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28 julio 2010

Clemente, discípulo de los primeros apóstoles, habla de los descendientes de Lehi


Hugh B. Nibley en la página 173 del libro "Lehi en el desierto y el mundo de los Jareditas" cita un pasaje de la obra "Los primeros principios" de Orígenes (Teólogo y especialista Biblico del año 200 d.C.), en el que aparece un mensaje muy claro de Clemente, el discípulo de los Apóstoles. Llama la atención cómo Clemente, con mucha seguridad en sus palabras, expresa que en otros lugares de la tierra, luego del mar, en regiones donde ellos no pueden alcanzar, conocen a Dios e inclusive dice que son gobernados por las mismas ordenanzas que ellos.

"El Océano no puede ser cruzado por los hombres, pero esos mundos que se encuentran al otro lado del mar son gobernados por las mismas ordenanzas de Dios que nos son familiares a nosotros" (1).
Es muy interesante reconocer que Nibley presente esta importante evidencia y deje de manifiesto el hecho de que efectivamente a los primeros cristianos se les entregó este conocimiento; existían las mismas ordenanzas de Dios, al otro lado del mar.

Y si alguien a la altura de Clemente, validado por el erudito Orígenes, hallándose en los principios de la Iglesia Cristiana, sostenía que del "otro lado del Mar" vivían personas que eran gobernados por las mismas ordenanzas de Dios y que para ellos eran familiares, ¿cómo podrían estas personas no haber llevado registros de estas grandes experiencias?

Sabemos que existen escrituras de la Biblia que profetizan el esparcimiento de los israelitas desde Jerusalén y que Dios permitiría que ellos puedan mostrar sus caminos y contar sus hechos, como testimonio a las naciones donde llegaren. Esto es cumplido en la familia de Lehi relatada en el Libro de Mormón.
"Y sabrán que yo soy Jehová, cuando los disperse entre las naciones y los esparza por las tierras.
Y haré que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde lleguen; y sabrán que yo soy Jehová." (Ezequiel 12: 15 - 16)
"Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque los he arrojado lejos entre las naciones y los he dispersado por las tierras, con todo eso seré para ellos un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen." (Ezequiel 11:16)
"Sin embargo, he aquí, quedará en ella un remanente, hijos e hijas que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, y veréis su camino y sus hechos, y seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre ella.
Y ellos os consolarán cuando veáis su camino y sus hechos, y comprenderéis que no es sin causa todo lo que habré hecho en ella, dice Jehová el Señor." (Ezequiel 14: 22 - 23)
Nos encontramos entonces, con profecías en la Biblia acerca de personas que serían esparcidas y que vivirían para contar todas sus experiencias. Esto además era reconocido por los primeros cristianos, enseñado por sus líderes y reconocido por todos.

Entonces, ¿dónde están estos registros? ¿dónde están estas vivencias escritas, el relato de sus "ordenanzas" y testimonio?

Testificamos que este registro existe, cuenta la historia de un pueblo esparcido y que llegó a las Américas para vivir el evangelio de Cristo; recibió además Su propia visita, Él les ministró y enseñó. Fue preservado por la mano de Moroni, oculto y entregado al Profeta José Smith, quien lo tradujo y presentó ante el mundo. Se trata de El Libro de Mormón, otro Testamento de Jesucristo. Es real y de él damos evidencia.

Fuentes:
  1. Origen, Peri Archon (On First Principles) ll,3,6 in PG 11:196

16 julio 2010

La Biblia y El Libro de Mormón


(Capítulo Ampliado)

(Otro extracto del libro aún inédito “Testimonios Adicionales de la Veracidad del Libro de Mormón – Insertos en el Propio Libro” que escribe Rafael Diogo Jara).

En 1 Nefi 22:30 dice: “…Las cosas que se han escrito en las planchas de bronce son verdaderas…”

Las planchas de bronce a las que se refiere Nefi, son las que estaban en posesión de Labán y que Nefi y sus hermanos fueron a buscar a Jerusalén. Esas planchas de bronce contenían los cinco libros de Moisés (el Pentateuco), la historia de los judíos desde sus comienzos hasta el reinado de Sedequías, rey de Judá; y también las profecías de los santos profetas desde el principio, hasta comenzar el reinado de Sedequías, y muchas profecías declaradas por Jeremías. (Véase 1Nefi 11-14).

También en el Libro de Mormón testifica de la Biblia al decir:

“…Asíos al evangelio de Cristo, que no sólo en estos anales os será presentado, sino también en los anales que llegarán de los judíos a los gentiles, anales que vendrán de los gentiles a vosotros.

“Porque he aquí, se escriben éstos con el fin de que creáis en aquellos…” (Mormón 7:9).

Así como el profeta Nefi testificó de la Biblia hasta donde estaba escrita hasta el momento que salen de Jerusalén (1 Nefi 22:30), acá el profeta Mormón (Aprox. 385 D.C.) testifica de la Biblia en su conjunto, donde se incluyen en consecuencia el Antiguo y el Nuevo Testamento como lo tenemos en nuestros días.

Desde la intención del principal escritor del Libro de Mormón, el Profeta Mormón, fue que sus registros constituyeran otro testamento de Jesucristo, y no él único testamento, según él mismo lo expresa:

“…Y por esta razón os escribo…

“…y también para que creáis en el evangelio de Jesucristo que tendréis entre vosotros; y también para que los judíos, el pueblo del convenio del Señor, tengan otro testamento…” (Mormón 3:20-21).


El profeta José Smith, quien tradujo El Libro de Mormón, y lo sacó a luz en marzo de 1830, escribió posteriormente, en lo que se conoció como los “Trece Artículos de Fe”: “Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente; también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios.”

Conclusión: Los textos analizados en este capítulo constituyen un testimonio adicional de la veracidad del Libro, porque testifican de la Biblia al decir Nefi que “las cosas que se han escrito en las planchas de bronce son verdaderas”; y las planchas de bronce contenían lo que estaba escrito en la Biblia hasta que Lehi parte de Jerusalén. Al relatar el Libro de Mormón el sacrificio que tuvieron que hacer Nefi y sus hermanos al regresar del desierto a Jerusalén para buscar las planchas de bronce, aún a riesgo de sus propias vidas, también testifica de la importancia de la Biblia.

Además, el Libro de Mormón testifica de la Biblia en su conjunto, a través de las últimas palabras que escribió antes de su muerte el propio profeta Mormón, como ya fue citado.

A pesar de la opinión de sus críticos, El Libro de Mormón nunca tuvo ni tiene la intención de sustituir a la Biblia, porque por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto.

Para dejar más claramente este concepto, el propio Libro en sus últimas ediciones, ha comenzado a publicarse como “El Libro de Mormón – Otro Testamento de Jesucristo”, acorde con lo expresado por el profeta Mormón, como se dijo.

(Rafael Diogo Jara - "Testimonios Adicionales de la Veracidad del Libro de Mormón - Insertos en el Propio Libro").

19 noviembre 2009

Los descendientes de José vendrían a los collados eternos

Encontramos otro pasaje bíblico con fuertes vínculos hacia El Libro de Mormón en Génesis, capítulo 49. 


Tomado de "Pruebas bíblicas sobre la Iglesia restaurada y el Libro de Mormón", Pág.30-31
Duane S. Crowther.



Recordemos algo sobre la historia del Antiguo Testamento para preparar el marco para esta profecía. Recuerden que Abraham era el padre de Isaac y que Isaac era el padre de Jacob; y Jacob fue el padre de los hijos que llegaron a ser las cabezas de las doce tribus de Israel. El Señor Jehová cambió el nombre de Jacob por el de Israel. Jacob tuvo un hijo que era particularmente notable. Fue José, el que fue vendido  a Egipto por sus hermanos. Después de que José salvó al pueblo de Egipto y a todas las naciones a su alrededor de los efectos de los siete años de hambruna, llegó a ser el segundo del Faraón.

Al final de Génesis leemos cómo Jacob, para entonces ya un anciano cercano al fin de sus días, pronunció bendiciones proféticas sobre sus hijos y sobre dos de sus nietos. En Génesis, capítulo 49 encontramos esas bendiciones proféticas dadas a sus descendientes. En Génesis 49:22-26, se encuentran las palabras proféticas que pronunció acerca de los descendientes de José, y esas palabras describen hechos que sucedieron en los registros del Libro de Mormón:
"Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vastagos se extienden sobre el muro. Le causaron amargura, le asaetearon. Y le aborrecieron los arqueros; mas su arco se mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel), por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre. Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos."
Analicemos esta gran bendición, porque encontramos varias frases que se aplican solamente en el recuento de Lehi y su pueblo, quienes fueron descendientes de José.

El versículo 22 dice: "Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vastagos se extienden sobre el muro." Veamos si podemos comprender esta frase. "Rama fructífera es José" quiere decir que iba a tener muchos descendientes. Iba a ser una rama fructífera junto a una fuente, o junto al mar, y sus vastagos iban a extenderse sobre el muro. En la antigüedad, el pueblo de Israel era un pueblo de tierra, no de navegación, y el mar formaba un muro. Sin embargo, la profecía de José era que un vastago de la casa de José iba a cruzar ese muro, o sea, cruzar el mar. Y eso fue exactamente lo que sucedió cuando la familia de Lehi construyó un barco y navegaron por el muro, que era el mar.

Encontramos otra frase que es muy significativa. En el versículo 26 dice: "Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores, hasta el término de los collados eternos ....". ¿Qué quiere decir esto? Nos dice hacia dónde fueron los descendientes de José que cruzaron el gran océano. Si vemos un mapa mundial y buscamos la cordillera de montañas más grande, encontraremos los collados eternos. Esos collados eternos son las montañas que surgen del mar, muy al norte en la punta occidental de Alaska. Las montañas emergen del mar, luego hacen curva hacia Alaska y Canadá y los Estados Unidos, México y Centro América, y continúan hasta llegar a la punta de América del Sur, donde desaparecen nuevamente en el mar. Son verdaderamente collados eternos sin ningún principio o fin visibles. Es la cordillera más grande de la tierra.

Queda claro que Jacob sabía lo que sucedería con la colonia del Libro de Mormón cuando predijo que algunos vastagos de José, no todos, sino algunos, se extenderían sobre el muro; que sus descendientes serían grandemente bendecidos, y que esas bendiciones serían mayores que las bendiciones de sus hermanos, porque se extenderían hasta el final de los collados eternos, cuando vinieran a las Américas. Profetizó que esas bendiciones serían sobre la cabeza de aquél que fue apartado de entre sus hermanos. Ese es Lehi—nosotros creemos que vino con su pueblo y se establecieron en las Américas.

Habrá algunos que no estén de acuerdo con esta interpretación, pero si deciden no estar de acuerdo, entonces tendrán que dar su propia explicación. Primero, quiénes serían los vastagos de José que se extenderían sobre el muro; segundo, dónde estaba ese muro; tercero, dónde está la tierra de los collados eternos hacia donde se extenderían esos vastagos; y cuarto, deberán explicar quién sería separado de entre sus hermanos, que era descendiente de José. Ese es mi desafío hacia ellos: dar una explicación adecuada de estos cuatro enunciados.

Cuando leo los escritos de los estudiosos de la Biblia, me parece que no tienen ninguna respuesta a esas cuatro preguntas. No pueden identificar quiénes eran los vastagos o cuál era el muro sobre el cual se extenderían, o dónde estaría la tierra de los collados eternos, o quién era el descendiente de José que sería separado de entre sus hermanos. Sin embargo, encontramos todas esas respuestas en el Libro de Mormón porque cumple las profecías de la Biblia.

11 agosto 2009

¿El Libro de Mormón cita la traducción bíblica del rey Santiago?

duart678, es un participante de los foros de Univisión; su característica principal es su destacada defensa de la verdad. Con mas de 3.000 mensajes desde el año 2005 hasta el día de hoy, dedica su tiempo y gran conocimiento a esclarecer y testificar sobre cada uno de los puntos que confirman la veracidad de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días y El Libro de Mormón. Con sus acertados comentarios y bien documentados argumentos, es normal verle realizando una labor apologética efectiva, un apoyo constante al crecimiento del testimonio de miles de personas que en la Web buscan respuestas a sus preguntas. El siguiente es uno de sus artículos.

Tomado de:
Usuario duart678 , 

Foros Univisión.


El hecho de que El Libro de Mormón tenga cerca de 17.000 palabras iguales a las de la traducción bíblica del rey Santiago, incluyendo las palabras escritas en itálicas, ¿prueba que no es una traducción divinamente inspirada?

De una aproximación de 264.000 palabras que contiene El Libro de Mormón,cerca de 17.000 son iguales a la traducción bíblica del rey Santiago.

La mayoría de los versos paralelos ocurrieron cuando Nefi citó a Isaías del antiguo Testamento usando las planchas de oro traídas de Jerusalén. Otros paralelos ocurrieron cuando el Salvador resucitado repitió el sermón del monte a los nefitas y después citó a Malaquias extensamente. Ambos casos nos indican que estas citas de las escrituras estaban registradas en otros lugares.

Para seguir leyendo  haz clik aqui... 
José Smith no dejó ningún expediente de cómo tradujo las planchas, más allá de decir que lo hizo por el poder de Dios. Los eruditos SUD. convienen generalmente que en los casos donde el Libro de Mormón es paralelo a la Biblia, J.Smith debe haber observado los paralelos existentes, utilizó la Biblia del rey Santiago para tener una opción de escoger las palabras para la traducción. Si el Libro de Mormón convergía con el texto bíblico en el significado, él utilizó al parecer el texto bíblico en todas las palabras, hasta las escritas en letra itálica ,sin embargo, cuando las planchas se diferenciaban del texto bíblico, él continuaba con el texto de las planchas.



Por ejemplo de 433 versos de Isaías citados en el Libro de Mormón, 46% son idénticos a los de la Biblia, mientras que el 54% se modificaron en cierto grado. Estos versos son y han sido estudiados con mucha frecuencia por los eruditos SUD. Varias estructuras literarias hebreas se encuentran en forma degradada en la Biblia del rey Santiago, mientras que estas mismas formas literarias hebreas se encuentran intactas y completas en el Libro de Mormón. Con esto se demuestra que la versión de las planchas de bronce encontradas en el Libro de Mormón contiene  un texto más antiguo.

Un problema levemente más difícil, son las semejanzas del Libro de Mormón con las escrituras bíblicas que no existían cuando Lehi salio de Jerusalén, por ejemplo Moroni 7:45,46 y 1 Corintios 13:4-8, los paralelos del discurso de Pablo sobre la caridad, son tan semejantes que para ello se encontró la siguiente explicación:

Mormón, padre de Moroni vivió después que Cristo vino a las Américas, por tanto conocía las enseñanzas de Cristo. Puesto que las últimas enseñanzas de Pablo provienen de Cristo, no debe sorprender a nadie encontrar a Mormón y a Pablo enseñar lo mismo. El hecho de que ambos escribieron de la caridad indica la importancia de este concepto en el evangelio,si Mormón entregó un discurso sobre la caridad, por lógica tendría que contener mucho del mismo material de las enseñanzas de Pablo. Sin embargo, es impresionante contar con redacciones idénticas, palabra por palabra, aunque de hecho no son totalmente idénticas. 2 clausulas significativas encontradas en 1Corintios están ausentes en el Libro de Mormón, y la definición de Mormón de la caridad esta ausente en las escrituras de Pablo, no obstante, varias frases son idénticas. Estas frases idénticas, se comprenden de la misma manera  como manejó los pasajes de Isaías.

J.Smith reconoció las enseñanzas de Mormón como similares a las escrituras de Pablo y utilizó probablemente el texto bíblico donde asemejaba con el significado de las planchas; donde era diferente continuó solo con las planchas.

Puesto que la última fuente de enseñanzas del Libro de Mormón es Cristo y puesto que las últimas enseñanzas del viejo y nuevo Testamento, es también Cristo, no debe sorprender a nadie que haya paralelos entre el, Libro de Mormón y la Biblia, mientras que que no se puede probar en forma concluyente que J.Smith utilizó la traducción del rey Santiago de la Biblia para ayudarse a traducir los pasajes iguales. Esta explicación es razonable.

Fuentes
  1. Gorton "Herencia de las planchas de oro de Laban"
  2. Nibley "Dede Cumurah", pág. 123-52"
  3. B.H Roberts "Citas de la Biblia del Libro de Mormón"
  4. Sperry "Los problemas del Libro de Mormón" pág. 73-121,206-07

27 mayo 2009

Examinando en contenido del Libro de Mormón: El Palo de Efraín

Agradecemos a Miguel Rayme por enviarnos este material de estudio, se trata de un buen y diferente análisis al Palo de Efraín, mencionado en La Biblia y El Libro de Mormón. También aclara el verdadero significado del versículo  y demuestra que este capitulo de Ezequiel, no se refiere al recogimiento de Israel ,  basándose en el contexto histórico y descubrimientos arqueológicos  como en este caso un "libro" hecho de “tablillas de madera” descubierto por el arqueólogo Max Mallowan, en Irak, nos explica mas claramente a qué se refería Ezequiel al nombrar el Palo de Efraín.
Por Michael S. Chanddler



II.a. EZEQUIEL 37:16-23
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (restaurada por José Smith en 1830) ha afirmado, desde su origen, que Ezequiel 37:16-23 es una profecía sobre el Libro de Mormón. Esta afirmación se basa en la información contenida en el mismo Libro de Mormón. A continuación examinaremos la profecía misma, tal como se halla en la Santa Biblia, y luego veremos lo que dice el Libro de Mormón al respecto:
“Hijo de hombre, TOMA AHORA UN PALO, Y ESCRIBE EN ÉL: PARA JUDÁ, Y PARA LOS HIJOS DE ISRAEL SUS COMPAÑEROS. TOMA DESPUÉS OTRO PALO, Y ESCRIBE EN ÉL: PARA JOSÉ, PALO DE EFRAÍN, Y PARA TODA LA CASA DE ISRAEL SUS COMPAÑEROS. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano. Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano. Y LOS PALOS SOBRE LOS QUE ESCRIBAS ESTARÁN EN TU MANO DELANTE DE SUS OJOS, y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: HE AQUÍ, YO TOMO A LOS HIJOS DE ISRAEL DE ENTRE LAS NACIONES A LAS CUALES FUERON, Y LOS RECOGERÉ DE TODAS PARTES, Y LOS TRAERÉ A SU TIERRA; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; Y LOS SALVARÉ DE TODAS SUS REBELIONES CON LAS CUALES PECARON, Y LOS LIMPIARÉ; Y ME SERÁN POR PUEBLO, Y YO A ELLOS POR DIOS.” (Ezequiel 37:16-23).
El mensaje y el tema de Ezequiel 37 es el gran recogimiento final del pueblo del Señor en una nación santa, unidos para siempre bajo el cetro del rey legítimo, el Cristo, con el santuario del Señor para siempre en su seno (vv. 21 -28). En la primera mitad del capítulo, los huesos secos representan a Israel que nunca ha perdido la esperanza de convertirse de nuevo en una nación. El libro "Interpreter's Bible" señala que "... nada se opone a nuestra manera de pensar en este valle de huesos secos como un verdadero campo de batalla. En este mismo lugar ineficaz resistencia se ha ofrecido al invasor y las esperanzas de las naciones se han desvanecido."(Vol. 6, p. 267). Curiosamente, también se observa que los huesos son realmente el alma de Israel. Los huesos están secos y no son fuertes, por lo tanto, la nación - y el alma - de Israel están muertas. Así mismo, en la obra "Wycliffe Bible Commentary”, se señala que estos huesos son toda la casa de Israel (Israel y Judá), cuyos sobrevivientes dicen “nuestra esperanza se ha perdido” (p. 754).

El profesor Driver observa correctamente que Dios puede restaurar a la nación muerta a la vida y plantarla de nuevo en su antigua casa. Y de hecho señala que la unificación de los palos (versos 20-22) representa la reunificación de la nación como parte necesaria del mensaje de Ezequiel en este capítulo. (S.R. Driver, "Einleitung in die Litteratur des Alten Testaments, trs. Rothstein” [Berlin, 1896, p. 311]). El Rabino Fisch confirma esta interpretación básica: "La predicción de la resurrección nacional, simbolizado en la visión de los huesos secos, es seguida por la acción simbólica de la reunión de los dos reinos para indicar que la unidad es un factor esencial en la preservación de la vida de la nación.” (Fisch - "Ezequiel", p. 249, citado por Nibley" Ibíd ").

Esta reunión de la nación israelita dispersa por el mundo es precedida por una ceremonia; la unión de dos “palos”. La lectura rápida de estos versículos hace que el estudiante común de la Biblia relacione estos "palos" con “cetros reales”. Siguiendo esta línea de interpretación, algunos ven cierta relación entre estos “palos” y la “vara de Aarón”. Esta percepción se ve reforzada por el relato contenido en el capítulo 17 de Números, veamos:
“Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y TOMA DE ELLOS UNA VARA por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y ESCRIBIRÁS EL NOMBRE DE CADA UNO SOBRE SU VARA. Y ESCRIBIRÁS EL NOMBRE DE AARÓN SOBRE LA VARA DE LEVÍ; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara. Y LAS PONDRÁS EN EL TABERNÁCULO DE REUNIÓN DELANTE DEL TESTIMONIO, DONDE YO ME MANIFESTARÉ A VOSOTROS. Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.” (Números 17:1-5).
Es claro que existen numerosos puntos en común entre este pasaje y Ezequiel 37:16-23. Las frases “toma de ellos una vara de cada uno” y “escribirás el nombre de cada uno en su vara” de Números no dejan de tener una gran similitud con las de Ezequiel: “Toma ahora un palo y escribe en él para Judá”.

No obstante, existen dos elementos claves que impiden considerar absolutamente análogos estos dos pasajes (Ezequiel 37:16-23 y números 17:1-5). La primera de ellas es la distancia en el tiempo de estas dos frases (aproximadamente 1000 años). Las frases similares más próximas al tiempo de Ezequiel (que se hallan en la Biblia) no se refieren a “varas” o “cetros” sino a “registros”, veamos:
“Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: TOMA UN ROLLO DE LIBRO, Y ESCRIBE EN ÉL TODAS LAS PALABRAS QUE TE HE HABLADO CONTRA ISRAEL Y CONTRA JUDÁ, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.” (Jeremías 36:1-2)
Puesto que Jeremías es muchísimo más cercano a Ezequiel que Moisés, Esta es la referencia que más se debería tomar en cuenta al momento de hacer el análisis de la profecía de Ezequiel. Esta premisa se ve reforzada por el hecho de que, en la tradición judía, Jeremías era el padre de Ezequiel. Por lo tanto, es más que probable que Ezequiel haya adoptado y usado el estilo de su padre (Jeremías) en sus escritos. Por lo cual, resulta de suma importancia el comprobar que Jeremías se refiere a un “registro” o “libro” y no a una “vara” o “cetro”:
“VUELVE A TOMAR OTRO ROLLO, Y ESCRIBE EN ÉL TODAS LAS PALABRAS PRIMERAS QUE ESTABAN EN EL PRIMER ROLLO que quemó Joacim rey de Judá. Y dirás a Joacim rey de Judá: Así ha dicho Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella ni hombres ni animales? Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. Y castigaré su maldad en él, y en su descendencia y en sus siervos; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalén y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he anunciado y no escucharon. Y TOMÓ JEREMÍAS OTRO ROLLO Y LO DIO A BARUC HIJO DE NERÍAS ESCRIBA; Y ESCRIBIÓ EN ÉL DE BOCA DE JEREMÍAS TODAS LAS PALABRAS DEL LIBRO QUE QUEMÓ EN EL FUEGO JOACIM REY DE JUDÁ; Y AUN FUERON AÑADIDAS SOBRE ELLAS MUCHAS OTRAS PALABRAS SEMEJANTES.” (Jeremías 36:28-32)
Los rollos de libro (que menciona Jeremías) se escribían en pieles de animales tratadas. Esta técnica se desarrolló en la ciudad de Pérgamo (de allí el nombre pergamino). Sobre la piel del animal, ya tratada, se escribía con tinta. Veamos como Baruc, escriba de Jeremías, explica el proceso de escribir en un rollo de libro:
“Preguntaron luego a Baruc, diciendo: CUÉNTANOS AHORA CÓMO ESCRIBISTE de boca de Jeremías todas estas palabras. Y Baruc les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y YO ESCRIBÍA CON TINTA EN EL LIBRO.” (Jeremías 36:17-18).
Un examen minucioso de la profecía de Ezequiel revela detallas que al principio no resultan muy claros. Por ejemplo, El señor le dice a Ezequiel: "escribe en él para Judá” y no “escribe en él el nombre Judá”. Este simple hecho desecha la posibilidad de analogía con Números 17:1-5, pues claramente se ve que no se trata de “grabar una palabra en un cetro que luego se guardaría en una caja” sino de “escribir algo dirigido a un pueblo".

Además de lo anterior, la profecía de Ezequiel es precisamente eso: "una profecía". Es decir, lo que se le dice a Ezequiel no se va a realizar en su época sino en una época posterior. Los casos de Números 17:1-5 y de Jeremías 36:1-2 son muy distintos, pues en ellos las instrucciones del Señor se cumplirían rápidamente y de manera bastante literal. Moisés cogió una vara y escribió un nombre en ella y luego la colocó en el tabernáculo de reunión. En el caso de Ezequiel, sin embargo, se expresan cosas que no podían cumplirse en ese momento. De hecho, la profecía de Ezequiel es de tan largo alcance que sólo terminará de cumplirse cuando el Señor venga y reine personalmente sobre la tierra, veamos:

“Tú, hijo del hombre, tómate ahora un palo, y escribe en él: A JUDÁ, Y Á LOS HIJOS DE ISRAEL SUS COMPAÑEROS. Toma después otro palo, y escribe en él: A JOSÉ, PALO DE EFRAIN, Y Á TODA LA CASA DE ISRAEL SUS COMPAÑEROS. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano. Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso? Diles: Así ha dicho el Señor Jehová: HE AQUÍ, YO TOMO EL PALO DE JOSÉ QUE ESTÁ EN LA MANO DE EFRAIN, Y Á LAS TRIBUS DE ISRAEL SUS COMPAÑEROS, Y PONDRÉLOS CON ÉL, CON EL PALO DE JUDÁ, Y HARÉLOS UN PALO, Y SERÁN UNO EN MI MANO. Y los palos sobre que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos; Y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: HE AQUÍ, YO TOMO Á LOS HIJOS DE ISRAEL DE ENTRE LAS GENTES Á LAS CUALES FUERON, Y LOS JUNTARÉ DE TODAS PARTES, Y LOS TRAERÉ Á SU TIERRA: Y LOS HARÉ UNA NACIÓN EN LA TIERRA, EN LOS MONTES DE ISRAEL; Y UN REY SERÁ Á TODOS ELLOS POR REY: Y NUNCA MÁS SERÁN DOS NACIONES, NI NUNCA MÁS SERÁN DIVIDIDOS EN DOS REINOS: Ni más se contaminarán con sus ídolos, y con sus abominaciones, y con todas sus rebeliones: y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo á ellos por Dios. Y MI SIERVO DAVID SERÁ REY SOBRE ELLOS, Y Á TODOS ELLOS SERÁ UN PASTOR: Y ANDARÁN EN MIS DERECHOS, Y MIS ORDENANZAS GUARDARÁN, Y LAS PONDRÁN POR OBRA. Y HABITARÁN EN LA TIERRA QUE DÍ Á MI SIERVO JACOB, EN LA CUAL HABITARON VUESTROS PADRES, EN ELLA HABITARÁN ELLOS, Y SUS HIJOS, Y LOS HIJOS DE SUS HIJOS PARA SIEMPRE; Y MI SIERVO DAVID LES SERÁ PRÍNCIPE PARA SIEMPRE. Y CONCERTARÉ CON ELLOS PACTO DE PAZ, PERPETUO PACTO SERÁ CON ELLOS: Y LOS ASENTARÉ, Y LOS MULTIPLICARÉ, Y PONDRÉ MI SANTUARIO ENTRE ELLOS PARA SIEMPRE. Y ESTARÁ EN ELLOS MI TABERNÁCULO, Y SERÉ Á ELLOS POR DIOS, Y ELLOS ME SERÁN POR PUEBLO. Y SABRÁN LAS GENTES QUE YO JEHOVÁ SANTIFICO Á ISRAEL, ESTANDO MI SANTUARIO ENTRE ELLOS PARA SIEMPRE.” (Ezequiel 37:16-28).
En el tiempo de Ezequiel sólo quedaba en pie uno de los dos reinos en que se había dividido Israel luego de la muerte de Salomón. Las diez tribus del reino del Norte habían sido llevadas cautivas por Salmanzar rey de Asiria y se habían perdido para siempre. Este hecho le da a la profecía de Ezequiel un carácter evidentemente simbólico, Pues no había manera de “tomar el palo de José que estaba en las manos de Efraín” y mucho menos que los pusiera “delante de sus ojos”.

Además la mención de que el Señor reuniría a los esparcidos de Israel de entre las naciones no podía referirse al retorno de Babilonia, el cual se produjo 70 años después de la toma de Jerusalén por Nabucodonosor, puesto que el Señor claramente dice: “los juntaré de todas partes, y los traeré á su tierra: y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será á todos ellos por rey: y NUNCA MÁS SERÁN DOS NACIONES, ni nunca más serán divididos en dos reinos". Es cierto que los judíos volvieron, pero fueron dispersados nuevamente en el año 70 d.C. Además, nada se ha vuelto a saber de las 10 tribus perdidas. Por lo tanto, ni siquiera hoy que los judíos han regresado a su tierra otra vez (Israel declaró su independencia en 1948) se puede decir que se han unido las dos naciones. Sólo los judíos se han congregado en Jerusalén, nada de José y nada de Efraín tiene relación con la historia reciente del estado hebreo.

Finalmente el Señor dice: “y mi siervo David les será príncipe para siempre. y concertaré con ellos pacto de paz, perpetuo pacto será con ellos: y los asentaré, y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Y estará en ellos mi tabernáculo, y seré á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las gentes que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario entre ellos para siempre”. Es evidente que el “siervo David”, a quien hace referencia esta profecía, no es otro que Jesucristo, el salvador, que era del linaje de David. Sin embargo, la condición descrita en la profecía (es decir, el hecho de que Cristo sea el rey perpetuo de las dos naciones reunidas) no se dará sino hasta después de la segunda venida. Por lo tanto, en estos pasajes el señor le revela a Ezequiel que la reunión de estos dos registros escritos (tanto para los judíos como para los descendientes de José) será el preludio al recogimiento final de la casa de Israel y a la segunda venida del Mesías.

Veamos ahora lo que dice el Libro de Mormón respecto de la profecía de Ezequiel. El comentario más importante respecto de esta profecía se encuentra en el capitulo tres del segundo libro de Nefi. En este capítulo Lehí (el primer profeta del libro de Mormón, que salió de Jerusalén con su familia 600 a.C.) se dirige a su hijo menor, José, y le menciona una profecía de José (el hijo de Jacob) que ya no se encuentra en nuestra Biblia, veamos:
“Y ahora bien, José, mi último hijo, a quien he traído del desierto de mis aflicciones, el Señor te bendiga para siempre, porque tu posteridad no será enteramente destruida. Porque he aquí, tú eres el fruto de mis lomos; Y YO SOY DESCENDIENTE DE JOSÉ QUE FUE LLEVADO CAUTIVO A EGIPTO. Y GRANDES FUERON LOS CONVENIOS QUE EL SEÑOR HIZO CON JOSÉ. Por lo tanto, JOSÉ REALMENTE VIO NUESTRO DÍA. Y RECIBIÓ DEL SEÑOR LA PROMESA DE QUE DEL FRUTO DE SUS LOMOS EL SEÑOR DIOS LEVANTARÍA UNA RAMA JUSTA A LA CASA DE ISRAEL; no el Mesías, sino una rama que iba a ser desgajada, mas no obstante, sería recordada en los convenios del Señor de que el Mesías sería manifestado a ellos en los últimos días, con el espíritu de poder, para sacarlos de las tinieblas a la luz; sí, de la oscuridad oculta y del cautiverio a la libertad. PORQUE JOSÉ EN VERDAD TESTIFICÓ DICIENDO: EL SEÑOR MI DIOS LEVANTARÁ A UN VIDENTE, EL CUAL SERÁ UN VIDENTE ESCOGIDO PARA LOS DEL FRUTO DE MIS LOMOS. SÍ, JOSÉ VERDADERAMENTE DIJO: ASÍ ME DICE EL SEÑOR: LEVANTARÉ A UN VIDENTE ESCOGIDO DEL FRUTO DE TUS LOMOS, Y SERÁ ALTAMENTE ESTIMADO ENTRE LOS DE TU SIMIENTE. Y A ÉL DARÉ EL MANDAMIENTO DE QUE EFECTÚE UNA OBRA PARA EL FRUTO DE TUS LOMOS, SUS HERMANOS, LA CUAL SERÁ DE MUCHO VALOR PARA ELLOS, AUN PARA LLEVARLOS AL CONOCIMIENTO DE LOS CONVENIOS QUE YO HE HECHO CON TUS PADRES. Y LE DARÉ EL MANDAMIENTO DE QUE NO HAGA NINGUNA OTRA OBRA, SINO LA QUE YO LE MANDE. Y LO HARÉ GRANDE A MIS OJOS, PORQUE EJECUTARÁ MI OBRA. Y será grande como Moisés, de quien dije que os lo levantaría para librar a mi pueblo, ¡oh casa de Israel! Y levantaré a Moisés para librar a tu pueblo de la tierra de Egipto. Pero del fruto de tus lomos levantaré a un vidente, y a él daré poder para llevar mi palabra a los de tu descendencia; y no solamente para llevarles mi palabra, dice el Señor, sino para convencerlos de mi palabra que ya se habrá declarado entre ellos. POR LO TANTO, EL FRUTO DE TUS LOMOS ESCRIBIRÁ, Y EL FRUTO DE LOS LOMOS DE JUDÁ ESCRIBIRÁ; Y LO QUE ESCRIBA EL FRUTO DE TUS LOMOS, Y TAMBIÉN LO QUE ESCRIBA EL FRUTO DE LOS LOMOS DE JUDÁ, CRECERÁN JUNTAMENTE PARA CONFUNDIR LAS FALSAS DOCTRINAS, Y PONER FIN A LAS CONTENCIONES, Y ESTABLECER LA PAZ ENTRE LOS DEL FRUTO DE TUS LOMOS, Y LLEVARLOS AL CONOCIMIENTO DE SUS PADRES EN LOS POSTREROS DÍAS, Y TAMBIÉN AL CONOCIMIENTO DE MIS CONVENIOS, DICE EL SEÑOR. Y DE LA DEBILIDAD ÉL SERÁ HECHO FUERTE, EL DÍA EN QUE MI OBRA EMPIECE ENTRE TODO MI PUEBLO PARA RESTAURARTE, OH CASA DE ISRAEL, DICE EL SEÑOR. Y así profetizó José, diciendo: He aquí, el Señor bendecirá a ese vidente, y los que traten de destruirlo serán confundidos; porque se cumplirá esta promesa que he recibido del Señor tocante al fruto de mis lomos. He aquí, estoy seguro del cumplimiento de esta promesa; y su nombre será igual que el mío; y será igual que el nombre de su padre. Y será semejante a mí, porque aquello que el Señor lleve a efecto por su mano, por el poder del Señor, guiará a mi pueblo a la salvación. Sí, José así profetizó: Estoy seguro de esto, así como estoy seguro de la promesa de Moisés; porque el Señor me ha dicho: Preservaré a tu descendencia para siempre. Y ha dicho el Señor: Levantaré a un Moisés; y le daré poder en una vara, y le daré prudencia para escribir. Mas no desataré su lengua para que hable mucho, porque no lo haré grande en cuanto a la palabra. Pero le escribiré mi ley, con el dedo de mi propia mano, y prepararé a un portavoz para él. Y TAMBIÉN ME DIJO EL SEÑOR: LEVANTARÉ A UNO PARA EL FRUTO DE TUS LOMOS, Y PREPARARÉ PARA ÉL UN PORTAVOZ. Y HE AQUÍ, LE CONCEDERÉ QUE ESCRIBA LA ESCRITURA DEL FRUTO DE TUS LOMOS, PARA EL FRUTO DE TUS LOMOS; Y EL PORTAVOZ DE TUS LOMOS LA DECLARARÁ. Y LAS PALABRAS QUE ÉL ESCRIBA SERÁN LAS QUE YO EN MI SABIDURÍA JUZGUE CONVENIENTE QUE LLEGUEN AL FRUTO DE TUS LOMOS; Y SERÁ COMO SI LOS DEL FRUTO DE TUS LOMOS LES HUBIESEN CLAMADO DESDE EL POLVO, PORQUE CONOZCO SU FE. Y CLAMARÁN DESDE EL POLVO; SÍ, EL ARREPENTIMIENTO A SUS HERMANOS, SÍ, AUN DESPUÉS DE HABER PASADO SOBRE ELLOS MUCHAS GENERACIONES. Y sucederá que su clamor saldrá, sí, según la sencillez de sus palabras. A causa de su fe sus palabras saldrán de mi boca a sus hermanos, que son el fruto de tus lomos; Y LA DEBILIDAD DE SUS PALABRAS YO FORTALECERÉ EN SU FE, A FIN DE QUE RECUERDEN MI CONVENIO QUE HICE CON TUS PADRES. Y ahora bien, he aquí, mi hijo José, así fue como profetizó mi padre de antaño. Por lo tanto, bendito eres por causa de este convenio; PORQUE TUS DESCENDIENTES NO SERÁN DESTRUIDOS, PUES ESCUCHARÁN LAS PALABRAS DEL LIBRO. Y SE LEVANTARÁ ENTRE ELLOS UNO PODEROSO QUE EFECTUARÁ MUCHO BIEN, TANTO EN PALABRAS COMO EN OBRAS, SIENDO UN INSTRUMENTO EN LAS MANOS DE DIOS, CON GRAN FE, PARA OBRAR POTENTES MARAVILLAS Y REALIZAR AQUELLO QUE ES GRANDE A LA VISTA DE DIOS, PARA EFECTUAR MUCHA RESTAURACIÓN A LA CASA DE ISRAEL Y A LA POSTERIDAD DE TUS HERMANOS.” (2 Nefi 3:3-24)
Lo que acabamos de leer es el comentario interpretativo que aparece en el Libro de Mormón respecto de una profecía hecha por José, hijo de Jacob, el mismo que fue vendido a Egipto. Dicha profecía habla acerca de que se escribirían dos registros sagrados: uno de ellos sería una historia de los judíos y el otro sería una historia de los descendientes de José.

Es importante notar que si el Libro de Mormón fuese sólo un invento; es decir, la mera creación de un muchacho granjero común y corriente como José Smith, sería realmente digna de elogio. Evidentemente, la capacidad de éste (José Smith) de sacar provecho de una información tan poco clara como la que se encontraba en Ezequiel 37:16-28, es más que admirable. Más aun, si tomamos en cuenta que la interpretación tradicional que se le daba al pasaje en la época de José Smith era de dos simples varas que se unían para simbolizar el recogimiento de la Casa de Israel. La evolución de la interpretación tradicional (que se le daba a este pasaje) a la interpretación moderna compartida por muchos eruditos de nuestros días (incluyendo judíos de gran renombre) se ha desarrollado en épocas recientes gracias, básicamente, a algunos notables descubrimientos en el campo de la arqueología.

Uno de los hechos innegables de la profecía contenida en Ezequiel 37 es el uso de la palabra “etz” que es el término hebreo que se ha traducido como “palo” en la santa Biblia. Esta palabra hebrea puede significar casi cualquier cosa en el Antiguo Testamento. Puede ser traducido como “árbol” si el contexto así lo requiere (por ejemplo, Etz Jaím ["Árbol de Vida”]), o rama, imagen, instrumento musical, marco, ídolo, casa, hacha, arado, etc. Pero la pregunta es: ¿cuál es el sentido que le da Ezequiel? Ezequiel ciertamente no está hablando de un árbol o de un marco, sino de un escrito, mejor dicho de dos registros.

Escritura cuneiforme y tablillas de madera

La forma más antigua conocida de expresión escrita es la escritura cuneiforme. De ella que se han encontrado innumerables restos arqueológicos. Se cree que fueron los sumerios los que la crearon a finales del cuarto milenio a.C. Este tipo de escritura aparece primero como un sistema de pictogramas. Conforme el tiempo transcurrió, las representaciones pictóricas se simplificaron y se hicieron más abstractas, dando lugar a lo que se conoce como escritura cuneiforme.

Los pictogramas más antiguos que se conocen fueron grabados sobre tablillas de arcilla en columnas verticales, con un punzón o estilo afilado, fabricado a partir de un cáñamo. Poco a poco la gente comenzó a escribir de izquierda a derecha en filas horizontales (rotando en sentido levógiro 90º a todos los pictogramas en el proceso), e hizo su aparición un nuevo estilo de punta de cuña que fue usado introduciéndolo en la arcilla, dando lugar a caracteres en forma de cuña (cuneiformes). Mediante el ajuste de la posición relativa de la tabla frente al estilo, el escriba podía usar una única herramienta para una amplia variedad de signos.

Ahora bien, cuando los estudiosos lograron descifrar los grabados cuneiformes en las tablas de arcilla, descubrieron que en estas había información respecto de otro tipo de materiales en los que también se escribía: pieles de animales tratadas (un tipo primitivo de pergamino) y tablillas de madera. Los arqueólogos ya conocían los primeros, sin embargo, no se sabía nada respecto de las tablillas de madera. ¿Qué eran las tablillas de madera? Los eruditos concordaban en que no podían haberse tratado de simples pedazos de madera a manera de tablas sobre las cuales se habrían escrito usando un punzón. Pues los grabados cuneiformes desaparecerían con el tiempo. Otro tipo de grabados en relieve habría hecho el proceso muy trabajoso y nada práctico.

De esta manera, las tablillas de madera de las cuales se hacía mención en las tablas de arcilla caldeo-asirías se constituiría en uno de los grandes misterios sin resolver de la historia. Esta situación permaneció inalterable hasta mediados del siglo XX. A comienzos de los 50 se llevaron a cabo en el actual Irak algunas excavaciones arqueológicas que aumentaría considerablemente el conocimiento que los estudiosos tenían sobre las tablillas de madera Babilónicas.

El fruto más importante de estas excavaciones fue el descubrimiento de un "libro" hecho de “tablillas de madera”. Max Mallowan, uno de los arqueólogos involucrados en estas excavaciones, señaló que el descubrimiento del "libro más antiguo del mundo" fue un asunto impensado. El equipo de arqueólogos estaba trabajando en un lugar que se encontraba a 75 pies por debajo de la superficie, y el agua se encontraba a la altura de su cintura, cuando descubrió dos juegos de tablillas de madera. En ese momento las paredes del pozo comenzaron a venirse abajo. Mallowan fue sacado del pozo justo cuando este colapsó con un rugido, y por lo tanto, las tablillas y él se salvaron por cuestión de segundos. ("Excavaciones en Nimrud [Kalhu], 1953", "Iraq" XVI [1956], ap. 1, 99).

La pregunta obvia es, ¿en que contribuye esto a aclarar la interpretación de Ezequiel 37:16-28? Aunque es posible que para un seminarista o estudiante de la Biblia este descubrimiento no signifique mucho, sin embargo, para los arqueólogos es de gran importancia porque confirma que los escritos en tablillas de madera era una forma común de llevar registros en la antigua Babilonia (lugar donde Ezequiel escribió sus profecías).

Los dos juegos de tablillas encontrados por el equipo de Max Mallowan no estaban completos. Sin embargo los fragmentos que encontraron eran suficientes para reconstruir lo que originalmente habían sido dos juegos completos de tablillas, uno de marfil y el otro de madera de Nogal, cada uno compuesto por dieciséis tablillas.

La superficie de las tablillas había sido cortada de tal manera que dejaban un reborde de poco más de un centímetro sobresaliendo en todo el perímetro de cada una. La superficie hundida, que quedaba a unos tres milímetros por debajo del reborde, servía de base para una capa de cera, de la cual había todavía adheridos algunos trozos, en tanto que otros se encontraban mezclados con el cieno.

Tablillas de Madera encontradas por Max Mallowan en Irak

Las tablillas que servían como tapas tenían en ambos lados marcas como de bisagras, dando evidencia de que las dieciséis tablillas de cada juego originalmente habían estado unidas como si fuese un biombo. Todo el conjunto suponía un registro tan extenso que Mallowan pudo anunciar su descubrimiento como el ejemplar más antiguo de un libro.


Teniendo presente estos antecedentes, podemos ver como podríamos traducir correctamente los versículos 15 al 17 del capítulo 37 de Ezequiel:
“Tú, hijo del hombre, tómate ahora una tablilla de madera, y escribe en ella: para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otra tablilla de madera, y escribe en ella: para José, la tablilla de madera de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalas luego la una con la otra, para que sean una, y serán una sola tablilla de madera en tu mano.”
Esta traducción es correcta en lo que respecta al lenguaje y cultura de Ezequiel según la información que conocemos ahora. Esto aplicado a la realidad de nuestros días tendría una interpretación como ésta:
“Tú, hijo del hombre, toma ahora un libro, y escribe en él: para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros (la Biblia). Toma después otro libro, y escribe en él: para José, el libro de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros (el Libro de Mormón). Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno, y serán uno solo en tu mano.”

15 noviembre 2008

¿Se necesita otra Biblia.? (El Libro de Mormón)

¿Por qué es necesario un registro adicional a la Biblia, en este caso el Libro de Mormón?, ¿por qué 2 libros?, ¿qué significa esto y qué importancia tiene?, ¿La Biblia enseña sobre el Libro de Mormón?, Cada una de estas preguntas son contestadas en este artículo.

Autor: Jack H. West.


Al presentar esta tesis, los acusadores dijeron: "Usted tiene que admitir que aunque la Biblia no parece contener la total palabra de Dios, y que no están cerrados los cielos tampoco, aún tendrá que admitir que no se necesita otra Biblia."

Se respondió a aquella afirmación así: "Cuantos más testigos, mejor." ¿No se robusteció nuestro caso por el hecho de tener doce hombres parados aquí delante de ustedes como testigos a favor de los doce testigos presenciales, que si hubiera habido solo uno? Abrase la Biblia misma a 2 Corintios 13:1. Allí nos cuenta que, "... En la boca de dos o de tres testigos consistirá todo negocio."

¡Dos o más testigos siempre! Vaya usted delante del juez de su parte con solo un testigo y que de la otra parte vayan dos. Es excelente la posibilidad de que el juez falle a favor de la otra parte, a menos que se pueda comprobar que los dos testigos no son competentes, honestos, etc.

En la boca de dos o más testigos; dos o más individuos; dos o más anales; dos o más naciones; sí le plazca, dos o más de las tribus de Israel. Pues yo no sé de qué forma mejor se podría responder a esta afirmación que ir a las palabras de Jesucristo otra vez. Se ve que el respondió a tal afirmación aun antes de hacerse. Pues él le mostraba a uno de sus profetas sobre este continente,en tiempos antiguos, que iban a pasar ciertas cosas.
Y porque mis palabras resonarán,—muchos de los gentiles dirán: ¡Una Biblia!
¡Una Biblia! ¡Tenemos una Biblia, y no puede haber más Biblia!
(2 Nefi 29:3.)
Los misioneros mormones oyen esta afirmación repetidas veces en el mundo. Por donde quiera que van, la escuchan. Ahora pasemos al sexto versículo.
¡Oh necios, vosotros que decís; Una Biblia; tenemos una Biblia y no necesitamos más Biblia! ¿Tendríais una Biblia, de no haber sido por los judíos?
¿No sabéis que hay más de una nación? ¿No sabéis que yo, el Señor vuestro Dios, hé croado a todos los hombres y me acuerdo de los que viven en las islas del mar; que gobierno arriba en los cielos y abajo en la tierra, y llevo mi palabra a los hijos de los hombrea, sí, a todas las naciones de la tierra? . .
¿Por qué murmuráis por tener que recibir más de mis palabras? ¿Acaso no sabéis que el testimonio de dos naciones os es un testigo de que yo soy Dios y que me acuerdo tanto de una nación como de otra? Por tanto, hablo las mismas palabras, así a una como a otra nación. Y cuando las dos naciones se junten, su testimonio se juntara también. (¿Así ha pasado? cierto que sí. Los testimonios de las dos naciones ciertamente obran juntos como uno.) Así que no por tener una Biblia, debéis suponer que contiene todas mis palabras; ni tampoco suponer que no hé hecho escribir otras mas.
Porque mando a todos los hombres. . . que escriban lo que yo les hable; porque de los libros que se han escrito juzgaré al mundo, cada cual según sus obras, conforme a lo que se haya escrito. (Ahora, escuchen su lógica. Acuérdense que habla Jesucristo.)
Porque hé aquí. Hablaré a los judíos y lo escribirán (la Biblia); y hablaré también a los nefitas, y éstos lo escribirán (¿De qué tribu son los nefitas? La tribu de José de Israel. ¿Escribieron? Sí, escribieron el Libro de Mormón, o el Palo de José, como lo llama la Biblia); y también hablaré a las otras tribus de la casa de Israel que hé conducido lejos, y lo escribirán; y también hablaré a todas las naciones de la tierra, y ellas lo escribirán. (2 Nefi 29:6-8, 10-12.)
¿Cuántas otras tribus hay? Diez. ¿Cuántas biblias más que esperar? Hay los que dicen que podría ser una cosa combinada, pero al leer el texto entero, me parece que se podrían esperar diez anales más; uno de cada tribu de las diez restantes. ¿Cuántas Biblias se necesitan antes de tener la absoluta certeza de que Jesús es el Cristo, el Salvador del mundo, antes de tener la absoluta seguridad de habernos dado un plano para vivir que, si lo incorporamos en nuestra vida, nos traerá paz, gozo y armonía? ¿Cuántas necesitan ustedes? ¿Basta con una? ¿Los ayuda dos? ¿O van a ser ustedes de los tercos y esperar a que haya media docena antes de creer de veras estas cosas? ¿O van a ser de los verdaderos testarudos y cabezas duras y esperar hasta tener una docena o más de ellas? 

Acuérdense de que Cristo dijo que hablaría a todos los hombres — toda nación— y que ellas escribirían, y que cuando las naciones se juntaran, su testimonio se juntaría y crecería hasta formar una defensa inquebrantable. (Véase 2 Nefi 29:8.)

A veces me pongo un poco alarmado. Cuando llego a saber, por ejemplo, que el consejo de aquellos que prepararon la versión de normas enmendadas de la Biblia — plenamente aceptada por muchas de las iglesias cristianas—se compuso de muchos hombres que no eran ni cristianos, que querían que toda referencia a Jesucristo, como el Hijo de Dios, se quitara de la Biblia, pues entonces me pongo nervioso. ¿Hasta qué punto podemos descarrilarnos de la verdad? Ellos, sí,tuvieron éxito en quitar toda referencia a María como la virgen madre del Hijo de Dios. Llegaron hasta allí con su perfidia. ¿Hasta dónde se pueden desviar de estas cosas?.

Pues la Biblia nos ha dicho que iba a haber dos grandes libros, uno escrito para Judá y otro escrito para José. Al indagar en el Libro de Mormón desde 1 Nefi 5:14 hasta cerca del fin del libro, 3 Nefí 10-17, se halla la constante repetición de que aquel pueblo es de la tribu de José — cuyos profetas están escribiendo el registro religioso de este continente.

Entonces, ¿tenemos nosotros otra Biblia? A mí no me importa si la gente quiere llamar al Libro de Mormón la Biblia Mormona sí, al llamarlo así, no haya la implicación de que por el hecho de tener una Biblia Mormona, no aceptamos ni utilizamos la otra Biblia. Claro que no puede haber nada mas lejos de la verdad. Ningún pueblo sobre la faz de la tierra, creo yo, entiende y aprecia la Santa Biblia como los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. La comprendemos mejor porque tenemos el segundo registro. ¿Cuáles eran las palabras de Mormón?:
... con el fin de que créais en aquellos (la Biblia); y si creéis en aquellos, 
creeréis también en éstos (el Libro de Mormón);...

(Mormón 7:9.)
Entonces había de haber dos grandes anales obrando como uno.

Me gustaría ilustrar este punto. Vamos a imaginar que se enciende primero un grupo de luces eléctricas y después otro gupo de luces. Vanos a suponer que los dos grupos de luces son iguales en brillo. Piensen en la iluminación total cuando los dos juegos de luces están encendidas. De repente, se apaga uno de los juegos de luces. ¿Es menos brillante el primer juego que antes  por sí solo? Pues, no. Sigue brillando con la misma fuerza de antes, pero por haber perdido el apoyo del segundo juego de luces, su compañero.- la iluminación total ha sido reducida mucho ¿verdad? Pues, es lo mismo con la "luz de la Santa Biblia" y la "luz del Libro de Mormón." Si se apaga la "luz del Libro de Mormón" y sólo se enciende la "luz de la Santa Biblia," o como quiera que se haga, hay más brillo en total cuando las dos grandes luces obran juntas que cuando cualquiera de las dos esté obrando sola.

Piensen en dos brillantes juegos de luces obrando juntos —sesenta y seis (el primer juego) en la "biblioteca de libros" de la Santa Biblia, y los quince libros (el segundo juego) en la "biblioteca de libros" del Libro de Mormón. Cuanta más iluminación haya sobre cualquier problema de hoy, mejor. Hay los que dicen, "no necesitamos más Biblia." Escojan cualquier principio del evangelio que quieran: no importaría el que fuere — el amor, por ejemplo. Es una gran ley. Escojan el principio de fe o del ayuno, o de la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo, o de los Diez Mandamientos. No importa el principio que estudien. Al dilucidar todo lo que se pueda de uno de los dos grandes anales y luego sacar todo lo posible del otro, la total iluminación es mucho mayor cuando los dos grandes anales obran juntos — como uno en las manos del pueblo y como uno en las manos de Dios, de acuerdo con lo que El tenía pensado. (Véase Eze. 37:16-20; 2 Nefi 29:3-12.)

No sé qué mejor ejemplo se pudiera escoger que el bautismo, la primera ordenanza exterior del evangelio, uno de los cuatro principios fundamentales del evangelio de Jesucristo. ¿Hasta qué punto se podrá variar de un principio hermoso y aun sencillo? ¿Hasta donde? Vamos a recapitular un poco:

En las iglesias cristianas del mundo existe el bautismo por inmersión; bautismo por rocío; bautismo al mojar; bautismo mediante el uso de otros líquidos diferentes al agua; bautismo sin usar ningún líquido. Hay bautismo por los que afirman tener autoridad; por los que afirman no tener ninguna autoridad; por los que afirman que la autoridad no es necesaria. Hay bautismo donde se dicen ciertas palabras; donde se dicen otras; donde no se pronuncia ninguna. Hay un bautismo donde todo lo necesario es sentarse a meditarlo y ¡hé allí, se está bautizando de muchas formas! Pues, ¿hasta dónde se puede desviar  un principio tan sencillo, pero tan poderoso?

Tomemos los dos grandes anales y dejemos que obren juntos en las manos del pueblo.

Pasemos, por ejemplo, a las palabras directas de Jesucristo, como aparecen anotadas en el Libro de Mormón, cuando El estuvo en este continente con este pueblo. Esta escritura ayuda a aclarar el principio del bautismo, sobre el cual parece haber tanta confusión en el mundo.
De cierto os digo que de este modo bautizaréis a quien se arrepintiere de sus pecados a causa de vuestras palabras, y deseare ser bauti-zado en mi nombre: He aquí, iréis y entraréis en el agua. (Nótese eso "entraréis en el agua," ¿verdad que va a ser buena maniobra si todo lo que se tiene es una taza de agua?) y en mi nombre Y he aquí las palabras que pronunciareis, llamando a cada uno por nombre:

Habiéndoseme dado autoridad de Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. (Aparentemente la autoridad era necesaria para que ciertas palabras se dijeran y se hicieran en su nombre.)

Y entonces lo sumergiréis en el agua, y volveréis a salir del agua.

(3 Nefi 11:23-26.)
¡Con qué ganas nos dificultamos la vida!, torciendo la sencillez de palabras tan bellas. Se acordarán que la Biblia nos cuenta que mucha gente iba al Río Jordán para ser bautizada "porque había allí muchas aguas," (Véase Juan 3:23.) Si lo único necesario era una taza de agua, ¿por qué ir al Río Jordán? También se iban allí porque había alguien con la autoridad para bautizar. En este caso, se está hablando de Juan el Bautista.

Estuve en los altos valles de los Andes en un viaje reciente. Zigzagueamos 38,500 millas, equivalente a vuelta y media alrededor del mundo, para sacar más diapositivas a colores y visitamos todas las ruinas principales incaicas y pre-íncaicas del pueblo de este continente que habían sido excavadas en detalle, y luego seguimos nuestro viaje por Centro América y América del Norte. Allá lejos, en la cumbre de los Andes, en la antigua capital incaica, Cuzco, alguien había construido un hotel moderno para turistas, como yo, que van allí y quieren acomodarse entre sus viajes de exploración a las afueras. Sobre la pared de uno de los cuartos del hotel hay un mural hermoso. Se ve a Juan el Bautista y a Jesucristo parados en las aguas del Río Jordán hasta los tobillos, mientras Juan derrama el contenido de una taza de agua sobre la cabeza de Jesucristo. Al mirar el mural pensé otra vez en las dificultades en que nos metemos torciendo palabras e ideas sencillas. 

Pero, escuchen ahora las palabras de Jesucristo otra vez al pueblo de este continente, como aparece en el Libro de Mormón. Aparentemente, habían habido ciertas disputas en este continente, en cuanto al método del bautismo.
Y de acuerdo con lo que os he mandado, así bautizaréis; y no habrá disputas entre vosotros, como hasta ahora há habido; no habrá controversias entre vosotros sobre los puntos de mi doctrina, como hasta aquí las há habido.
(3 Nefi 11;28.)
Ojalá que existiera una declaración tan clara como esa en la Biblia. Estoy seguro que había una hace mucho; pero no se olviden, muchas de las cosas más claras y preciosas se han quitado de la Biblia (Véase 1 Nefi 13: 26, 29).

¿Se necesita otra Biblia? ¡Pues, seguro que sí, necesitamos otra Biblia! Cuantos más testigos, mejor. Los mismos mandamientos que Ezequiel recibió de Dios nos dijeron que necesitábamos otro gran registro —un palo para Judá; uno para José. Aquí está la única respuesta sobre este punto que se ha dado jamás sobre la tierra. Que yo sepa, ningún otro pueblo ha afirmado tener el Palo de José, con excepción de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sabemos, que es el Palo de José, porque versa sobre la Tribu de José. Sabemos que es el registro de que se ha hablado que se juntaría "como uno" con el otro registro, porque si lo leemos, vemos que sí corrobora, comprueba y verifica a la Biblia, así que hoy, en el Libro de Mormón, tenemos más que verificación. 

Me gusta expresarlo así — corroboración de la Biblia y más. Muchas cosas se ven con mayor claridad. 

A la luz de lo que hemos aprendido del bautismo del Libro de Mormón, volvamos a la Biblia. Se nota que en realidad verifica lo que ha dicho el Libro de Mormón. Véase Mateo 3:16; Juan 3:23; Hechos 8:38; Efesios 4:5.* Léanlas otra vez, teniendo en cuenta lo que acabamos de leer en el segundo gran registro de este mundo. Verán que sí verifica que la gente iba grandes distancias porque había allí muchas aguas; que había gente con la autoridad de bautizar, que aún Jesucristo, por puro que fuera, sabía que era necesario bautizarse para cumplir toda justicia. Se acordarán que Juan el Bautista se resistía mucho porque no se sentía digno de bautizar al Hijo de Dios, pero Jesús insistió. Y ¿cómo fue bautizado Jesús? Por inmersión en agua, por uno que tenía la autoridad. (*) Estas y otras escrituras han quedado registradas en la lámina de notas relacionadas con el acto segundo, en la página 33 así como la número 34. Dejamos, con este pensamiento, la segunda acusación de que no se necesitaba mas Biblia.

Acuérdense de una de las cosas que Jesucristo les dijo a sus discípulos sobre el antiguo continente: "Tengo otras ovejas que no son . de este redil. . ." (Juan 10:16.) Y les dijo que iba a visitar al otro pueblo y que habría "un rebaño y un pastor." (Juan 10:16.) Y cuando Cristo vino a este continente y apareció a este pueblo en persona, declaró: 
Y de cierto os digo que vosotros sois aquellos de quienes dije: Tengo otras ovejas que no son de este redil; a éstas también debo yo traer y oirán mi voz, y habrá un redil y un pastor.(3 Nefi 15:21.)
Esto dice, pues, que el antiguo pueblo sobre este continente que ahora, llamamos América eran las "otras ovejas", a quienes se refería Jesucristo cuando desempeñaba su ministerio en tierras de la Biblia. 

Claro que no le entendieron, pero cuando se juntan los dos libros, solo entonces —y no antes— se comprende lo que quería decir cuando dijo en el antiguo continente que tenía otras ovejas, y luego en este continente, ". . .vosotros sois aquellos de quienes dije: Tengo otras ovejas. . ."

Fuente:
www.bibliotecasud.blogspot.com

13 noviembre 2008

¿La Biblia es toda la palabra de Dios y por tanto los cielos están cerrados?

Una gran explicación de por que no solo la Biblia es la Palabra de Dios, nos entrega Jack H. West en su escrito "El Juicio del Palo de Efraín".

Autor: Jack West.


¿La Biblia es toda la palabra de Dios y por tanto los cielos están cerrados?

¿De donde habrán sacado esa idea? -  les pregunté.

Pues,- dijeron - busque usted en el último capítulo de la Biblia, Apocalipsis 22:18-19 — el último libro y casi el último versículo.
"Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida ...." (Apocalipsis 22:18-19)
Así que me dijeron: Ahí esta. No se puede añadir ni quitar nada del libro de la palabra de Dios.

¡La Biblia, pues, contiene toda la palabra de Dios!

Suena lógico, ¿verdad? pero cuando miramos las pruebas con detalle, percibimos que hay varias discrepancias.

Primero, cuando Juan escribió aquellas palabras, ¿escribía en la Biblia? No.

La Biblia, como la conocemos hoy día, ni estaba en existencia.

¿Qué quiere decir Biblia? Viene de la palabra "biblio" que quiere decir, literalmente, "una biblioteca de libros pequeños." ¿Cuántos libros hay en la versión King James? Sesenta y seis libros — treinta y nueve en el Antiguo Testamento y veintisiete en el Nuevo Testamento.

Ahora bien, Juan escribía en solo uno de este conjunto de sesenta y seis libros, el libro de Apocalipsis, no en el "libro de la Biblia."

Entonces, ¿Qué habrá querido decir con aquellas palabras? ¿que estaba sellado y cerrado un registro que llegaría a ser un conjunto de varios libros pequeños muchos años después?

Muchos de los grandes estudiantes de la Biblia nos cuentan que Apocalipsis nunca debe haber sido último en la cronología del Nuevo Testamento, sino que otras escrituras, incluso las de Juan mismo, por ejemplo, vinieron más tarde que Apocalipsis.

Luego les dije: - Si ustedes se empeñan en esa interpretación dogmática de esos dos versículos, vamos a regresar al Antiguo Testamento, Deuteronoronomio 4:2. Pues aquí estamos casi al principio del Antiguo Testamento, ni cerca del principio del Nuevo Testamento, analicemos un pensamiento casi idéntico al de Apocalipsis:
"No añadiréis a la palabra que yo os mande, ni disminuirés de ella, para que
guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno."(Deuteronomio 4:2)
- ¿Verdad que son casi las mismas palabras? les dije. Se quedaron asombrados. Son casi las mismas palabras. No se puede añadir ni quitar, según esto, seguí. - Pues ya que es verdad, vamos a arrancar y tirar el resto de la Biblia. Por poco se desmayan los acusadores y el juez.

¿Y sí no tuviéramos el resto del Antiguo Testamento después de Deuteronomio? ¿Y qué si no tuviéramos el Nuevo Testamento y su bello testimonio del ministerio personal de Cristo? ¡Cuánto menos sabríamos de la palabra de Dios!

Se sabe, pues, que las palabras de Juan no podrían interpretarse como quisieron los acusadores. Entonces, ¿cómo deben de interpretarse?

Del mismo modo que se nos pide interpretar en el día de hoy la revelación moderna; por que el mandamiento está con nosotros aún en la actualidad. Cuando Dios se ha comunicado con sus profetas y a causado que escriban sus palabras, no está en la facultad del hombre añadir ni quitar de aquellas palabras; osea, no  cambien ustedes los mandamientos de Dios ni los adapten a los requerimientos de los hombres.

Si comparáramos con cuidado más de mil copias antiguas del Nuevo Testamento en griego, no encontraríamos ni una sola copia totalmente igual a  otra. En aquel tiempo no existía la imprenta como hoy día, las copias se hacían laboriosamente a mano, y era muy fácil cometer errores, omisiones o adíciones si no se tenía muchísimo cuidado.


Lo que quería decir Juan el Revelador era que cuando copiamos o cuando queremos informar a otros de estas cosas, debemos tratar de ser fieles a las palabras originales y no inyectar nuestras propias ideas.

¿Por qué proceso llegaron a ser estas mil copias del Nuevo Testamento tan diferentes una de la otra? A veces el que copiaba sería igual que usted y yo. Una señora de otra iglesia miró mi Biblia en cierta ocasión y dijo: "Sr. West, eso es un sacrilegio." Es que yo tenía notas al margen; había subrayado en muchas partes; había hecho círculos, es decir, yo había marcado mi Biblia conforme a mis necesidades, de modo que cuando yo abría esa Biblia en cierta pagina, algo me indicaba mis reacciones anteriores. Ustedes hacen lo mismo, supongo — poner su sello personal a los libros que estudian.

Imaginen lo mismo en aquellas copias griegas del Nuevo Testamento. Pero acuérdense que aquellas personas no tenían la hoja impresa como punto de partida; tenían que copiar las escrituras a mano. Se encuentran notas al margen por algunos de los que copiaban. Cuando otra persona copiaba de una copia que había sido copiada de otra copia, no se sabía si una nota al margen era para corregir una omisión o si representaba el pensamiento personal o una idea del traductor o de la persona que copiaba el texto. De modo que a veces se encuentran notas marginales que ya forman parte del texto cuando no deben estar allí y otros pensamientos han sido omitidos, quizás como simples errores de omisión.

En cualquier caso, eso es lo que quería decir Juan. Cuando Dios había dado una profecía a un profeta, el hombre no tenía derecho de añadir o quitar de ella como profecía. El hombre no debe añadir. No dijo que Dios no añadiría ¿verdad? ¿Al libro de qué profecía? De "esta" profecía, no esta profecía de la Biblia en su totalidad, sino a la profecía de Apocalipsis.

Como prueba adicional, la terminología de la Biblia misma nos enseña que tampoco es la Biblia toda la palabra de Dios, ni tampoco están cerrados los cielos. Miremos los anales otra vez.

Se nota que Dios reveló todo desde el principio al fin, profeta tras profeta; a Adán, a Moisés, a Abrahám y a otros. Empezaban a anotar aquellas revelaciones y progresaban hasta cierto punto cuando Dios les paraba y les decía, en efecto. - Basta por ahora. El pueblo tiene que aprender a digerir la leche antes de poder digerir la carne. El resto se le revelará al hombre algún día, pero aun no es el momento. El pueblo tiene que aprender a caminar antes de correr.

Por ejemplo, el Antiguo Testamento nos dice — y debe estar bastante claro a todas las personas:
"¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina?
¿A los quitados de la leche? ¿a los arrancados de los pechos?
Porque mandamiento debe estar tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá." (Isaías 28:9-10)
Mas tarde Isaías cuenta que aún en extraña lengua hablará el Señor a su pueblo.
"Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra como de pitón, y tu habla susurrará desde el polvo." (Isaías 29 :4)
 

Pues es claro que Dios no tenía intención de que fueran cerrados los cielos. Nunca han estado cerrados, excepto al grado que el hombre los cierra en su propia alma y dice dentro de sí: "Yo sé que no puedo recibir nada de lo alto." Seguro que aquella persona no puede ser inspirada de lo alto. Aún en la revelación moderna, Jesucristo a dicho claramente que fue prohibido dar ciertas bendiciones a ciertos individuos, porque había "duda en su alma".

Sí, cada uno de ustedes tiene el poder de cerrar los cielos respecto a sí mismos, si quieren, pero Dios no los ha cerrado, ni jamás tuvo la intención de que la Biblia fuera toda su palabra, de hecho faltan ciertas partes de la Biblia misma. Entonces dijeron los acusadores, "Si falta algo de la Biblia, seguramente no tenía mucha importancia." 

Algunas personas postulaban que hasta las marcas de puntuación se pusieron bajo inspiración divina. Claro que no estamos muy al tanto de las condiciones que regían entre los religiosos doctos que se juntaron durante el reinado del Rey Jaime (Santiago) de Inglaterra para darnos su versión de la Biblia. Al juntarse ese cuantioso grupo de peritos religiosos para ponerse de acuerdo en cuanto a la traducción más exacta de la Biblia, lo único en que pudieron ponerse de acuerdo era que estaban en desacuerdo y cuando no hubo modo de ponerse de acuerdo, adoptaron la técnica de poner la palabra o frase en letra bastardilla para señalar al lector la falta de correlación entre los peritos. No importa la página que se abra en el Antiguo Testamento o el Nuevo Testamento, sin excepción se encuentra allí algo en letra bastardilla. En otras palabras, hubo dificultades en cuanto a la interpretación de lo que ponían, qué debían hacer, qué debían poner y qué debían quitar.

Ahora vamos a ver lo importante de algunas de las cosas que faltan de la Biblia.

El origen de la siguiente escritura es que Dios había mandado que Moisés juntara a los hijos de Israel para leerles de cierto libro.
"Y tomó el libro de la alianza, y leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos." (Éxodo 24:7.)
Seguro que deben haber habido muchos mandamientos. Seguro que habrán, sido de gran importancia como para juntar al pueblo de Israel a que escuchara las palabras de este libro. Pues bien, puedo ahorrarles tiempo. No vayan ustedes a buscar página por página en la Biblia en busca del "libro de la alianza" porque no está. Si la Biblia es toda la palabra de Dios ¿dónde está ese elemento tan importante de las escrituras?.

¿Y esto es todo? Con seguridad no lo es. Nótese, por ejemplo, la referencia en Números, capítulo 21, versículo 14, "el libro de las batallas de Jehová", el que tampoco encontramos en la Biblia actual.
"Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el Mar Rojo y en los arroyos del Arnón..." (Números 21: 14).
Luego pasen a Crónicas, capítulo 29, versículo 29. Allí, se nos habla de tres libros de escrituras, y sin embargo, sólo uno de ellos se encuentra en nuestra Biblia de hoy; faltan dos de ellos.

"Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel Vidente, y en las crónicas del Profeta Nathan, y en las crónicas de Gad Vidente." (1 Crónicas 29:29.)
Leemos de dos videntes y un profeta. Tenemos el libro de Samuel Vidente, pero no tenemos el libro de Nathan el Profeta. No está. Falta también el libro de Gad Vidente. Si son escrituras, y están mencionadas en la Biblia, y si no aparecen en la Biblia, pues entonces, ¿como podría ser la Biblia toda la palabra de Dios?

Aún en el Nuevo Testamento, en 1 Corintios, capítulo 5,versículo 9, en lo que se acepta como la primera epístola de Pablo a los Corintios, vemos que hace referencia a una epístola anterior. ¿Era importante? ¡Claro que sí! Pablo estaba reprendiendo a los Corintios; estaba algo enojado con ellos por no haber cumplido los mandamientos de Dios que les había enseñado en su epístola anterior. Pues bien, si tenemos la primera, ¿donde está el numero cero de sus epístolas a los santos en Corinto?

No, la Biblia no está completa. Los cielos no están cerrados y jamás hubo intención de que así fuera, a menos que el hombre los cerrara por cerrar su propio corazón. Esto no le parecería raro al mundo, si solo prestara atención al segundo gran registro. Nos testifica de ciertas cosas que iban a pasar en esta época —los últimos días—, que destrozarían una porción de la palabra de Dios.
"Has visto que el libro salió de la boca de un judío, y cuando salió de la boca del judío contenía la claridad del evangelio del Señor, de quien dan testimonio los doce apóstoles, ...
Y después de transmitirse, por conducto de los doce apóstoles del Cordero, de los judíos a los gentiles, tu ves la fundación de una iglesia grande y abominable, que es más abominable que todas las otras iglesias, porque ha despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también ha quitado muchas de las alianzas del Señor.
A causa de que se han quitado del libro muchas cosas claras y preciosas que
eran clarass al entendimiento de los hijos de los hombres, según la claridad que hay  en el Cordero de Dios, sí, a causa de estas cosas que se han suprimido del evangelio del Cordero, muchísimos tropiezan, sí, de tal modo que Satanás tiene gran poder sobre ellos.... (1 Nefi 13:24, 26, 29.)
Sí, claro que las cosas quitadas de la Biblia tenían importancia, ¿Por qué están en existencia mas de setecientas religiones cristianas o facciones de religiones cristianas? Todas afirman creer en la Biblia y precisamente lo que iba a pasar según la profecía del "Palo de José," sí paso y, como resultado, "muchísimos tropiezan."

Pues, de este modo, se logró contestar la acusación de los acusadores y comprobar, a satisfacción de la corte (del juez), que la Biblia no es toda la palabra de Dios y que los cielos no están cerrados. Otras escrituras "salieron desde el polvo" y aún recibiremos muchas cosas grandes y preciosas por conducto de los profetas y apóstoles de Dios que hoy viven sobre la tierra.

23 septiembre 2008

Armonía con las Predicciones Bíblicas





Armonía con las Predicciones Bíblicas.


POR
JOHN A. WIDTSOE
Y FRANKLIN S. HARRIS


No debe sorprender a los estudiantes de la Biblia que otros volúmenes de escrituras sean revelados, porque los libros perdidos de las escrituras han sido discutidos a menudo por estudiantes de la Biblia. Ni tampoco les puede sorprender que revelaciones como las contenidas en la Biblia pueden ser dadas a otros, además de Israel. En efecto, las predicciones y citas en la Biblia parecen significar claramente que pueden esperarse otros libros. Nótense los siguientes ejemplos:

"Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para
predicarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, y tribu y lengua y pueblo". (Apoc.14:6). Esto pudo muy bien haber sido cumplido cuando el ángel Moroni reveló el Libro de Mormón, siguiendo la organización de la Iglesia, con la restauración de la autoridad y ordenanzas del evangelio puro. "La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos". (Salmos 85:11).
Esto parece señalar un evento igual al desenterramiento del Libro de Mormón del Cerro
Cumórah.

"Y fué a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú, hijo del hombre, tómate ahora un palo, y
escribe en él: A Judá, y a todos los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: a José, palo de Ephraim, y a toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano". (Ezequiel 37: 15-17).
El registro del palo de Judá es la Biblia y el registro del palo de Ephraim es el Libro de Mormón. Ellos son ahora uno en las manos de la Iglesia restaurada.
"Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren; Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado". (Isaías 29: 11-12).

Una copia de algunos caracteres de las planchas del Libro de Mormón fué llevada al Profesor Carlos Anthon, un caballero célebre, por sus conquistas lingüísticas. Este señor le dijo a Martín Harris, quien le presentó la copia de los caracteres, que le trajera las planchas de las cuales fueron copiados, y que él las traduciría. Martín Harris le respondió que parte de las planchas estaban selladas. A esto el Profesor Anthon respondió: "Yo no puedo leer un libro sellado", cumpliendo así la profecía. (Perla de Gran Precio, José Smith 2:63-b5). José Smith no era un hombre docto cuando las planchas le fueron dadas a él.
Tal armonía con las predicciones bíblicas es ciertamente una contribución a la evidencia de la verdad del Libro de Mormón.

17 junio 2008

El testimonio de tres testigos y la Biblia




Mas apoyo Biblico enviado por el Hermano Luis Barojas Lopez

EL TESTIMONIO DE TRES TESTIGOS
1 Conste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, a quienes llegare esta obra, que nosotros, por la gracia de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo, hemos visto las planchas que contienen esta relación, la cual es una historia del pueblo de Nefi, y también de los lamanitas, sus hermanos, y también del pueblo de Jared, que vino de la torre de que se ha hablado. Y también sabemos que han sido traducidas por el don y el poder de Dios, porque así su voz nos lo declaró; por tanto, sabemos con certeza que la obra es verdadera. También testificamos haber visto los grabados sobre las planchas; y se nos han mostrado por el poder de Dios y no por el de ningún hombre. Y declaramos con palabras solemnes que un ángel de Dios bajó del cielo, y que trajo las planchas y las puso ante nuestros ojos, de manera que las vimos y las contemplamos, así como los grabados que contenían; y sabemos que es por la gracia de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo, que vimos y testificamos que estas cosas son verdaderas. Y es maravilloso a nuestra vista. Sin embargo, la voz del Señor nos mandó que testificásemos de ello; por tanto, para ser obedientes a los mandatos de Dios, testificamos estas cosas. Y sabemos que si somos fieles en Cristo, nuestros vestidos quedarán limpios de la sangre de todos los hombres, y nos hallaremos sin mancha ante el tribunal de Cristo, y moraremos eternamente con Él en los cielos. Y sea la honra al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, que son un Dios. Amén.
Oliver Cowdery
David Whitmer
Martin Harris

Y en cuanto al testimonio
Hebreos 9:15 " Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga muerte del testador."

Lamento decirlo Pero José Smith sello este otro Testamento de Jesucristo con su sangre ya que fue asesinado por esta causa y por mantenerse firme hasta el final.
Vemos que se cumplen los requisitos de la ley y va completamente de acuerdo con las escrituras bíblicas, pero no se sorprenda si encuentra mas testimonio de esta verdad en la Biblia porque aquí no he suministrado todas las escrituras referentes al tema y las explicaciones son breves por que se que "El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, ó si yo hablo por mi propia cuenta". (Juan: 7:17), solo tiene que Preguntar a Dios, el Padre Eterno en el Nombre de Jesucristo si son verdaderas estas cosas (Moroni 10:3-5) solo así podrá recibir la confirmación divina por medio del espíritu santo.
Isaías 8:20 " ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es porque no les ha amanecido.
Pues la ley dice: "...En boca de dos ó de tres testigos conste toda palabra (Mateo:18:16)" y "..En la boca de dos ó de tres testigos se decidirá todo asunto" (2 Corintios :13:1),

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