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14 mayo 2013

Los habitantes precolombinos ¿sabían de la crucifixión de Cristo?

Los aborígenes americanos, a través de sus relatos, registrados por cronistas españoles, nos hablan de la crucifixión del “Hijo del Dios creador”. 

Autor: Alvaro Figueroa Z.



Consideremos solo 3 menciones (de muchas); la de un cronista del tiempo de la llegada de los españoles a América, la de un investigador post conquista y la de un aborigen precolombino, todas apoyando el hecho de que el evangelio había sido predicado mucho antes en la América prehispánica y podremos con seguridad llegar a una conclusión.

Fray Servando de Mier de la orden de Santo Domingo, cronista español, siempre mantuvo una fuerte posición sobre el conocimiento del evangelio prehispánico, como bien ya desarrollamos en otro artículo publicado en nuestra página. Él comprendía muy bien que Dios tenía un plan determinado en el que claramente se encontraba también el continente americano. En su conocido sermón Guadalupano donde sostiene que el cristianismo era ya conocido por los aborígenes, además agrega : 
"Lo que yo prediqué fue, que la América, no más pecadora que el resto del mundo, entró también en el plan de redención del género humano, y que habiendo Jesucristo mandado a sus apóstoles a anunciarla a toda criatura que estuviese bajo el cielo, en el mundo entero hasta lo último de la tierra..." [1]
Este cronista español insertó todos sus descubrimientos, en un marco determinado por Dios en donde debía haber un plan para llevar a todos los hombres el evangelio de Cristo, aun antes de ser este continente, descubierto por los europeos. 

Ahora consideremos la opinión del investigador Dr. Peter De Roo que concluye:
"Que estos indios, y probablemente varias otras tribus análogas, eran cristianos, en el amplio sentido de la palabra, al tiempo del desembarco [de los europeos] en suelo americano difícilmente se puede poner en duda. Ellos conocían y adoraban al Dios eterno, espiritual e inalcanzable, que "causó" o creó los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos; ellos sabían acerca de la felicidad de nuestros primeros padres que comieron el "fruto gordo" de Edén, y del "mal espíritu" que los llevó a pecar, su desgracia y muerte; y, como ellos estaban familiarizados con las circunstancias de la terrible tragedia, podemos fácilmente deducir que no ignoraban del todo su detalle más importante: la promesa de un Redentor, que constituye la más firme base del cristianismo...” [2]
La recopilación de estos relatos lleva a De Roo a una postura clara y potente “... estos indios, y probablemente varias otras tribus análogas, eran cristianos”, una afirmación sostenida por la evidencia recolectada durante ya siglos.

Pero, ¿qué nos podría aportar un aborigen americano de este conocimiento acerca de la vida de Cristo?, cito este antiguo relato registrado por Bartolomé de las Casas:
“Dicen [los indios de Chiapas] que Eopuco le dio muerte [a Bacab], lo hizo azotar, le colocó una corona de espinas en su cabeza, y lo colgaron con los brazos extendidos en un poste; no queriendo decir que estaba clavado, sino atado; y para explicarlo mejor, el jefe extendió sus brazos. Finalmente murió allí". [3].
Quizás podamos imaginarnos la sorpresa que debió significar para los españoles escuchar estos relatos de los indígenas. Se trata de una afirmación demasiado específica y clara para suponer que es solo una coincidencia con la crucifixión de Cristo. En nuestra época es relativamente sencillo comparar cada punto.

¿Y a qué conclusión podemos llegar?

Este plan establecido por Dios para que la América antigua conociera de su Hijo y su misión redentora, fue llevado a cabo por personas escogidas; ellos realizaron un trabajo evangelizador y vestigios de este esfuerzo después de miles de años se cristalizan en miles de relatos que nos enseñan que una vez Cristo caminó por estas tierras.

Y lo más considerable de esto es que este testimonio se encuentra escrito en las páginas del Libro de Mormón. 

Fuentes:
  1. Fray Servando de Mier y su sermón guadalupano de 1794.
  2. P. De Roo, "Historia de América antes de Colón", vol. 1, pp. 111-112
  3. Bartolomé de Las Casas, "Apologética Historia de las Indias", cap. CCXXXV"

03 octubre 2007

Leyendas indígenas que testifican la veracidad del Libro de Mormón

Un recopilación de leyendas indígenas sobre la visita de Cristo a las Américas...
Obtenido de "http://es.mormonwiki.com/Evidencias_del_Libro_de_Mormon"



Evidencias Indio Americanas del contenido del Libro de Mormón.

Los escritos de los indios americanos son evidencias fuertes de que las ocurrencias descritas en el [Libro de Mormón] sucedieron realmente. Por ejemplo, la evidencia para sostener el reclamo de los mormones respecto a que los indios americanos son descendientes de Israel, son dados por un traductor del Título de los Señores de Totonicapán. (Para entender, sea informado que el Libro de Mormón profesa ser un registro de grupos antiguos de personas que partieron de Jerusalén y otras tierras para navegar a las Américas.) “El texto original del Título de los Señores de Totonicapán se registró en 1554 en el idioma del Quiché de Guatemala de siglos de leyendas viejas.” El traductor parece indicar que tales grupos migratorios posiblemente podrían haber existido. En resumen de sus conclusiones, él hace la siguiente declaración:
“Las tres gran naciones del Quiché  (...) son descendientes de las Diez Tribus del Reino de Israel, quien Shalmaneser redujo a cautiverio y, encontrándose en la frontera de Asiría, resolvieron a emigrar (...)

‘Estos, entonces, eran las tres naciones Quichés, los descendientes de Israel, con el mismo idioma y las mismas costumbres y tradiciones (...) Ellos eran hijos de Abraham y Jacob (...)

Ahora en el veinte-octavo de septiembre de 1554 firmamos esta confirmación en la que hemos escrito el que por la tradición que nuestros antepasados nos dijeron, que vinimos de la otra parte del mar, del Civán-Tulán, fronterizo con Babilonia” (1)
Se ha dicho que la sangre de estas personas migratorias fluye en las venas del las tribus Blackfoot y Blood Indians de Alberta, Canadá; en el Navajo y el Apache del Suroeste Norteamericano; el Inca de Sudamérica occidental; el Azteca de México; el Maya de Guatemala; y en otros grupos INDIO AMERICANOS en el Hemisferio Occidental y las islas pacíficas (2)

El Dios con barba Blanca – Quetzalcoatl en el Libro de Mormón

La literatura norteamericana antigua se refiere con frecuencia a un Dios “blanco y con barba, que descendió de los cielos.” Llamado por muchos nombres, esta figura legendaria a menudo se le refiere como Quetzalcoatl. “Los historiadores del siglo XVI registraron creencias pre-hispanicas con respecto al Dios blanco y barbado que vino a las Américas mucho tiempo antes que los conquistadores españoles” (Brewerton, 30). Mientras esto puede parecer una leyenda o una parte inexplicable de la historia, el Libro de Mormón, que se considera escrito por antiguos profetas americanos, cuenta de la visita de Jesucristo al continente norteamericano siguiendo su Resurrección. Las coincidencias entre el Libro de Mormón y las historias y leyendas de los INDIO AMERICANOS es asombroso. Los siguientes párrafos contienen ejemplos de estas leyendas INDIO AMERICANAS:

Bernardo de Sahagun (nacido en 1499) escribió: “Quetzalcoatl se estimó y fue considerado un Dios, y fue adorado en tiempos más viejos. El tuvo pelo largo y era barbado. Las personas adoraban solo al Señor”  (3). 

Diego Duran (nacido en 1537) escribió: “Un gran hombre—una persona venerable y religiosa— alto, con pelo largo y barbado, conducta digna, actos heroicos, milagros—Afirmo que él podría haber sido uno de los santo apóstoles” (4).

Bartolomé de las Casas (nacido 1474) escribió que Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, era blanco, tenía una barba redondeada, era alto, y vino del mar del este, de donde el volverá (5). 

La tribu de los indios Tamanacos en Venezuela tienen la misma leyenda de un Dios blanco y con barba: [“Amalivacá] Tenia una cara del color de las nubes de la mañana, y blanco su cabello largo. … El dijo: ‘Soy Amalivacá, y yo vengo en el nombre de mi padre ‘INA-UIKI’ (6). 

Aunque no sea un cuento comúnmente compartido en el mundo cristiano, es posible que las congruencias en el Libro de Mormón y las leyendas Norteamericanas Antiguas nos enseñan que Jesucristo Mismo apareció a las personas en América siguiendo Su resurrección. Estos relatos pueden revelar el significado detrás de la declaración de Jesucristo a sus apóstoles en Juan 10:16 cuando él dijo, “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Versión Reina Valera). En el Libro de mormón, Cristo explica a los antiguos habitantes norteamericanos que ellos eran las "otras ovejas." [Lee las palabras de Jesucristo a los antiguos habitantes de América]

Mientras estos estudios pueden estar intrigantes y provocan el pensamiento, Mormones enseñan que la única manera de saber si el Libro de Mormón es verdadero y saber si Cristo realmente visitó las Américas es de preguntar a Dios por medio de la oración. Si el Libro es verdadero, Dios ayudará que el libro a tenga sentido y traiga una influencia positiva cada vez que se lea. Una respuesta de Dios será la evidencia más segura en determinar si el Libro de Mormón es verdadero o no.

Fuentes
  1. El Título de los Señores de Totonicapán, Dionisio José Chonay y Delia Goetz, Norman, Oklahoma: University of Oklahoma Press, 1953, pp. 167, 170, 194)
  2. Ted E. Brewerton, “The Book of Mormon: A Sacred Ancient Record,” Ensign, Nov. 1995, 30 
  3. Historia General de las Cosas de Nueva España, Mexico: Editorial Porrua, S. A., 1985, pp. 195, 598
  4. Historia de las Indias de Nueva España, 1867, first ed., 2 vols., Mexico: Editorial Porrua, S. A., 1967, 1:9
  5. Los Indios de Mexico y Nueva España Antologiá, Mexico: Editorial Porrua, S. A., 1982, pp. 54, 218, 223
  6. Arturo Hellmund Tello, Leyendas Indígenas del Bajo Orinoco, trans. Ted E. Brewerton, Buenos Aires, Argentina: Imprenta Lopez Peru 666, 1948, pp. 19–22, (Brewerton, The Book...)

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