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07 junio 2013

¿De qué material eran las planchas?

¿Eran las planchas del Libro de Mormón de oro puro, o estaban hechas de una aleación que parecía oro?

Autor: Neal A. Maxwell Institute.
Traductor: Antonio A. Caballero.


La investigación más seria sobre esta pregunta la hizo hace 45 años Read H. Putman, un herrero y metalúrgico de Evanston, Wyoming [1]. Trabajando primeramente a partir de las dimensiones generales del conjunto de planchas que aportaron los testigos, calculó que un bloque de oro puro de ese tamaño, debería de haber pesado un poco más de 200 lb (91 Kg). Sin embargo, cierta cantidad de testigos dispusieron que el peso del conjunto era de unas 60 lb (28 Kg). La discrepancia puede ser parcialmente explicada por el hecho de que las láminas debieron de ser fabricadas a mano, probablemente a golpe de martillo y las irregularidades pudieron haber dejado huecos entre las planchas. Ésto llevó a Putnam a la conclusión de que probablemente todo el conjunto de planchas pudieron pesar menos de un 50% de lo que pesaría un bloque macizo del metal.

Debido a que el peso de un metal depende de su pureza, también debemos considerar si las planchas eran de oro puro. Los nefitas conocían las diferencias entre purezas y las aleaciones. Por ejemplo, sabemos que las planchas de “bronce” procedían de una aleación (muy posiblemente bronce, una mezcla de cobre y estaño) [2] y que las planchas de Éter se diferenciaban específicamente por ser de oro “puro” (Mosíah 8:9). Más adelante Nefi enseña a su pueblo “a trabajar con toda clase de” metales y “minerales preciosos”. Sin embargo en ninguna parte el texto dice que las planchas de los nefitas fueran de oro puro.

¿De oro puro o de una aleación con “la apariencia de oro”?

William, el hermano de José Smith, dijo específicamente que el material de las planchas era de “una mezcla de oro y cobre” [3] (Alguien tuvo que proporcionar un punto de vista  imparcial para esa declaración, ya que la suposición natural habría sido que las planchas eran de oro puro). Las cautelosas declaraciones de otros testigos, incluyendo al propio José Smith, quien habló de las planchas como si tuvieran “la apariencia de oro”, sugieren que el metal pudo ser una aleación [4].

Putnam observó que los dos únicos metales de color de la antigüedad eran el oro y el cobre. Una aleación de estos dos elementos era llamada por lo españoles “tumbaga” y su uso era muy común en la América tropical antigua para la elaboración de objetos preciosos. Putnam puso en marcha la razonable hipótesis de que las planchas de metal, fabricadas en los días de Mormón, eran de ese metal (la pieza arqueológica Mesoamericana más antigua de tumbaga -fabricada a partir de una hoja de metal martilleada- data del mismo siglo en que  Moroni escondió las planchas que tenía en su poder, el siglo V dC) [5]. Si las planchas del Libro de Mormón estaban hechas de tumbaga, su peso pudo haber sido mucho menor que si hubieran sido de oro puro. Putnam aclaró ese punto por medio de detalles matemáticos y concluyó que el peso total de las planchas, bajo responsabilidad de José Smith, pudo llegar a ser cerca de unas 60 lb (28 Kg) como declararon varios testigos.

Es interesante saber que al tumbaga se le daba un acabado dorado aplicándole ácido cítrico en la superficie. La reacción química resultante eliminaba los átomos de cobre de .0006 pulgadas de la superficie externa, dejando una microscópica capa de oro de 23 quilates que hacía que el objeto pareciera de oro macizo [6]. Planchas que tienen “la apariencia de oro”, es exactamente lo que se esperaría si estaban hechas de tumbaga [7].

Fuentes
  1. "Were the Plates of Mormon of Tumbaga?" Improvement Era, septiembre 1966, 788–89, 828–31; véase también en Ross T. Christensen, ed., Papers of the Fifteenth Annual Symposium on the Archaeology of the Scriptures (Provo, Utah: Extension Publications, BYU Division of Continuing Education, 1964), 101–9. Los hallazgos de Putnam son resumidos en "The 'Golden' Plates," en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Salt Lake City: Deseret Book and FARMS, 1992), 275–77.
  2. Véase John L. Sorenson, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City: Deseret Book and FARMS, 1985), 283–84; y su "Metals and Metallurgy Relating to the Book of Mormon Text" (FARMS, 1992).
  3. William Smith interview, The Saints' Herald, 4 octubre 1884, 644.
  4. "El testimonio de ocho testigos," El Libro de Mormón; y Joseph Smith Jr., "Church History," Times and Seasons, 1 de marzo de 1842.
  5. David M. Pendergast, "Tumbaga Object from the Early Classic Period, Found at Altun Ha, British Honduras (Belize)," Science 168, 3 de abril de 1970, 117.
  6. Putnam, "Were the Plates of Mormon of Tumbaga?"; y Heather Lechtman, "Pre-Columbian Surface Metallurgy," Scientific American 250 (junio de 1984): 56–63.
  7. También es posible que otros procedimientos metalúrgicos, tales como una aleación a golpe de martillo de cobre-plata-oro, pudo dar lugar a un producto de apariencia similar (Véase Lechtman, "Pre-Columbian Surface Metallurgy"; y Dorothy Hosler and Guy Stresser-Pean, "The Huastec Region: A Second Locus for the Production of Bronze Alloys in Ancient Mesoamerica," Science 257, 28 de agosto de 1992, 1215). Véase también, Nephi's original plates might have been of different composition than Mormon's plates.
  8. http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/jbms/?vol=10&num=1&id=393#_ednref7

03 junio 2013

Confirman presencia Egipcia en Israel del Antiguo Testamento

El Libro de Mormón comienza mostrándonos a un hebreo - Lehi - con conocimientos avanzados en el lenguaje y cultura egipcios pero en tierra judía. Se ha cuestionado este hecho principalmente bajo el concepto de que historiadores tradicionalmente han asumido hermetismo entre hebreos y egipcios en Tierra Santa. Reciente descubrimiento arqueológico confirma la presencia de egipcios en territorio Israelí en tiempos del Antiguo Testamento.

Autor(es): Universidad de Mainz.
Traducción y aditamentos: Israel González.


Nuevamente, este año (2012), Los departamentos de Estudios del Antiguo Testamento y Arqueología Bíblica de la Facultad de Teología Protestante de la Universidad Johannes Gutenberg en Mainz (JGU) y la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) lideraron las excavaciones en la antigua colina de Jaffa en Israel. Las recientes exploraciones no sólo han arrojado nueva luz sobre la destrucción de los elementos de la fortificación, sino que también han desenterrado evidencia que apunta a la presencia de población egipcia en el lugar.

Imagen muestra los ladrillos de barro cocido de la puerta de la 
fortificación expuestos al final de la excavación.
(Imagenes de © Martin Peilstöcker & The Jaffa Cultural Heritage Project)

Históricamente, Jaffa, ahora parte de la ciudad de Tel Aviv, es el puerto más antiguo que se ha documentado en la historia del mundo. Desde inicios del segundo milenio a.C., Jaffa ha sido el hogar de una intensa actividad de intercambio comercial. Restos de un pórtico perteneciente a una fortificación egipcia que data de la dinastía de Ramsés II (1279-1213 a.C.) ya había sido descubierto durante las excavaciones lideradas por el arqueólogo municipal de aquel momento Y. Kaplan en la década de 1950. Sin embargo, los hallazgos de Kaplan nunca se han publicado de forma extensa. 

Vista actual del pórtico egipcio en Jaffa, Tel Aviv

El Proyecto de Herencia Cultural de Jaffa, cuyos socios incluyen a las universidades en Mainz y Los Ángeles así como la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Compañía de Desarrollo de Jaffa Antigua, no sólo pretenden publicar los hallazgos de estas antiguas excavaciones, sino que también auspician nuevas excavaciones en otros lugares alrededor de la ciudad.

Piedras con jeroglíficos egipcios de la fachada del pórtico

La meta de las excavaciones de este año (2012) era esclarecer la historia de lo asentamientos durante el segundo milenio a.C., por medio de la investigación de las fases de la destrucción del fuerte y de la naturaleza de la presencia egipcia. El director alemán del yacimiento [arqueológico], Dr. Martin Peilstöcker, de la JGU, explica que ahora está claro que el propio pórtico fue destruido y reconstruido por lo menos cuatro veces. Además, parece que hay más que solamente arquitectura de adobe y cerámica domésticas que reflejan una tradición egipcia. De hecho, ha sido hallado un peculiar amuleto de escarabajo, el cual lleva el cartucho del faraón egipcio Amenhotep III (1390-1353 a.C.), que también atestigua la presencia de una comunidad egipcia en la ciudad. Algunos de los descubrimientos efectuados en las excavaciones están destinados a ser expuestos, en el 2013, en una exhibición especial en el Museo de la Experiencia Bíblica en Frankfort. (1) (2) (3)

Fuentes
  1. Universität Mainz. "Excavations in Jaffa confirm presence of Egyptian settlement on the ancient city site." http://www.uni-mainz.de/presse/15689_ENG_HTML.php
  2. Excavaciones del Jaffa Cultural Heritage Project http://www.archaeological.org/fieldwork/afob/8070
  3. Paper detallado de la prueba de presencia de Egipcios en Canaan y los hallazgos en Jaffa http://www.jchp.ucla.edu/Bibliography/Burke_and_Lords_2010_(NEA_73,1).pdf

29 mayo 2013

Tercer Nefi visto por profesor de Harvard

Profesor de teología de la Universidad de Harvard da positiva evaluación al libro de Tercer Nefi del Libro de Mormón desde su silla experta y más neutral como cristiano no-mormón.

Autor(es): Francis Clooney, SJ.
Traductor: Israel González.


Francis X. Clooney, es profesor de Divinidad de la escuela de Divinidad de la Universidad de  Harvard, donde enseña desde el año 2005, después de enseñar 21 años en el Boston College. Desde el año 2010 es Director del Centro de Estudios religiosos de la Universidad de Harvard.

La prestigiosa revista católica América, recientemente publicó una serie de artículos donde el profesor Clooney analiza el Libro de Mormón desde su mirada erudita. Aquí hemos destacado uno de estos artículos, acerca del libro Tercer Nefi, libro que contiene el ministerio del Señor Jesucristo a los nefitas. 

Detallamos la siguiente porción de su artículo:
“Mientras preparaba esta tercera reflexión sobre el Libro de Mormón se me hizo evidente que trabajar a menor escala (centrado sólo en 3 Nefi, únicamente en éste de todos los libros del Libro de Mormón) en realidad me estaba dando más trabajo, no menos ... 
Aquí solamente voy a comentar la primera de las tres enseñanzas de Jesús. En 3 Nefi 12-14, Jesús repite en esencia el Sermón del Monte (Mateo 5-7). La última vez mencioné que el erudito Krister Stendahl escribió un artículo sobre las similitudes y las sutiles diferencias entre el sermón en Mateo y la versión mormona del sermón. No se visualiza un cambio destacable, pero pequeños cambios aparecen con frecuencia. Sugiero que estos capítulos se lean con el Nuevo Testamento a mano y con Hardy y Stendahl como ayudas. Si lo leen con atención, podrán apreciar tanto la continuidad, como los cambios. 
En mi propio estudio breve - inicial, aunque casi decisivo - no descubrí ninguna prueba irrefutable, que pudiera probar algo decisivo acerca de los mormones, o sobre el uso del Nuevo Testamento en [la traducción de] el Libro de Mormón. 
Es interesante que 3 Nefi pone el sermón en un nuevo contexto, uno más amplio. En el capítulo 15, Jesús explica con más detalle cómo Él cumple pero no finiquita la Ley y los Profetas, ya que los Profetas siguen siendo particularmente importantes, pues muchas profecías todavía no han sido cumplidas. En cualquier caso, todo es Cristo-céntrico, como Él declara, "He aquí, yo soy la ley y la luz. Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna. He aquí, os he dado los mandamientos; guardad, pues, mis mandamientos. Y esto es la ley y los profetas, porque ellos en verdad testificaron de mí." (3 Nefi 15:9-10) 
En el mismo capítulo, Jesús explica con cierto detalle el significado de Juan 10:16 ("También tengo otras ovejas que no son de este redil ...") Estas palabras están citadas para hacerse realidad en el relato de 3 Nefi, donde Jesús se encuentra visitando y enseñando a un conjunto más amplio de oyentes, más allá de los descritos en los Evangelios: "Y en verdad, en verdad os digo que tengo otras ovejas que no son de esta tierra, ni de la tierra de Jerusalén, ni de ninguna de las partes de esa tierra circundante donde he estado para ejercer mi ministerio. Porque aquellos de quienes hablo son los que todavía no han oído mi voz; ni en ningún tiempo me he manifestado a ellos. Mas he recibido el mandamiento del Padre de que vaya a ellos, para que oigan mi voz y sean contados entre mis ovejas, a fin de que haya un rebaño y un pastor; por tanto, voy para manifestarme a ellos."(16:1-3) Después de continuar enseñando sobre el pueblo esparcido de Israel y los gentiles, Jesús enfatiza sus enseñanzas citando a Isaías 52:8-10 (" ... El Señor ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios"). Según 3 Nefi, esta buena noticia llegará a todas las naciones de una manera bastante directa, incluso aquí en el Nuevo Mundo, entre los nefitas. 
En el Capítulo 17 - bastante inusual, pero a su vez muy hermoso para mis gustos - Jesús sana a los enfermos y bendice a los niños. La última escena más tierna termina de una manera bastante dramática: "Y habló a la multitud, y les dijo: Mirad a vuestros pequeñitos. Y he aquí, al levantar la vista para ver, dirigieron la mirada al cielo, y vieron abrirse los cielos, y vieron ángeles que descendían del cielo cual si fuera en medio de fuego; y bajaron y cercaron a aquellos pequeñitos, y fueron rodeados de fuego; y los ángeles les ministraron." (17:23-24). 
En el capítulo 18, Jesús alimenta a la gente con pan y  vino, instándoles a que hagan lo mismo en su memoria. Exhorta a la multitud a la oración, para dejar que su luz brille y a que permitan que los forasteros se unan a su comunidad. Con palabras aún más fuertes dirigidas a sus discípulos escogidos, vuelve a recomendarles una apertura cautelosa para admitir forasteros y extraños a la comunidad. 
Y luego se va: "Y aconteció que cuando Jesús hubo dado fin a estas palabras, tocó con la mano a los discípulos que había elegido, uno por uno, hasta que los hubo tocado a todos, y les hablaba a medida que los tocaba. Y la multitud no oyó las palabras que él habló; por tanto, no dio testimonio; pero los discípulos dieron testimonio de que les dio el poder para conferir el Espíritu Santo. Y más adelante os mostraré que este testimonio es verdadero. Y sucedió que cuando Jesús los hubo tocado a todos, llegó una nube y cubrió a la multitud, de modo que no veían a Jesús. Y mientras los cubría, él partió de entre ellos y ascendió al cielo. Y los discípulos vieron y dieron testimonio de que ascendió de nuevo al cielo." (18:36-39) 
Hacer de todo esto Su voluntad. Estos hechos y dichos adicionales de Jesús no parecen estar destinados a ser sensacionalistas, ni superar o marginar a los cristianos tradicionales - el resto de nosotros. Esta primera enseñanza extendida de Jesús es interesante para mí, porque toda ella representa una forma de mantener la continuidad con los Evangelios, incluso cuando se busca para validar - espiritualmente, mediante la enseñanza - el mensaje de esta nueva comunidad en esta nueva tierra. Obviamente, no hay necesidad para un lector cristiano, como yo o la mayoría de ustedes, de ser conquistados por la llegada imaginaria de Jesús con su nueva/vieja enseñanza y sus acciones. Pero tampoco veo razón alguna por la que no podamos escuchar, aprender y beneficiarnos de lo que oímos. 
Después de todo, es en el Evangelio de Marcos, no en el Libro de Mormón, que escuchamos estas palabras: “Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos, porque no nos sigue. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis, porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no está contra nosotros, por nosotros está.”(1)
Es sumamente positivo que una publicación católica y efectuada por un erudito destacado de Harvard envíe signos de apertura hacia la religiosidad cristiana del Libro de Mormón. 

La conclusión de Clooney al usar el pasaje de San Marcos, indica que él apoya que el Libro de Mormón efectivamente acerca espiritualmente al cristiano abierto al Espíritu a Dios, aquel que busca comunión con el mensaje del Dios vivo más que con el detallismo del hombre natural al error en la jota y la tilde, aquel que con sencillez busca al Espíritu Santo “en espíritu y en verdad”.

Quienes sabemos que el Libro de Mormón es verdadero compartimos esta visión espiritual positiva y cauta pero a la vez abierta - que por cierto Jesús mismo tenía de las personas - y, a diferencia del profesor Clooney, damos un paso más allá, cruzando el puente hasta el otro extremo de la fe genuina y testificando que el Libro de Mormón es palabra auténtica de Dios, que los relatos de Tercer Nefi no solo son altamente deseables para cualquier alma que crea en Jesús, sino que declaramos que éstos no fueron hechos “imaginarios” sino plenamente reales: Jesús dijo lo que el libro de Tercer Nefi dice. Jesús estuvo allí. Son palabras de Él, no de Smith. 

Pero destacamos con mucho entusiasmo que el reconocimiento de parte de un erudito de Harvard, de la lectura del Libro de Mormón como provechosa espiritualmente para un cristiano tradicional, ya es un gran avance puesto que con muchísima frecuencia se aborda el Libro de Mormón con recelo y hasta con cierta apatía y resentimiento por la mayoría de los cristianos no-mormones.

Después de todo, el hombre siempre tiene sed de verdad. Jesús dijo “la Verdad os hará libres”. Esa Verdad que emana de su persona divina, esa Verdad que es Él mismo, hoy también se puede beber de la fuente del Libro de Mormón Otro Testamento de Jesucristo. Él mismo situado con tierno poder de Dios, en estas bellas escenas comentadas por Clooney, pueden convertirse en una fuente inagotable de fe y esperanza para el alma que lo desee.

Fuentes
  1. Revista America. Edición Online. http://americamagazine.org/node/150695

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