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15 octubre 2010

El Dios blanco en América

Traducido con autorización de Jeff Lindsay de su sitio personal http://www.jefflindsay.com/.
Este artículo específicamente ha sido traducido de http://jefflindsay.com/bme9.shtml.


Traducción: Marco Royo.

Recuerdo el asombro que me causó en la Universidad en la asignatura de Historia de América, cuando la profesora enseñó que a Cortés se le reverenció como el Dios blanco que visitó las Américas y que prometió regresar, y lo más impactante fue que apareció Cortés el día en que el calendario azteca decía que iba a regresar. Enseguida vi la conexión con el Libro de Mormón.

No todas las leyendas tienen alguna relación con el Libro de Mormón, pues algunas de ellas las tergiversaron los españoles para sus propios fines. Además, algunos amerindios pudieron usar las leyendas del Dios blanco para impresionar a sus nuevos señores. Y por eso los críticos acusan: "¿Por qué no existe un retazo de evidencia que apoye al Libro de Mormón?". Se les respondería con la evidencia más importante de todas: la de una posible visita de Cristo a América, conservada en las leyendas de Mesoamérica, el área del Libro de Mormón.

Mientras que a algunas leyendas se les ha dado un matiz español, existe razón para creer que los pueblos precolombinos mesoamericanos tenían leyendas coherentes con algunas ideas clave del Libro de Mormón. Se debe tener precaución al interpretar estos mitos por acusar la influencia española para posiblemente aumentar el deseo de los indígenas de aceptar el cristianismo. Además, se debe enfrentar con la posibilidad de la referencia mesoamericana de Quetzalcoatl como Quetzalcoatl el dios, o a fiel seguidor de Quetzalcoatl, o a Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl, el héroe cultural. Pero tomando las debidas precauciones, creo que merece la pena revisitar las leyendas y tradiciones de Mesoamérica como testigos provisionales de la visita de Cristo y la existencia del Evangelio entre los antiguos habitantes de Mesoamérica.

Diane E. Wirth en "The Bearded, White God Is Everywhere - or Is He?", FARMS Review of Books, vol. 12, no. 1, 2000, pp. 9-22, escribe (citando las páginas 12-13):
Aunque es cierto que la leyenda original tiene un "tamiz", el mito del "regreso" puede derivar de una creencia original y genuina entre los indígenas. Uno de sus principales partidarios es David Carrasco de la Universidad Princeton. Carrasco escribe, "Existen referencias en las fuentes de primera mano acerca del esperado regreso de Quetzalcoatl.... Estas referencias sugieren con fuerza que la creencia en el regreso de Quetzalcoatl era una actitud precolombina y no, como algunos han insinuado, inventada por los españoles." [David Carrasco, Quetzalcoatl and the Irony of Empire: Myths and Prophecies in the Aztec Tradition (Chicago: University of Chicago Press, 1982), 192. Véase la página 192 y siguientes para los argumentos y fuentes de Carrasco.] Ahora bien, existe diferencia alguna si los relatos se refieren al regreso del dios Quetzalcoatl o a Ce Acati Topiltzin Quetzalcoatl - el gran héroe cultural? Indirectamente, no. Para la comunidad mesoamericana el pasado, el presente, y el futuro se entretejían. Los rituales a menudo se dramatizaban con el propósito expreso de incluir hechos que ocurrieron en el pasado. Buen ejemplo de esta mentalidad se registra en los Anales de Cuauhtitlan, que se escribieron originalmente en lengua nativa y se registraron en la historia pre-Cortesiana del Valle de México. [Véase John Bierhorst, trans., History and Mythology of the Aztecs: The Codex Chimalpopoca (Tucson: University of Arizona Press, 1992). 10. See ibid., p. 36.] Los Anales cuentan la biografía del héroe cultural Topiltzin Quetzalcoatl quien, según este relato, vivió entre los años 817-95. A su muerte Topiltzin Quetzalcoatl milagrosamente se convirtió en una estrella, el Señor del Amanecer - se convirtió en lo que llamamos el planeta Venus. Fue en ese tiempo que descendió al mundo de los muertos. [ibid., p. 36] No es sino la repetición de lo que se dijo que su dios Quetzalcoatl había hecho; por eso los cuentacuentos pudieron transmitir los hechos del pasado al presente. Se muestra a la deidad Quetzalcoatl claramente en los códices como el planeta Venus y como el dios que descendió al reino de los muertos. Es cierto que no se puede saber con total certeza si el relato del regreso de Topiltzin Quetzalcoatl también se refiera a la deidad Quetzalcoatl, pero existe una alta probabilidad de que así lo sea.
Más recientemente, Diane Wirth hizo un detallado análisis de las posibles relaciones entre Quetzalcoatl y Jesucristo en su artículo "Quetzalcoatl, the Maya Maize God, and Jesus Christ" en Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 11, No. 1, 2002, tambien disponible en formato PDF o en formato de texto.
Algunos estudiosos de Mesoamérica asocian Quetzalcoatl y temas de la resurrección, como explica John Sorenson en Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo, Utah: Research Press, 1998, p. 230):
El tratamiento más popular de la interpretación salvadora es la de Laurette Séjourné, Burning in Water: Thought and Religion in Ancient Mexico (Berkeley: Shambhala, 1976) quien contempla a Quetzalcoatl como dios en el culto de la resurrección que es mayormente visible en Teotihuacan. Michel Graulich insiste que elementos del mito mexicano que se han considerado frutos de la influencia española cristiana, representan creencias precolombinas (véase su artículo "Afterlife in Ancient Mexican Thought," en Circumpacifica, Band I: Mittel- und Südamerika, Festschrift für Thomas S. Bartel, ed. Bruno Ilius and Matthias Laubscher [Frankfurt, Peter Lang, 1990], 165-88). Mantiene que las fuentes, cuando se leen correctamente, hablan de una pareja que vivía en el paraíso del que fueron expulsados a causa de transgresión. Fueron rescatados de su estado atroz por el autosacrificio del dios Quetzalcoatl, o el de él o su gemelo, y esto les permite escapar del inframundo y les provee de una comprensión por el cual los hombres y mujeres que emulan sus cualidades, pueden alcanzar el paraíso perdido.
No se debe olvidar que entender lo que realmente creían los pueblos antiguos es muy difícil, especialmente al tratar con la América Antigua de donde se conserva poca documentación escrita. Brant Gardner, erudito SUD, ha examinado las leyendas y fuentes de Quetzalcoatl en profundidad y advierte de que se debe tener mucha precaución en entender cualquier conexión con el Libro de Mormón, a causa de los cambios e interpolaciones de los españoles. Incluso el "blanco" de la leyenda del Gran Dios Blanco se puede deber a nuestro punto de vista cultural y a pensar anhelosamente en aplicarlo a las leyendas indígenas.

A pesar del grado de incertidumbre, varios escritores SUD sugieren que todavía existen algunos elementos que pueden ser de interés para el Libro de Mormón. Wallace E. Hunt, Jr., en "Moses' Brazen Serpent as It Relates To Serpent Worship in Mesoamerica" (FARMS Journal of Book of Mormon Studies, vol. 2, no. 2, 1993, p. 122) observa la presencia de evidencia que relaciona a Quetzalcoatl con un ser semejante a Cristo (evidencia que se debe tomar con precaución, preferiblemente después de leer los escritos de Gardener citados más arriba).Según Hunt, aunque el origen de Quetzalcoatl se empaña en la oscuridad, las leyendas, los pocos documentos precolombinos existentes en la actualidad, y los primeros documentos después de la conquista contienen abundancia de material de este antiguo y reverenciado dios. Estos relatos son contradictorios y muy ampliamente en los atributos del dios y de cómo se le adoraba debido indudablemente a un milenio de digresiones del concepto original del fin del Libro de Mormón hasta el momento de la conquista. Sin embargo, a pesar de todo este laberinto, descubrimos que los mesoamericanos investían consistentemente a Quetzalcoatl con muchos atributos de Cristo, algunos de los cuales se listan a continuación:
--Quetzalcoatl era el creador de la vida. [1]
--Quetzalcoatl enseñó la virtud. [2]
--Quetzalcoatl era el mayor Señor de todos. [3]
--Quetzalcoatl tenía "larga barba y los rasgos de un hombre blanco." [4]
--Los mesoamericanos creían que Quetzalcoatl regresaría. [5] Referencias citadsa por Hunt:

1. Roberta H. Markman and Peter Markman, The Flayed God: The Mesoamerican Mythological Tradition (San Francisco: Harper, 1992), 32;véase también Delia Goetz and Sylvanus G. Morley, trans., Popol Vuh (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1975), p. 83.
2. Charles Gallenkamp, The Riddle and Rediscovery of a Lost Civilization: Maya, 3d ed. (New York: Penguin, 1987), p. 166.
3. David Carrasco, Quetzalcoatl and the Irony of Empire (Chicago: University of Chicago Press, 1992), p. 43.
4. T. A. Willard, Kukulcan: The Bearded Conqueror (Los Angeles: Murray and Gee, 1941), p. 159.
5. Bernal Diaz, The Conquest of New Spain, trans. J. M. Cohen (London: Penguin, 1963); véase también Carrasco, Quetzalcoatl and the Irony of Empire, p. 48; y Brian M. Fagan, Kingdoms of Gold: Kingdoms of Jade (New York: Thames and Hudson, 1991), p. 37; y Adrian Recinos y Delia Goetz, The Annals of the Cakchizuels (Norman, OK: University of Oklahoma, 1953), p. 40.
Si estas conexiones son correctas, el análisis de Hunt de la serpiente emplumada como símbolo de Quetzalcoatl en Mesoamerica puede ser de particular interés. Hunt sugiere que este símbolo se puede relacionar con el relato del Antiguo Testamento de la serpiente de bronce que hizo Moisés, que permitía a los israelitas ser sanados de las mordeduras venenosas de las serpientes ardientes que hubo entre ellos (Números 21:6-9, donde al parecer se encontraron estas serpientes cerca del Arabá o Valle de Arabá entre el Sinaí e Israel). El Libro de Mormón indica que eran "serpientes ardientes voladoras" en 1 Nefi 17:41, afirmación que parece no estar apoyado en el texto bíblico (véase también Alma 33:19-21). Sin embargo, la mención de Isaias de "serpientes ardientes voladoras" en Isaias 14:29 y 30:6 sugiere que pudiera ser lo que los israelitas encontraron en el desierto (aunque las referencias de Isaias para tales criaturas no estén en el contexto del Éxodo). numerosos textos extrabíblicos apuntan a una tradición antigua de que las serpientes que plagaron a los israelitas eran serpientes "voladoras". Citemos de nuevo a Hunt (p. 128-129):

Este uso del término volador en relación con la serpiente de bronce de Moisés se apoya indirectamente por numerosas obras de eruditos modernos. Por ejemplo, Karen Joines observa en su exhaustivo estudio sobre la materia que a la palabra hebrea para serpiente utilizado en Números "se le puede atribuir alas." [6] . . . Henry también sugiere que las serpientes "volaban hasta sus caras y los empozoñaban." [7] Además, existen relatos aislados de serpientes aladas en esta área del desierto. Joines cita a Heródoto al creer que "este desierto era el refugio para las serpientes voladoras." [8] Bush, aunque no da crédito al concepto, está de acuerdo en que "la idea popular por alguna razón inviste a estas serpientes con alas . . . [y] se supone que se le dio el epíteto volador de su poder de saltar a una distancia al ir de árbol en árbol." [9] Acaso el análisis de Auerbach sea la más significativa: la serpiente "no sólo se la colocaba sobrer el polo; se le designaría suficientemente por makkel o sencillamente 'es. Más bien, se relacionó con el 'mástil.' " [10] De esta manera, la serpiente aparecería como una bandera como si estuviera volando. [11] Si de hecho Moisés hubiera extendido su serpiente de bronce y colocado perpendicular a su polo, cumpliría plenamente con la descripción "serpiente ardiente voladora".

De este modo el uso que Nefi hace del término volador (y muy probablemente su uso por otros líderes del Libro de Mormón) se habría trasladado a las creencias religiosas tardías de los mesoamericanos, puesto que se hallan en Mesoamérica aplicaciones del término volador relacionado con las representaciones de su dios como serpiente. Por ejemplo, Carrasco se refiere a la fuente mixteca que contiene relatos en el que refiere a Quetzalcoatl como el nombre calendárico "9 Ehecatl" o "serpiente voladora." [12] Nicholson informa que los otomíes (coetáneos de los Aztecas, siendo el idioma otomí el segundo en importancia después del Nahuatl), en una de sus ceremonias en honor de Quetzalcoatl, le atribuye la palabra antazhoni, que significa "Gran Volador," a Quetzalcoatl. [13]

Referencias citadas por Hunt:

6. Karen R. Joines, Serpent Symbolism in the Old Testament (Haddonfield, NJ: Haddonfield House, 1974), p. 8. Sturdy también indica que la palabra se traducía a menudo com "serpientes voladoras"; John Sturdy, Numbers (Cambridge, England: Cambridge University, 1976), p. 148.
7. Matthew Henry, An Exposition of the Old and New Testament, 4 vols. (New York: Carter & Bros., 1853), 1:543.
8. Joines, Serpent Symbolism in the Old Testament, 44.
9. George Bush, Notes, Critical and Practical, on the Book of Numbers (Oxford: Oxford University, 1868), p. 313.
10. Elias Auerbach, Moses, traducción de Robert Barchay e Israel Lehman (Detroit: Wayne State University, 1975), p. 137. Bush, Notes, Critical and Practical, on the Book of Numbers, p. 316, también llega a la misma conclusióna. Afirma que "significa apropiadamente el asta de bandera."
11. Consistente con este concepto eran las palabras del profeta maya Chilam Balam de Mani: "El dios resucitado de madera volverá....Nuestro señor viene, Itza! Viene nuestro hermanos mayor, oh hombres de Tantun. Recibid a vuestros invitados, a los hombres barbados, a los hombres del este, los portadores de la señal de Dios, Señor"; Ralph L. Roys, The Book of the Chilam Balam of Chumayel (Norman: University of Oklahoma Press, 1967), p. 167-68.
12. Carrasco, Quetzalcoatl and the Irony of Empire, 28; alsotambién, Sylvanus G. Morley y George W. Brainerd, The Ancient Maya, 4th ed. (Stanford: Stanford University, 1983), p. 470, sugieren que los dos nombres pueden designar al mismo Dios.
13. Henry B. Nicholson, "Religion in Pre-Hispanic Central Mexico," en Gordon F. Ekholm e Ignacio Bernal, eds., Handbook of Middle American Indians, 15 vols. (Austin: University of Texas Press, 1964-76), 10:tabla 4, ejemplo 4.
EL propósito no es averiguar si las serpientes puedan realmente volar, sino si es plausible para el antiguo profeta hebreo en la época de Nefi hablar de serpientes ardientes "voladoras" en vez de las serpientes ardientes que se conocen en la Biblia. No se sabe cuál sería la fuente del término "volador", quizá alguien utilizara el término "volador" porque las serpientes eran serpientes que se arrastraban por los árboles o cobras con unas aletas de piel a semejanza de "alas" que simularían mantenerlas en vertical (después de todo existen cobras en Egipto), o acaso la palabra "voladora" se debía a algún oscuro giro sobre una palabra hebrea o incluso a un tardío malentendido, o a la leyenda derivada de la creación de la serpiente de bronce por Moisés en un asta. Independientemente de su significado, el hecho es que existen tradiciones antiguas que dan apoyo a que el hebreo antiguo hubiere utilizado la palabra "voladora" pata modificar "serpientes ardientes" encontradas por los hebreos mientras deambulaban por el desierto. El pueblo fue mordido, pero Dios en su misericordia proveyó una cura milagrosa que también sirvió de poderosa herramienta de enseñanza.

Algunos críticos se han reido a carcajadas sobre las "serpientes ardientes voladoras" citadas en el Libro de Mormón. "¿Se supone creer que Dios creó algunas criaturas volantes semejantes a dragones con aliento de fuego? ¿Cómo alguien en su sano juicio puede aceptar tal cuento?" Una pregunta más razonable, raramente contestada por los críticos, es "¿Qué podría significar el texto realemente?" Se ha especulado que las serpientes arbolícolas pudieran ser vistas y descritas como serpientes voladoras y esa idea se tornó más interesante cuando se aprende de que existen serpientes arbolícolas voladoras en Asia. Aunque ciertamente no sean las mismas que las descritas en el Éxodo, su existencia demuestra las denominadas "serpientes voladoras" son posibles. Se puede encontrar información básica sobre estas criaturas con fotos de las serpientes en vuelo en:
Estas serpientes voladoras no viven en la parte del mundo por donde fueron los israelitas. Existen algunas serpientes voladoras en la costa occidental de la India (no se puede descartar la remota posibilidad de que alguna especie relacionada de serpientes dotadas aerodinámicamente pudieron haber existido en Oriente Medio). Más conocidas por serpientes voladoras, no son los suficientemente ponzoñosas como para matar a una persona. Más que las serpientes arbolícolas, una candidata más probable para las serpientes ardientes voladoras de 1 NeFi pudieran ser un miembro de la familia de la mortífera víbora de escama de sierra, según Ronald P. Millett y John P. Pratt en, "What Fiery Flying Serpent Symbolized Christ?," Meridian Magazine, Aug. 9, 2001, online en http://www.meridianmagazine.com/sci_rel/000609serpent.html. Las víboras de escama de sierra viven en la región de Israel y se las conoce por matar a los humanos con un veneno de acción lenta, tienen una picadura ardiente y atacan tan rápidamente que se dice que son "voladoras", pueden saltar cuando atacan, e incluso son de color rojizo que se podrían representar por una serpiente de bronce. Como observan los autores, "un diccionario bíblico explica que la palabra "voladora" aún se utiliza en el árabe moderno para "referir la velocidad con que tales reptiles atacan." [New Bible Dictionary, "Serpent," Tyndall House, 1982, p. 1091] (A las cobras se las representa en el arte egipcio antiguo con alas. Puede verse un ejemplo en la web, Animals and the Gods of Ancient Egypt de Caroline Seawright, donde se muestra una escultura de Wadjet, la diosa cobra, como una cobra con alas y cabeza humana.)

Si José Smith se hubiera inventado el Libro de Mormón, Había estado loco de sacar la idea de que las serpientes que afligieron a los israelitas eran serpientes "voladoras", pero este añadido en el texto del Libro de Mormón lo apoyan varias fuentes antiguas, proveyendo evidencia adicional de que el Libro de Mormón es un texto auténtico, y también muestra una fuente factible para el uso generalizado de las serpientes emplumadas (o voladoras) como símbolo del gran Dios, como la serpiente sobre el asta que Moisés hizo como símbolo del poder sanador y de la Expiación de Cristo.
Y si las leyendas aztecas, mayas y de otros pueblos precolombinos en verdad refieren la visita de Jesús, ¿no se pueden esperar vestigios de rituales cristianos que hayan perdurado a pesar de la gran apostasía y persecución descritas en el Libro de Mormón entre los años 300 y 400 después de Cristo? Un vestigio pudiera ser el bautismo de niños mayores, como seas I analiza en Questions about LDS Baptism. Los rituales mayas descubiertos por los españoles incluían conceptos de ser renacidos, purificados y preparados para la otra vida, arrepentimiento de los pecados, confesión a un sacerdote, el símbolo de la ropa blanca, y ser llamados con un nombre que significaría "la descendencia de dios"" Estos notables paralelos con las enseñanzas del Libro de Mormón se pueden deber a las enseñanzas del bautismo que Cristo dio a su pueblo en las Américas, cuando les ministró después de su resurrección(véase 3 Nefi 11).
Otros eruditos descubren paralelismos entre tradiciones mesoamericanas y Jesucristo sin considerar la conexión mormona, pero es interesante que tengan este tipo de consideraciones. Un ejemplo interesante digno de leer y considerar es el artículo de Bruce Lane, "The Making of 'The Tree Of Life,'" en Quaker Theology, Vol. 4, No. 2, Issue 7, Autumn 2002, dispònible en http://www.quaker.org/quest/issue7-4-lane04.htm, en el que observa interesantes paralelismos entre tradiciones mesoamericanas y Jesucristo. Se encuentran en su proyecto de hacer una película acerca del ritual altamente simbólico de los "Voladores" que consiste en hombres que cuelgan del gran árbol de la vida cuando giran en círculo. Se dan mayores detalles en http://www.docfilm.com/quakers/makingTOL.html. La siguiente cita de Bruce Lane se hallan en ambas páginas web mencionadas:

Los sacerdotes españoles trajeron consigo estatuas de un dios blanco barbado en un ejemplar de madera del símbolo de los cuatro vientos. Decían los totonacas que este dios se había sacrificado para que no se necesitara hacer más sacrificios humanos y que lo aceptarían como su dios en lugar de los demás. Debido a que Quetzalcoatl, representado como blanco y barbado, había profetizado su regreso en el año en que llegó Cortés, mi suposición es que los totonacas identificaron la imagen del Cristo blanco y barbado como Quetzalcoatl. Quizá no haya manera de probar o desaprobar esta hipótesis, pero existe la evidencia circunstancial. El modelo de los Voladores de Huehuetla es San Salvador, el Cristo resucitado -- manifestación lógica del regreso de Quetzalcoatl. Y puesto que Cortés y sus hombres afirmaron ser los seguidores de Quetzalcoatl, tendría sentido que los Voladores se vistieran a la europea. Análogamente, el Árbol Floreciente se podría identificar fácilmente con el Árbol de la Vida, el árbol de las Cuatro Direcciones al cual el segundo Quetzalcoatl sería clavado. Esta explicación parecer relacionarse con las transformaciones simbólicas en el ritual de los Voladores. Finalmente, y acaso lo más extraño de todo, Cristo fue de hecho la respuesta mitológica perfecta al problema mesoamericano: el dios que se sacrificaba para terminar con todos los sacrificios.

Además de explicar el ritual Volador ritual, para mí esta interpretación me creó por primera vez una sensación fuera de la, por otro lado desconcertante idea central de la teología cristiana: que Cristo se ofreció a si mismo como sacrificio para expiar los pecados de la humanidad. Pero también suscita nuevas preguntas que estoy tratando de contestar. ¿Cómo podría una teología nacida en Oriente "resolver" un problema mítico en el otro hemisferio del mundo? Descartando la fantasía mormona de una tribu perdida, seguramente la respuesta debe residir en una concepción foránea del papel del sacrificio humano en el desarrollo de las sociedades humanas. ¿Por qué fue el sacrificio humano tan extendido y por qué parece suceder en sociedades agrícolas antiguas?

El autor, a pesar de la impresionante bibliografía y la intensa investigación en las tradiciones mesoamericanas para su proyecto de filmar la película, desechó las posibles relaciones entre el Libro de Mormón y las leyendas mesoamericanas. Tales relaciones quizá no sean tan extendidas como quisiera y acaso algunos aspectos del tema se hayan tratado con sensacionalismo en el pasado o sean productos accidentales de la influencia española. Pero aún así, ahí queda una auténtica posibilidad de una conexión real entre el Libro de Mormón y las antiguas leyendas de Quetzalcoatl y demás figuras semejantes a Cristo en la América antigua.

12 octubre 2010

Las cimitarras del Libro de Mormón

 Extracto de "Testimonios Adicionales de la Veracidad del Libro de Mormón - Insertos en el Propio Libro" de  Rafael Diogo Jara

Ejemplo de un modelo de espada curva denominada "cimitarra"
"Y aconteció que los armé con arcos y con flechas, con espadas y con cimitarras, con mazas y con hondas, y con cuanto género de armas pudimos inventar..." (Mosíah 9:16)

Las armas que menciona  Zeniff en esta cita, exceptuando la cimitarra, son armas que la arqueología y la historia han mencionado con características comunes de las que usaban los pueblos de América. El arco, la flecha, mazas y hondas, pueden encontrarse en cualquier museo o libro de historia y estos registros son evidencia de que eran utilizadas hasta por los indígenas de nuestro país.

Lo que José Smith traduce como “cimeters”, o su equivalente “cimitarra” en español, se entiende por una espada curva y quizá fue esa la palabra del lenguaje moderno que encontró para designarla. Aunque las espadas curvas fueron utilizadas por diferentes pueblos en diversas épocas de la historia, y cada una de ellas tenía su propia denominación, sin ser expertos en el tema, en general se las denomina a todas con el término “cimitarra”.

Es probable que el arma en la cita referida haya sido inventada por los nefitas o lamanitas, ya que Zeniff hace referencia a que inventaban armas. Las armas van evolucionando y se van sustituyendo por las más modernas o más efectivas. Este tipo de arma, traducida por José Smith como “cimitarra”, es mencionada varias veces en el Libro de Mormón siendo utilizada tanto por nefitas como por lamanitas, y se las mencionaba conjuntamente con las espadas. Sin embargo la cimitarra deja de mencionarse aproximadamente en el año 52 a.C. (Helamán 1:14). Aunque la espada se siguió mencionando hasta la batalla final de Mormón aproximadamente entre los años 400 y 421 d.C. la cimitarra, al ser curva era un arma usada para que cortara, siguiera su trayectoria y no se incrustara. Aproximadamente en el año 74 A.C. ya se comenzaba a mencionar que los ejércitos nefitas iban protegidos con escudos, con ropa gruesa (Alma 43:19) y con cascos (Alma 43:38), por lo que la cimitarra ya no resultaba tan efectiva, y posiblemente se discontinuó su uso.

Conclusión: El texto analizado en este capítulo constituye un testimonio adicional de la veracidad del Libro, porque: 
a) Aunque la palabra utilizada para designar a esta arma es la misma con la que se designa a otras armas de otros pueblos, nada indica que los pueblos de América no hayan tenido la capacidad de inventar una espada curva con características semejantes a la que José Smith tradujo como “cimitarra”. 
b) Si desde el siglo anterior al nacimiento de Jesucristo no se ha mencionado más a la “cimitarra”, es probable que se haya sustituido por otra arma y discontinuado su uso, por lo que se hace más difícil encontrar abundantes evidencias arqueológicas, porque estamos hablando de más de dos mil años atrás.

Citas de otros autores relacionadas con el tema:

• “Cimitarra: La voz cimitarra parece venir de la derivación italiana "scimitarra" del shamsir persa, y sirve en occidente para referirse a cualquier sable curvo musulmán u oriental. Por ello, dentro del término cimitarra, -que en sí mismo no es un arma concreta-, entrarían las siguientes armas:

Shamsir: si es de origen persa.
Kiliç: si es de origen otomano.
Saif: si es de origen árabe.
Talwar: si es de origen indio.
Nimcha: si es de origen magrebí.
Etc...
“Por tanto, al ser armas que se diferencian escasamente unas de otras, pero que a la postre difieren, el término cimitarra es una voz genérica para todas ellas” (1).
(Wikipedia – La Enciclopedia Libre)

• “Pirámide de Tula. Cultura Tolteca (México). Atlantes - La estructura más importante descubierta hasta el momento en la ciudad de Tula es el Templo de Tlahuizcalpantecuhtli. En la parte superior de la pirámide se hallaba el templo propiamente dicho, cuyo techo estaría sostenido por cariátides y pilastras monumentales. Estas cariátides representan guerreros de gigantescas proporciones que exhiben un amplio pectoral en forma de mariposa; ancha faja y delantal bordado, de forma triangular; casco cilíndrico finalizado en un penacho de plumas; portando una espada curva en la mano izquierda y un lanzadardos en la derecha. Los atlantes visten hasta las rodillas y levantan los brazos en ademán de sostener algo. Estas figuras tienen una interesante relación con Chichén Itzá" (2).
Fuentes
  1.  (Wikipedia – La Enciclopedia Libre)
  2.  (http://www.artehistoria.jcyl.es/cronicas/obras/10301.htm)

30 septiembre 2010

¿Es posible que los israelitas usaran el idioma de los egipcios?

LaCritica 

En 1 Nefi 1:1-4, un judío piadoso que creció en Jerusalén, conservó una crónica sagrada en la lengua egipcia. Pero los judíos eran siempre enemigos jurados de los egipcios y ciertamente no usaban su idioma. El padre de Nefi, que había vivido toda su vida en Jerusalén hasta el tiempo indicado, seguramente sabía que el hebreo era el idioma usado por los judíos para escribir sus crónicas.

La Respuesta:
Los judíos eran enemigos históricos de los egipcios. ¿Cómo podrían ellos usar una escritura egipcia para sus escrituras sagradas?

¿Si aquel argumento fuera válido, entonces por qué los judíos usaban en la epoca de Cristo la Versión de los Sesenta (La Septuaginta), una versión del Antiguo Testamento escrito en la lengua de los griegos, quienes eran enemigos históricos de los judíos?

Los judíos habían sufrido muchos ultrajes terribles por los griegos en los siglos anteriores (ver 1 Macabeos 1:7-64), pero ellos todavía usaban escrituras griegas. De hecho, al menos la parte del Nuevo Testamento fue escrito originalmente en el griego por judíos convertidos.
También debería saber que parte de la Biblia fue escrita en Arameo, la lengua de los babilonios. Los capítulos del 2 al 7 de Daniel y una parte del libro de Esdras (4:8-6:18) en el Antiguo testamento fueron escritos en esta lengua, también llamada Caldea. Es importante recordar que los babilonios eran paganos que conquistaron e insultaron a los israelitas. Ellos eran culpables de muchas atrocidades, pero aún asi, un par de judíos fieles decidieron escribir sus escrituras en aquella lengua. En verdad, ellos escribieron en lengua Aramea usando cartas hebreas - el tipo "de Arameo reformado".Hay también pruebas convincentes de que al menos algunos Evangelios en el Nuevo Testamento fueron al principio escritos en Arameo, que se había hecho en dicho dialecto en Israel en la epoca de Jesús. De hecho, la Biblia registra palabras Arameas pronunciadas de los labios mismos del Hijo de Dios . ¡" Talitha Cumi" registrado en Marcos 5:41 y "Abba" en su oración (¡una oración, no menos!) en Marcos 14:36 ,ambas palabras Arameas.

Del mismo modo, no debería de estar sorprendido encontrar que los programadores de ordenadores chinos y los científicos han estado usando por mucho tiempo escrituras Occidentales debido a las ventajas que esta ofrece, a pesar de la animosidad histórica de China hacia el Oeste. No deberia sorprendernos encontrar a pueblos ingleses y noruegos que usan la escritura romana para todas sus escritos, aun cuando ellos hubieran sido una vez enemigos del Imperio romano y más tarde se hubieran rebelado contra la Iglesia Católica. Los sistemas de escritura tienden a superar la enemistad histórica.


Los hebreos vivieron durante 400 años en Egipto y estuvieron fuertemente
influenciados bajo la cultura egipcia asi como también en su historia posterior. Israel y Egipto no eran enemigos todo el tiempo. Había un comercio extenso y comunicación entre los dos en tiempos pasados, incluso en los días de Lehi. Israel contemplaba en Egipto protección en cierta ocasiones, y cientos años más tarde, encontramos a José y Maria huyendo a Egipto para su seguridad. Una variedad de grupos judíos formaron hasta colonias en Egipto.

La utilización de un sistema de escritura egipcio para sus beneficios particulares es apenas irrazonable.
¿Podrían los hebreos escribir textos sagrados en escrituras egipcias? Si el espacio fuera apremiante, seguramente. De hecho, es posible que las planchas de bronce mencionadas en el Libro de mormón, los especiales escritos grabados que contienen varias escrituras de Antiguo testamento y el registro de familia de al menos algunos descendientes de Jose, fueran comenzadas por el mismo Jose. Habiendo vivido la mayor parte de su vida en Egipto, él puede haber usado una escritura egipcia para sus propias escrituras, y sus descendientes pueden haber mantenido aquella tradición durante su tiempo en Egipto y más adelante.

Ademas es importante recordar
que uno de los mayores aportes de la cultura egipcia es su escritura que se usaban mayormente para inscripciones sagradas.

¿Es posible que los israelitas usaran el idioma de los egipcios?

El argumento de que los israelitas no usarían el idioma de los egipcios es, por cierto, falso. Por el siglo IX al siglo VI a.C., los israelitas usaban los números egipcios intercalados con el texto en hebreo. El Papiro Amherst 63 contiene un texto de los Salmos 20:2-6, escrito en arameo (la lengua de Jesús), utilizando caracteres egipcios. Este texto data originalmente del siglo II a.C., pero desde entonces ha sido extendido al siglo IV d.C.

Más significativo, sin embargo, es un ostracón descubierto en Arad en 1967, datado “hacia el final del siglo VII a.C.”. Este refleja un uso desde poco antes del 600 a.C., la época de Lehi. El texto inscripto en el ostracón está escrito en una combinación de hierático egipcio y caracteres hebreos, pero se puede leer completamente en egipcio. De las diecisiete palabras que aparecen en el texto, diez están escritas en hierático (egipcio) y siete en hebreo. Sin embargo, todas las palabras escritas en hebreo se pueden leer como palabras egipcias, mientras una de ellas, la cual se repite dos veces, tiene el mismo significado tanto en egipcio como en hebreo.

De las diez palabras en escritura hierática, cuatro son números (una en cada línea). (20) Un símbolo, indicando una medida de capacidad, se repite cuatro veces (una vez en cada una de las cuatro líneas), y la restante palabra egipcia tiene lugar dos veces. De este modo, mientras diecisiete palabras aparecen en el ostracón, si se descuenta la repetición de las palabras, solo seis de ellas están escritas en hierático (de las cuales cuatro son números), y seis en hebreo.

Los autores anti-Mormones Ankerberg y Weldon argumentan que:

El Mormonismo nunca ha explicado como los judíos piadosos (sic) del 400 d.C., supuestamente conocían el egipcio, ni tampoco por que habrían escrito sus registros sagrados completamente en la lengua de sus enemigos históricos, paganos e idolatras”.

¿Que probabilidad existe de que los judíos Nefitas supuestamente hubiesen utilizado el idioma egipcio para escribir sus sagradas Escrituras? Su fuerte antipatía a los egipcios y a su cultura hace difícil de aceptarlo. Cuando los judíos modernos copian sus Escrituras, utilizan el hebreo, no el egipcio o el árabe, la lengua de sus enemigos históricos”. “Ninguna lengua tal (como el egipcio reformado) existe, y los egiptólogos afirman esto inequívocamente”. Sin embargo, estos están espectacularmente equivocados, y el “Mormonismo” ha explicado reiteradamente porqué:

La declaración: “Cuando los judíos modernos copian sus Escrituras, utilizan el hebreo, no el egipcio o el árabe, la lengua de sus enemigos históricos”, es una demostración bastante sorprendente de ignorancia. Dado que la lengua egipcia ha estado muerta por siglos, es fuertemente destacable que los judíos modernos no lean La Biblia en egipcio. Por otra parte, “la primera y más importante traducción (del Antiguo Testamento) del hebreo (al árabe), fue hecha por Sa’adya el Ga’on, un judío erudito, que era el jefe de la escuela Rabínica en Sura, Babilonia (muerto en el 942). (George Buttrick, editor, el Diccionario del Interprete de la Biblia, [desde ahora, DIB], 4 volúmenes, y suplemento [Nashville: Abingdon, 1962-1976] 4: 758b). En efecto, los judíos han, de este modo, traducido La Biblia al “árabe, la lengua de sus enemigos históricos”. También, la han traducido a la lengua de sus “históricos enemigos”, los griegos (DIB, 4:750 en la Septuaginta), y los arameos (DIB, 1:185-193; 4:479-50, en los Targums Arameo) ¿Que es el “egipcio reformado”?

Moroni aclara que el “egipcio reformado”, es el nombre que los Nefitas han dado a una escritura basada en caracteres egipcios, y modificada en el transcurso de mil años (ver Mormón 9:32). Por lo tanto, no sorprende que los egipcios o los judíos no tengan ninguna escritura denominada “egipcio reformado”, ya que este era un término Nefita.

Existen, sin embargo, diversas variantes de escrituras egipcias que están “reformadas” o alteradas, conforme a su forma más antigua. Hugh Nibley y otros autores han señalado que el cambio de los jeroglíficos egipcios, al hierático y al demótico, es una buena descripción del “egipcio reformado”. Por el año 600 a.C., el hierático se usaba principalmente para textos religiosos, mientras el demótico se usaba en la vida diaria.

Existió una evolución clara de la escritura egipcia en el mundo Antiguo, y estas escrituras modificadas se empleaban en el tiempo de Lehi. El pueblo del lugar y época de Lehi utilizaba tanto el hebreo como el egipcio, tal como Nefi lo afirmó, (ver 1 Nefi 1:2).

Considerando que Moroni manifiesta que los Nefitas modificaron entonces, aun más las Escrituras, el “egipcio reformado” es una refinada descripción tanto del fenómeno acaecido en el mundo Antiguo, como de lo que Moroni sostiene que sucedió entre los Nefitas.

Fuente

www.mundolds.blogspot.com

22 septiembre 2010

Como enfrentar la arqueología del Libro de Mormón

Autor: Jorge Albarrán Riquelme.


1.Introducción

En general, podría decirse que la mayoría de los miembros de la Iglesia no tiene mucho conocimiento sobre la arqueología del Libro de Mormón, salvo una que otra mención al pasar por alguna publicación SUD, alguna breve referencia en algún manual de la Iglesia o en alguna página web o blog mormón. Por el contrario, existen innumerables páginas web con argumentación arqueológica en contra del Libro de Mormón, escritas en su gran mayoría por apóstatas y grupos religiosos anti mormones. Su intención es producir confusión e intentar destruir los testimonios de los miembros de la Iglesia, especialmente de aquellos más débiles espiritualmente.

Es importante por ello hacer notar el hecho de que una cantidad creciente de evidencias arqueológicas adicionales a favor del Libro de Mormón han ido surgiendo desde finales del siglo pasado y apuntan a reafirmar el hecho de que efectivamente el Libro de Mormón fue escrito por antiguos autores Judíos tal como lo fue la Biblia. Incluso algunas de estas evidencias indican que El Profeta tuvo acceso a información cultural, histórica y religiosa precolombina no disponible en su tiempo sino hasta hoy.
Sin embargo, frente ante cada evidencia que ha ido refutando las críticas y acusaciones, los oponentes a la verdad han ido produciendo nuevas acusaciones falsas en su mayor parte distorsionando los hechos, haciendo acomodaciones o aplicaciones forzadas de ciertos descubrimientos modernos (como por ejemplo el uso del ADN para trazar migraciones poblacionales). Aún más curioso –y penoso- es el hecho de que en su gran mayoría parecen no escuchar sinceramente las refutaciones dadas a sus acusaciones y vuelven a cargar con las mismas preguntas iniciales, cual diálogo de sordos. Este hecho no se debe a que los eruditos SUD hayan callado espantados de vergüenza por el sólo hecho de escuchar tales preguntas sino a que los críticos en su mayoría no se han tomado la molestia de examinar las respuestas seria y honestamente.

Objetivo

¿Cómo podemos estar preparados cuando en algún momento u otro nos veamos enfrentados a estas falsas acusaciones? ¿Cómo enfrentarlas si parecieran crear confusión en nosotros o en alguien que conozcamos y apreciamos?
Es el propósito de esta presentación mostrar ciertos puntos de partida básicos al tomar el tema de la
arqueología del Libro de Mormón. Ello con dos objetivos claramente definidos:

1) que tanto los miembros nuevos de la Iglesia como los más antiguos podamos reconocer claramente las distorsiones en contra del Librode Mormón.
2) de esta manera poder apreciar más profundamente las evidencias arqueológicas a favor de este testamento de Jesucristo.

Sin embargo, cabe advertir que dichas evidencias por sí solas no reemplazan el poder de un testimonio espiritual de la veracidad del Libro de Mormón. Por ello es esencial para nuestra salvación el buscar, obtener y fortalecer un testimonio espiritual de la autenticidad divina del Libro de Mormón y sus enseñanzas. Así, partiendo de esta base espiritual, podemos añadir estas otras evidencias que fortalecen nuestro testimonio intelectual.

3. ¿Qué entendemos por arqueología?

El primer punto de partida es saber qué realmente entendemos por este término. La palabra arqueología está compuesta por dos palabras del griego, “archae” (antiguo) y “logos” (estudio). La arqueología es una ciencia que tiene como fin el estudio de las sociedades antiguas mediante sus restos físicos (como por ejemplo, monumentos, restos óseos, escrituras, jeroglíficos, toponimia o los nombres de los lugares, etc.). En el fondo es una “reconstrucción” de una civilización del pasado. Pero esta “reconstrucción” plantea una serie de desafíos, problemas y limitaciones, los cuales son vitales que conozcamos para evitar falsas expectativas o confundirnos con distorsiones.

4. Las limitaciones de la arqueología.

La primera limitación de la arqueología es que es una ciencia humana, y por basarse en el método científico, está en constante redefinición en base a nuevos descubrimientos. Dicho de otro modo, la historia se está reescribiendo constantemente, y muchos postulados que se creían prácticamente inmutables se eliminan o corrigen continuamente, acomodándose a los nuevos hallazgos. Por lo tanto, nunca llegaremos a tener un cuadro completo y exhaustivo de las civilizaciones pasadas. En otras palabras, una reconstrucción “virtual” total y perfecta es imposible.

Una segunda limitante es la cantidad actual de excavaciones arqueológicas. Por ejemplo, menos de un 10 % de las zonas potencialmente arqueológicas sólo en Centroamérica se han excavado hasta el momento, ya sea por falta de permisos o de fondos para continuar. Entonces, ¿cómo y cuándo se podría llegar algún día a una excavación exhaustiva de todas las áreas potenciales de excavarse? Y aún cuando teóricamente pudiera solucionarse este problema, existe una tercera limitación a considerarse: el hecho que hay civilizaciones que no dejaron registros escritos (esenciales para una “reconstrucción virtual”). O si los dejaron, los hicieron en materiales que se degradaron con el tiempo. Y en el caso que se hayan preservado, fueron destruidos por eventos climáticos, políticos y/o guerras. Incluso en el caso de algunas civilizaciones donde sus registros perduraron, sólo muy escasos fragmentos se salvaron. Un ejemplo de ello fue caso de los códices mayas, quemados a propósito por los conquistadores y sacerdotes españoles. Sólo tres de ellos (de quizás cuantos centenares) escaparon de la hoguera.

¿Quién puede decir cuántas civilizaciones hay cuyos registros desaparecieron para siempre?

¿Cuántas civilizaciones hay cuyos registros aún no se han descubierto? ¿Cuántas civilizaciones hay que ni siquiera sabemos que existieron? De hecho, por ejemplo, jamás habríamos sabido que existieron las civilizaciones Jaredita, Nefita y Lamanita sino por medio de la revelación divina a un profeta, no por la arqueología. Y si hubiesen sido descubiertas por la arqueología podemos conjeturar que tampoco habría servido de mucho ya que nadie podría haber interpretado sus registros (a semejanza de lo que sucede hoy con algunas culturas mesoamericanas, donde los arqueólogos debaten si sus registros representan palabras, sonidos o ideas o si variaban fonéticamente dependiendo de la procedencia cultural de quien las leyera). Por ello, al Profeta José tuvo que entregársele un Urim y Tumím para que pudiera traducir el idioma desconocido para el mundo de las planchas del Libro de Mormón. ¿Cómo lo sabemos? Por revelación. De otro modo, jamás sabríamos del Libro de Mormón.

En conclusión, hay que ser muy cuidadoso al pensar que la ausencia de registros de una civilización sea una prueba de que dicha civilización jamás existió. Tal como lo resumió muy bien un erudito SUD, Michael R. Ash, “¿la ausencia de evidencia es lo mismo que la evidencia de ausencia?”. La respuesta es “definitivamente no” y puede aplicarse perfectamente a las civilizaciones del Libro de Mormón.

5. La arquelogía de la Biblia versus la arqueología del Libro de Mormón.

Los críticos atacan al Libro de Mormón comparándolo con la arqueología bíblica pero olvidan que no
son comparables por 3 razones completamente específicas. Básicamente sostienen que la arqueología bíblica es tan reveladora que irrevocablemente prueba que los eventos descritos en la Biblia ocurrieron.

Desafortunadamente, su misma argumentación es su propio talón de Aquiles, según el hno Ash, porque en su aparente celo religioso, “no hacen la vital diferencia entre prueba, evidencia y testimonio.”

3a. Evidencia versus prueba ¿Cuál es la diferencia?

El primer punto de partida al estudiar la arqueología del Libro de Mormón (y por ende de la Biblia) es establecer muy claramente la diferencia entre prueba y evidencia. Una prueba es una constatación física de algo específico que no deja lugar a dudas sobre su autenticidad. Por ejemplo, uno de los ataques en contra del Libro de Mormón era de que este estaba muy equivocado al mencionar la existencia de caballos en América ya que se consideraba que fueron introducidos por los conquistadores españoles en el nuevo mundo. Pero los hallazgos relativamente recientes de restos óseos de caballos precolombinos son una prueba irrefutable de que sí existieron estos cuadrúpedos en América mucho antes de la llegada de los españoles.

Podemos definir, a su vez, evidencia, como una pista (o conjunto de pistas) que apuntan a confirmar indirectamente un hecho. Por ejemplo, se desconocía la existencia de quiasmos durante la vida de José Smith.

Los quiasmos son combinaciones de ideas repetitivas ingeniosamente dispuestas en la poesía hebrea. Ya que el Profeta José desconocía la existencia de este recurso típicamente hebreo, no deja de sorprender que el Libro de Mormón contenga variados ejemplos de quiasmos, de versículos hasta capítulos enteros. Esta es una evidencia más de que el Libro de Mormón concuerda plenamente con lo que es el tipo de escritura hebrea.

Otra evidencia es la confirmación reciente de diversos hallazgos de planchas de metal en centro y Sudamérica, y que desmienten otras de las acusaciones en contra del Libro de Mormón: que era falso que en la antigüedad se escribieran registros sobre planchas de metal. No prueba que las planchas que José tradujo fueran de metal y arqueológicamente genuinas sino que es una evidencia que apoya indirectamente lo que el Profeta declaró acerca de las planchas del Libro de Mormón, lo cual realza la coherencia y consistencia del testimonio del Profeta.

Sin embargo, es importante recalcar que ni la prueba ni la evidencia reemplaza a un testimonio espiritual de la veracidad del Libro de Mormón.

La arqueología de la Biblia versus la arqueología del Libro de Mormón: Los 3 puntos
Volviendo a la comparación entre la arqueología Bíblica y del Libro de Mormón, mencionaremos los 3 puntos de diferencia para entender más detalladamente las limitaciones de la arqueología Mormona y por ende, de la bíblica.

Punto 1: Los cambios climáticos y la preservación de los registros. A pesar del hecho de que una parte importante de los registros fueron hechos en pergaminos y otros materiales muy frágiles (como los rollos del Mar Muerto, por ejemplo), la gran ventaja de las tierras bíblicas es su clima seco, el cual ha permitido la conservación de registros históricos que de otro modo se habrían destruido fácilmente en un ambiente como el mesoamericano, con una alta humedad y un clima tropical. Salvo algunas alteraciones locales y pasajeras en las tierras bíblicas, no ha habido cataclismos postdiluvianos a gran escala que hayan alterado considerablemente la faz de la tierra.

Sin embargo, sí ha habido importantes fenómenos climáticos en Mesoamérica que han alterado ciertos sectores. Por ejemplo, el mismo Libro de Mormón nos habla de los cambios climáticos ocurridos al tiempo de la venida de Jesucristo al continente americano. En un artículo de la BYU Studies, el erudito SUD Bart Kowallis, sugiere la teoría de una explosión volcánica como la causa física de este fenómeno climático que duró 3 horas, y que ”dejó desfigurada la superficie de toda la tierra” (3º Nefi 8:17). Dicha explosión volcánica pudo haber causado tsunamis, temblores, incendios, y una completa oscuridad. ¿Cuánto puede haberse desfigurado esta zona y cuántos registros pueden haberse destruido en ese lapso?
Todo lo anterior tiende a apoyar el punto de que existen registros que han desaparecido (parcial o completamente) de diversas civilizaciones, incluyendo algunas que pudieron haber sido contemporáneas de los Jareditas, Nefitas, Lamanitas. De hecho, si no fuera por la revelación (y preservación divina), no sabríamos nada de la existencia de dichas culturas del Libro de Mormón, ni de su conexión con eventos bíblicos. Por otro lado, sabemos por medio de la revelación, que aún existen otros registros de más pueblos que serán revelados en su propio tiempo por el Señor.

Punto 2: El alcance de las excavaciones arqueológicas. Hasta ahora, alrededor del 50% de los lugares mencionados en la Biblia han sido arqueológicamente comprobados. Ello ha sido posible gracias a la toponimia, es decir, el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar. La ventaja en este sentido es que los nombres de los lugares bíblicos ha cambiado prácticamente muy poco o nada durante el transcurso de los siglos hasta el presente, a pesar de la continua invasión de civilizaciones extranjeras a lo largo de toda su historia.

Sin embargo, en el caso de la arqueología mesoamericana (probablemente conectada con la arqueología del Libro de Mormón), hubo un quiebre dramático en la continuidad cultural con la conquista española. Junto con destruir muchos de sus registros sagrados e históricos, los conquistadores españoles destruyeron las civilizaciones invadidas y bautizaron sus ciudades con nombres de origen español. Así tenemos, por ejemplo, las ciudades de San Lorenzo, La Vista y El Mirador. Pero jamás sabremos cómo se llamaban originalmente ni en su escritura ni en su fonética, lo que es esencial para identificar los lugares históricos de una civilización. De hecho no basta sólo con descubrir artefactos físicos de una civilización si no hay registros escritos (epigráficos) o jeroglíficos (ideográficos) que nos permitan conectarlos con un tiempo y un espacio de una cultura en particular. Además, los expertos aún no han podido descifrar los caracteres ideográficos de varias culturas mesoamericanas y menos aún su fonética ya que para complicar más las cosas aún, según Michael R. Ash, los mismos caracteres ideográficos serían pronunciados en diferente forma dependiendo si el hablante fuera un zapoteca, un mixteca o un nefita. Y aún los expertos debaten si ciertos registros iconográficos en los monumentos de algunas culturas realmente representan nombres de ciudades y no lugares simbólicos o místicos.

Punto 3: Una arqueología muy joven. Otro punto no menor es el desarrollo relativamente reciente de la arqueología mormona, en comparación con la Bíblica, tanto en tiempo como en recursos. Por ello queda aún muchas investigaciones y descubrimientos por realizarse en el futuro.

No ha lugar para comparación.

Por las razones anteriormente expuestas, las acusaciones de los críticos de la arqueología del Libro de Mormón no tienen ningún asidero. Su tesis principal de que la arqueología mormona debe ser tan productiva como la bíblica, y que ya deberían haberse identificado ciudades y artefactos nefitas, por ejemplo, tal como se han identificado lugares bíblicos, es un argumento que contiene una falacia de partida: que ambas arqueologías pueden compararse perfectamente.

Y más aún, su pretensión de que la arqueología prueba que la Biblia es verdadera, es otra falacia que puede volverse en su contra. La arqueología sólo respalda que los lugares mencionados por la Biblia existieron según el tiempo indicado y de acuerdo con la cultura existente. Pero por lo demás, no prueba que los acontecimientos que allí ocurrieron sucedieron efectivamente como la Biblia los registró ni que Jesús fue quien qdeclaró ser. Ello entra en el campo de la fe, no de la arqueología. Tal como se indicó al principio de este artículo, ninguna evidencia arqueológica jamás reemplazará un inconfundible e inequívoco testimonio del Espíritu Santo a nuestros corazones de que los eventos descritos en la Biblia, el Libro de Mormón, la Perla de Gran Precio y Doctrina y Convenios realmente sucedieron tal y cual como se describen.

Las civilizaciones del Libro de Mormón no fueron las únicas en América.

Aunque el Libro de Mormón no las menciona directamente, existen claves de que la colonia nefita, por ejemplo, convivió con otras civilizaciones en la América precolombina. Hay evidencias implícitas de un intercambio cultural y comercial con otros pueblos, que incluso trajeron influencias negativas que obligó a profetas a denunciarlas y llamar al pueblo de Dios al arrepentimiento. A su vez, probablemente la colonia Lehita les predicó el evangelio de Jesucristo, teniendo un resultado favorable. De hecho, una de la teorías indica que este hecho podría explicar el crecimiento exponencial de la civilización nefita y lamanita, evidenciada en las batallas finales del Libro de Mormón, la cual habría sido matemáticamente imposible si la colonia original Lehita se hubiera desarrollado en completa soledad en el continente americano.

Conclusión

Probablemente nunca sepamos exactamente dónde estaban las ciudades del Libro de Mormón ni podamos identificar el templo de Nefi en América ni encontrar espadas nefitas (ni identificar las otras civilizaciones con las cuales convivieron). Tal como lo declaró Kerry Shirts, otro erudito SUD, lo más probable es que ya hayan sido encontradas (en Mesoamérica) pero no disponemos de mayores evidencias que nos permitan conectarlas arqueológica e irrefutablemente con el Libro de Mormón, debido a todas las limitaciones y razones anteriormente expuestas en este artículo.

No debemos olvidar que aunque el Libro de Mormón contiene elementos históricos, no es un registro histórico sino sagrado. Su propósito no es llevar a cabo una detallada compilación histórica de sus civilizaciones sino testificar de Jesucristo y su evangelio.

Sin, embargo, un número creciente de sus afirmaciones históricas, que una vez fueron motivo de burla, han sido paulatinamente confirmadas por evidencias arqueológicas. Y esta tendencia continuará en el futuro.

Pero jamás la arqueología probará que la Biblia ni el Libro de Mormón son verdaderos sino la búsqueda sincera de una confirmación del Espíritu Santo (Moroni 10:3-5).
Espero sinceramente que este breve artículo haya servido de introducción al tema de la arqueología del Libro de Mormón y haya servido al lector para tomar consciencia de las limitaciones de la arqueología, saber cómo enfrentar y reconocer las acusaciones, las distorsiones así como las preguntas sinceras sobre el Libro de Mormón. Y por lo mismo, a manera de una consecuencia natural de lo anterior, maravillarse y regocijarse de la cantidad creciente de las evidencias arqueológicas (y culturales) a favor de este sagrado registro.

Fuentes

  1. Archeological Evidence and the Book of Mormon, Michael R. Ash, (accesada en Julio 2010)
  2. http://www.fairlds.org/Book_of_Mormon/Archaeological_Evidence_and_the_Book_of_Mormon.html
  3. Debating the Foundations of Mormonism: The Book of Mormon and Archeology, John E. Clark, Wade Ardern and Mathew
  4. Roper, (accesada en Julio 2010) http://www.fairlds.org/FAIR_Conferences/2005_Debating_the_Foundations_of_Mormonism.html
  5. A Social History of the Early Nephites, Brant Gardner, (accesada en Julio 2010)
  6. http://www.fairlds.org/FAIR_Conferences/2001_Social_History_of_the_Early_Nephites.html
  7. Instant Expertise on the Book of Mormon Archeology, John L. Sorenson, BYU. (accesada en Julio 2010)
  8. http://byustudies.byu.edu/showtitle.aspx?title=5238
  9. Where the Lehites alone in the Americas? , Michael R. Ash, (accesada en Julio 2010)
  10. http://www.fairlds.org/FAIR_Brochures/Were_the_Lehites_Alone.pdf
  11. The Backyard Professor (Youtube) , Kerry Shirts, (accesada en Julio 2010)
  12. http://www.youtube.com/user/TheBackyardProfessor#p/a
  13. MIS TRADUCCIONES SUD http://mistraduccionessud.es.tl
22 de Agosto de 2010
Valdivia, CHILE.

11 septiembre 2010

Mas Quiasmos, una antigua forma de expresión Hebrea

¿Podría José Smith haber conocido esta compleja forma de escritura hebrea y más aún, haber creado por sí mismo los quiasmos presentes en El Libro de Mormón?
Traduccion: Marco Royo.



De un modo interesante, El Libro de Mormón reclama tener sus raíces literarias en el antiguo Oriente Medio, y muestra muchos ejemplos excelentes de su  compleja estructura literaria.  Estos ejemplos son los suficientemente contundentes y difíciles de explicar, si se asume que José Smith (u otra persona de la década de 1820) escribiera el libro. En mi opinión no hay modo de que un joven granjero con muy poca instrucción en ese tiempo pudiera haber trazado ejemplos refinados y bien tramados de una antigua forma literaria que era completamente desconocida para él. E incluso si entonces se hubiera comprendido el quiasmo, e incluso si José Smith pudo ser capaz de armar ejemplos propios en su texto, a él y a sus seguidores se les habría señalado su existencia como evidencia de autenticidad. De hecho, no se investigó y descubrió el quiasmo en el Libro de Mormón hasta fines de los 60 del siglo pasado, cuando un erudito SUD John Welch asimiló de la obra de erudición del quiasmo en la antigüedad y lanzó la hipótesis de que en el Libro de Mormón podría también contener ejemplos de quiasmo [4]. Sus hallazgos fueron ciertamente sorprendentes, revelando que existen en el Libro de Mormón pasajes de quiasmo claros, diferenciados y elegantes. Desde entonces se han encontrado muchas estructuras quiásmicas. Véase, por ejemplo, Donald W. Parry's The Book of Mormon Text Reformatted According to Parallelistic Patterns, FARMS, Provo, Utah, 1992 (pedir como PAR-92 por $18.50 de FARMS, que también incluye un excelente ensayo sobre poesía semítica y el papel del quiasmo.

Varios breves ejemplos de quiasmo en el Libro de Mormón:

Mosiah 3:18,19:

(mas los hombres beben condenación para sus propias almas a menos que)

(a) se HUMILLEN

(b) y se vuelvan como NIÑOS pequeños

(c) y crean que la salvación fue, y es, y ha de venir en la SANGRE EXPIATORIA DE CRISTO

(d) Porque el HOMBRE NATURAL

(e) es enemigo de DIOS

(f) y lo HA SIDO desde la caída de Adán

(f') y lo SERÁ para siempre jamás

(e') a menos que se someta al influjo del SANTO ESPÍRITU

(d') y se despoje del HOMBRE NATURAL

(c') y se haga santo por la EXPIACIÓN DE CRISTO

(b') y se vuelva como un NIÑO

( a') sumiso, manso y HUMILDE.


Mosiah 5:10-12:

(a) Y acontecerá que quien no tome sobre sí el NOMBRE de Cristo

(b) tendrá que ser LLAMADO por algún otro nombre

(c) por tanto, se hallará a la IZQUIERDA de Dios.

(d) Y quisiera que también RECORDASÉIS que éste es el NOMBRE

(e) que dije que os daría, el cual nunca sería BORRADO,

(f) sino por TRANSGRESIÓN;

(f') por tanto, tened cuidado de no TRANSGREDIR,

(e') para que el nombre no se BORRADO de vuestros corazones.

(d') Yo os digo, quisiera que os ACORDASÉIS de conservar este NOMBRE

(c') escrito en vuestros corazones, para que no os halléis a la IZQUIERDA de Dios,

(b') sino que oigáis y conozcáis la voz por la cual seréis LLAMADOS,

(a') y también el NOMBRE por el cual él os llamará.

El uso del paralelismo en este pasaje resalta el peligro de la transgresión (pecado) y la importancia de recordar el nombre que hemos tomado sobre nosotros, el de Cristo.

Alma 41: 13-14:

Oh, hijo mío, tal no es el caso; sino que el significado de la palabra restauración es volver de nuevo mal por mal, o carnal por carnal, o diabólico por diabólico;

(a,a) BUENO por lo que es BUENO,

(b,b) RECTO por lo que es RECTO,

(c,c) JUSTO por lo que es JUSTO,

(d,d) MISERICORDIOSO por lo que es MISERICORDIOSO.

(d')Por tanto, hijo mío, procura ser MISERICORDIOSO con tus hermanos;

(c') trata con JUSTICIA,

(b') juzga con RECTITUD,

(a') y haz lo BUENO sin cesar; y si haces todas estas cosas, entonces recibirás tu galardón;

(d'') sí, la MISERICORDIA te será restablecida de nuevo;

(c'') la JUSTICIA te será restaurada otra vez;

(b'') se te restituirá un JUSTO juicio nuevamente;

(a'') y se te recompensará de nuevo con lo BUENO.


Este pasaje empieza con elementos dobles en la primera mitad (bueno,bueno; recto, recto; etc.). Los elementos dobles también se suceden en la segunda parte, pero se expanden en dos series de elementos simples (d',c',b',a') y (d'',c'',b'',a''). Esto demuestra el uso talentoso del paralelismo. Se destaca el atributo de la misericordia en este pasaje.

Los primeros escritos de Nefi contienen múltiples ejemplos de quiasmo; de hecho, los dos primeros libros de Nefi completos parecen haberse organizado en un quiasmo total. Acaso aun más interesante es la estructura del libro de Mosíah, que se organiza en un quiasmo complejo que tiene por punto central las enseñanzas mesiánicas de Abinadí. y también pone énfasis en las poderosasa enseñanzas de Benjamín y Mosíah (Véase Welch, BYU Studies, Vol. 10, No. 1, 1969, p.82, disponible online como un archivo PDF ):

A El rey Benjamín exhorta a sus hijos (1:1-8)

B Mosíah elegido para suceder a su padre (1:10)

C Mosíah recibe los registros (1:16)

D El discurso de Benjamín y las palabras del ángel (2:9-5:15 )

E El pueblo hace un convenio (6:1 )

F Se consagran sacerdotes (6:13)

G Ammon deja Zarahemla por la tierra de Lehi-Nefi (7:1-6)

H El pueblo en cautiverio, Ammon arrojado a la prisión (7:15)

I Las 24 planchas de oro (8:9)

J The record of Zeniff begins as he leaves Zarahemla (9:1)

K Defensa contra los lamanitas (9:14-10:20)

L Noé y sus sacerdotes (11:1-15)

M Abinadí perseguido y arrojado a la prisión (11-12)

N Abinadí lee la ley antigua y las antiguas profecías mesiánicas a los sacerdotes (13-14)

N' Abinadí hace nuevas profecías respecto de Jesucristo (15-16)

M' Abinadí perseguido y asesinado (17:5-20)

L' Noé y sus sacerdotes (18:32-20:5)

K' Los lamanitas amenazan al pueblo Limhi (20:6-6-26)

J' Concluye el registro de Zeniff cuando abandona la tierra de Lehi-Nefi.

I' Las 24 planchas de oro (21:27, 22:14)

H' El pueblo de Alma bajo esclavitud (23)

G' Alma deja la tierra de Lehi-Nefi por Zarahemla (24)

F' Alma organiza a la Iglesia (25:14-24)

E' Los incrédulos rechazan entrar en el convenio (26: 1-4)

D' Las palabras de Alma y las palabras del ángel del Señor (26-27)

C' Alma el joven recibe los registros (28:20)

B' Se eligen a juecen en lugar de un rey (29:5-32)

A' Mosiah exhorta a su pueblo (29:5-32)

He observado que existen otros elementos que se podrían incluir en alguno de los agrupamientos arriba expresados anteriormente. Por ejemplo, para A y A', podríamos también notar que Mosíah 1:1 habla de "paz continua" en la tierra, atribuible a los esfuerzos del rey Benjamín, mientras que al final del libro habla de "paz continua en la tierra" (Mosíah 29:40) como resultado del sistema establecido por Mosíah II y la obra del juez Alma. El capítulo 1 también empieza con Benjamín anciano y enfrentándose a la muerte (1:9), lo cual motiva su discurso de despedida, mientras que Mosíah acaba con las muertes de Alma padre a la edad de 82 años y de Mosiah II a la edad de 63 (29:45,46), después del relato de su discurso más importante en el capítulo 29.

Para muchos ejemplos adicionales de quiasmo de los escritos de Nefi, véase el artículo, "Nephi's Convincing of Christ through Chiasmus: Plain and Precious Persuading from a Prophet of God" de David E. Sloan, Journal of Book of Mormon Studies, Volumen 6, Fascículo 2, 1997. (El enlace es para un archivo PDF. El artículo también está disponible en formato HTML). También véase Página del Quiasmo de Russell Anderson y Quiasmo en el Libro de Mormón: Notable arte literario) Chiasmus in the Book of Mormon: A Remarkable Literary Art en ComeToZarahemla.org, donde se habla de la estructura quiásmica de 1 Nefi.

Sólo aprendí recientemente que todo el Libro de Mosíah posee una estructura de quiasmo bien definida que coloca a las enseñanzas mesiánicas de Abinadí en el punto central, con énfasis secundario en las enseñanzas del rey Benjamín y del rey Mosíah al principio y al final del libro. Muy improbablemente el modelo parece haber sido accidental o fingido, pero es lógico, enriquece el significado del texto, y es consistente en muchos niveles paralelos.

Fuentes
  1. Traducido de http://www.jefflindsay.com/BMEvidences.shtml,
    Específicamente http://www.jefflindsay.com/chiasmus.shtml#bom.
     

03 septiembre 2010

El polisíndeton: una antigua forma de escritura Hebrea en el Libro de Mormón

Alan Miner:
"Paso a Paso a través del Libro deMormón "(inédito); 
citando extractos de un artículo de Hugh Pinnock, usado con autorización del autor.



Hugh Pinnock escribe que el polisíndeton es una forma de escritura antigua hebrea repetitiva muy fácil de identificar, ya que se repite la palabra al comienzo de las frase y así sucesivamente. Un buen ejemplo de polisindeton en el Libro de Mormón se encuentra en Alma 1:29:

una abundancia de rebaños
y manadas,
y toda clase de animales cebados,
y también una abundancia de grano,
y de oro,
y de plata
y de objetos preciosos en abundancia,
y abundancia de seda
y de lino de fino tejido,
y de toda clase de buenas telas sencillas.

Este fácilmente reconocible polisíndeton era una herramienta de uso frecuente por los escritores hebreos y es un evidente apoyo a las raíces hebraicas del Libro de Mormón. 

Fuente

Hugh [W. Pinnock, Buscando hebreo bíblico y otras antiguas formas literarias en el Libro de Mormón, granjas, 1999, pp. 21-23, 27]

26 agosto 2010

Los 3 Nefitas

Los 3 Nefitas del Libro de Mormón, fueron preparados para una importante misión. ¿Existirá algún registro o mención de ellos en la América Antigua?


Analicemos el siguiente registro mencionado en el libro "Secretos Precolombinos", a propósito del segundo viaje de Cristóbal Colón a América:


“Un día alrededor del 3 de junio de 1494, durante su segundo viaje al Nuevo mundo, Cristóbal Colón ancló fuera de las orillas de Cuba; Envió una expedición a la orilla para obtener un poco de agua fresca y madera. Entre aquellos enviados a tierra bajo un arquero, que se separó de la comitiva y entró en los bosques con su ballesta a cazar. Él no había caminado mucho tiempo cuando se devolvió apresuradamente y fue donde los del grupo con este informe: “Declaró que él no había avanzado muy lejos, cuando observó de repente que era espiado a través de un claro del bosque, era un hombre vestido de blanco hasta los tobillos, tan blancos y largos como un fraile del orden de Santa María de la Misericordia, que al principio él lo tomó como si se tratase del capellán del Almirante, pero otros dos le seguían, con túnicas blancas que alcanzan a sus tobillos; los tres eran de cutis como los europeos. Detrás de éstos aparecieron muchos más al número de treinta, armados con flechas y lanzas. Ellos no hicieron ninguna señal de hostilidad, pero permanecían callados, el hombre de traje blanco largo, tomó la delantera para hablarme a mí; pero yo estaba tan asustado de ver el número de acompañantes que huí para buscar la ayuda de mis compañeros al instante. Más tarde reconoció que se acobardó de ver a los nativos armados y que con sus compañeros no tuvieron el coraje de enfrentarlos y salieron despavoridos hacia las naves ancladas en el mar.
( Irving 196)
Hay dos alternativas: O el hombre puede haber estado engañando a Colón; o que él había visto una bandada de grúllas en lugar de lo que imaginó. Colón tenía razón para dudar de la exactitud de la información del arquero; por lo tanto sugería espiarlos desde las naves, pero los catalejos no permitían identificarlos desde a bordo “Por eso al día siguiente se programó que todos fueran a tierra, con órdenes para penetrar al interior si es necesario hasta cuarenta millas” para verificar esta historia.59 ( Irving 197)
Incluso una tercera expedición se envió al tercer día a tierra, en la demanda de estos nativos y sus tres líderes blancos vestidos de blanco. Este acontecimiento se convirtió en un problema, todos opinaban sobre la credibilidad del arquero y despertó la curiosidad del Almirante.
Aunque las comitivas volvieron sin una evidencia, no se menciona nada al hombre de la ballesta que más tarde retracta su historia. Tanto así, que crea dudas en el Almirante y de ahí en adelante se pide que ninguna acción sea comunicada sin un segundo testimonio. En dos semanas, Colón ya sabía comunicarse con un nativo, de quien supo: que a diez leguas al oeste había algunos nativos entre ciertas montañas que él vio de lejos, que había un rey, tan poderoso que su reinado abarcaba muchos pueblos; que él llevaba un vestido blanco que llegaba a tierra; que se le llamó un santo; que sus enseñanzas fueron obedecidas siempre, aunque comunicaba sus órdenes y sus asuntos mediante símbolos visuales,( Irving 200)”. (1)


Tal como esta leyenda, existen muchas otras, refiriéndose a  3 hombres singulares de reconocido poder, que ministraron por el antiguo continente Americano.

Fuentes:
  1. "Secretos Precolombinos", pág.43 - 45, Harold Santacruz Moncayo.

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