Mientras los críticos cantan su mantra: "No hay evidencias, no hay evidencias..." ignorando las impresionantes evidencias del Libro de Mormón procedentes del Viejo Continente, existen además algunas del Nuevo Mundo que merecen atención.
Traducción: Marco Royo
Mientras los críticos cantan su mantra: "No hay evidencias, no hay evidencias..." ignorando las impresionantes evidencias del Libro de Mormón procedentes del Viejo Continente, existen además algunas del Nuevo Mundo que merecen atención.
El mejor trabajo sobre geografía del Libro de Mormón sitúa su asentamiento en una área pequeña en Mesoamérica (Sur de México, Guatemala), y es allí donde se espera encontrar mayor evidencia. Ya he mencionado evidencia referente a fortificaciones, jardines y templos en entradas anteriores. Pero fíjense en otras nociones que sabemos de la región para compararlas con el Libro de Mormón (algunas de ellas se han analizado en An Ancient American Setting for the Book of Mormon de John L. Sorenson, Deseret Book Comp., Salt Lake City, UT, 1985). Es el único lugar del Nuevo Mundo con una larga tradición de literatura escrita, como requeriría el Libro de Mormón; es el lugar donde repentinamente aparecieron ciudades, consistente con el hecho de inmigración de pueblos que construyeron una ciudad y también con las épocas jaredita y nefita-lamanita; es el lugar plagado de reyes y reinos, guerras y políticos, comercio y comerciantes, disputas religiosas y cuestiones filosóficas, todas ellas consistentes con el contexto cultural presentado en el Libro de Mormón.
Considerénse, por ejemplo, las implicaciones culturales de 3 Nefi 6:10-12:
Pero aconteció que en el año veintinueve empezaron a surgir algunas disputas entre los del pueblo; y algunos se ensalzaron hasta el orgullo y la jactancia, por razón de sus sumamente grandes riquezas, sí, al grado de causar grandes persecuciones;porque había muchos comerciantes en la tierra, y también muchos abogados y muchos oficiales.
Y empezó el pueblo a distinguirse por clases, según sus riquezas y sus oportunidades para instruirse; sí, algunos eran ignorantes a causa de su pobreza, y otros recibían abundante instrucción por motivo de sus riquezas.
Si José Smith describiera lo que conocía de la cultura de los indios en la frontera norte del estado de Nueva York, ¿por qué presentaría tales ideas extrañas en el texto? Atribuir mercaderes, oficiales, abogados, educación de élite, etc. a los antiguos americanos estaba fuera de lugar si utilizara su conocimiento de los indios de allí. Pero esos versículos describen exactamente aspectos de la sociedad mesoamericana. ¿Es una conjetura afortunada?. Ciertamente no era de conocimiento común en 1830.
Otro ejemplo de los sistemas políticos descritos en el Libro de Mormón sugiere una jerarquía de ciudades como el factor organizador de los gobiernos nefita y lamanita (véase Brant A. Gardner, FARMS Review of Books, Vol. 13, No. 2, 2001, pp. 44-45, reviewing John L. Sorenson, Nephite Culture and Society, Salt Lake City: New Sage Books, 1997). Incluso se muestran a reyes lamanitas sometidos a reyes de superior autoridad. Como Gardner sugiere, si José Smith inventara el Libro de Mormón usando lo que conocía, se podría esperar ver un sistema federal de gobierno o divisiones entre ciudad, condado, estado. En lugar de ello, se encuentra un sistema basado en la jerarquía de ciudades, tal como lo conocemos en la antigua Mesoamérica.
Mesoamérica es también el lugar de las leyenda del Gran Dios Blanco que visitó al pueblo antiguamente y que prometió regresar, tal como informa el Libro de Mormón. Y es el lugar tiene leyendas de antiguas emigraciones en barco. Por ejemplo, un príncipe amerindio del siglo XVI llamado Ixtlilxochitl escribió:
"Los que poseyeron este nuevo mundo en esta tercera edad fueron los olmecas y los Xicalanas; y según lo que se relatan en sus historias, llegaron en barcos o barcas del este de la tierra de Pontochan desde donde empezaron a asentarse." (Ixtlilxochitl, Fernando de Alva "Obras Historicas," Editora Nacional, S.A. Mexico, 2 vols., 1950, p. 19, citado por John K. Wise, "Clouds Without Water, Zeal Without Knowledge," Journal of Mormon Apologetics, Vol. 1, 1999, pp. 116-140.)
Esto concuerda con la descripción del Libro de Mormón de los jareditas, que vinieron del Viejo Mundo en barcos ajustados o barcos en el momento del nacimiento de la civilización.
Cortés informó que el rey azteca Moctezuma, en el primer encuentro de los hombres blancos con los pobladores de Texcoco, dijo:
"Durante mucho tiempo por conocimiento de nuestros escritos hemos poseído el conocimiento transmitido por nuestros antepasados de que nadie que habitó esta tierra era nacido aquí. Somos extranjeros y vinimos aquí de partes muy remotas. Poseemos información de que a nuestro linaje se le condujo a esta tierra por un señor a quien le debemos lealtad. Él posteriormente dejo esta [tierra] de su país nativo .....pero siempre hemos creído que sus descendientes de cierto vendrían a subyugar esta tierra y a nosotros que somos por derechos sus siervos. Debido a lo que dices concerniente a la región de donde vienes, que es donde nace el sol...creemos y mantenemos por cierto que él debe ser nuestro legítimo ...." (Nuttal, Zelia, "Some Unsolved Problems in Mexican Archaeology," American Anthropologist, XIII, 1, 133-149, 1906, p. 135, as cited by Wise, op. cit., p. 129.)
Bernardino de Sahagún, sacerdote español del siglo XVI, después de estudiar los registros mayas y aztecas (los españoles quemaron la mayor parte de ellas), escribió:
Han pasado innumerables años desde que los primeros colonizadores llegaron a estas partes de Nueva España que es casi otro mundo, y llegaron en barcos por el mar, fondeando en el puerto que hay al norte." (Bernardino de Sahagun, Historia General de las Cosas de Nueva Espana, S.A. Mexico, 3 vols., 946, II, 306, citado por Wise, op. cit., p. 129.)
Aunque se debe ser cauto para distinguir lo auténtico de lo cuestionable cuando llegan informes de leyendas antiguas entre los antiguos habitantes de las Américas, existen numerosos relatos que parecen haber derivado de la antigua visita de Cristo a las Américas, como se informa en el Libro de Mormón. Las leyendas de Mesoamérica parece particularmente interesantes en este respecto. La práctica maya de los bautismos encontrada por los españoles, por ejemplo, tiene numerosos paralelos con el bautismo como lo enseñó Cristo y sus profetas en el Libro de Mormón. Véase Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatan, traducida por William Gates y publicada como Yucatan Before and After the Conquest, New York: Dover Books, 1978, pp. 42-45, del cual se cita y analiza con más detalle en la página LDSFAQ de Questions about LDS Baptism. Este rito se asocia con la confesión a un sacerdote, la pureza, nacer de nuevo, arrepentirse de los pecados, alcanzar una mejor vida después de la muerte, y se le designaba por un nombre que significaba "la ascendencia del dios". Combínenlo con las antiguas leyendas del Gran Dios Blanco o figuras relacionadas que se decían haber visitado a pueblos en Mesoamérica, y se tendrá algo digno de considerar.
De hecho, sobre la base de las numerosas leyendas entre los amerindios un escritor no SUD se ha convencido de que Cristo estuvo alguna vez en las Américas y y compiló esos relatos en el libro He Walked the Americas, Amherst, Wisconsin: Amherst Press, 1963. Algunas selecciones se pueden consultar en la Web en http://www.geocities.com/willow1d/amer.html. L. Taylor Hansen obtuvo maestrías en Arqueología, Antropología y Geología de la Universidad de Stanford y pasó una estancia significativa con los indios para comprender mejor sus tradiciones y leyendas.
Aunque vestigios de de algunas prácticas inspiradas como el bautismo pueden haber sobrevivido en Mesoamérica, hubo muchas formas de mal entre los antiguos pueblos del Libro de Mormón cuyos vestigios se descubren más fácilmente. Por ejemplo, el Libro de Mormón describe sacrificios humanos como práctica de los grupos más corruptos, lo cual se atestigua extensamente en Mesoamérica, incluyendo el concepto de las sangre sacrificada (se alude en Alma 34:11, como si fuera una práctica cultural conocida). "Las combinaciones secretas, particularmente las sociedades secretas mafiosas para ganar poder y riqueza, se describen con detalle en el Eter 8 y en otras partes del Libro de Mormón, y también se atestiguan en la cultura mesoamericana. De hecho los detalles aportados coinciden notanblemente con lo que se conoce de tales sociedades secretas de la erudición e investigaciones criminales modernas. Las prácticas culturales, la estructura de la sociedad , los tipos de edificios y de ciudades, los modelos del arte de la guerra, calzadas y cemento, jardines y mercados, etc. mencionados en el Libro de Mormón se pueden encontrar en la antigua Mesoamérica, lugar muy desconocido para José Smith , cuando se tradujo el Libro de Mormón.
Además José Smith y sus seguidores casi con certeza no sabían nada de las grandes civilizaciones prehispánicas cuando se publicó el Libro de Mormón. De hecho, la idea de civilizaciones antiguas avanzadas sobre el continente americano era tan completamente extraña que los testigos del Libro de Mormón temían que fueran rechazados por esa razón. David Whitmer dijo en una entrevista con James H. Hart en 1883:
Cuando se nos pidió [a los testigos] publicar por primera vez nuestra declaración, teníamos la seguridad de que la gente no la creería, porque el Libro de Mormón hablaba de un pueblo que se perfiló y vivió en grandes ciudades; pero el Señor nos dijo que lo haría saber a la gente, y la gente descubriría la evidencia de la verdad de lo que está escrito en el Libro.
(Entrevista con James H. Hart, Richmond, Mo., Aug. 21, 1883, registrado en la libreta de notas de Hart, reimpreso en Lyndon W. Cook, David Whitmer Interviews: A restoration Witness (Orem, Utah: Grandin Book, 1991), p. 76, citado por Daniel C. Peterson, FARMS Review of Books, Vol. 9, No. 1, 1997, p. xxvi.)
Otros detalles interesantes del Libro de Mormón encuentran apoyo en lo que se conoce ahora de la Mesoamérica antigua. Un ejemplo incluye el relato de Ammón que luchó y literalmente desarmó a los bandidos, cuyos brazos se presentaron al rey como prueba de la escaramuza. Los detalles se pueden consultar en el artículo Ammon and the Mesoamerican Custom of Smiting off Arms, Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 8, No. 1, 1999.
Fuentes
- www.jefflindsay.com/BMEvidences.shtml
- Para más información sobre lo poco que se sabía de Mesoamérica hacia 1830, véase Joseph's Knowledge of Mesoamerica y "Joseph Smith and the Beginning of Book of Mormon Archaeology" en AncientAmerica.org. Véase también "The Book of Mormon and the Writings of Alexander von Humboldt." Como un plus adicional, léase relato satírico, "One Day in the Life of Joseph Smith, Translator Extraordinaire of the Book of Mormon."