Simón Bolívar:
Evidencias científicas, arqueológicas, lingüísticas y culturales del Libro de Mormón
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12 enero 2009
Quetzalcohuatl
Simón Bolívar:
07 enero 2009
Jesucristo visitó América
"El Cristo legendario de América hizo milagros y enseñó doctrinas cristianas. En su Historia de Chile, Rosales declara: "Había llegado a aquel país un hombre milagroso, que hacía milagros, sanaba los enfermos con agua, encendía fuego con un soplo de su aliento, hacía llover y causaba que crecieran sus cosechas, sanando de repente a los enfermos, dándoles visión a los ciegos."
"Los Aztecas tienen una tradición de un Dios sufriendo y crucificado llamado Quetzalcoatl, y de uno que vino delante de él para preparar su camino y llamarlos al arrepentimiento. Tezcaltlipoca le ofreció una copa, llamándolo "Mi hijo." De su falta de voluntad para probarlo y de haber llorado amargamente después de haber tomado su contenido; haber abandonado los reinos temporales a favor de los espirituales, fue llamado por el Padre a abandonarlos. Al alejarse, hubo cuatro terremotos. Prometió volver otra vez para redimir a su pueblo.
¿Se les habrá ocurrido pensar alguna vez por qué fue que Cortés, con unos cuantos soldados pudo subyugar a millones de indios? ¿Habrán pensado alguna vez por qué pudo escribir su nombre en sangre por toda la faz de México? Tengo algunos de los escritos personales de Las Casas, el primer obispo de Chiapas. Mientras va escribiendo, tiene lagrimas en los ojos, y nos dice: "Hasta este tiempo, únicamente, solo en esta región, Cortés ha asesinado a sangre fría a más de quince millones de indios, por que rehusaron aceptar una forma del cristianismo que, según éstos, es menos perfecto que el suyo y, sin embargo, saben que se han apartado del original."
¿Y por qué permitieron los indios tal matanza? Conozco a un cacique indio, muy amigo mío, que es descendiente directo de Moctezuma y él tiene algunos de los escritos personales de Moctezuma. En estos códices se entiende claramente que los indios podrían haber matado a Cortés en cualquier momento, hasta el momento en que se hizo aliado de los Tlascaltecas y logró alentar las enemistades naturales poniendo tribu contra tribu e indio contra indio. ¿Por qué, pues, lo dejaron vivir? ¿Por qué permitieron que cometiera tales atrocidades? Porque creían que era el Dios blanco que regresaba, para cumplir las promesas hechas por sus antepasados de que él volvería. Al fin yo le pregunté al anciano "patriarca" indio en Yucatán, "¿No había entre los indios algunos que al fin creyeran que era imposible que Cortés fuera un dios por las grandes maldades hechas en contra de su pueblo?" El respondió: "Por cierto, muchos creyeron al fin que él no podía ser un dios, pero también tenían la leyenda de que una raza blanca tenía que conquistarnos antes de que nuestra religión verdadera se nos fuera devuelta." Así que aun los que al fin creyeron que él no era el Dios blanco que regresaba, no volvieron en su contra, a sabiendas de que tenían que ser conquistados por una raza de gente blanca. Sabían que el Dios de sus antepasados volvería, y que su verdadera religión sería devuelta antes de su llegada."
"No es nuestra intención exagerar la importancia de esas coincidencias de las antiguas tradiciones americanas con la historia de nuestro Salvador, pero su origen cristiano y su significado cristiano difícilmente se pondrían en duda si halláramos, junto con ellas, entre los aborígenes mismos, tales emblemas, doctrinas y costumbres que evidentemente son exclusivamente cristianos.¿Quién negará que, si la cruz, símbolo exclusivo del cristianismo, se hallara en Yucatán, señalaría como cristianas las tradiciones de sus habitantes, según las cuales creían que su hijo-dios, nacido de una virgen, murió crucificado?Claro que Jesucristo había estado con ellos y les había enseñado bellas cosas, y ellos oyeron historias maravillosas de sus propios labios."
"De tal modo llegamos, todavía bajo condiciones primitivas, a tales ideales personas como Quetzalcoatl entre los Aztecas, de quien se decía en sus leyendas que era de un aspecto majestuoso, casto en la vida, adverso a la guerra, sabio y generoso en sus acciones, y que se deleitaba en el cultivo de las artes de la paz; o como vemos entre los Incas, con su héroe cultural, Tonapa, de cuyas enseñanzas un escritor católico del siglo XVI dice: "Tan semejantes eran a los preceptos de Jesús, que nada faltaban en ellas, sino su nombre y el de su Padre."
02 enero 2009
Anales semejantes al Antiguo Testamento en América Precolombina
Hé aquí que el Señor destruye a los malvados para que se cumplan sus justos designios. Vale más que muera un hombre, que dejar que una nación degenere y perezca en la incredulidad.(1 Nefi 4:13.)
Porque Labán tiene en su poder los anales de los judíos así como la genealogía de tus antepasados; y se hallan grabados sobre planchas de bronce.Por lo que el Señor me ha mandado que tú y tus hermanos vayáis a la casa de Labán para procurar conseguir los anales y traerlos aquí al desierto.(1 Nefí 3:3-4.)
Que el hombre fue creado en la imagen de Dios formaba parte de la creencia mexicana, dice Kingsborough. Otro punto de coincidencia con la historia de las escrituras se halla en la Diosa Azteca "Ciocoat" o mujer serpiente que los Aztecas llamaban Nuestra Señora y Madre, la Primera diosa en dar a luz, que legó el sufrimiento del parto a la mujer como tributo de la muerte y por la cual entró el pecado al mundo. En todo esto se ve mucho que nos recuerda la madre del género humano.
La historia del diluvio esta muy esparcida entre los indios americanos. Un hombre (Noach) (fíjense cuán parecido —Noé no, sino Noach.) con algunas otras personas, se escapó en un barco en que iban varios animales y pájaros. Un arco iris es la señal que esto no volverá a pasar.
Con el transcurso del tiempo se construyó una torre con el proposito de llegar a las nubes, pero el Dios, muy enojado con tal presunción, destruyo la torre, confundió el lenguaje del día y dispersó a los habitantes.
Los indios contaron que hacía mucho, los Otomíes estaban en posesión de un libro, que se pasaba de padre a hijo y se guardaba por personas de importancia cuyo deber era explicarlo. . . Por reverencia, no doblaban las hojas del libro con sus manos, sino que usaban un palito que se guardaba con el libro para este propósito. Habiendo preguntado el fraile al indio sobre lo que contenía el tomo y sus enseñanzas, el viejo no podía entrar en detalles, pero dijo que, si estuviera en existencia aún, sería evidente que las enseñanzas de aquel libro y la predicación del fraile eran las mismas.- (Nótese ahora esta afirmación interesante.) Pero la venerable reliquia había perecido en la tierra, donde sus guardianes la habían enterrado.
Fuente:
www.bibliotecasud.blogspot.com
29 diciembre 2008
El Testimonio de Martin Harris
¿Hipotecarías tu casa por algo falso que no te dará ninguna utilidad? Esta es la posición en que se encontró Martin Harris cuando José Smith le transcribió los caracteres del Libro de Mormón y los llevó para que un experto los revisara. Esta es una prueba de que el experto sí los confirmó, ya que él luego de esto hipotecó su granja para pagar la publicación del Libro de Mormón, otra prueba de su veracidad.
"Oí un ruido detrás de mí, me dí vuelta y vi al profeta José Smith que venía hacia mí. Solo un vistazo me certificó que ellos habían recibido un testimonio maravilloso como respuesta a sus ruegos. Me contó la historia del ángel que apareció para enseñarles las planchas a los otros testigos y luego dijo que se sentía como si se hubiera quitado un enorme peso de encima, porque ahora otros habían visto y oído y Oliverio Cowdery y David Whitmer sabían que existían tales cosas como ángeles en el día de hoy y que sabían que las planchas de oro existían."
"Cuando oí a José Smith contar de sus grandes visiones, no había lugar a dudas en mi mente. Yo sabía que lo que dijo haber visto y oído era verdad. Por cauteloso que yo fuera, yo sabía esto."
"Conocí al profeta dos años antes que los otros testigos, en 1827, y cuando fui a hipotecar mi chacra para costear los gastos de la publicación del "Libro de Mormón, destrocé la felicidad de mi hogar."Su esposa debiera de haberle dicho, "Pues, viejo tonto, sí quieres malgastar tu mitad de nuestra propiedad para ayudar a pagar la impresión de ese libro ficticio, bien, pero la mía nunca." Ella se divorcio de él y Martín Harris hipoteco su mitad de la propiedad por $3,000.00 para costear los gastos de impresión de las primeras cinco mil copias del Libro de Mormón.
Eran buenas sus intenciones, pero le llevaron a convertirse durante treinta y tres años, una isla de fe en un mar de infieles. Sus vecinos testificaron, por escrito, que era un vecino de los mejores. Creían, sin embargo, que en un punto estaba "un poco loco" — seguía afirmando que había visto un ángel de Dios y las planchas de oro, de las cuales declaraba que José Smith tradujo el Libro de Mormón. Y declaraba que Dios mismo le habló desde lo alto y le dijo que la traducción era auténtica y divina.
22 diciembre 2008
El Testimonio de Oliverio Cowdery
Uno de los 3 testigos especiales del Libro de Mormón fue Oliverio Cowdery. Un hecho digno de destacar, es que a pesar de ser excomulgado de la Iglesia, nunca negó su testimonio. Si éste hubiera sido falso, podría haberlo negado, sin embargo, en vez de hacerlo, lo defendió públicamente en un juicio donde el fue su propio abogado. Esta defensa quedó registrada en el acta del caso y sirvó como testimonio al mundo de la veracidad del Libro de Mormón. Con el paso del tiempo, Oliverio, pidió ser admitido nuevamente en la Iglesia y ser simplemente un diácono en ella y no un sumo sacerdote como le pudo corresponder. Es increíble el analizar cada uno de estos puntos; este es un extracto del libro "El Juicio al Palo de José".
"Con el beneplácito de la corte y los estimados señores del jurado: Mi colega de la contraparte me ha acusado de participar de las ideas de José Smith y la "Biblia de oro. Se me ha echado encima la responsabilidad, y no puedo menos que responder.
Ante Dios y los hombres no osaría negar lo que he dicho — lo que contiene mi testimonio, tal como está escrito y publicado en la primera página del Libro de Mormón. Con la indulgencia de su Señoría y los caballeros del jurado, esto lo digo:Vi el ángel y oí la voz del cielo. ¿Como puedo negarlo? Aconteció durante el día cuando brillaba el sol en el firmamento, no de noche mientras dormía. El glorioso mensajero de lo alto, vestido de una túnica blanca, parado en el aire con una gloria sin comparación con ninguna cosa jamás vista en este mundo, ni el sol se le podía comparar, nos dijo que si negáramos aquel testimonio no habría perdón ni en esta vida ni en el mundo venidero. ¿Como puedo negarlo? No me atrevo, ni lo haré nunca jamás." (Por Jack West)
19 diciembre 2008
La tierra de Nahom
"Y aconteció que murió Ismael y fue enterrado en el lugar llamado Nahom.
Y sucedió que las hijas de Ismael se lamentaron sobremanera a causa de la muerte de su padre..." (1 Nefi 16: 34 - 35)
15 diciembre 2008
El testimonio de David Whitmer.
Una de las evidencias claras de que el Libro de Mormón es verdadero, es la existencia de los testigos presenciales. Tres de ellos, que vieron al ángel quién les mostró las planchas y los otros ocho que además las tocaron y palparon con sus manos.
"Es verdad que recibí la carta de Oliverio Cowdery," declaro David, "y no solo me dijo que él creía que el Profeta era un profeta verdadero, sino que también me pidió que me apurara en ir donde él yo también, porque estaba muy deseoso de que yo le conociera."
"¿Estarían ustedes dispuestos a tomar un juramento y testificar delante del mundo que me han conocido desde hace muchos años como íntimo amigo y que mi palabra es como el oro? Y ellos dijeron: "Por cierto que sí, David." Entonces querían saber de qué se trataba. Y el dijo: "No les voy a contestar esa pregunta hasta que me hayan dicho un sí o un no inequívoco. Pues le dijeron que sí, que darían tal testimonio. Entonces se les aclaró lo que David tenía pensado. Dijo: "De una vez por todas, voy a testificar por escrito y publicarlo para que todo el mundo lo sepa, que en mi vida he negado mi testimonio como testigo del Libro de Mormón, y aún más, voy a declarar que siempre he sido fiel a aquel testimonio. Entonces, a renglón seguido, quiero el juramento de ustedes que soy honesto y de buena reputación." Luego dijo: "Creí seguramente que algunos de estos señores faltarían a su palabra cuando les dije eso, pero todos la cumplieron."
"Nunca he negado mí testimonio; quiero que vosotros me defendáis ya que no estaré yo aquí para hacerlo en persona y decidles, que en mi lecho de muerte, en el temor de Dios, mi Hacedor, os declaré, con mi ultimo suspiro, que no había negado jamás mi testimonio respecto a la salida del Libro de Mormón."