber dejado huecos entre las planchas. Ésto llevó a Putnam a la conclusión de que probablemente todo el conjunto de planchas pudieron pesar menos de un 50% de lo que pesaría un bloque macizo del metal.

Debido a que el peso de un metal depende de su pureza, también debemos considerar si las planchas eran de oro puro. Los nefitas conocían las diferencias entre purezas y las aleaciones. Por ejemplo, sabemos que las planchas de “bronce” procedían de una aleación (muy posiblemente bronce, una mezcla de cobre y estaño) [2] y que las planchas de Éter se diferenciaban específicamente por ser de oro “puro” (Mosíah 8:9). Más adelante Nefi enseña a su pueblo “a trabajar con toda clase de” metales y “minerales preciosos”. Sin embargo en ninguna parte el texto dice que las planchas de los nefitas fueran de oro puro.

¿De oro puro o de una aleación con “la apariencia de oro”?

William, el hermano de José Smith, dijo específicamente que el material de las planchas era de “una mezcla de oro y cobre” [3] (Alguien tuvo que proporcionar un punto de vista  imparcial para esa declaración, ya que la suposición natural habría sido que las planchas eran de oro puro). Las cautelosas declaraciones de otros testigos, incluyendo al propio José Smith, quien habló de las planchas como si tuvieran “la apariencia de oro”, sugieren que el metal pudo ser una aleación [4].

Putnam observó que los dos únicos metales de color de la antigüedad eran el oro y el cobre. Una aleación de estos dos elementos era llamada por lo españoles “tumbaga” y su uso era muy común en la América tropical antigua para la elaboración de objetos preciosos. Putnam puso en marcha la razonable hipótesis de que las planchas de metal, fabricadas en los días de Mormón, eran de ese metal (la pieza arqueológica Mesoamericana más antigua de tumbaga -fabricada a partir de una hoja de metal martilleada- data del mismo siglo en que  Moroni escondió las planchas que tenía en su poder, el siglo V dC) [5]. Si las planchas del Libro de Mormón estaban hechas de tumbaga, su peso pudo haber sido mucho menor que si hubieran sido de oro puro. Putnam aclaró ese punto por medio de detalles matemáticos y concluyó que el peso total de las planchas, bajo responsabilidad de José Smith, pudo llegar a ser cerca de unas 60 lb (28 Kg) como declararon varios testigos.

Es interesante saber que al tumbaga se le daba un acabado dorado aplicándole ácido cítrico en la superficie. La reacción química resultante eliminaba los átomos de cobre de .0006 pulgadas de la superficie externa, dejando una microscópica capa de oro de 23 quilates que hacía que el objeto pareciera de oro macizo [6]. Planchas que tienen “la apariencia de oro”, es exactamente lo que se esperaría si estaban hechas de tumbaga [7].

Fuentes
  1. "Were the Plates of Mormon of Tumbaga?" Improvement Era, septiembre 1966, 788–89, 828–31; véase también en Ross T. Christensen, ed., Papers of the Fifteenth Annual Symposium on the Archaeology of the Scriptures (Provo, Utah: Extension Publications, BYU Division of Continuing Education, 1964), 101–9. Los hallazgos de Putnam son resumidos en "The 'Golden' Plates," en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Salt Lake City: Deseret Book and FARMS, 1992), 275–77.
  2. Véase John L. Sorenson, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City: Deseret Book and FARMS, 1985), 283–84; y su "Metals and Metallurgy Relating to the Book of Mormon Text" (FARMS, 1992).
  3. William Smith interview, The Saints' Herald, 4 octubre 1884, 644.
  4. "El testimonio de ocho testigos," El Libro de Mormón; y Joseph Smith Jr., "Church History," Times and Seasons, 1 de marzo de 1842.
  5. David M. Pendergast, "Tumbaga Object from the Early Classic Period, Found at Altun Ha, British Honduras (Belize)," Science 168, 3 de abril de 1970, 117.
  6. Putnam, "Were the Plates of Mormon of Tumbaga?"; y Heather Lechtman, "Pre-Columbian Surface Metallurgy," Scientific American 250 (junio de 1984): 56–63.
  7. También es posible que otros procedimientos metalúrgicos, tales como una aleación a golpe de martillo de cobre-plata-oro, pudo dar lugar a un producto de apariencia similar (Véase Lechtman, "Pre-Columbian Surface Metallurgy"; y Dorothy Hosler and Guy Stresser-Pean, "The Huastec Region: A Second Locus for the Production of Bronze Alloys in Ancient Mesoamerica," Science 257, 28 de agosto de 1992, 1215). Véase también, Nephi's original plates might have been of different composition than Mormon's plates.
  8. http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/jbms/?vol=10&num=1&id=393#_ednref7

26 marzo 2013

Cómo describieron los testigos las "planchas de oro"


Interesante recopilación de información sobre lo que testigos presenciales de las planchas de oro del Libro de Mormón conocían acerca de ellas.


Autor: Kirk B. Henrichsen.
Traductor: Antonio A. Caballero.


Aunque ni una sola de las detalladas descripciones sobre las planchas del Libro de Mormón se han conservado, el profeta José Smith y algunas personas estrechamente asociadas a él, hicieron varias declaraciones que incluían descripciones parciales de las planchas. Una imagen bastante detallada de las características físicas del antiguo registro nefita surge cuando tomamos en consideración todas las referencias.

Material
  • “La apariencia de oro”1 (Joseph Smith hijo, “Eight Witnesses” por Orson Pratt)
  • “planchas doradas”2 (David Whitmer)
  • “una mezcla de oro y cobre”3 (William Smith)
Peso
  • “pesándolo todo junto de cuarenta a sesenta libras (18-27 kg)”4 (Martin Harris)
  • “Se me permitió levantarlas…. Pesaban alrededor de sesenta libras (27Kg) de acuerdo con mi mejor juicio.”5 (William Smith)
  • “A mi… juicio pesaban unas sesenta libras (27Kg).”6 (William Smith)
  • “Eran mucho más pesadas que una piedra y muchísimo más pesadas que la madera.... Hasta donde pude apreciar, unas sesenta libras (27Kg).”7 (William Smith)
  • “Yo sopesé las planchas y supe a partir de mi tanteo que eran de plomo o de oro.”8 (Martin Harris)
  • “Mi hija dijo que era casi lo máximo que podía levantar. Ahora estaban en la caja de cristal y mi esposa dijo que era muy pesada. Ambas las levantaron.”9 (Martin Harris)
  • “Las moví de un lado a otro de la mesa, ya que era necesario para hacer mi trabajo.”10 (Emma Smith)
  • Mientras que Catherine, hermana de José, limpiaba el polvo de la habitación donde había estado traduciendo, “sopesó esas planchas [que estaban cubiertas con una tela] y las encontró muy pesadas.”11 (HS Salisbury, parafraseando a Catherine Smith Salisbury)
Dimensiones individuales de cada plancha
  • “seis pulgadas (15cm) de ancho por ocho pulgadas (20 cm) de largo”12 (José Smith hijo)
  • “siete pulgadas (18 cm) de ancho por ocho pulgadas (20 cm) de largo”13 (Martin Harris)
  • “siete por ocho pulgadas (18x20 cm)”14 (Martin Harris)
  • “cerca de ocho pulgadas (20 cm) de largo, siete pulgadas (18 cm) de ancho”15 (David Whitmer)
  • “Cada plancha no estaba lejos de siete por ocho pulgadas (18x20 cm) de ancho y largo.”16 (Orson Pratt)
Grosor de cada plancha
  • “del espesor de las planchas de hojalata”17 (Martin Harris)
  • “hojas delgadas de oro”18 (Martin Harris)
  • “tan grueso como un pergamino”19 (David Whitmer)
  • “no tan gruesa como la hojalata común”20 (Orson Pratt)
  • “[Nosotros] podíamos levantar las hojas de esta manera (levantando algunas hojas de la Biblia frente a él).”21 (William Smith)
  • “Parecían ser maleables como el papel grueso y hacían un sonido metálico [sic] cuando los bordes eran movidos por el pulgar, al igual que uno mismo hace de vez en cuando sobre los bordes de un libro con el pulgar”.22 (Emma Smith)
Volumen del grosor
  • “algo cercano a seis pulgadas (15cm) de grosor, una parte del cual estaba sellado”23 (Orson Pratt)
  • “[C]uando estaban apiladas una encima de otra, todas juntas eran como unas cuatro pulgadas (10cm) de grosor.”24 (Martin Harris)
Parte sellada y no sellada
  • “Gran parte de las hojas estaban tan bien aseguradas que era imposible separarlas”25 (David Whitmer)
  • “Lo que estaba sellado parecía, bajo mi punto de vista, tan sólido como la madera. Más o menos la mitad del libro estaba sellado.”26 (David Whitmer)
  • “[A]l rededor de dos terceras partes estaba sellada y a José se le encomendó que no rompiera el sello; esa parte del registro estaba oculta. Las planchas que estaban selladas contenían un registro de aquellas cosas que fueron mostradas al hermano de Jared.”27 (Orson Pratt)

“Muchos, al no leer detenidamente este registro, se preguntarán por qué esa parte de las planchas debían estar selladas y por qué a José Smith no se le debía permitir romper el sello. Fue debido a que, en esta gran revelación, la parte sellada de las planchas, desde las que se tomó el Libro de Mormón, contenían esta gran visión dada al hermano de Jared. A José no se le permitió traducirla, ni romper el sello del libro; se ha de reservar para que surja a su debido tiempo.”28 (Orson Pratt)

Posible apariencia de las planchas de oro, promovida por la página oficial de
la iglesia SUD lds.org http://www.lds.org/ldsorg/v/index.jsp?vgnextoid=024644f8f206c010VgnVCM1000004d82620aRCRD&locale= 0&sourceId=aef870cb7de63110VgnVCM100000176f620a____ 
Formato de encuadernación y anillas
  • “[F]ueron sujetas de este modo con anillas [un croquis muestra un anillo en forma de “D” mayúscula con seis líneas dibujadas por la parte recta de la letra para representar las hojas del registro].”29 (David Whitmer)
  • “unidas como las hojas de un libro por medio de robustas anillas atravesando los bordes”30 (David Whitmer)
  • “Estaban unidas, con forma de libro, por tres anillas de oro.”31 (David Whitmer)
  • “acopladas, por tres anillas, de tal manera que se pudieran abrir como un libro”32 (Martin Harris)
  • “unidas en un volumen, como las hojas de un libro y sujetas por un borde con tres anillas que lo atravesaban completamente”33 (Orson Pratt)
  • “Atravesando el lateral de las planchas había tres anillas, las cuales las mantenían unidas y por las que podría fácilmente pasar una varilla, que muy provechosamente servían para transportarlas; siendo la fabricación y forma de las planchas similar al oro, al bronce y a las planchas de plomo de los antiguos judíos en palestina.”34 (Orson Pratt)
Orden de lectura
  • “Aquí me gustaría mencionar que la página titular del Libro de Mormón es una traducción literal, procedente de la última hoja, en la parte izquierda de la colección o libro de planchas, las cuales contenían el registro que se ha traducido. El lenguaje de toda la obra es el mismo que el de toda escritura hebrea en general.*” [El asterisco lleva al lector a una nota que dice: “*Es decir, de derecha a izquierda.”]35 (José Smith hijo)
Grafías, texto y superficie de las planchas
  • “[Las planchas] estaban llenas de… grafías egipcias... Las grafías que estaban en la parte no sellada eran pequeñas y estaban grabadas de forma hermosa. En todo el libro se apreciaban muchas marcas de una fabricación muy antigua y mucha maestría en el arte del grabado.”36 (José Smith hijo, Orson Pratt)
  • “Había finos grabados en ambos lados.”37 (John Whitmer)
  • “También vimos los grabados que contenían, de los cuales todos tenían apariencia de ser artesanalmente antiguos y de una calidad interesante.”38 (“Eight Witnesses”)
  • “[L]as grafías... estaban hendidas en las planchas con algún tipo de instrumento afilado.”39 (William Smith)
  • “Sobre cada lado de las hojas de estas planchas había finos grabados, los cuales fueron teñidos con algún colorante duradero negro de modo que las letras fueran más legibles y más fáciles de leer.”40 (Orson Pratt)
  • Las siguientes declaraciones, aunque basadas en las transcripciones de los caracteres grabados en las planchas y no en el examen o conocimiento íntimo de las propias planchas, también son de interés. “Consistían [las transcripciones de José de los caracteres procedentes de las planchas] en toda clase de grafías dispuestas en columnas,... letras griegas y hebreas, cruces y adornos, letras romanas invertidas o colocadas de lado fueron dispuestas y colocadas en columnas perpendiculares y el conjunto estaba concluido con el trazado de un rudo círculo, dividido en varias secciones, arqueado con varias marcas extrañas y evidentemente inspiradas en el calendario mexicano.”41 (Charles Anthon)
  • “Los caracteres fueron dispuestos en columnas, al igual que la forma de escribir china,... griegas, hebreas y todo tipo de letras, más o menos distorsionadas,... estaban entremezcladas con diversas evocaciones a medias lunas, estrellas y otros objetos naturales y la obra completa terminaba en una tosca representación del zodíaco mexicano.”42 (Charles Anthon)
  • “[Martin Harris] tenía la costumbre de exhibir a sus oyentes lo que él afirmaba ser un facsímil [sic] copia de la portada del próximo libro [Libro de Mormón].” Uno de los que vio esa copia dijo: “En él se dibujaron de forma rudimentaria y chapucera, círculos concéntricos, entre la parte superior e inferior, que eran caracteres, con poca similitud a letras.”43 (Charles W. Brown)
Fuentes


El material descriptivo para este artículo fue reunido por Kirk Henrichsen, empleado del Museo de Historia y Arte de la Iglesia, en Salt Lake City, quien amablemente lo ofreció para su uso en el diario.

  1. José Smith hijo, Church History, Times and Seasons, 1 de marzo de 1842 (también conocida como la carta de Wentworth); "El testimonio de ocho testigos", El Libro de Mormón; y Orson Pratt, en un panfleto titulado: “An Interesting Account of Several Remarkable Visions, and of the Late Discovery of Ancient American Records” (Edimburgo, Escocia: Ballantyne and Hughes, Mayo de 1840), 12–13. La Carta Wentworth, el boceto del profeta José Smith sobre la historia y la fe de los Santos de los Últimos Días escrito para el editor del “Chicago Democrat”, utiliza bastante el mismo lenguaje encontrado en el panfleto de Pratt. Aunque Pratt no vio ni manipuló las planchas, aprendió mucho sobre ellas gracias a su cercana vinculación con José Smith. En ninguna parte de la evidencia se refleja que los testigos o cualquier participante clave en el surgir del Libro de Mormón describieran las planchas como si fueran de oro puro o macizo.
  2. Entrevista a David Whitmer, Kansas City Journal, 5 de junio de 1881, en David Whitmer Interviews: A Restoration Witness, ed. Lyndon W. Cook (Orem, Utah: Grandin, 1993), 60.
  3. Entrevista a William Smith (Hermano menor de José), The Saints' Herald, 4 de octubre de 1884, 644.
  4. Entrevisa a Martin Harris, registro del estado de Iowa, agosto de 1870, tal y como se cita en Milton V. Backman hijo, Eyewitness Accounts of the Restoration (Salt Lake City: Deseret Book, 1986), 226.
  5. William Smith, William Smith on Mormonism (Lamoni, Iowa: Herald Steam, 1883), 12.
  6. Entrevista a William Smith con E. C. Briggs. Originalmente escrito por J. W. Peterson para Zions Ensign (Independence, Mo.); reimpreso en Deseret Evening News, 20 de enero de 1894, 11.
  7. Entrevista a William Smith, The Saints' Herald, 4 de octubre de 1884, 644.
  8. "Interview with Martin Harris", Tiffany's Monthly, mayo de 1859, 169.
  9. Ibid., 168.
  10. Entrevista a Emma Smith, publicada como "Last Testimony of Sister Emma," The Saints' Herald, 1 de octubre de 1879.
  11. Entrevista a I. B. Bell con H. S. Salisbury (nieto de Catherine Smith Salisbury), Historical Department Archives, the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints.
  12. José Smith hijo, "Church History" (Carta Wentworth), Times and Seasons, 1 de marzo de 1842, 707.
  13. Entrevista a Martin Harris, Tiffany's Monthly, mayo de 1859, 165.
  14. Entrevista a Martin Harris, Registro Estatal de Iowa, agosto de 1870, como se cita en Backman, Eyewitness Accounts, 226.
  15. Entrevista a David Whitmer, Chicago Tribune, 24 de enero de 1888, en David Whitmer Interviews, ed. Cook, 221.
  16. Pratt, An Interesting Account, 13.
  17. Entrevista a Martin Harris, Tiffany's Monthly, mayo de 1859, 165.
  18. Entrevista a Martin Harris, Registro Estatal de Iowa, agosto de 1870, como se cita en Backman, Eyewitness Accounts, 226.
  19. Entrevista a David Whitmer, Kansas City Journal, 5 de junio de 1881, en David Whitmer Interviews, ed. Cook, 64.
  20. Pratt, An Interesting Account, 13.
  21. William Smith, The Saints' Herald, 4 de octubre de 1884, 644.
  22. Entrevista a Emma Smith, The Saints' Herald, 1 de octubre de 1879.
  23. Pratt, An Interesting Account, 13.
  24. Entrevista a Martin Harris, Tiffany's Monthly, mayo de 1859, 165.
  25. Entrevista a David Whitmer, Chicago Tribune, 24 de enero de 1888, en David Whitmer Interviews, ed. Cook, 221. El método utilizado para sellar una parte del registro no se especifica en ésta evidencia.
  26. Entrevista a David Whitmer, Deseret Evening News, 16 de agosto de 1878, en David Whitmer Interviews, ed. Cook, 20–21.
  27. Orson Pratt, in Journal of Discourses, 3:347, 13 de abril de 1856. Orson Pratt no fue un testigo visual de las planchas.
  28. Ibid., 19:211–12, 9 de diciembre de 1877.
  29. Entrevista a David Whitmer, Edward Stevenson diary, 22–23 diciembre de 1877, Historical Department Archives, the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints. La ortografía y puntualización original se ha modernizado. En Stevenson's interview, Whitmer volvió a contar las descripciones de su madre sobre las anillas.
  30. Entrevista a David Whitmer, Kansas City Journal, 5 de junio de 1881, 1.
  31. Entrevista a David Whitmer, Chicago Tribune, 24 de enero de 1888, en “David Whitmer Interviews”, ed. Cook, 221.
  32. Entrevista a Martin Harris, Tiffany's Monthly, mayo de 1859, 165.
  33. Pratt, An Interesting Account, 13.
  34. Orson Pratt, en “Journal of Discourses”, 7:31, 2 de enero de 1859.
  35. José Smith, History of the Church, 1:71. A partir de la declaración de José uno puede suponer que, cuando todo el bloque de planchas se ponían en la mesa, las anillas estaban situadas a la derecha del lector. La parte sellada probablemente se localizaba en el fondo mirando hacia la izquierda con las planchas no selladas encima de modo que pudieran abrirse hacia la derecha.
  36. José Smith hijo, "Church History" (Carta Wentworth); Pratt, An Interesting Account, 13. La descripción de Pratt es un poco diferente, por ejemplo, al añadir con letras cursivas las siguientes palabras: "[Las planchas] estaban repletas, por ambos lados, de... caracteres egipcios... Las letras o caracteres que había sobre la parte no sellada eran pequeñas y estaban hermosamente grabadas.”
  37. John Whitmer a Theodore Turley, "en presencia de sus amigos antimormones." Tal como se declara en Richard L. Anderson, Investigating the Book of Mormon Witnesses (Salt Lake City: Deseret Book, 1981), 131.
  38. "El testimonio de ocho testigos."
  39. Entrevista a William Smith, The Saints' Herald, 4 de octubre de 1884, 644.
  40. Orson Pratt, in Journal of Discourses, 7:31, 2 de enero de 1859.
  41. Carta de Charles Anthon a E. D. Howe, 17 de febrero de 1834, tal como se editó en B. H. Roberts, ed., A Comprehensive History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Provo, Utah: BYU Press, 1965), 1:100–101. Versión de la carta publicada en Pomeroy Tucker, Origin, Rise, and Progress of Mormonism (New York: D. Appleton, 1867), 44, contiene pequeñas variaciones.
  42. Charles Anthon al Rev. T. W. Coit, 3 de abril de 1841, tal como se publicó en B. H. Roberts, A Comprehensive History of the Church, 1:101.
  43. De Charles W. Brown, "Manchester in the Early Days," Shortsville Enterprise [sic] 35 (ca. 1883), basado en Orsamus Turner, History of the Pioneer Settlement of Phelps and Gorham's Purchase, and Morris' Reserve (Rochester, N.Y.: Alling, 1851), 215.
  44. Artículo original: http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/jbms/?vol=10&num=1&id=235

01 febrero 2012

Planchas enterradas: Evidencia de autenticidad

Son infinidades de puntos que concuerdan uno con otro, lo que también surge como una fuerte evidencia de veracidad...

Autor: Jeff Lindsay
Traductor: Marco Royo



¿Dónde consiguió José Smith la idea de antiguos registros escritos en planchas de metal ocultos en una caja de piedra enterrada en la tierra? Los críticos se mofaron de esto durante décadas, hasta que se encontraron muchos otros ejemplos de registros antiguos preservados en planchas o en cajas de piedra. Actualmente los eruditos conocen una inmensa tradición tocante a preservar registros sagrados escondiéndolos para alguna época futura. Algunas de esta evidencias se muestran lúcidamente en John A. Tvedtnes, The Book of Mormon and Other Hidden Books (Provo, Utah: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2000). Véase también mi Nugget Hiding Sacred Records like the Golden Plates: A Well Established Ancient Practice. 


Se muestra que esta práctica de esconder es la más prominente del antiguo Oriente Medio, el territorio de donde el pueblo del Libro de Mormón emigró al Nuevo Mundo. La práctica de esconder registros en cajas de piedra se atestiguó en el mundo antiguo y aún era práctica corriente en el tiempo de Moroni. Y también se atestigua el uso de metal para preservar registros sagrados, particularmente en el antiguo Oriente Medio. José Smith no pudo haber conocido esto y sus primeros críticos no se pusieron al tanto de ello (y muchos críticos modernos aún permanecen beatíficamente ignorantes de los extendidos descubrimientos en esta área). ¿Cómo entonces, si el Libro de Mormón es una falsificación, pudo José ser tan afortunado como para maquillar un relato sobre planchas que encaja tan bien con antiguos modelos?

31 enero 2012

Escritura en planchas

Este artículo demuestra que, lo que en un principio parecía poco creíble, se convierte hoy en una evidencia que comprueba la veracidad del Libro de Mormón al ser descubierta y analizada por la ciencia moderna.
Autor: Jeff Lindsay
Traductor: Marco Royo


Absolutamente ridículo en 1830, ahora no sólo es una antigua práctica bien documentada, sino también particularmente significativa en el Cercano Oriente alrededor del 600 antes de Cristo, especialmente para documentos religiosos. Quizá lo más significativo sea la antigua práctica de 'scriptorio', es decir, colocar la portada al FINAL del libro, para sellar escritos antiguos en planchas de Oriente Medio y que es también una fuerte evidencia de la autenticidad del Libro de Mormón. José no pudo haber conocido la práctica de 'scriptorio' cuando tradujo las planchas de oro y observó que la portada estaba al final, en la última página. Para detalles sobre esta importante evidencia externa, véase mi página sobre 'Metal Plates and the Book of Mormon', tomado de FARMS.

Actualización (en conformidad con su norma de uso de citas). También véase mi Nugget Hiding Sacred Records like the Golden Plates: A Well Established Ancient Practice, y mi página LDSFAQ sobre Metales en el Libro de Mormón 2003 actualización: !Descubriendo antiguo libro de planchas de oro! Véase el artículo de BBC Noticias del 26 de Mayo de 2003 Unique Book Goes on Display." Este volumen de planchas de oro, sujeto con anillos de oro en el lado como lo tenía las planchas del Libro de Mormón, procede de los antiguos etruscos, quienes tenían sus orígenes en la actual Turquía y fueron conquistados por los romanos en el siglo IV antes de Cristo. Véase también la historia relacionada del 23 de Mayo de 2003 "World's Only Etruscan Gold Book Added to Bulgaria's Archeology Treasures"

20 febrero 2011

Planchas de oro en América Precolombina

Basado en la presentación "Metals and Golden Plates in Measoamerica" dictada por Daniel Johnson en Octubre de 2010 en la conferencia anual del Book of Mormon Archaeological Forum. Esta presentación pre-supone que la región geográfica del Libro de Mormón es Mesoamérica.

Una de las críticas más comunes es que la mención de ciertos metales por parte del Libro de Mormón es anacrónica y con "nula" evidencia en América precolombina. Menos, dicen los críticos, el siquiera pensar en fundamento para creer que hubo "planchas de oro". Nos apoyaremos en los descubrimientos compartidos recientemente por Daniel Johnson para refutar esta crítica.

¿Qué es una "plancha" de escritura?

Antes de comenzar, daremos una definición atingente al término "plancha". Entenderemos a una "plancha" tal como lo define la Real Academia de la Lengua Española, como "un pedazo de metal plano y delgado". Tomaremos "planchas" que contengan cierto tipo de información escrita, ya sea de caracter histórico o religioso.

Los metales del Libro de Mormon en Mesoamérica

Como las planchas se componen de una lámina delgada y plana de metal, es también importante describir los metales que menciona el Libro de Mormón. Éstos son, en orden alfabetico:
  1. Acero (El acero es una aleación de hierro y carbono, consecuentemente éste último elemento también está presente implícitamente en el Libro de Mormón)
  2. Bronce
  3. Cobre
  4. Hierro
  5. Oro
  6. Plata
A su vez, sabemos que las culturas del Libro de Mormón efectivamente escribían cierta información importante de carácter histórica o religiosa que era necesaria de perpetuar, en planchas de estos metales.

Las planchas que menciona el Libro de Mormón categorizadas por tipo de metal son:
  1. Planchas de Bronce: entre éstas se encuentran las planchas del hebreo Labán (1 Nefi 3-5,13:23) que Lehi trajo desde Jerusalén que contenían las Escrituras hasta el 600 a.C. y la genealogía de sus padres.
  2. Planchas de Oro: Las 24 planchas de los jareditas (Mosiah 8:9; Eter 1:2) y el mismo Libro de Mormón (muy posiblemente una aleación de oro y cobre, según declaración de William Smith, hermano menor de José Smith)
  3. Planchas de otros metales no especificados: Planchas de Nefi (mayores y menores) y Planchas de Mormón.
Sabemos que cualquier región que reclame ser la región geográfica de los pueblos del Libro de Mormón debiese cumplir la condición de tener estos metales en ella y consecuentemente dar la posibilidad a sus antiguos habitantes el haber fabricado utensilios con éstos, en específico el objeto de nuestro estudio planchas o láminas delgadas y planas con información culturalmente relevante.

Daniel Johnson, en su presentación, muestra primeramente cómo se distribuye el metal en la región de Mesoamérica para ver si verdaderamente hay sustento para los metales que menciona el Libro de Mormón:

Mapa de los yacimientos actuales de metales en la región de Mesoamérica


Al observar este mapa de los yacimientos de Guatemala, efectivamente hallamos suficiente evidencia para los metales del Libro de Mormón. Se mecionan yacimientos de oro, cobre, hierro, plata. [Nota del autor del presente articulo: También hay evidencias de yacimientos de carbón, así que la confección de acero era perfectamente factible. Ver aquí ]

Si vemos un mapa de México, al norte de la anterior, veremos que si bien es rico en oro, no es rico en hierro, como lo es el anterior:



Aquí visualizamos un mapa global de los yacimientos, dándonos una visión panoramica y global de los metales:


Planchas de oro en el viejo mundo

De forma previa a introducirnos en el hallazgo mismo de las planchas de oro en Mesoamérica, Daniel Johnson nos sitúa en el contexto y hace un resumen de los hallazgos de planchas de oro y otros metales anteriores en diferentes partes del mundo:

Pequeña plancha de oro encontrada en Autria [en la tumba de un niño romano]. Data del siglo III a.C. Contiene una de un hebreo de una transliteración al griego de Deuteronomio 6:4 "ΣΥΜΑ ΙΣΤΡΑΗΛ ΑΔΩNΕ ΕΛΩΗ ΑΔΩN Α" o en español "Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es"
Planchas de Bronce datadas en 109 a.C. durante el gobierno del emperador Trajano en Roma.

Parte de los rollos e Qumran del mar muerto (1%) fueron escritos en rollos de cobre. 
Datados entre 50-100 a.C.

Plancha de cobre de Taxila en Pakistán, escrita en el siglo I a.C

Planchas de oro de Pyrgi, cerca de Roma, escritas en etrusco antiguo que datan del siglo V a.C

Plancha de oro del Rey Dario, encontradas en Persia datadas en el 522 a.C.

Otras planchas de metal precioso encontradas en una caja de piedras

Libro etrusco hecho de 24 planchas de oro, encontrado en Bulgaria y datado en el siglo V a.C

Los manuscritos bíblicos más antiguos conocidos, escritos entre 600-700 a.C. en rollos de plata, encontrados en una tumba cerca de Jerusalén, conetniendo la bendición sacerdotal de Numeros 6 escrita en Paleo-Hebreo.


Planchas de oro en América

Daniel Johnon nos comparte el impresionante hallazgo de planchas de oro en Mesoamérica. El lugar en que se encontraron estas planchas es un afamado cenote sagrado de la región de Chichen Itzá. Los artículos fueron de varios tipos entre los cuales se hallaron planchas de oro rectangulares y circulares.


Vista del cenote sagrado de Chichen Itzá, lugar del descubrimiento de las planchas de oro
El arqueólogo Edward Hebert Thomson entre los años 1904 al 1910, drenó y excavó en el cenote. Las imagenes a continuación dan fe de sus hallazgos, los cuales fueron enviados y guardados desde esa fecha por el Museo Peabody en la Universidad de Harvard: 

Muchos objetos tales como puntas de flechas, hachas de bronce, herramientas de cobre. 
Así también dentro de los hallazgos de Thomson fue herramientas de hierro en una tumba de una momia en Costa Rica en 1883, entre otros objetos concordantes al los metales del Libro de Mormón.

Las planchas encontradas son de dos tipos:
  1. Fragmentos de planchas de forma rectangular de oro
  2. Planchas amplias de forma circular de oro
Daniel Johnson nos muestra fotografías exclusivas de estos objetos de interés:



Algunos fragmentos de planchas de oro precolombinas 
extraídas del cenote de Chichen Itzá, datadas en el siglo IX a.C con jeroglíficos en ellas

 Contexto de uso de las planchas circulares son discos de información
de guerreros Toltecas. Las imagenes arriba los resaltan en los jeroglíficos en los murales del  Templo del Jaguar en Chichen Itzá. Estos discos sirvieron como símbolos de poder, autoridad y profecía y proveyeron un enlace al mundo más allá de la muerte. El oro probablemente vino de America central y probablemente haya sido grabado en Yucatán

Daniel Johnson también nos muestra imágenes exclusivas de estas planchas circulares de oro con impresionante detalle de su escritura en ella:


Los escritos en estas planchas tuvieron un caracter sagrado, lo cual da evidencia que no sólo los precolombinos de Mesoamerica escribían en planchas de oro; sino que también usaban esta técnica del grabado sobre delgadísmas laminas de oro para perpetuar tratados religiosos.

Conclusión

Muchos detractores del Libro de Mormón por años fueron escépticos de que en la américa precolombina se hallaran estas láminas de oro escritas y en base a ello criticaron fuertemente la aseveración de José Smith acerca de la imposibilidad absoluta que los precolombinos Mormón y Moroni hubiesen podido compendiar un registro en planchas de oro, como lo hacían en ciertas ocasiones las civilizaciones del viejo mundo.

Ahora la evidencia, si bien primeriza, es tan contundente en contra de la crítica que una vez más reafirma la veracidad histórica del Libro de Mormón y echa por tierra todo escepticismo anterior a esta evidencia.

Nuestros agradecimientos a Daniel Johnson por su presentación.

20 julio 2009

Planchas de oro son descubiertas en distintos lugares del mundo

Se descubren escrituras sobre planchas, similares a las planchas que contenían El Libro de Mormón.

Enviado por Edwin Ticona.


Recientemente una revista inglesa publicó un interesante ilustrado referente al descubrimiento de unas planchas de oro muy fino, y con inscripciones antiguas.

El descubrimiento tuvo lugar en Italia en una ciudad denominada Pirgi en la costa del Mar Tirreno, a unas treinta millas al norte de Roma. Esta ciudad data de unos cinco siglos antes de Cristo y está ubicada en lo que antiguamente se conocía como el país de Etruria.

Los arqueólogos han estado trabajando en este lugar desde 1956, bajo la dirección del Instituto Etruscólogo de antigüedades Italianas, dependiente de la Universidad de Roma. Massimo Pallottino, director de la expedición que trabaja en el lugar, escribió un artículo detallando sus operaciones en el mismo.

Informó del descubrimiento de dos templos etruscos, y de varias piezas de terra-cotta pintada en relieve, estatuas, planchas con motivos geométricos, alfarería y una buena cantidad de monedas de plata.

Pero el descubrimiento más original fue el de tres finas planchas rectangulares de oro, de la misma medida, de unos veinte centímetros de largo por trece de ancho. De cada lado de las planchas había tres agujeros, con remaches indicando que habían estado unidas unas a las otras, o a algún otro objeto, formando como un libro.

Las tres tenían inscripciones grabadas, una de ellas en la lengua de los fenicios y las otras dos en antiguo etrusco. Se han traducido y son tributos a una diosa pagana, expresando gratitud por su protección.

El señor Pallottino, director de la expedición, indica que “sabemos por seguro que las inscripciones datan de unos 500 años a.C. o de los primeros tiempos del siglo quinto”.

Este es el sexagésimo tercer lugar en que los arqueólogos han encontrado planchas de metal, la mayoría de los cuales contienen datos muy antiguos.

Es además muy interesante, que la fecha que el señor Pallottino indica, es bastante cercana a la época en que Lehi dejó Palestina para viajar a las Américas. Esta fecha es también cercana a la indicada para las planchas de Darío, encontradas en Persia, y a las que los arqueólogos consideran datar del año 585 a.C. Las mismas también estaban grabadas, y algunas eran de plata y otras de oro. Explicaban la obra realizada por el rey Darío, quien encerró a Daniel con los leones.

Una de las cosas mas importantes acerca de las plancha de Darío, es que fueron encontradas dentro de una caja de piedra, construida exactamente en la manera en que José Smith describió la caja que contenía las planchas del Libro de Mormón.

Hay aun otro descubrimiento similar, y es el de las planchas de Sargon, las que también eran de metal grabado y estaban enterradas dentro de una caja de piedra de características similares.

Los críticos del Libro de Mormón, ya no pueden afirmar que es un concepto falso decir que los anales antiguos se registraban sobre planchas de metal. Por mucho tiempo se enseñó en los departamentos de historia de las escuelas y universidades del mundo, que los registros antiguos se limitaban a tablas de arcilla, papiros y cueros de oveja. Los recientes descubrimientos han probado que, si bien es verdad que la mayoría de los registros se hacían sobre estos materiales, hubo también anales en planchas de metal.

Todos estos anales son de la época antigua, por lo que tampoco se pueden hacer objeciones a las planchas de cobre (bronce) mencionadas en el Libro de Mormón.

Dios trabaja de manera misteriosa, es verdad, pero lo hace también de modo seguro, y uno de los milagros de estos días, es la forma en que disipa las dudas en torno a la historia de José Smith referente a las “planchas de oro” (1).

Fuente:
  1. Liahona Noviembre de 1966, contratapa.

18 febrero 2009

Libro de oro encontrado


En octubre de 2005, la policía de Teherán, capital de Irán, recuperó una serie de artefactos que había encontrado un agricultor mientras araba el campo y, que acto seguido había vendido a contrabandistas. Entre los objetos se encontró un libro, compuesto por ocho hojas de oro inscritas en cuneiforme, utilizado en gran parte del antiguo Cercano Oriente. Las hojas estaban unidas por cuatro pequeños aros que pasan por agujeros en las hojas, de la misma manera que un antiguo libro de oro etrusco (El Libro Etrusco de oro) fue halado en Bulgaria en 2003.

El libro es del periodo de la dinastía Aqueménida, que comenzó a mediados del siglo VI a.C. Uno de sus más destacados gobernantes en éste fue Cirio el Grande, quien conquistó el Imperio de Babilonia en 539 a.C. y permitió que los judíos prisioneros de los babilonios regresaran a casa dos años más tarde. El libro Etrusco de oro data de la época de Lehi, alrededor del año 600 a.C. Para un informe sobre este último encontrar, ir a a:

17 enero 2009

Planchas de oro y egipcio reformado en América

Jack H West, nos demuestra citando a arqueólogos y libros reconocidos mundialmente (no Mormones), diferentes evidencias sobre Planchas de oro en América y egipcio Reformado. Algunas citas son realmente reveladoras.


El libro nos dice que no solo escribieron sobre planchas de oro, sino que sus historiadores escribieron en jeroglíficos llamados egipcio reformado y también en hebreo. "En nuestra vida hemos oído de nadie que escribiera sobre oro," decía mucha gente en 1830. "¡Que cosa más ridicula!", dijeron, cuando "Pepe" Smith, como lo llamaban, afirmaba tener unos anales antiguos de oro de aquel antiguo pueblo hebraico, escritos en una forma de jeroglíficos egipcios. Y, sin embargo, los anales siguen afirmando que, en efecto, escribieron—sobre oro:
Y como prueba de la verdad de lo que habían dicho, trajeron veinticuatro planchas, llenas de grabados, que son de oro puro. (Mosíah 8:9.)
Ahora pasemos a Mormón, quien era uno de los grandes profetas del libro y también el hombre que hizo un compendio de gran parte de la historia de este pueblo. Hablando del idioma que usaron al escribir el libro, él escribió:
Y hé aquí, hemos escrito estos anales, según nuestro conocimiento, de caracteres que entre nosotros se llaman egipcio reformado; y han sido transmitidos y los hemos alterado conforme a nuestra manera de hablar.
Y si nuestras planchas hubiesen sido suficientemente amplias, hubiéramos escrito en hebreo; pero también el hebreo ha sido alterado;. . .(Mormón 9:32-33.)
Por muchos años estas declaraciones tenían perplejos a los científicos. Todavía en el día de hoy, hay algunas que aun son enigmas para ellos. Imagínense, por favor, al pobre arqueólogo Profesor Marett, paseándose de aquí para allá delante de una tumba que acababan de excavar en Monte Al-bán, allá en la cima de las montañas en México, cerca de Oaxaca.

Está medio fuera de sí, diciendo. "¡Imposible!" "¿Cómo es posible que un pueblo sea egipcio al mismo tiempo que son hebreos y, cosa más rara, estar sobre este continente?" Hacía tiempo que él no había leído en el Antiguo Testamento la historia del joven hebreo José —el joven de la ropa de colores—, un hijo de Israel. No había leído como José llego a ser líder de una de las tribus de Israel, una porción de la que vino a este continente, según la historia del Libro de Mormón.

Leído recientemente en la Biblia cómo este joven hebreo bajó a Egipto, vendido a la esclavitud por sus hermanos, y llego a ser, con la ayuda de Dios, el literal y verdadero jefe del gobierno de Egipto. Porque llegó el momento en que el Pa-raón le dijo a José:
". . . por tu dicho se gobernará todo mi pueblo- yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto." (Véase Génesis 41: 40, 41.) 
Y luego, durante los años de gran hambre, su familia bajó a Egipto para conseguir de comer. Eso ya es una historia aparte. 

Cuando Faraón supo del sufrimiento por falta de comida allá en Canaán, le dijo a José:
17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias e id; volved a la tierra de Canaán;

18 y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis de la grosura de la tierra.
19 Y a ti se te manda: Haced esto; tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras esposas; y tomad a vuestro padre y venid.
20 Y no os preocupéis por vuestras posesiones, porque lo bueno de la tierra de Egipto será vuestro. (Génesis 45: 17-20)
Viviendo allá en Egipto, el pueblo hebreo, sobre todo los de la tribu de José, aprenderían las artes y las ciencias de los egipcios y, naturalmente, aprenderían su idioma, pero, claro, mantendrían, como todos los hebreos, su antiguo idioma y costumbres.

Esta historia es la única respuesta posible al problema del arqueólogo Marett cuando no entendía cómo un pueblo podría ser egipcio y hebreo a la vez, y estar, además, sobre este continente.

Vamos a ver si esta gente, realmente, escribía sobre oro. En la página 65 de The Americas before Columbus, hay una cita de The Goldsmith's Art in Ancient México (El arte del orfebre en el México antiguo,) por Saville:
"Padre Gay menciona. . . que los indios mexicanos vendieron a unos anticuarios europeos unas planchas de oro muy delgadas, aparentemente labradas con martillo, que sus antepasados habían logrado conservar y sobre las cuales estaban grabadas antiguos jeroglíficos."
Sí, claro que escribían sobre oro y escribían en antiguos jeroglíficos egipcios, pero sus escritos no eran como el egipcio más antiguo, ni tampoco como el más moderno. Era como si algún pueblo hubiera venido de la zona del egipcio mas antiguo para ir apartándose del original en los caracteres de sus grabados y en su lengua, como dijo Mormón.

Esto es lo que se halla hoy en día sobre este continente; los jeroglíficos reformados de los egipcios, pero en el modo de 'hablar' de los hebreos, T. A. Willard, citando de la pagina 140 de Farnsworth, nos dice que del cenote sagrado de Chichén Itzá "se sacaron muchos discos de oro cubiertos de bien labradas figuras en reposo, y por los bordes había caracteres y símbolos y a veces jeroglíficos."

Algunos críticos dijeron a nuestra gente en el año de 1830 "Si es verdad que el pueblo del Libro de Mormón tenía un fondo egipcio, ¿Cómo es que, no se hallan ningunas pirámides sobre este continente?" En el año 1830, fue imposible contestar esa pregunta porque todavía no se habían, encontrado ninguna pirámides aquí.

Hoy día se han hallado pirámides, sobre toda la faz de la tierra y ¡que pirámides! Una es tan gigantesca que se podría ubicar la pirámide más grande de Egipto en un rincón de la base, colocar dos pirámides mas en otros dos rincones, y todavía tener lugar en el otro rincón para una cancha de fútbol. Esta es la gran pirámide de Cholula.

Ocho kilómetros de túneles se han cavado dentro de ella por el gobierno mexicano, para que cualquiera que pague la entrada, pueda pasar adentro para conocer algunos de sus secretos. Pues, claro que se han hallado pirámides sobre este continente.

En la página 22 de The Americas before Columbus, Jones, el arqueólogo, afirma con seguridad que estos antiguos americanos son egipcios y luego, en la página 18, está igualmente cierto que son hebreos. Esto resulta en un problema grande y dice: "¿Como puede ser? Un minuto son egipcios y hebreos el otro?"

De su América antigua, como cita Farnsworth en la página 22, Jones ofrece el siguiente testimonio:
Y como si fuera una copia exacta de lo egipcio, hemos demostrado que el tamaño de la base de la pirámide de Copan* (Honduras) es idéntica a la de la gran pirámide del Nilo — mientras que la de Cholula, México, es exactamente el doble de la medida de su base. Es prácticamente imposible que estas dimensiones hubieran ocurrido accidentalmente al construirse.
(*) Los llevaremos a Copan, Ciudad de los Muertos, mediante transparencias en colores en nuestra próxima sesión—la manera mas fácil. Yo tuve que cambiar de avión seis veces para llegar allí. Aterrizamos doce veces; ocho, de las veces, no había aeropuerto— nada más que claros hechos en la selva por los indios. Yo no tuve miedo, pero ¡Cómo se agachaban los arboles selváticos al efectuar el aterrizaje.
En la página 18, este mismo investigador, Jones, representa a muchos científicos que han hallado tanto el fondo egipcio como el hebreo.

Muchas otras costumbres y ceremonias religiosas existen. . . estrechamente análogas con la raza de Abraám, pero suficientes pruebas se han dado en este tomo para proponer estas (como creemos nosotros) preguntas sin otra contestación posible: "Si no son de las Tribus Perdidas de Israel, ¿quiénes son? ¿Qué nación de la antigua historia puede pretender identificar aquellas costumbres y modos de ser como suyos, si no la hebrea?"

Se han hallado escritos en hebreo últimamente. En una tumba en Monte Albán, el Profesor Marett descubrió artefactos y obras de escultura que eran, por una parte puramente egipcios y nos da muchas razones de por qué. Luego, por otra parte, descubrió otros artefactos y obras de escultura en la misma tumba, hechas de los mismos materiales y, a su mejor juicio, hechas por los mismos artesanos, que eran "ciertamente hebreos."

Y como les he dicho antes, el arqueólogo Marett, se halla en dificultades. Leamos, para terminar con este punto en particular, una declaración de Marett. Esto también se halla en la página 22 de Farnsworth:

Lejos de aclarar el origen del antiguo mexicano y la fuente de sus asombrosos conocimientos de la escultura, astronomía, arquitectura y de los colores permanentes, esta colección maravillosa de antigüedades no hace más que ahondar el misterio. Los ídolos y las imágenes aquí exhibidos demuestran facciones de tipos indios; algunos sin duda son hebreos; otros seguramente egipcios.

Sí, es cierto que escribían sobre oro; escribían en egipcio; y podrían haber escrito y, en verdad, escribían, muchas veces en hebreo.

08 septiembre 2008

Uso Primitivo de Planchas

POR JOHN A. WIDTSOE Y FRANKLIN S. HARRIS, TR.




Las menciones sobre el uso de planchas de metal u otras substancias para la confección de anales, no son desconocidas en la historia escrita. Informaciones importantes; tratados, conocimiento sagrado e historia, fueron preservados por los antiguos en pergaminos, madera,arcilla y piedra; pero, en países de muchas lluvias o frecuentes cambios de temperatura, los grandes pensamientos y acontecimientos fueron preservados en algo más durable —planchas de metal.

En el Museo Británico hay veinticinco planchas de plata de 18. por 2 pulgadas aproximadamente, encuadernadas con tiras de cuero; un manuscrito Pali el cual está hermosamente grabado con caracteres Singaleses, y, de acuerdo a leyendas, es el primer sermón predicado por Buda en Henares, India, También está en exposición, contigua a las planchas de plata, una plancha de oro muy delgada de 2x91/2 pulgadas, estando grabada en ambas caras en caracteres Javaneses, probablemente una carta de uno de los príncipes nativos.

En el Museo Evkaf, de Estambul, Turquía, hay algunas, planchas de plata de poco más o menos una pulgada de grueso por 41/2 por 3 pulgadas," en las cuales están grabadas partes del Corán, en escritura muy hermosa. (Número del Museo 1440.)

Cerca del año 1254 A. C, después de una larga guerra entre los Hititas, cuya tierra estaba al Norte de Palestina, y los Egipcios, fué celebrado un tratado entre Ramses II de Egipto y Khattusil, rey de los Hititas, Una traducción de la copia egipcia de este tratado, empieza así: "Esta es una copia del contenido de la plancha de plata que el gran Rey de los Hititas, Khattusil, ha ordenado hacer la cual fué presentada al Faraón por la mano de su embajador Tal-tesub y su embajador Re-mes, proponiendo amistad al rey Ramessu-Miamun (Ramses II)". (A. H. Sayce, Los Hititas, 1925, pág. 41.)

Esto no era una cosa rara en aquel tiempo de acuerdo con Sayce, famoso escolar,
"Podemos inferir que el material de escritura más antiguo de los Hititas, consistía. en planchas de metal, en cuyas superficies los caracteres eran grabados desde el reverso". (Saycc, Los Hititas, pág. 170).

"Los reyes de Egipto empleaban planchas de plata y oro, grabadas para rendir homenajes a sus dioses". (Seck; Desde las pirámides hasta Pablo, pág 224),
Ramses II dice: ' He hecho para ti grandes planchas de oro repujadas y grabadas con el nombre de vuestra majestad, portadoras de mi reconocimiento. He hecho para ti grandes planchas de plata repujadas, grabadas con las herramientas del grabador, llevando los decretos y las invenciones, de las casas y templos que he hecho en Egipto", (Breasted, Registros Antiguos, párrafo 202).
Desde tiempo inmemorial los documentos legales en general, lo mismo que los tratados
han sido inscriptos en planchas metálicas, tales como el bronce. Polibio menciona (III, 28) que los tratados entre Roma y Cartago escritos en planchas, estaban aun en su época preservados en Roma. (Biblia de Cambridge, nota en I Macabeos 8: 22).

Las crónicas griegas más antiguas son inscripciones esculpidas en piedras o grabadas en superficies metálicas; y los tratados entre estados griegos eran frecuentemente grabados en bronce y adheridos a las paredes de los templos. (Enciclopedia Chambers, 1927, vol. 10, pág. 755-756). Tales planchas de bronce se encuentran ahora en el Museo Nacional de Atenas.

Pero, las más interesantes de todas las referencias a anales e inscripciones en metal, están en la Historia Hebrea. "Hicieron asimismo la plancha de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella de grabadura de sello, el rótulo, "'SANTIDAD A JEHO-VÁ" (Exodo 9:30). "El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro, y con punta de diamante: esculpido está en la tabla de su corazón''. (Jeremías 17:1). Refiriéndose a estos dos pasajes el élder J. J. Sjodahl, finaliza: "Esto prueba, fuera de duda, que los israelitas estaban familiarizados con las planchas grabadas, porque de otra manera las palabras del Profeta habrían sido ininteligibles para ellos". (Introducción al estudio del Libro de Mormón, página 46). Isaías, al registrar instrucciones que el Señor le diera, dice: "El Señor me dijo: Tómate una plancha grande y escribe en ella en fáciles y legibles caracteres. Date prisa a quitar despojos, apresúrate a la presa. Toma testigos fieles para justificar el escrito, a Urías, el Sacerdote y a Zacarías, hijo de Jerebechias". (8: 12; traducción de Smith y Goodspeed). Sobre este pasaje el Dr, Adam Clarke, en su "Comentario", dice: "Yo tengo un espejo metálico encontrado en Herculano, el cual no tiene más de tres pulgadas cuadradas. El Profeta es mandado tomar un espejo, o chapa de bronce pulida, no
iguales a esos pequeños espejos de mamo, sino uno grande, lo suficientemente grande para poder grabaren él en profundos y perdurables caracteres.., con herramientas de grabador, las profecías que tenía que comunicar".

En el libro apócrifo: Macabeos 8: 22, dice : "Y éste es el rescripto que hicieron grabar en tablas de bronce, y enviaron a Jerusalem para que lo tuviesen allí como un monumento de alianza y paz". Más adelante, en el capítulo 14, versos 16 al 18, está inscripto que los espartanos escribieron a Simón, en planchas de bronce, para renovar la amistad que ellos tuvieron con judas y Jonatán sus hermanos.

Ricardo Watson en su Diccionario Bíblico y Teológico, en el artículo sobre escritura,
dice: "Los hebreos adelantaron tanto como para escribir sus libros sagrados en oro, como podemos verlo en Josefo comparado con Plinio". De acuerdo con Juan Kitto, también fueron usadas planchas de piorno. (Enciclopedia de Litératura Bíblica, art. Plomo).
El litigio que también debía encontrarse en el Nuevo Mundo, escrito en planchas, está
apoyado por evidencias, mayormente disponibles desde la publicación del Libro de Mormón.

En el Nuevo Mundo se han usado varios metales como material para escritura. A menudo ha sido usado cobre puro o mezclado con otros metales. Recientemente fueron encontradas plan-chas de cobre; en "el Estado de Georgia por el Dr. Moorhead. (Improvement Era 30:531).

Ensu libro sobre "La historia de los indios norteamericanos", Adair había de cinco planchas de cobre y dos de bronce entre los indios Tuccabatchey. Old Bracket, un indio, dió la siguiente descripción de ellas: "La forma de las cinco planchas de cobre: una es de un pie y medio de largo por siete pulgadas de ancho; las otras cuatro son más cortas y estrechas. La figura de las dos planchas de bronce es circular, cerca de un pie y medio en diámetro". (Improvement Era 30:531), Estos registros, de acuerdo con la tradición, "les fueron dados a ellos por el hombre llamado Dios". (Roberts, 3:64, 65). Las planchas del Libro de Mormón eran de oro. El oro se encontraba en abundancia en la América antigua, especialmente en las civilizaciones grandemente desarrolladas de México y Perú, En efecto, el Inca de Perú compró su rescate a los españoles lle-nando de oro un salón de 17 por 22 pies, hasta una altura de 9 pies. El valor de este oro fué calculado en 3.500.000 libras esterlinas. (Prescott, Conquista del Perú, páginas 205, 221.) Moctezuma, el gobernante nativo de México, al tiempo de la llegada de los españoles, comía de "una fuente de oro primorosamente trabajada; tan grande como un escudo".

Marshall H. Saville en su libro, El arte joyero en el México antiguo, habla de la buena calidad de la mano de obra del trabajo en oro y menciona muchos de los artículos de oro que han sido encontrados, incluyendo varias referencias sobre planchas de oro (pág. 44, 115, etc.)- Como un ejemplo de la excelencia del arte y artesanía en metal de los indios, los Chimúes del Perú, son especialmente destacados. Eran expertos en el repujado, fundición, soldadura, plateado, estampado, etc. A. Hyatt Verrill, dice: "Ellos trabajaron grandes vasos de oro puro y tambien de oro mezclado con plata y cobre, objetos de gran belleza magníficamente
cincelados, estampados, grabados y calados". (Bajo Cielos Peruanos, pág. 27).
Tal habilidad permitió a los antiguos americanos trabajar planchas delgadas de oro
adecuadas para grabar caracteres en ellas, cuya calidad es atestiguada por Rivero y Tschudi. quienes dijeron: "Los jeroglíficos de los mexicanos eran muy claros y grabados en piedra o metal". (Tschudi, pág. 105).


Durante el curso de una excavación para una cisterna cerca de Cincinati, Ohío, en 1847, fué descubierta una plancha de oro de tres o cuatro pulgadas de largo, tres cuartos de pulgada de grueso con los bordes festoneados. Encima de ésta estaba montada otra plancha del mismo material sujetada por dos pernos que atravesaban a ambas. Esta última plancha estaba llena de caracteres antiguos en relieve bonitamente grabados en la superficie; exhibiendo una
magnífica mano de obra. La plancha fué examinada por el Dr. Wise, un erudito Rabino de la Sinagoga Judía en Cincinati, editor del diario hebreo, quien declaró que los caracteres eran, en su mayoría, en idioma egipcio antiguo. (Millennial Star, vol. 19, página 103, facsímil de la plancha en pág. 632).

El Padre Gay menciona (Historia de Oaxaca, vol. 1, cap. 4, página 62) que los indios
mexicanos "vendieron a algunos anticuarios europeos, planchas de oro muy delgadas,
trabajadas evidentemente a martillo, y que sus antecesores habían preservado, en las cuales habían grabado jeroglíficos antiguos". (Saville, El arte joyero en el México antiguo, 1920, pág. 175).

"Sus tumbas (indios de Colombia) contenían planchas de oro y ladrillos de tierra
(arcilla) con varios caracteres curiosos, los cuales probablemente, entre ellos tendrían significado convencional". (Geografía y compendio histórico del Estado de Antioquia en Columbia, Paris, 1885, pag. 517) Aunque muchos de los artículos de oro han encontrado su destino en el crisol, hay aun algunos que han sido preservados hasta nuestros días, como por ejemplo, en el museo Fieíd de Chicago, y museo Británico, en Londres. El élder Melvin J. Ballard describe así, algunas de las planchas que él vió: "El élder Pratt y yo vimos en Un museo en Lima, Perú, una pila de planchas de oro casi idénticas a la medida de las hojas del Libro de Mormón,
aproximadamente ocho pulgadas de largo por siete de ancho, tan finas como el papel. Toda la pila tenía cerca de una pulgada de grueso, sin nada en ambos lados, sino justamente planchas de oro preparadas para un trabajo tal como las planchas del Libro de Mormón". (Deseret News, abril 30, 1932).
2. Peso de las Planchas.

Las planchas sobre las cuales fué grabado el Libro de Mormón eran de oro y han sido
descritas como de seis pulgadas de ancho por ocho pulgadas de largo y seis pulgadas de espesor aproximadamente. Un cubo de oro sólido de esa medida, siendo de oro puro, pesaría doscientas libras (90 Kgs. 720 gr.), lo cual sería algo pesado para ser nevado por un hombre, aunque fuera del tipo atlético de José Smith. Esto ha s:do usado como una evidencia en contra del Libro de Mormón, dado que es sabido que en varias ocasiones el Profeta llevaba las planchas consigo. Es improbable, sin embargo, que las planchas fueran de oro puro.

Ellas habrían sido muy blandas y con peligro de ser retorcidas o destruidas. Para el
propósito de confeccionar registros, las planchas de oro mezcladas con cierta cantidad de cobre serían mejores, porque tales planchas serían más firmes, más durables y, generalmente, más adaptables a la obra en cuestión. Si las planchas hubieran sido de oro de ocho kilates, el cual es el más frecuentemente usado en nuestros tiempos en joyería, y tomando en cuenta un diez por ciento de espacio entre las láminas, el peso total no sería mayor de 117 libras (53 kilos 71 gramos), peso que fácilmente podría ser llevado por un hombre fuerte como José Smith. El élder J. M. Sjodahl, basando sus conclusiones en un experimento con monedas de oro, llega a la determinación de que las planchas pesaban menos de 100 libras (45 kilos 360 gramos), Él peso probable de las planchas aparece también como evidencia de la veracidad del Libro de Mormón.
3. Capacidad de las Planchas. A primera vista, "uno que desconozca el asunto, pone en duda la posibilidad de escribir 522 páginas (479 en la versión en castellano) del Libro de Mormón en una serie de planchas de oro de un espesor aproximado de dos pulgadas (un tercio de todo el volumen de planchas).Este asunto ha sido investigado a fondo y las afirmaciones de José Smith probadas como verdaderas.

"La cuestión ante nosotros es: ¿Podía un tercio (dos tercios estaban sellados) de un
volumen de hojas de metal de seis por ocho por seis pulgadas (según José Smith, u ocho por siete por cuatro pulgadas (según Martín Harris), u ocho por siete por seis pulgadas (según Orson Pratt) contener un número suficiente de planchas, cada una del espesor del pergamino u hojalata, para dar el espacio necesario para el texto íntegro del Libro de Mormón? Siendo así,¿qué se puede decir en cuanto a su inmenso peso?' Sobre "una hoja de papel, de ocho por siete pulgadas ha sido escrita una traducción hebrea de catorce páginas del texto americano (en inglés) del Libro de Mormón en letras hebreas modernas de uso común... Está demostrado en esta hoja dé papel que, el texto íntegro del Libro de Mormón, como lo tienen los lectores americanos, puede haber sido escrito en hebreo en cuarenta páguias y tres séptimas, veintiuna planchas en total. (Sjodahl, Introducción al Estudio del Libro de Mormón, pág. 39). Si hubiesen usado caracteres fenicios —los caracteres conocidos por Lehi y suscontemporáneos— y concediendo para la pérdida de una parte del primer manuscrito, senecesitarían cerca de cuarenta y cinco planchas. "El señor Lamb admite cincuenta planchas por pulgada, o doscientas planchas por cuatro pulgadas (el número menor). Sólo fué traducidoun tercio, es decir, sesenta y cinco planchas y una fracción. Pero nosotros hemos demostradoque el libro íntegro, incluyendo las páginas perdidas, pudo haber sido escrito en cuarenta ycinco planchas; Si concedernos sesenta y seis, o aun cincuenta, tenemos amplio espacio para un texto grabado en caracteres grandes y legibles". (Sjodahí, páginas 42-43),

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