Busca en Nuestro Sitio

27 septiembre 2008

El Libro de Mormon habla de un alto Desarrollo Industrial


Desarrollo Industrial.


POR
JOHN A. WIDTSOE
Y FRANKLIN S. HARRIS, TR.



El Libro de Mormón atribuye un alto desarrollo industrial a los antiguos pueblos de
América y menciona, específicamente, muchos materiales industriales tales como el cobre, hierro, cemento, piedras preciosas, etc. Investigaciones recientes han demostrado que los pueblos prehistóricos de América habían domesticado muchos animales tales como ovejas, bueyes, caballos, abejas, quizás llamas y otras bestias. Se ha puesto en duda lo mencionado en el Libro de Mormón sobre los caballos, pues, no hay registro que los mencione en América al tiempo de los primeros exploradores. Sin embargo, es bien conocido que los caballos eran muy numerosos por todo el continente americano, y la ausencia de mencion en las pocas crónicas de los primeros explordores no es una prueba de su no existencia aquí. En verdad, las evidencias del uso del caballo como animal de carga en la América del Sud precolombiana—, parece conclusivas. Después de referirse a varios hallazgos en el sudoeste de los Estados Unidos, el Dr. Alfredo S. Romer, concluye: "Hay fuertes evidencias que caballos, dos clases de camellos, un mamut, el perezoso "nothrotheriurn", dos clases extintas de antílopes, el "gato" gigante Félix atrox, existieron en el comparativamente moderno período postcuaternario, Esto sugiere, inmediatamente, una comparación con la fauna La Brea, de cuyas especies son miembros típicos". (De "Jenness, 'The American Aborigines", 1933, página 72).

"Descubrimientos recientes han demostrado ahora que el mastodonte se ha prolongado
por muchos siglos como contemporáneo del hombre en el Nuevo Mundo, y hay algunas
evidencias que en el Ecuador, uno de ellos fue matado por el hombre, no hace más de 3000 años; como lo atestigua la alfarería policroma relacionada con el hecho". (J. Eric Thompson, "México Before Cortez", 1933, página 290).

"El cultivo del algodón y la confección de vestidos representados en la estatuaria y
tableros de pared han sido ya mencionados... Los vestidos deben haber sido hechos... de algodón o de fibra de cactus y áloe silvestres. Se ha sugerido que mucho del material de telar era fibra del perenne algodonero, Los Síes. Blom y Le Farge en su expedición a la América Central en 1926 descubrieron en una cueva, cerca de Comal-calco, los únicos fragmentos del viejo imperio textil hasta ahora recuperado. Son de una rústica lela de algodón aparentemente algodón cultivado. Contrapesos de ruecas de barro cocido han sido encontrados en las excavaciones, y, probablemente, el telar era tan simple como el huso y de la misma índole que los empleados en tiempos posteriores. Es probable que, en esta simple fábrica fueron producidas las magníficas vestiduras ceremoniales del Viejo Imperio, si no con sangre al menos con mucho sudor... el problema de tejer el diseño de varios hilos para entrelazarlos debe haber requerido considerable habilidad y concentración-". (MitchelL pp. 97-93).
Fué practicada la agricultura y fueron usados los productos forestales.

"El terraplenar los campos muestra que la agricultura fué extensivamente practicada en la antigüedad en legiones ahora no ocupadas. Dos clases principales de terraplenes de piedra, prehistóricos, edificados evidentemente con propósitos agrícolas pueden ser reconocidos en la América Central, además de los angostos terraplenes de tierra descrip-tos en una sección anterior. Hay (1) terraplenes altos y angostos para almacenar el agua de los desagües y evitar la erosión de la tierra en los valles o en las laderas de las montañas, y (2) anchos y bajos, aparentemente nivelados para que el agua de lluvia se mantenga allí en vez de usar irrigación.

"Muchos lugares que ahora están ocupados por aparentes selvas virgenes, los restos
arqueológicos muestran que son regiones reforestadas. Así en Ja región "Senahu-Cahabon,, del distrito Alta Vera Paz, hay reliquias de dos o tres diferentes tipos de civilizaciones primitivas que han ocupado, sucesivamente, el mismo lugar y que ahora ha sido limpiado de nuevo por los plantadores de café como si lo fuera por primera vez". (Dr O. K. Cook en Bulletin N° 145, Bureau of Plant Industry, 1909, pág, 16). (Jensen, pág. 110).

En la edificación de las ciudades con sus casas, templos y monumentos se usó piedra y, al juzgar por los restos existentes ese pueblo alcanzó un alto grado de habilidad para trabajar la piedra y la edificación. Es curioso también que en esa época se conocía una tina variedad de cemento que era usado para revocar las casas, pirámides y para hacer carreteras. "En la antigüedad Chichen-Itzá y todas las grandes y pequeñas ciudades de la península de Yucatán estaban unidas por una red de caminos duros y lisos. Eos mayas de hoy, llaman a estas carreteras antiguas Zac-be-ob, o caminos blancos". (Willard, pág. SS).

Hermosa alfarería era fabricada por la mayoría de los antiguos habitantes de América.

También, parece que el vidrio fué fabricado por ellos.
Se sabe que el cobre fué usado en la América prehistórica porque se ha encontrado una
gran cantidad de objetos de cobre. Parece cierto también, que el hierro fué conocido y usado; pero, dado que el hierro se oxida fácilmente pocos objetos de hierro de días prehistóricos han sido encontrados en América. Este hecho ha sido usado para poner dudas sobre la historia del Libro de Mormón. Sin embargo, los autorizados muy generalmente concuerdan que, el hierro ha estado bajo el dominio de los pueblos en la antigua América. "No hay evidencias que el uso del hierro fuera conocido excepto la dificultad de talar bosques y trabajar piedras con implementos de piedra y cobre blando". (Bancroft, 4:779).


"El hierro era desconocido para ellos en tiempo de los incas, aunque algunos mantienen que lo tuvieron en épocas anteriores a las cuales pertenecen las minas del Lago Titicaca. El hierro era y aun es muy abundante en Perú. Es imposible concebir cómo los peruanos pudieron cortar y labrar las piedras con tanta maestría o construir sus grandes carreteras y acueductos sin el uso de herramientas de hierro... Algunos de los idiomas del país, quizás todos, tienen nombres para el hierro. "Es notable", observa Molina, "que el hierro, que ha sido tenido como desconocido para los americanos antiguos, tiene nombres particulares en algunos de sus idiomas". (Baldwin, pág. 248).

"El hierro parece haber sido desconocido en América al tiempo del descubrimiento por los españoles; pero, los edificadores de túmulos dan pruebas que, no sólo lo conocieron sino que lo manufacturaron en herramientas e implementos". (De Roo, 1:67).

"Hay una tradición (entre los indios) que Florida fué una vez habitada por gente blanca, quienes usaban herramientas de hierro, (las cuales) y la pared subterránea encontrada en la Carolina del Norte, muestran que ellos (la gente blanca) tenían conocimiento del hierro y, por consiguiente, sabían cómo trabajarlo, pues, de lo contrario no perdían haber tenido herramientas de hierro". (Priest, pág. 233).

Priest nos habla del hallazgo de hachas y martillos de hierro en las cavernas de salitre en el Condado de Gazcufía, en Misurí, y que el Dr. Beck, ' considera la circunstancia de haber encontrado esas herramientas en las cavernas de salitre, como algo que suministra un grado de evidencia que dicho Condado fue primitivamente poblado por una raza de hombres que tenían conocimiento del uso del hierro, y excedían a los indios en civilización y conocimientos de las artes". (Priest, pág. 236).


"El hierro meteórico ha atraído la atención de los hombres en épocas diferentes y en regiones extensivamente separadas. En el Nuevo Mundo, por ejemplo, fué usado no sólo por los incas del Perú, sino también por los mayas de Yucatán y los aztecas' de México, Américo Vespucio encontró a los. indios de la región del Plata- en Sud América, haciendo puntas de flechas y pequeñas herramientas de ese metal; los indios de Norte América, lo consideraban un metal tan precioso que lo usaban para cubrir sus cuentas de oro. Ornamentos y herramientas de hierro meteóríco han sido descubiertos en los túmulos de los valles del Misísipí y Ohío. Los esquimales de Groenlandia usaban fragmentos de ese metal insertados en mangos de huesos para cuchillos y puntas de arpones; aun, recientemente, Peary, encontró la tribu de la Bahía de Melville usando herramientas de ese tipo". (The Origín and Early Spread of Iran-Working, Harold Peake, en la Geographical Review, October, 1933), Priest, describe el hallazgo en el Condado de Onandaga, Nueva York, "en la misma tumba junto con la botella... un hacha de hierro con el filo de acero... En la misma ciudad fueron encontrados los restos de una fragua de herrero; en este lugar han sido 'desenterrados crisoles como los que usan los mineralogistas para refinar metales. Dentro de la clase de estos trabajos han sido encontrados pedazos de hierro fundido, sacados de piezas de considerable espesor. Yunques de hierro han sido encontrados en Pcm-peya, (Condado de Onandaga) en la misma región de los otros descubrimientos, los cuales era natural encontrar, pues, de lo contrario, podría preguntarse cómo manufacturaron hachas y objetos de hierro para carruajes".

(Priest, págs. 252, 253, 255).
"A una profundidad de 5l/2 pies bajo la tierra en el lugar del templo, entre trozos de alfarería y enterrado en carbón vegetal, yo encontré un implemento de acero o hierro endurecido. La mayor parte estaba casi completamente destruido por la corrosión; pero, la punta en forma de cortafrío, estaba en buenas condiciones. Es tan dura que difícilmente puede limarse, raya el vidrio y con tal herramienta es un asunto fácil cortar y labrar la piedra más dura''. (Verrill, Word's Work, January, 1928, citado por el Presidente A. W. Ivins, 99a. Conferencia Anual, pág. 11).
Las piedras preciosas eran conocidas por los pueblos de la antigua América. Ornamentos de jade, perlas, esmeraldas, amatistas, cornalinas, turquesas y nácar han sido encontrados en grandes cantidades entre los restos de estos pueblos.

25 septiembre 2008

Capacidad de las Planchas


Capacidad de las Planchas.



por John A. Widtsoe
y
Franklin S. Harris


A primera vista, "uno que desconozca el asunto, pone en duda la posibilidad de escribir 522 páginas (479 en la versión en castellano) del Libro de Mormón en una serie de planchas de oro de un espesor aproximado de dos pulgadas (un tercio de todo el volumen de planchas).
Este asunto ha sido investigado a fondo y las afirmaciones de José Smith probadas como verdaderas.
"La cuestión ante nosotros es: ¿Podía un tercio (dos tercios estaban sellados) de un
volumen de hojas de metal de seis por ocho por seis pulgadas (según José Smith, u ocho por siete por cuatro pulgadas (según Martín Harris), u ocho por siete por seis pulgadas (según Orson Pratt) contener un número suficiente de planchas, cada una del espesor del pergamino u hojalata, para dar el espacio necesario para el texto íntegro del Libro de Mormón? Siendo así, ¿qué se puede decir en cuanto a su inmenso peso?' Sobre "una hoja de papel, de ocho por siete pulgadas ha sido escrita una traducción hebrea de catorce páginas del texto americano (en inglés) del Libro de Mormón en letras hebreas modernas de uso común... Está demostrado en esta hoja dé papel que, el texto íntegro del Libro de Mormón, como lo tienen los lectores americanos, puede haber sido escrito en hebreo en cuarenta páguias y tres séptimas, veintiunaplanchas en total. (Sjodahl, Introducción al Estudio del Libro de Mormón, pág. 39).

Si hubiesen usado caracteres fenicios —los caracteres conocidos por Lehi y suscontemporáneos— y concediendo para la pérdida de una parte del primer manuscrito, se necesitarían cerca de cuarenta y cinco planchas. "El señor Lamb admite cincuenta planchas por pulgada, o doscientas planchas por cuatro pulgadas (el número menor). Sólo fué traducido un tercio, es decir, sesenta y cinco planchas y una fracción. Pero nosotros hemos demostrado que el libro íntegro, incluyendo las páginas perdidas, pudo haber sido escrito en cuarenta y cinco planchas; Si concedernos sesenta y seis, o aun cincuenta, tenemos amplio espacio para un texto grabado en caracteres grandes y legibles". (Sjodahí, páginas 42-43),

23 septiembre 2008

Armonía con las Predicciones Bíblicas





Armonía con las Predicciones Bíblicas.


POR
JOHN A. WIDTSOE
Y FRANKLIN S. HARRIS


No debe sorprender a los estudiantes de la Biblia que otros volúmenes de escrituras sean revelados, porque los libros perdidos de las escrituras han sido discutidos a menudo por estudiantes de la Biblia. Ni tampoco les puede sorprender que revelaciones como las contenidas en la Biblia pueden ser dadas a otros, además de Israel. En efecto, las predicciones y citas en la Biblia parecen significar claramente que pueden esperarse otros libros. Nótense los siguientes ejemplos:

"Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para
predicarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, y tribu y lengua y pueblo". (Apoc.14:6). Esto pudo muy bien haber sido cumplido cuando el ángel Moroni reveló el Libro de Mormón, siguiendo la organización de la Iglesia, con la restauración de la autoridad y ordenanzas del evangelio puro. "La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos". (Salmos 85:11).
Esto parece señalar un evento igual al desenterramiento del Libro de Mormón del Cerro
Cumórah.

"Y fué a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú, hijo del hombre, tómate ahora un palo, y
escribe en él: A Judá, y a todos los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: a José, palo de Ephraim, y a toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano". (Ezequiel 37: 15-17).
El registro del palo de Judá es la Biblia y el registro del palo de Ephraim es el Libro de Mormón. Ellos son ahora uno en las manos de la Iglesia restaurada.
"Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren; Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado". (Isaías 29: 11-12).

Una copia de algunos caracteres de las planchas del Libro de Mormón fué llevada al Profesor Carlos Anthon, un caballero célebre, por sus conquistas lingüísticas. Este señor le dijo a Martín Harris, quien le presentó la copia de los caracteres, que le trajera las planchas de las cuales fueron copiados, y que él las traduciría. Martín Harris le respondió que parte de las planchas estaban selladas. A esto el Profesor Anthon respondió: "Yo no puedo leer un libro sellado", cumpliendo así la profecía. (Perla de Gran Precio, José Smith 2:63-b5). José Smith no era un hombre docto cuando las planchas le fueron dadas a él.
Tal armonía con las predicciones bíblicas es ciertamente una contribución a la evidencia de la verdad del Libro de Mormón.

15 septiembre 2008

Antigua Pila Bautismal en Pachacamac, Peru.


El hermano Marcelo Joignant Ramirez , Publico una foto en el grupo Facebook "Evidencias sobre el libro de Mormon" y me permitio subirla al Blog, la foto habla por si misma es Antigua Pila Bautismal en Pachacamac, Peru.

10 septiembre 2008

Un examen sobre las guerras en el Libro de Mormon



Anteriormente se a publicado artículos sobre los preciosos contenidos del Libro de Mormon y continuaremos haciéndolo sobre este inspirado libro, pero los quiero invitar a un ejercicio, mirando lo mas por el lado simpático y por que no decirlo de conocimiento, sabemos que las guerras en el periodo Nefita no era un tema menor e incluso en una entrada se comparo el crecimiento de fortificaciones en meso América y coinciden asombrosamente con los periodos de mayor guerra registrado por los nefitas, por esto en un Simposio sobre el Libro de Mormon en la Universidad de Brigham Young en 1986 el Elder Donald A. Cazier , elaboro y presento un Test de preguntas en el área de las guerras, así que no toma mucho tiempo y entrega mucha información, probemos nuestro conocimiento.

Puntajes

26 o más correctas = ¡Excelente! Mormón estaría orgulloso de usted.
15 a 26 correctas = No está mal, pero Mormón quisiera que volviera a leer el libro.
14 o menos correctas = Hay toda una nueva aventura esperándole en el Libro de
Mormón.
Debo admitir que estas declaraciones para la prueba de verdadero/falso tomadas
en su conjunto representarían un muy pobre material en un examen académico, ya que
ese tipo de prueba se caracteriza por su tendencia a recompensar al afortunado en
tanto que sanciona al concienzudo. También tienden a dar un indebido realce a
palabras tales como siempre y nunca. Y existe el peligro de que el estudiante recuerdemás una declaración falsa que la explicación de por qué es falsa. Pero si el lectorencara el “examen” con un espíritu de diversión y presta más atención a la explicaciónque a la simple “respuesta” en cada caso, disfrutará y aprovechará la experiencia.

¿Cuál es su CMLM? (Cociente Militar del Libro de Mormón)


1. Probablemente el Libro de Mormón contiene tanto detalle relativo a la guerra
porque fue compendiado por un militar (Mormón) quien estaba más interesado
que nosotros en ese tipo de cosas.
2. Los profetas nefitas enseñaron que no hay nada que merezca la lucha y que se
puede esperar que la guerra continúe hasta que finalmente los hombres así lo
reconozcan.
3. El Libro de Mormón enseña que una persona verdaderamente justa preferirá dar
su vida antes que tomar las armas aún en defensa propia.

4. El justo Gideón enseñó que ante determinadas circunstancias la esclavitud es
preferible a la muerte.

5. El Libro de Mormón enseña que la revolución armada en ningún caso es la
respuesta adecuada aunque se trate de un gobierno de opresión.

6. El capitán Moroni probablemente debe haber tenido poca dificultad en aceptar la
idea de que “todo es aceptable en el amor y la guerra”.

7. Los justos nefitas ocasionalmente iniciaron ataques preventivos contra los
lamanitas para disminuir las pérdidas de vidas de ambos bandos, cuando sabían
que los lamanitas estaban planeando atacarlos.

8. Una vez que los nefitas fueron a la ofensiva contra los lamanitas, Mormón nunca
más consintió en ser su conductor.

9. La ley del Señor en cuanto a la guerra dada a sus profetas tanto de la antigua
América domo del antiguo Israel, fue que su pueblo no debía ir a la guerra hasta
que sus enemigos les hubieran atacado cuatro veces.

10.Los líderes militares nefitas invariablemente se rehusaron a matar lamanitas que
estuvieran bebidos o dormidos.

11.Moroni consideraba que las tácticas de engaño, tales como el espionaje y los
subterfugios, podían descalificar a los nefitas para recibir la divina protección
que necesitarían en la batalla.

12.Ocasionalmente los nefitas ejecutaban a algunos de sus prisioneros de guerra,
pero generalmente dejaban en libertad a la mayoría de ellos.

13.Durante los años en que vivían en justicia, los nefitas consideraban que el matar
a sus agresores lamanitas era un deber desagradable pero necesario.

14.Los ejércitos nefitas estaban compuestos exclusivamente de voluntarios.

15.El castigo de Moroni para los que se oponían a sabiendas era la muerte.

16.El pueblo nefita tenía un papel preponderante en la elección de los líderes
militares.

17.Aun cuando confiaban en que el Señor les libraría, los nefitas dedicaban un
tiempo y recursos considerables a la producción de armas y sistemas de
defensa.

18.Aun cuando el Señor bendecía a los nefitas justos en la batalla, tal ayuda era
más espiritual que temporal y por regla general era tan gradual que resultaba
casi imperceptible a menos que se mirara hacia atrás.

19.En ocasiones el Señor dio a los nefitas detalladas revelaciones en cuanto a la
ubicación, planes y tácticas del ejército lamanita.

20.El Libro de Mormón enseña que cuando la mayoría en una nación escoge lo
malo, esa nación puede esperar que los juicios de Dios sobrevengan con gran
destrucción.

21.El Libro de Mormón enseña que una dedicada y justa minoría puede Impedir la
destrucción de una nación aun cuando la mayoría esté en el pecado.

22.Entre los nefitas las calificaciones para la posición de capitán en jefe, parecen
haber Incluido su juventud, la fortaleza física y el espíritu de revelación.

23.Los nefitas llegaron a darse cuenta que la subversión interna era un peligro
mayor que una invasión extranjera.

24.El Libro de Mormón demuestra que la promesa del Señor de proteger a los
justos es un principio general que no necesariamente se .aplica en casos espe-
cíficos.

25.En una memorable batalla, Helamán lideró un grupo de 2.000 jóvenes lamanitas
conversos, todos los cuales fueron o muertos o heridos en la lucha.

26.Los profetas del Libro de Mormón a menudo aceptaban la guerra como un medio
de hacer que las almas descarriadas se arrepintieran y producir firmeza de
carácter entre los justos.

27.Antes de la venida de Cristo, nunca los nefitas fueron más felices que cuando
estaban esperando un inminente ataque de los numéricamente superiores
lamanitas, según se detalla en los últimos capítulos de Alma.

28.El Libro de Mormón enseña que la paz y la guerra no pueden coexistir
simultáneamente.

29.El Libro de Mormón equipara al Espíritu de Dios con el espíritu de libertad,

30.El continente americano aún tiene la promesa de libertad y divina protección
siempre que sus habitantes guarden los mandamientos de Dios.

Respuestas

1. Falso. La razón por la que Mormón incluyó tanto material sobre la guerra
probablemente haya sido que él, al igual que Nefi, sabía que habría “guerras y rumores de guerras entre todas las naciones y familias de la tierra” (1 Nefi 114:15) en los últimos días y estaba convencido que se podían aprender muchas lecciones de la historia militar nefita lo que beneficiaría a las generaciones posteriores que enfrentaran las mismas situaciones y desafíos. Moroni, quien finalizó el relato de su padre, específicamente dice para sus futuros lectores del alcance de su conocimiento sobre las circunstancias que enfrentarían:
“He aquí, el Señor me ha mostrado cosas grandes y maravillosas concernientes a lo
que se realizará en breve, en ese día en que aparezcan estas cosas entre vosotros.
“He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero
he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras.” (Mormón 8:34-35.)
En vista de su conocimiento anticipado y en vista de la dificultad de grabar sobre
planchas metálicas, es difícil creer que Mormón o Moroni hayan Incluido relatos tan
extensos de sus sentimientos y experiencias relativas a la guerra, sólo porque
personalmente les haya resultado “interesante”.

2. Falso. Una de las grandes lecciones del Libro de Mormón es que hay cosas por
las cuales vale la pena luchar. A los nefitas no solamente se les permitió sino que se les requirió pelear en defensa de “sus hogares y sus libertades, sus esposas y sus hijos, y todo cuanto poseían; sí, por sus ritos de adoración y su Iglesia” (Alma 43:45).Ellos entendían que el Señor les había mandado “defenderéis a vuestras familias aun hasta la efusión de sangre”(vers. 47). Moroni escribió a sus aparentemente apáticos compatriotas que “salvo que os afanéis por la defensa de vuestro país y de vuestros pequeñitos, la espada de la justicia ya se cierne sobre vosotros; sí, y caerá sobre vosotros y os visitará hasta vuestra completa destrucción” (Alma 60:29). Aun el justo Ammón enseñó que era adecuado luchar en defensa de la propiedad cuando se levantó solo contra aquellos que habían esparcido los rebaños del rey Lamoni, los que habían sido confiados a su cuidado (ver Alma 17:26-39).

3. Falso. La principal razón para que prevalezca la noción de que el Libro de
Mormón defiende al pacifismo como algo más santo que la defensa propia, es el relato
de los conversos lamanitas que se rehusaron a tomar las armas en contra de sus
hermanos. Pero resulta claro que este fue un caso especial y no se Intentó establecer un precedente que todos los demás debían seguir. El mensaje del auto-sacrificio de los conversos lamanitas no es que está mal defenderse, sino que los juramentos son inviolables. En ningún lado está especificado que fueran obligados por el Señor o por los hijos de Mosíah a realizar un juramento de que nunca más tomarían la espada. Parece que la idea provino de ellos mismos, considerando que en su caso, siendo que ellos una vez habían sido asesinos, sería más seguro abandonar la espada que correr el riesgo de volver a las antiguas actitudes y así invalidar su tan difícilmente logrado arrepentimiento. Quizás al igual que un ex-alcohólico no puede siquiera probar un sorbo de bebida, los ex-asesinos no podían nuevamente participar de la guerra y estar seguros de no caer otra vez. O posiblemente consideraban que al ofrecer sus propias vidas podrían ayudar a expiar por las vidas que habían quitado a otros. De cualquier
manera, una vez que voluntariamente habían hecho una promesa de pacifismo, sea
cual fuere la razón, era crucial que no intentaran invalidar su voto. Pero resulta obvio que no tenían escrúpulos en contra de los sistemas defensivos como un principio
general. Si tal hubiera sido el caso, difícilmente se habrían sentido libres de enviar de su substancia para el sostén del ejército nefita o no habrían estado deseosos de enviar a sus hijos, quienes no estaban obligados por el juramento, para que lucharan en su lugar (ver Alma 24:11-19; 53:14-21). En cuanto a estos jóvenes guerreros lamanitas, Helamán se preocupa de destacar que “eran hombres de verdad y cordura, pues se les había enseñado a guardar los mandamientos de Dios y a marchar rectamente anteél”(Alma 53:21). Uno difícilmente esperaría tal puntualización si la joven generación estuviera en realidad alejándose de las elevadas normas de justicia que habían exhibido sus padres.
Evidencia adicional de que el Señor no condena a su gente por defenderse, es el
hecho de que los profetas y los militares del Libro de Mormón, gozaron de la divina
revelación tanto durante como después de sus batallas. De haber estado ellos en seria
transgresión a los mandamientos del Señor durante sus campañas militares, esto
habría resultado Imposible, ya que “el Espíritu del Señor no habita en templos
inmundos” (Helamán 4:214). Helamán reservó su mayor elogio para Moroni, un militar.
A manera de resumen, él escribió:
“Si todos los hombres hubieran sido, y fueran y pudieran siempre ser como Moroni,
he aquí, los poderes mismos del infierno se habrían sacudido para siempre; si el diablo jamás tendría poder sobre el corazón de los hijos de los hombres” (Alma 1i8:l7).

4. Verdadero. Aunque Gedeón era un “hombre justo” (Alma 1:13), cuando las
números huestes de lamanitas amenazaron con la inminente destrucción a la colonia
de Limhi, él imploró al rey Limhi: “Pacifiquemos al rey, y sujetémonos al juramento que le hemos hecho, porque es mejor que estemos en el cautiverio que perder nuestras
vidas; por tanto, demos fin al derramamiento de tanta sangre” (Mosíah 20:22). El
cautiverio resultante probó ser difícil, pero fue corto porque el grupo de Limhi se escapó de los lamanitas y se reunió con sus hermanos en Zarahemla.
Alma tomó una posición similar cuando su pequeña ciudad de Helam fue
descubierta por una ejército lamanita. Siendo que él vio que la defensa ante tales
hordas era inútil, Alma imploró a su pueblo que se entregaran pacíficamente en las
manos de los lamanitas, de los cuales en el debido tiempo, al igual que el grupo de
Limhi, podrían escapar sin usar las armas.
Pero la más común respuesta nefita está ilustrada por Pahorán cuando escribió:
“Nos someteríamos al yugo de la servidumbre si lo precisara la justicia de Dios, o si él nos mandara que lo hiciéramos. Mas he aquí, él no nos manda que nos sujetemos a
nuestros enemigos, sino que pongamos en él nuestra confianza, y él nos librará.” (Alma 61:12-13.)
En este mismo espíritu, los jóvenes guerreros lamanitas de Helamán fueron
elogiados por pensar más en “la libertad de sus padres que sus propias vidas” (Alma
56:47). Y cuando Giddiani, el líder de Gadiantón, exigió que los nefitas se rindieran, el registro habla en términos elogiosos del gobernador, Laconeo, quien “era un hombrejusto, y no se amedrentó por las amenazas y demandas de un ladrón” (3 Nefi 3:12) sino que en cambio preparó a su pueblo en forma tanto militar como espiritual para el inevitable conflicto.
En resumen, el Libro de Mormón deja claro que la revelación divina es necesaria a
fin de conocer qué curso tomar en una determinada crisis. No solamente puede el
Señor mandar en una situación que se pelee y en otra aconsejar les que huyan (ver
Alma 48:15), sino aún bajo otras circunstancias puede impulsarles a someterse a una
esclavitud temporal y esperar la ayuda divina para escapar.

5. Falso. Los profetas del Libro de Mormón fácilmente hubieran estado de acuerdo
con los signatarios de la Declaración de Independencia en que la revolución no debe
usarse por motivos leves o pasajeros, ni excluían las insurrecciones, divinamente
aprobadas, en contra de los corruptos líderes, cuando habían fracasado otros métodos
más suaves para hacer justicia. La revuelta en contra del Rey Noé es un buen ejemplo
de tal caso. Gedeón está claramente representado como un héroe en sus esfuerzos
por asesinar a Noé en lo alto de la torre. Cuando un masivo levantamiento popular
finalmente logró lo que Gedeón había intentado, nadie derramó lágrimas por el rey
muerto, incluyendo al inspirado historiador que volvió a relatar el evento.
Moroni tomó una posición similar con respecto a los desleales oficiales públicos en
Zarahemla. No existe mayor ejemplo de patriotismo en todo el Libro de Mormón que el
de Moroni, pero el comandante nefita no igualó la lealtad hacia el país con la lealtad a sus líderes a menos que esos líderes tuvieran en sus corazones el mejor interés por el país. Cuando la corrupción interna y la ambición personal provocaron que fracasara el esfuerzo guerrero, Moroni citó la amonestación del Señor de que “lo interior del vaso se ha de limpiar primero, y entonces lo exterior se limpiará también” (Alma 60:23). En su segunda epístola a Pahorán, Moroni dice a su superior: “He aquí, el Señor me dice: Silos que habéis nombrado gobernadores no se arrepienten de sus pecados e iniquidades, iréis a la batalla contra ellos” (Alma 60:33).
La Revolución americana es otro ejemplo de un levantamiento divinamente
apoyado. Como Nefi lo había visto en visión, el poder de Dios estaba con los colonos y la ira de Dios estaba sobre “las madres patrias de los gentiles” aun cuando los rebeldespodían haber evitado el derramamiento de sangre de haber continuado sufriendo en silencio la opresión del Rey Jorge III (ver 1 Nefi 13:17-18).

6. Falso. Moroni y otros comandantes nefitas comprendían que existían reglas de
juego que debían ser honradas, aun en la guerra, si habían de recibir las bendiciones del Señor. Se debía llegar a la lucha con renuencia no con vehemencia. (Ver Mosíah 29:40; Alma 48:11, 23.) Los contrarios debían ser tomados prisioneros, en lo posible, más bien que muertos. El matar soldados enemigos si estaban bebidos era visto comouna grave injusticia. (Ver Alma 55:19.) Los prisioneros de guerra debían ser alimentados y protegidos y retenidos solamente el tiempo que fuera necesario para asegurar la seguridad de la nación. Tan pronto como una guerra hubiera finalizado, el ejército vencido y todos los prisioneros previamente capturados debían recibir el permiso para regresar a su país, aparentemente sin que se les impusieran condiciones. (Ver Alma 55:27; 57:15; Helamán 1:33.) Los prisioneros que demostraran un interés en entrar en un convenio de paz deberían ser liberados más pronto (ver Alma 62:16-17).
Un notable ejemplo de la benevolencia nefita es el breve conflicto con el jefe
lamanita Zerahemna. Una vez que Moroni y Lehi hubieron rodeado a las tropas de
Zerahemna y hubieron detenido su terror, Moroni ordenó a sus hombres que detuvieran
el derramamiento de sangre. Entonces extendió una oferta de paz a Zerahemna,
proponiéndole que él y sus hombres quedaran libres si entregaban sus armas y hacían
convenio de nunca ir nuevamente a la guerra contra los nefitas. Zerahemna aceptó la
primera condición, pero tercamente rechazó la segunda. Estaba deseoso de entregar
sus armas, y también sus tropas, pero se rehusó a hacer un juramento que
posteriormente había de quebrar. Pero Moroni estaba igualmente determinado a no
dejar ir a los cautivos sin que hicieran tal juramento. Más bien que aprovechar de la
desventaja de que ahora el ejército lamanita estaba desarmado, les devolvió sus armas y propuso continuar la contienda hasta su más amargo fin. Durante la lucha renovada Zerahemna perdió su cuero cabelludo. La superioridad militar de los nefitas pronto cobró sus víctimas. Después de mucho derramamiento de sangre, hasta Zerahemna
llegó a comprender lo desesperado de la situación y finalmente aceptó las condiciones de Moroni. Después de entregar sus armas y aceptar el convenio de no agresión, los guerreros lamanitas pudieron partir hacia el desierto, sin que se les infligieran mayores castigos o se les exigiera cualquier reparación. (Ver Alma 43:44.)

7. Falso. En una ocasión cuando la amenaza de la banda de Gadiantón era tan
grande que se hizo necesario reunir a toda la nación nefita en un lugar fortificado para que tuvieran seguridad, existía el apoyo popular para la Idea de realizar un ataque preventivo contra los ladrones. Pero Gidgiddoni, el inspirado líder nefita, replicó: “No lo permita el Señor; porque si marchásemos contra ellos, el Señor nos
entregarla en sus manos; por consiguiente, nos prepararemos en el centro de nuestras
tierras y reuniremos a todos nuestros ejércitos; y no saldremos en contra de ellos, sino esperaremos hasta que vengan contra nosotros; por tanto, vive el Señor, que si así lo hacemos, él los entregará en nuestras manos.” (3 Nefi 3:21.)
Solamente en los días de Mormón, cuando todos, con excepción de un puñado de
nefitas, se habían vuelto enteramente en contra de los mandamientos del Señor, fue
que los nefitas se entregaron a una guerra ofensiva.

8. Falso. Cuando los nefitas tomaron la ofensiva, alardeando de su propia fortaleza y buscando la venganza sobre los lamanitas, “Mormón (se negó) por completo a ser el comandante” (Mormón 3:11). Los nefitas siguieron adelante con sus medidas
agresivas, y “empezaron a ser destruidos” (Mormón 4:4). Pronto comenzaron a ser
derrotados y nunca más volvieron a tener poder sobre los lamanitas “sino que
empezaron a desaparecer delante de ellos, así como el rocío delante del sol” (Mormón
4:18). Por necesidad estaban ahora los nefitas embarcados en una guerra defensiva, y
Mormón podía, y así lo quiso, reasumir el mando de sus ejércitos, aunque no tenía
esperanza debido a la continuada Iniquidad de su pueblo (ver Mormón 5:1-2).

9. Falso. Tanto a nivel individual como nacional, el pueblo del Señor debe ejercitar gran paciencia y refrenarse ante las provocaciones. Siempre que un enemigo se arrepienta y pida perdón después de cada ofensa, deben perdonarle setenta veces
siete. Aun cuando no se arrepienta, se espera que le perdonen con liberalidad las
primeras tres veces que actúe en contra de ellos. La ley del Señor a los antiguos fue que su pueblo no debería “salir a la batalla” contra cualquier nación si no fuera por mandamiento divino, mandamiento que normalmente vendría solamente después de haber soportado pacientemente tres ataques, cuando fuera inminente un cuarto ataque(ver DyC 98:33-45). Resulta claro que esta “ley de la tercera ofensa” estaba destinadaa evitar solamente las guerras ofensivas o de venganza (ver DyC 98:37), no una defensa normal. Si se hubiera requerido que el pueblo del Señor se sometiera
pasivamente a un ataque armado en tres distintas ocasiones antes de que pudieran
levantar un brazo en su propia defensa, entonces poca oportunidad hubiera habida
para una tercera ofensa, ya que el agresor fácilmente podría haber completado su obra de destrucción en la primera batalla. En una ocasión, reconociendo esto, los ejércitos nefitas se prepararon para tender una emboscada al ejército lamanita que se aproximaba, aun cuando todavía no se había derramado sangre de ninguno de los dos
bandos (ver Alma 43:1-35).

10. Falso. Aunque parecería que los líderes nefitas justos, tales como Moroni,
generalmente se rehusaban a matar a soldados lamanitas comunes cuando estaban
bebidos (ver Alma 55:19), no siempre tenían la misma duda para ejecutar a agresivos
líderes lamanitas, a los que consideraban como responsables por la guerra, aunque
esos líderes estuvieran dormidos. No hallamos palabras de condenación para
Teáncum, quien dos veces asesinó a comandantes lamanitas que estaban dormidos,
perdiendo su propia vida durante esa segunda acción. En su lugar, Helamán encomia a
Teáncum como “un hombre que había luchado valerosamente por su patria, sí, un
verdadero amigo de la libertad” (Alma 51:34; ver también 62:36-37).

11. Falso. Siendo que los nefitas no tenían aspiraciones ofensivas, “no
consideraban pecado” el defender sus tierras, libertad e iglesia por medio de la
estratagema. Con regularidad enviaban espías, empleaban señuelos y armaban
trampas, según las circunstancias lo permitieran. (Ver Alma 43:23-34; 52:21); 56:30;62:20.)

12. Verdadero. Los nefitas solían libertar a los soldados enemigos, de toda
categoría, luego de una guerra, permitiéndoles que “abandonaran el país en paz”
(Helamán 1:33; ver también Alma 44:20: 62:15-17). Capturados los ladrones de
Gadiantón, fueron encarcelados temporariamente en un intento de reformarlos.
Aquellos que estuvieran dispuestos a arrepentirse y hacer convenio de no matar más,
eran liberados. Pero Zemnaríah, su caudillo, fue tomado “y lo colgaron de un árbol”,
aparentemente sin haber hecho esfuerzos para rehabilitarlo (3 Nefi 4:28),
Evidentemente los nefitas distinguían entre aquellos que al pelear eran simples
seguidores de órdenes, de aquellos que producían las órdenes. Así como los asesinos
a nivel individual eran merecedores de la muerte, también aquellos que fomentaban los conflictos armados a nivel internacional.

13. Verdadero. Helamán nos dice: “Y les pesaba tener que tomar las armas en
contra de los lamanitas, porque no se deleitaban en la efusión de sangre; si, y no sólo eso, sino que los afligía ser ellos el medio por el cual tantos de sus hermanos serían enviados de este mundo a un mundo eterno, sin estar preparados para presentarse ante su Dios. Sin embargo, no podían permitirse entregar sus vidas para que sus esposas e hijos fueran destrozados.” (Alma 48:23-24)

14. Falso. En ocasiones los cuerpos de voluntarios no eran suficientes, como
cuando Moroni marchó por el país con su bandera desplegada invitando a todos
aquellos que tuvieran el deseo de luchar en defensa de sus familias, libertad y religión, para que unieran a la causa (ver Alma 46:11-21). Pero Moroni reconoció que bajo otras circunstancias podía ser necesario utilizar medidas más firmes. Por ejemplo, cuando un gran número de realistas se rehusaron a ayudar voluntariamente en los esfuerzos para detener a los lamanitas, Moroni no solamente les impidió dar ayuda y aliento al enemigo sino que en realidad los obligó a “izar el estandarte sobre sus torres, y en sus ciudades, y a tomar las armas en defensa de su país” (Alma 51:20). E) lograr voluntarios era aparentemente el ideal, pero los líderes nefitas eran lo suficientemente pragmáticos como para comprender que la reducción temporaria de libertad de unos pocos conscriptos era preferible a la derrota y subyugación de una nación entera.

15. Falso. Algunos que se rehusaron a luchar en la causa nefita fueron ejecutados;
no eran pacifistas sino que eran “disidentes” que estaban activa mente sosteniendo al
enemigo (ver Alma 51:15-19; 62:9-10). Sin embargo, los legítimos impugnadores, los que realmente lo consideraban contrario a sus principios, eran no sólo tolerados sino que también se les animaba a que se mantuvieran firmes en sus compromisos (ver
Alma 53:11-15).

16.Verdadero. Moroni, por ejemplo, fue “nombrado por los jueces superiores y la
voz del pueblo” (Alma 46:34), así como el “pueblo de Nefi” posteriormente llamó a
Mormón (ver Mormón 2:1). Parece probable que el papel del pueblo haya sido sostener
más bien que nominar, tal como es el caso en los llamamientos eclesiásticos en la
Iglesia hoy en día.

17.Verdadero. Los nefitas reconocían que la fe sin obras era no solamente muerta,
sino que también resultaba potencialmente mortal. “¿Suponéis que el Señor aún nos
librará mientras nosotros nos sentamos sobre nuestros tronos sin hacer uso de los
medios que el Señor ha dispuesto para nosotros?” preguntó Moroni (Alma 60:21).
Desde el tiempo en que Nefi usó la espada de Labán como modelo para hacer más
espadas, los nefitas hicieron énfasis en la necesidad de la producción de armas y en
una buena estrategia militar, si es que esperaban ganar ante un adversario
numéricamente superior. La mezcla de preparación militar con la confianza en la ayuda
divina está bien ilustrada en Jarom 1:7-9 cuando se dan las dos como razones de la
victoria nefita.

18.Falso. Toda vez que los nefitas eran justos y estaban bien preparados, infligían
más pérdidas militares que las que recibían (ver Mosíah 9:18-19; Alma 2:19; 49:23-24;
57:25). Y en algunas ocasiones la ayuda del Señor pudo ser bien evidente y dramática.
En el encuentro entre los nefitas y las fuerzas de Zerahemna, “en la misma hora en que oraron al Señor por su libertad, los lamanitas empezaron a huir delante de ellos” (Alma 43:50). Más de una vez el Señor reveló en detalle la ubicación, ruta y lugar de destino del ejército lamanita, junto a las instrucciones específicas de cómo contrarrestar sus designios (ver Alma 16:5-6; 43:24). Los nefitas plenamente confiaban en que si eran dignos ante Dios, “él los prosperaría en la tierra; sí, los amonestaría a huir o a prepararse para la guerra, según el peligro en que se vieran; y también que Dios les manifestaría a dónde deberían ir para defenderse de sus enemigos” (Alma 48:15-16).
Brevemente se nos dice que “aquellos que fueron fieles en guardar los mandamientos
del Señor fueron librados en toda ocasión, mientras que millares de sus hermanos
inicuos han sido consignados a la esclavitud, o a perecer por la espada, o a degenerar en la incredulidad y mezclarse con los lamanitas” (Alma 50:22). No hay duda que hubo ocasiones en que la mano del Señor fue menos visible, pero sería una seria exageración decir que su ayuda estaba confinada al ámbito espiritual o que era “tan gradual como para resultar casi imperceptible”.

19.Verdadero. Ver Alma 16:5-6 y Alma 43:24.

20.Verdadero. Ver Mosíah 29:26-27.

21.Verdadero. Amulek dijo al pueblo de Ammoníah que “si no fuera por las
oraciones de los justos, que actualmente hay sobre la tierra, ahora mismo seríais
visitados con una destrucción completa” (Alma 10:22). Desechando el consejo de
Amulek los del pueblo de Ammoníah arrojaron fuera a los justos y pronto fueron
aniquilados por los lamanitas. Tanto Helamán como Samuel declararon que los nefitas
de su época habían sido librados por causa de una justa minoría (ver Alma 62:140;
Helamán 13:13). No hasta que llegó el tiempo en que “todo corazón se endureció”
(Mormón 14:11) fue que el Señor permitió la destrucción de toda la nación nefita.

22.Verdadero. Siendo que los capitanes en jefe nefitas típicamente conducían a sus
tropas en lugar de mandarlas a la batalla, era importante que estuvieran en condiciones
de sostener un combate mano a mano. Moroni fue escogido a la edad de veinticinco
años y estaba listo para retirarse catorce años más tarde. El hijo de Moroni y su
sucesor, Moroníah no debe haber sido más que un joven en el tiempo en que fue
nombrado, aunque el registro guarda silencio respecto a su edad exacta. Quizás el más espectacular de todos es Mormón, quien fue nombrado a la edad de quince años para
conducir a todo el ejército nefita. El registra, “a pesar de mi juventud, yo era de grande estatura; por tanto, el pueblo de Nefi me nombró para que fuese su caudillo” (Mormón 2:1). Además se nos dice que “era costumbre entre todos los nefitas escoger como capitanes en jefe,(salvo en sus épocas de perversidad)a alguno que tuviese el espíritu de revelación y también de profecía” (3 Nefi 3:19). Es posible que aún en las épocas de iniquidad generalizada, los nefitas apreciaran además de las proezas físicas, el hecho de que la calificación espiritual de Mormón le agregaba la destreza militar.

23.Verdadero. Cuando estaban unidos y eran dignos, los nefitas tenían poco
problema en lidiar con sus adversarios extranjeros, pero cuando las disensiones, la
deslealtad y la iniquidad se extendía por sus propias filas, se veían en gran peligro y algunas veces sufrían grandes pérdidas (ver Alma 53:9; Helamán 1:15-20; 4:11-13). Se nos dice que “han sido sus riñas y sus contenciones, sí, sus asesinatos y sus robos, su idolatría, sus fornicaciones y sus abominaciones que había entre ellos, lo que les trajo sus guerras y sus destrucciones” (Alma 50:21). Moroni también enseñó que no fue la agresión lamanita sino las combinaciones secretas entre los nefitas la razón poderosa que ocasionó la caída de su pueblo (ver Éter 8:21).

24. Verdadero. Aunque en sus épocas de justicia los nefitas como nación teníanmejor desempeño que los lamanitas en las batallas, casi siempre sufrían por lo menos algunas bajas. Moroni con énfasis negó que aquellos que hubieran muerto en defensa de sus tierras y libertad fueran menos dignos que sus compañeros. El escribió: “el Señor permite que los justos sean muertos para que su justicia y juicios puedan sobrevenir a los malos” (Alma 60:13).

25.Verdadero. “Ni uno solo de ellos había perecido; si, y no hubo entre ellos uno
solo que no hubiese recibido muchas heridas.” (Alma 57:25.) Aunque esta puede ser
considerada una pregunta con trampa, destaca que los jóvenes guerreros lamanitas
estaban lejos de quedar ilesos.

26.Falso. Los profetas del Libro de Mormón aborrecían la guerra, aunque
reconocían la necesidad de defender la propia familia, la libertad y la religión cuando eran atacadas. No obstante, el registro deja claro que la guerra sí tenía el efecto de ablandar los corazones de algunos y hacerlos más receptivos al Señor. Por otro lado, había otros que eran endurecidos por las experiencias del conflicto y se volvían aún menos dóciles que antes a la guía del Señor. (Ver Alma 62:41)

27.Verdadero. Por extraño que parezca, “jamás hubo época más dichosa entre el
pueb1o de Nefi que durante el breve periodo de calma en su conflicto de dieciséis años con los lamanitas, aun cuando Amalickíah recientemente había jurado beber la sangrede Moroni, y sus tropas continuaban sus preparativos para otro ataque contra el pueblo de Nefi (Alma 50:23). Resulta claro que los profetas nefitas veían a la felicidad como una función de la rectitud interior más bien que como resultado de las condiciones externas.

28.Falso. Durante el mismo sublime período mencionado anteriormente, el registro
declara que “hubo paz continua entre ellos”, no obstante la amenaza de los lamanitas ylos preparativos que continuaban de ambos bandos (Alma 49:30). La paz interior en
tiempos de guerra a veces incluye la inspirada seguridad de que el Señor protegerá a
los justos en una crisis particular. Helamán registró: “Sí, y sucedió que el Señor nuestro Dios nos consoló con la seguridad de que nos libraría; sí, de tal modo que habló paz a nuestras almas, y nos concedió una gran fe, e hizo que en él pusiéramos la esperanza de nuestra liberación” (Alma 58:11).

29.Verdadero. Pahorán utiliza esas mismas palabras en Alma 61:15.

30.Verdadero. Moroni lo dice mejor: “He aquí, ésta es una tierra escogida, y la
nación que la posea se verá libre de la esclavitud, y del cautiverio, y de todas las otras naciones debajo del cielo, si tan solo sirve al Dios de la tierra, que es Jesucristo” (Éter 2:12). De hecho, la verdadera razón para que saliera a luz el Libro de Mormón, según dice Moroni para sus lectores gentiles de los últimos días, fue “para que conozcáis los decretos de Dios, para que podáis arrepentiros y no continuar en vuestras iniquidades hasta llegar al colmo, para que no hagáis venir sobre vosotros la plenitud de la ira de Dios, como lo han hecho hasta aquí los habitantes de la tierra” (Éter 2:11).

www.bibliotecasud.blogspot.com

08 septiembre 2008

Uso Primitivo de Planchas

POR JOHN A. WIDTSOE Y FRANKLIN S. HARRIS, TR.




Las menciones sobre el uso de planchas de metal u otras substancias para la confección de anales, no son desconocidas en la historia escrita. Informaciones importantes; tratados, conocimiento sagrado e historia, fueron preservados por los antiguos en pergaminos, madera,arcilla y piedra; pero, en países de muchas lluvias o frecuentes cambios de temperatura, los grandes pensamientos y acontecimientos fueron preservados en algo más durable —planchas de metal.

En el Museo Británico hay veinticinco planchas de plata de 18. por 2 pulgadas aproximadamente, encuadernadas con tiras de cuero; un manuscrito Pali el cual está hermosamente grabado con caracteres Singaleses, y, de acuerdo a leyendas, es el primer sermón predicado por Buda en Henares, India, También está en exposición, contigua a las planchas de plata, una plancha de oro muy delgada de 2x91/2 pulgadas, estando grabada en ambas caras en caracteres Javaneses, probablemente una carta de uno de los príncipes nativos.

En el Museo Evkaf, de Estambul, Turquía, hay algunas, planchas de plata de poco más o menos una pulgada de grueso por 41/2 por 3 pulgadas," en las cuales están grabadas partes del Corán, en escritura muy hermosa. (Número del Museo 1440.)

Cerca del año 1254 A. C, después de una larga guerra entre los Hititas, cuya tierra estaba al Norte de Palestina, y los Egipcios, fué celebrado un tratado entre Ramses II de Egipto y Khattusil, rey de los Hititas, Una traducción de la copia egipcia de este tratado, empieza así: "Esta es una copia del contenido de la plancha de plata que el gran Rey de los Hititas, Khattusil, ha ordenado hacer la cual fué presentada al Faraón por la mano de su embajador Tal-tesub y su embajador Re-mes, proponiendo amistad al rey Ramessu-Miamun (Ramses II)". (A. H. Sayce, Los Hititas, 1925, pág. 41.)

Esto no era una cosa rara en aquel tiempo de acuerdo con Sayce, famoso escolar,
"Podemos inferir que el material de escritura más antiguo de los Hititas, consistía. en planchas de metal, en cuyas superficies los caracteres eran grabados desde el reverso". (Saycc, Los Hititas, pág. 170).

"Los reyes de Egipto empleaban planchas de plata y oro, grabadas para rendir homenajes a sus dioses". (Seck; Desde las pirámides hasta Pablo, pág 224),
Ramses II dice: ' He hecho para ti grandes planchas de oro repujadas y grabadas con el nombre de vuestra majestad, portadoras de mi reconocimiento. He hecho para ti grandes planchas de plata repujadas, grabadas con las herramientas del grabador, llevando los decretos y las invenciones, de las casas y templos que he hecho en Egipto", (Breasted, Registros Antiguos, párrafo 202).
Desde tiempo inmemorial los documentos legales en general, lo mismo que los tratados
han sido inscriptos en planchas metálicas, tales como el bronce. Polibio menciona (III, 28) que los tratados entre Roma y Cartago escritos en planchas, estaban aun en su época preservados en Roma. (Biblia de Cambridge, nota en I Macabeos 8: 22).

Las crónicas griegas más antiguas son inscripciones esculpidas en piedras o grabadas en superficies metálicas; y los tratados entre estados griegos eran frecuentemente grabados en bronce y adheridos a las paredes de los templos. (Enciclopedia Chambers, 1927, vol. 10, pág. 755-756). Tales planchas de bronce se encuentran ahora en el Museo Nacional de Atenas.

Pero, las más interesantes de todas las referencias a anales e inscripciones en metal, están en la Historia Hebrea. "Hicieron asimismo la plancha de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella de grabadura de sello, el rótulo, "'SANTIDAD A JEHO-VÁ" (Exodo 9:30). "El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro, y con punta de diamante: esculpido está en la tabla de su corazón''. (Jeremías 17:1). Refiriéndose a estos dos pasajes el élder J. J. Sjodahl, finaliza: "Esto prueba, fuera de duda, que los israelitas estaban familiarizados con las planchas grabadas, porque de otra manera las palabras del Profeta habrían sido ininteligibles para ellos". (Introducción al estudio del Libro de Mormón, página 46). Isaías, al registrar instrucciones que el Señor le diera, dice: "El Señor me dijo: Tómate una plancha grande y escribe en ella en fáciles y legibles caracteres. Date prisa a quitar despojos, apresúrate a la presa. Toma testigos fieles para justificar el escrito, a Urías, el Sacerdote y a Zacarías, hijo de Jerebechias". (8: 12; traducción de Smith y Goodspeed). Sobre este pasaje el Dr, Adam Clarke, en su "Comentario", dice: "Yo tengo un espejo metálico encontrado en Herculano, el cual no tiene más de tres pulgadas cuadradas. El Profeta es mandado tomar un espejo, o chapa de bronce pulida, no
iguales a esos pequeños espejos de mamo, sino uno grande, lo suficientemente grande para poder grabaren él en profundos y perdurables caracteres.., con herramientas de grabador, las profecías que tenía que comunicar".

En el libro apócrifo: Macabeos 8: 22, dice : "Y éste es el rescripto que hicieron grabar en tablas de bronce, y enviaron a Jerusalem para que lo tuviesen allí como un monumento de alianza y paz". Más adelante, en el capítulo 14, versos 16 al 18, está inscripto que los espartanos escribieron a Simón, en planchas de bronce, para renovar la amistad que ellos tuvieron con judas y Jonatán sus hermanos.

Ricardo Watson en su Diccionario Bíblico y Teológico, en el artículo sobre escritura,
dice: "Los hebreos adelantaron tanto como para escribir sus libros sagrados en oro, como podemos verlo en Josefo comparado con Plinio". De acuerdo con Juan Kitto, también fueron usadas planchas de piorno. (Enciclopedia de Litératura Bíblica, art. Plomo).
El litigio que también debía encontrarse en el Nuevo Mundo, escrito en planchas, está
apoyado por evidencias, mayormente disponibles desde la publicación del Libro de Mormón.

En el Nuevo Mundo se han usado varios metales como material para escritura. A menudo ha sido usado cobre puro o mezclado con otros metales. Recientemente fueron encontradas plan-chas de cobre; en "el Estado de Georgia por el Dr. Moorhead. (Improvement Era 30:531).

Ensu libro sobre "La historia de los indios norteamericanos", Adair había de cinco planchas de cobre y dos de bronce entre los indios Tuccabatchey. Old Bracket, un indio, dió la siguiente descripción de ellas: "La forma de las cinco planchas de cobre: una es de un pie y medio de largo por siete pulgadas de ancho; las otras cuatro son más cortas y estrechas. La figura de las dos planchas de bronce es circular, cerca de un pie y medio en diámetro". (Improvement Era 30:531), Estos registros, de acuerdo con la tradición, "les fueron dados a ellos por el hombre llamado Dios". (Roberts, 3:64, 65). Las planchas del Libro de Mormón eran de oro. El oro se encontraba en abundancia en la América antigua, especialmente en las civilizaciones grandemente desarrolladas de México y Perú, En efecto, el Inca de Perú compró su rescate a los españoles lle-nando de oro un salón de 17 por 22 pies, hasta una altura de 9 pies. El valor de este oro fué calculado en 3.500.000 libras esterlinas. (Prescott, Conquista del Perú, páginas 205, 221.) Moctezuma, el gobernante nativo de México, al tiempo de la llegada de los españoles, comía de "una fuente de oro primorosamente trabajada; tan grande como un escudo".

Marshall H. Saville en su libro, El arte joyero en el México antiguo, habla de la buena calidad de la mano de obra del trabajo en oro y menciona muchos de los artículos de oro que han sido encontrados, incluyendo varias referencias sobre planchas de oro (pág. 44, 115, etc.)- Como un ejemplo de la excelencia del arte y artesanía en metal de los indios, los Chimúes del Perú, son especialmente destacados. Eran expertos en el repujado, fundición, soldadura, plateado, estampado, etc. A. Hyatt Verrill, dice: "Ellos trabajaron grandes vasos de oro puro y tambien de oro mezclado con plata y cobre, objetos de gran belleza magníficamente
cincelados, estampados, grabados y calados". (Bajo Cielos Peruanos, pág. 27).
Tal habilidad permitió a los antiguos americanos trabajar planchas delgadas de oro
adecuadas para grabar caracteres en ellas, cuya calidad es atestiguada por Rivero y Tschudi. quienes dijeron: "Los jeroglíficos de los mexicanos eran muy claros y grabados en piedra o metal". (Tschudi, pág. 105).


Durante el curso de una excavación para una cisterna cerca de Cincinati, Ohío, en 1847, fué descubierta una plancha de oro de tres o cuatro pulgadas de largo, tres cuartos de pulgada de grueso con los bordes festoneados. Encima de ésta estaba montada otra plancha del mismo material sujetada por dos pernos que atravesaban a ambas. Esta última plancha estaba llena de caracteres antiguos en relieve bonitamente grabados en la superficie; exhibiendo una
magnífica mano de obra. La plancha fué examinada por el Dr. Wise, un erudito Rabino de la Sinagoga Judía en Cincinati, editor del diario hebreo, quien declaró que los caracteres eran, en su mayoría, en idioma egipcio antiguo. (Millennial Star, vol. 19, página 103, facsímil de la plancha en pág. 632).

El Padre Gay menciona (Historia de Oaxaca, vol. 1, cap. 4, página 62) que los indios
mexicanos "vendieron a algunos anticuarios europeos, planchas de oro muy delgadas,
trabajadas evidentemente a martillo, y que sus antecesores habían preservado, en las cuales habían grabado jeroglíficos antiguos". (Saville, El arte joyero en el México antiguo, 1920, pág. 175).

"Sus tumbas (indios de Colombia) contenían planchas de oro y ladrillos de tierra
(arcilla) con varios caracteres curiosos, los cuales probablemente, entre ellos tendrían significado convencional". (Geografía y compendio histórico del Estado de Antioquia en Columbia, Paris, 1885, pag. 517) Aunque muchos de los artículos de oro han encontrado su destino en el crisol, hay aun algunos que han sido preservados hasta nuestros días, como por ejemplo, en el museo Fieíd de Chicago, y museo Británico, en Londres. El élder Melvin J. Ballard describe así, algunas de las planchas que él vió: "El élder Pratt y yo vimos en Un museo en Lima, Perú, una pila de planchas de oro casi idénticas a la medida de las hojas del Libro de Mormón,
aproximadamente ocho pulgadas de largo por siete de ancho, tan finas como el papel. Toda la pila tenía cerca de una pulgada de grueso, sin nada en ambos lados, sino justamente planchas de oro preparadas para un trabajo tal como las planchas del Libro de Mormón". (Deseret News, abril 30, 1932).
2. Peso de las Planchas.

Las planchas sobre las cuales fué grabado el Libro de Mormón eran de oro y han sido
descritas como de seis pulgadas de ancho por ocho pulgadas de largo y seis pulgadas de espesor aproximadamente. Un cubo de oro sólido de esa medida, siendo de oro puro, pesaría doscientas libras (90 Kgs. 720 gr.), lo cual sería algo pesado para ser nevado por un hombre, aunque fuera del tipo atlético de José Smith. Esto ha s:do usado como una evidencia en contra del Libro de Mormón, dado que es sabido que en varias ocasiones el Profeta llevaba las planchas consigo. Es improbable, sin embargo, que las planchas fueran de oro puro.

Ellas habrían sido muy blandas y con peligro de ser retorcidas o destruidas. Para el
propósito de confeccionar registros, las planchas de oro mezcladas con cierta cantidad de cobre serían mejores, porque tales planchas serían más firmes, más durables y, generalmente, más adaptables a la obra en cuestión. Si las planchas hubieran sido de oro de ocho kilates, el cual es el más frecuentemente usado en nuestros tiempos en joyería, y tomando en cuenta un diez por ciento de espacio entre las láminas, el peso total no sería mayor de 117 libras (53 kilos 71 gramos), peso que fácilmente podría ser llevado por un hombre fuerte como José Smith. El élder J. M. Sjodahl, basando sus conclusiones en un experimento con monedas de oro, llega a la determinación de que las planchas pesaban menos de 100 libras (45 kilos 360 gramos), Él peso probable de las planchas aparece también como evidencia de la veracidad del Libro de Mormón.
3. Capacidad de las Planchas. A primera vista, "uno que desconozca el asunto, pone en duda la posibilidad de escribir 522 páginas (479 en la versión en castellano) del Libro de Mormón en una serie de planchas de oro de un espesor aproximado de dos pulgadas (un tercio de todo el volumen de planchas).Este asunto ha sido investigado a fondo y las afirmaciones de José Smith probadas como verdaderas.

"La cuestión ante nosotros es: ¿Podía un tercio (dos tercios estaban sellados) de un
volumen de hojas de metal de seis por ocho por seis pulgadas (según José Smith, u ocho por siete por cuatro pulgadas (según Martín Harris), u ocho por siete por seis pulgadas (según Orson Pratt) contener un número suficiente de planchas, cada una del espesor del pergamino u hojalata, para dar el espacio necesario para el texto íntegro del Libro de Mormón? Siendo así,¿qué se puede decir en cuanto a su inmenso peso?' Sobre "una hoja de papel, de ocho por siete pulgadas ha sido escrita una traducción hebrea de catorce páginas del texto americano (en inglés) del Libro de Mormón en letras hebreas modernas de uso común... Está demostrado en esta hoja dé papel que, el texto íntegro del Libro de Mormón, como lo tienen los lectores americanos, puede haber sido escrito en hebreo en cuarenta páguias y tres séptimas, veintiuna planchas en total. (Sjodahl, Introducción al Estudio del Libro de Mormón, pág. 39). Si hubiesen usado caracteres fenicios —los caracteres conocidos por Lehi y suscontemporáneos— y concediendo para la pérdida de una parte del primer manuscrito, senecesitarían cerca de cuarenta y cinco planchas. "El señor Lamb admite cincuenta planchas por pulgada, o doscientas planchas por cuatro pulgadas (el número menor). Sólo fué traducidoun tercio, es decir, sesenta y cinco planchas y una fracción. Pero nosotros hemos demostradoque el libro íntegro, incluyendo las páginas perdidas, pudo haber sido escrito en cuarenta ycinco planchas; Si concedernos sesenta y seis, o aun cincuenta, tenemos amplio espacio para un texto grabado en caracteres grandes y legibles". (Sjodahí, páginas 42-43),

www.bibliotecasud.blogspot.com

04 septiembre 2008

El Inframundo Maya



por
Alvaro Figueroa

Hace un tiempo había leído un comentario de Jeff Lindsay sobre la conversación que tuvo Ammon con el rey Lamoni, el intentaba enseñarle sobre Dios a este lamanita y Lamoni le hace una pregunta que no tiene lógica, al principio no comprendí bien este comentario, pero luego un día viendo un reportaje del Discovery Channel sobre el mundo Maya pude comprenderlo cabalmente.

Primero voy a citar los versículos para que comprendan a que me refiero

Alma 18:
28 Y dijo Ammón: Este es Dios. Y dijo de nuevo Ammón: ¿Crees que este Gran Espíritu, que es Dios, creó todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra?

29 Y él dijo: Sí, creo que ha creado todas las cosas que hay sobre la tierra; mas no sé de los cielos.

30 Y le dijo Ammón: El cielo es un lugar donde moran Dios y todos sus santos ángeles.

31 Y el rey Lamoni dijo: ¿Está por encima de la tierra?

32 Y dijo Ammón: Sí, y su mirada está sobre todos los hijos de los hombres; y conoce todos los pensamientos e intenciones del corazón; porque por su mano todos fueron creados desde el principio.


¿Que podemos deducir de esta conversación? ¿Por que Lamoni hace la pregunta si el cielo esta por encima de la tierra? ¿No es esta una pregunta un poco ilógica?

Imaginemos prácticamente cualquier cultura en diferentes épocas, si nosotros les estuviéramos enseñando que Dios mora en el Cielo, lo lógico y normal es que esta persona inmediatamente asociara el cielo donde se encuentra el sol, la luna, las estrellas, las nubes, lo mas alto de las montañas, donde vuelan los pájaros o cualquier otro indicio que indicara altura y de todas maneras sobre la tierra, esto es lo que pensaría usted, un Chino, Japonés, Israelita, Egipcio etc. Y jamás realizaría una pregunta así.

Pero el tema clave es ¿por que el rey Lamoni le pregunta si el Cielo esta por encima de la Tierra? Ya que realmente es una pregunta absurda, pero ¿era realmente absurda para Lamoni?

Investiguemos un poco, esta situación ocurrió aproximadamente en el año 90 A.C., si reconocemos la geografía del libro de Mormón, como Mesoamericana, damos por echo que quienes convivían a diario con los Nefitas o Lamanitas era el Pueblo Maya ya que estos se desarrollaron entre los años 1000 A.C. y el 1600 d.C. conocidos como los periodos preclásicos hasta el posclásico, por lo tanto Ammon se encontraba enseñando a un rey que claramente tenia una influencia cultural de origen Maya.

¿ Pero en que creía esta cultura que le hizo realizar una pregunta de esta naturaleza a Lamoni? ¿Cual era su conocimiento sobre la morada de Dios? veamos.

Específicamente en el año 300 A.C. en el preclásico tardío es cuando la índole religiosa maya esta mas afectada, con la construcción de mayores ciudades y centros religiosos, es aquí donde el Inframundo(mundo subterraneo) toma un carácter dominante en la adoración maya y es de suma importancia para ellos, este lugar se encontraba en el interior de la Tierra, Creen en el Padre de la Tierra, quien vive en cuevas y cenotes, controla las lluvias y produce rayos y truenos, también consideran “La Ceiba”, el árbol sagrado de los mayas y le tienen como objeto de culto, los nativos acostumbraban celebrar sus ritos bajo su follaje, sus raíces dividen el mundo inferior, donde moran los espíritus, además determina los rumbos en el mundo físico y divide las estancias de los dioses.

Después de la muerte de un maya, su alma emprende un camino a Xibalbá (Metnal, Mundo Subterráneo o Inframundo)

Los mayas concebían el cosmos como una estructura dividida en tres niveles. En la parte superior se encontraba la bóveda celeste, sostenida por los Bacabs, donde tenían lugar los principales fenómenos astronómicos, en particular el recorrido diurno del sol. En el nivel intermedio se asentaba el mundo de los hombres, en el que se desarrollaban todos los aspectos de su vida cotidiana; en este sentido, la tierra era concebida como una gran superficie cuadrada, cuyas esquinas se orientaban en la dirección de los puntos cardinales, donde se situaban los pauahtunes. El nivel inferior, situado bajo el agua, era ocupado por el inframundo, o Xibalbá. En este tenebroso lugar se libraba una despiadada lucha del sol, después de su recorrido diurno por la bóveda celeste, con los seres y deidades infernales, a las que vencía reiniciando así su travesía por el nivel superior del universo. Los dioses eran numerosos y complejos, adquiriendo forma humana o de animal....

Para los Mayas esta lucha del Sol, representado como una deidad, se llevaba en forma diaria y ocurría en el inframundo un lugar destacado para ellos donde residían los demás Dioses.

Grandes pirámides Mayas representan este viaje al Inframundo y es motivo central de sus construcciones.


Volviendo al punto, ¿era poco lógico para Lamoni el preguntar si Ammon se refería a que el gran espíritu Moraba en el cielo sobre la Tierra?

No, para el no lo era, es una pregunta sumamente lógica para Lamoni en su tiempo y en su conocimiento, lo increíble es que todos estos descubrimientos sobre las creencias religiosas Mayas pertenecen a este siglo.

Esta es otra evidencia del contexto histórico y antiguo del Libro de Mormon, y que fue escrito por personas que si vivieron en esa época, tratemos este libro con respeto, cuando lo tomemos en nuestras manos y disfrutemos su lectura inspiradora.

Adsense2