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25 noviembre 2011

La nieve en el Libro de Mormón

¿Cómo Nefi, habiendo vivido en climas desérticos de Jerusalén, podría haberse referido a la blancura de la nieve según 1 Nefi 11:8?
Autor: fairlds.org


Foto de Jerusalen nevada

"Y aconteció que me dijo el Espíritu: ¡Mira! Y miré y vi un árbol; y era semejante al que mi padre había visto; y su belleza era muy superior, sí, sobrepujaba a toda otra belleza; y su blancura excedía a la blancura de la nieve misma." (1 Nefi 11:8)

La creencia popular piensa que esta cita del Libro de Mormón es errada ya que en un clima cálido (como se piensa de Israel), no podría haber habido cosa comparada con la blancura de "la nieve misma".

Contrario a la creencia popular, la nieve no es algo desconocido en Israel o Jerusalén.

Es significativo que sólo habitantes del antiguo mundo (Lehi y Nefi) utilizasen el término "nieve" descriptivamente en el Libro de Mormón; puede que los otros escritores no hayan estado familiarizados con éste como para usarlo en metáforas para ellos ni sus audiencias.

Debe aclararse que muchas escrituras del viejo mundo las cuales también datan de antes que la colonia de Lehi usara el término "nieve" (la palabra hebrea sheleg aparece 20 veces en el Antiguo Testamento). Esto significa que no es sorprendente que Lehi y Nefi (que conocían bien las escrituras israelitas) usaren el término. (Véase: Éxodo 4:6, Números 12:10, 2 Samuel 23:20, 2 Reyes 5:27, 1 Crónicas 11:22, Job 6:16, Job 9:30, Job 24:19, Job 37;6, Job 38:22, Salmos 51:7, 68:14, 147:16, 148:8, Proverbios 25:13, 26:1, Proverbios 31:21, Isaías 1:18, 55:10, Jeremías 18:14.

(Nota: esto no debe ser interpretado como que todos estos textos estuvieron en las planchas de bronce, pero sí demuestran que el término 'nieve'  como descripción de 'blanco' no fue desconocido en Israel.)

17 noviembre 2011

Hombres de gran estatura entre los Jareditas y gigantes entre los Olmecas

Este artículo explica la tradición Olmeca referida a"hombres de gran estatura", y lo relaciona con la tradición similar que describe el Libro de Mormón entre el pueblo Jaredita.


Tomando en cuenta numerosos estudios y comparaciones impresionantes entre el pueblo Jaredita, mencionado en el Libro de Mormón, y el pueblo precolombino llamado Olmeca, (que llega hasta América en el mismo tiempo que los Jareditas) entre las cuales podemos considerar sus construcciones, guerras, cronología, tradiciones y extinción, voy a realizar una recolección de estos datos que se encuentran en diferentes libros y artículos situándolos todos bajo la etiqueta "Jareditas y Olmecas".

En relación a los gigantes, Jimmy Guerrero compara la narración del cronista Fernando de Alva -quien hace alusión a"gigantes"- con la mención sobre "hombres de gran estatura" entre los Jareditas. El Libro de Mormón, en Mosíah 8:10, relata que durante la excursión enviada por Limhi para encontrar a la ciudad de Zarahemla, los viajeros se extraviaron y llegaron al territorio que anteriormente había sido habitado por Jareditas. Allí, ellos encontraron petos de gran tamaño de bronce y de cobre. También, en Helaman 1:15 leemos que Coriamtumr (líder Jaredita) era "fuerte y de gran estatura", es decir, el pueblo Jaredita tenía esta característica: eran personas fuertes y además, de gran tamaño.

Citemos ahora lo que registró Fernando de Alva en sus crónicas Ixtlilxochitl, donde narró lo siguiente sobre las tierras que ocuparon los extintos Olmecas:
"En esta tierra llamada Nueva España habían Gigantes, como ha sido demostrado por los huesos que han sido descubiertos en muchas áreas. Los antiguos toltecas eran los que llevaban los registros, se refieren a ellos como los gigantes de Quianamentzin,.... Ellos fueron destruidos y sus civilzaciones llegaron a su final como resultado de las grandes calamidades como castigo proveniente del cielo por los graves pecados que ellos habían cometido." (Ixtlilxochitl:25)
Además de esta interesante similitud en la estatura física, debemos considerar también las razones por las cuales se extinguieron ambos pueblos las cuales también son coincidentes.

Interesante es notar además, que los registros de Fernando de Alva fueron publicados al mundo 30 años después de la publicación del Libro de Mormón.

11 noviembre 2011

La visita de Jesucristo a América y Quetzalcóatl

Este artículo expone un listado de similitudes inequívocas entre la deidad azteca Quetzalcóatl y nuestro Señor y Dios Jesucristo

Siempre ante un hecho oficial existen versiones paralelas, narraciones de boca a boca procedentes de diferentes fuentes y dependiendo de la importancia de este en algunos casos pueden pasar a convertirse en leyenda y precisamente esto ocurrió con la visita de Jesucristo al continente americano después de su resurrección.

Él compartió con hombres escogidos de este lado del mundo: "tengo también otras ovejas... y ellas oirán mi voz..." (Juan 10:16). Palabras de la boca de Jesús, las cuales se cumplirían con su presencia literal entre el pueblo nefita. La versión oficial de este trascendental hecho está registrado en el Libro de Mormón. Las versiones paralelas están diseminadas por toda América plasmadas en las leyendas que traspasaron el tiempo y se transmitieron por aborígenes de generación en generación.

Son muchos los arqueólogos y los estudiosos que mencionan a un Ser que apareció en esa época de la que habla el Libro de Mormón y actuó de la misma forma en que actuó el Salvador como dice el registro, y que además se fue prometiendo volver un día. Este ser es llamado por los indígenas como "Quetzalcóatl" y es conocido por toda la América en diferentes pueblos y culturas; en algunos lugares con diferentes nombres, pero todos narran las mismas maravillas que él realizó.

El estudioso Jimmy Guerrero cita a Joseph Allen sobre una recopilación y comparación entre Cristo y Quetzalcóatl entre el Libro de Mormon y las publicaciones de conocidos arqueólogos (no-mormones).

Similitudes entre Cristo y Quetzalcóatl
  1. Tanto Cristo como Quetzalcóatl fueron considerados como creadores de todas las cosas (Mosíah 4:2, Saenz 962:19,40)
  2. Cristo y Quetzalcóatl nacieron de mujeres vírgenes (Alma 7:10, Gamiz 95)
  3. Tanto Cristo como Quetzalcóatl son descritos de tez blanca y vistiendo ropaje blanco (3 Nefi 1:8, Torquemada 47)
  4. Tanto Cristo como Quetzalcóatl realizaron milagros y sanidades (3 Nefi 26:15, Sejourne 137,137)
  5. Cristo y Quetzalcóatl enseñaron la ordenanza del bautismo (3 Nefi 11:23, Irwin 1963 :170)
  6. Tanto Cristo como Quetzalcóatl profetizaron sobre el futuro
  7. Cristo y Quetzalcóatl fueron consideradas como deidades universales y no únicamente locales (3 Nefi 16:1, Sejourne 1962)
  8. Una gran destrucción fue asociada en la aparición tanto de Cristo, así como la de Quetzalcóatl exactamente en el mismo periodo de la historia (3 Nefi 8:5, Ixtlilxochitl:40)
  9. La cruz fue un símbolo asociado tanto para Cristo como para Quetzalcóatl (3 Nefi 27:14, Irwin 1963: 165)
  10. Tanto Cristo como Quetzalcóatl enviaron discípulos a predicar por el mundo (3 Nefi 12:1, Wirth 1978:55)
  11. Ambos, Cristo y Quetzalcóatl prometieron que regresarían por segunda vez (2Nefi 6:14, Sahagun 1:40)
  12. Una nueva estrella es asociada tanto con Cristo como con Quetzalcóatl (3 Nefi1:21, anales de Cauchtitlan 7)
Fuente.

Joseph Allen, Exploring the lands of the book of Mormon pag. 159,160

05 noviembre 2011

Los nombres correctos en el Libro de Mormón

Evidencias de que los nombres aparecidos en Libro de Mormón corresponden a las zonas y épocas en las que el libro los sitúa.


Anteriormente se han publicado artículos relacionados con los nombres de personas que participan en el Libro de Mormón.

La pregunta básica sobre este tema es: ¿Los nombres corresponderían a la zona y tiempo en que se desarrolla el Libro de Mormón? La respuesta es un tajante Sí. Considerando los mas de 200 nombres, para cualquiera sería de extrema complejidad crearlos de la nada y que además estos tengan una base geográfica, cultural, real y plausible al entorno en que se desenvuelve la familia de Lehi.

Además de saber que en la época de José Smith no se contaba con este tipo de información. ¿Cómo fue esto posible?, lo fue por que el Libro de Mormón es la traducción de un antiguo registro, hecho por personas reales provenientes de Jerusalén en el 600 a. C. y no un plagio ni una invención. Es lo que dice ser.

El libro Lehi en el desierto, páginas 91 y 92, cito:
Todos los nombres del Mundo Antiguo que presentan similitudes con los del relato del Libro de Mormón vienen de Egipto, pero no de cualquier región de Egipto, sino en especial de la región Sur, en donde una colonia judía, cuya fecha de asentamiento es indefinida, pero se calcula que al menos a mediados del siglo diecisiete floreció. Lo que es más, todos estos nombres pertenecen a las últimas dinastías, ya en decadencia. El Libro de Mormón nos relata que Lehi fue un rico mercader que había “morado en Jerusalén todos sus días , disfrutando de una cultura y educación egipcias, que se había empeñado en transmitir a sus hijos. El libro continuamente hace referencia a la doble vertiente cultural de la familia de Lehi: profundamente hebrea, pero orgullosa de su ascendencia egipcia. `La civilizacion egipcia fue una de las mas admiradas e imitadas,' escribe Harry R. H. Hall, al hablar de la tierra y época de Lehi. Los únicos nombres no-hebreos que disfrutaban de popularidad entre los nefitas debieran, de acuerdo con el relato del Libro de Mormón, ser egipcios, y se ha descubierto que ese es el caso.” Tras disertar sobre los nombres de Sam y Amón de la forma presentada líneas arriba, el artículo concluye así: Regresando a nuestro asunto: ¿Qué sabía Jose Smith, traductor del Libro de Mormón, del Mundo Antiguo? Todo parece indicar que era toda una autoridad, pues conocía: 
  1. Una cantidad respetable de nombres egipcios comunes; palabras de un sonido extraño que en ningún sentido se asemejan al hebreo o a alguna otra lengua conocida en la época de José Smith.
  2. Sabía el tipo de trama y escenario en el que dichos nombres figuraban en el Mundo Antiguo y parecen naturalmente adaptados a la escena egipicia. Ofrece un panorama correcto y claro de las relaciones culturales entre Egipto e Israel, enfatizando su naturaleza esencialmente comercial, en la extraordinariamente convincente radiografía del relato de Lehi—un típico comerciante del siglo siete a. C. El bosquejo de la vida del antiguo Oriente que el Libro de Mormón nos permite reconstruir es el mas maravilloso comparadas a la luz de aquellas fantásticas ideas del espléndido Oriente que pululaban en las mentes Lehi en el Desierto y el Mundo de los Jareditas. (Hugh B. Nibley. de los mas avezados eruditos de esa época).
El tema de los nombres en el Libro de Mormón continúa a la espera del cuidadoso estudio que merece; el propósito de lo presente es simplemente indicar que tal estudio conducirá a cualquier otra parte menos a un callejón sin salida. Como un ejemplo válido de esa aseveración, citemos un principio establecido por Albright: `La pérdida de la terminación –on es completamente común en los nombres de sitios palestinos.' William F. Albright, The Vocalization of the Egyptian Syllabic Orthography (New Haven: American Oriental Society, 1934) 10:12.

En el egipcio o el egipcio `reformado' tal terminación seria conservada y de este modo tenemos en el Libro de Mormón los nombres Emrón, Heslón, Jasón, Morón, Moriantón, etc. No es una proeza pequeña, como ha quedado demostrado en Harold Lundstrom, `Original Words of the Book of Mormon,'IE 51 (February 1948)

Fuente:

Lehi en el Desierto. Hugh Nibley.
Para más información véase el siguiente artículo nombres inusuales en el Libro de Mormón

Figura literaria de composiciones egipcias plasmada en el Libro de Mormón

Los nuevos estudios literarios realizados al contenido del Libro de Mormón por expertos en el tema,  evidencian cada vez más que realmente fue escrito por antiguos profetas.




Los estilos, las expresiones, las formas y las figuras literarias del antiguo hebreo están diseminadas por todo el registro Nefita.

En el libro "Lehi en el Desierto" pagina 18, también se nos da cuenta de esto. Cito:
"Los primeros tres versículos de 1er. Nefi son totalmente diferentes del resto del texto; son un típico prefacio o introducción, una figura literaria que frecuentemente aparece en las composiciones egipcias. Un ejemplo de ello es el famoso papiro Bremen-Rhind, que inicia con un prefacio que contiene (1) la fecha, (2) el nombre de su autor, Nasim, (3) los nombres de sus padres y una descripción de sus virtudes, con un especial énfasis sobre el llamado profético de su padre, (4) una maldición lanzada en contra de todo aquel que pretenda “apropiarse del libro,” probablemente “debido al temor de que el libro pudiera llegar a caer en manos impuras.”44 Compárese lo anteriormente expuesto con el prefacio o prólogo escrito por Nefi: (1) su nombre, (2) los méritos de sus padres, llamando particularmente la atención del lector sobre las valiosas lecciones aprendidas de su padre, (3) una solemne declaración (equivalente a la maldición de Nasim) sobre la veracidad de la historia, así como la aseveración, “y se escribe por mi propia mano” (1 Ne. 1:3) - condición indispensable de cualquier introducción auténtica, ya que su propósito es establecer con claridad la identidad del primer redactor (no del último escribiente) del texto. Las obras literarias egipcias regularmente cierran con la fórmula iw-f-pw “por lo tanto así es” “y de manera que así es.”45. Nefi concluye las principales partes de su Libro con la frase, “Y así es, Amén” (1 Ne. 9:6; 14:30; 22:31)."

30 octubre 2011

El Quiasmo (5 de 5)



Traducido con el amable permiso de Jeff Lindsay http://www.jefflindsay.com/chiasmus.shtml#disco.
Traducción: Marco Royo

Significado del Quiasmo en el Libro de Mormón

John Welch ofrece el siguiente análisis en su artículo clásico de 1969 de BYU Studies (archivo PDF), p.75:
"No existe probabilidad alguna de que José Smith pudiera haber aprendido de este estilo [quiasmo] por los canales académicos. Nadie en América, concretamente en el oeste del estado de Nueva York, entendía completamente el quiasmo en 1829. José Smith murió diez años antes de que el libro de Forbes se publicara en Escocia. Aun hoy los eruditos prominentes saben poco sobre las formas quiásmicas más allá de su nombre y pocos pasajes donde se pueden encontrar. La posibilidad de que José Smith se diera cuenta de la forma es aun más remota, puesto que la mayor parte de los pasajes bíblicos que contenían el orden de las palabras invertidas, fueron rearregladas a un orden de las palabras normal en la traducción del rey Jacobo I. Y aunque conociera la forma, aun tendría la tarea abrumadora de la escritura original, las frases artísticas de los quiasmos. Trate de escribir un soneto o quiasmo de muchos términos usted mismo: la apreciación de esas formas le dará pánico. Si entonces en el Libro de Mormón se ha descubierto que contiene formas quiásmicas genuinas, ¿no se debiera afirmar sin más cualificación que el libro es producto de la antigua cultura de los hebreos?"
Perspectivas relacionadas provienen del artículo de John W. Welch Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins (ed. Noel B. Reynolds, Provo: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1997, pp. 218-219 - capítulo disponible online):
Un elemento adicional en este cálculo es el grado al que José Smith llegó de conocimiento del quiasmo de fuentes en el denominado ambiente de información en Palmyra, New York, o más precisamente, en la vecindad de Harmony, Pennsylvania, donde dictó la mayor parte del Libro de Mormón a su escriba Oliver Cowdery en la primavera de 1829. Puesto que no existía ninguna biblioteca en la región del Valle del Susquehanna, nadie puede asumir que José Smith hubiera podido acceder a cualquiera de los libros británicos que en la década de 1820 empezaban a comentar sobre las varias formas de paralelismo en la literatura bíblica. Ninguno de esos libros se publicaron en los Estados Unidos, y sólo es remotamente posible que uno o dos ejemplares pudieran introducirse en los Estados Unidos mientras vivía José Smith. No se ha encontrado ningún listado definitivo de los títulos de John Jebb o de Thomas Boys en ninguna biblioteca americana antes de 1829. Y aún si José Smith de alguna manera hubiera aprendido algo acerca del quiasmo, todavía se le presentaría la formidable tarea de escribir, o más bien de textos extensos a dictar en este estilo que antinatural a su cultura, mientras que al mismo tiempo otras numerosas corrientes, hilos y conceptos fluyen sin confusión en su dictado. La baja probabilidad de que José Smith fuera consciente del quiasmo en cualquier respecto tiende a realzar su valor aclaratorio como un valioso indicador de otros orígenes (presumiblemente israelitas) para este aspecto del estilo del libro.
Algunos eruditos no SUD se han sorprendido por la presencia del quiasmo en el Libro de Mormón. Véanse, por ejemplo: J. H. Charlesworth, en respuesta al artículo de John W. Welch "Chiasmus in Antiquity: Structures, Analyses, Exegesis," en Religious Studies Review 8/3 (July 1982): 278; Angelico Salvatore di Marco, en Revista Biblica 31 (1983): 377-81; David Noel Freedman, en el prefacio a Chiasmus in Antiquity, 7-8; y Stanislav Segert, en Catholic Biblical Quarterly 46 (1984): 336-38 (todos ellos citados por William J. Hamblin, Review of Books on the Book of Mormon, p.498).

Nótese que el quiasmo puede ocurrir por azar, y a menudo lo hace, puesto que cualquiera puede escoger unas pocas palabras en un pasaje que descubra un orden quiásmico no quiere decir que el autor utilizara conscientemente el quiasmo artístico. Existe una enorme diferencia entre el quiasmo compacto, extenso y significativo como Alma 36 y otro accidental que se encuentra en un texto al azar, como unas pocas pinceladas de pintura en el lienzo se encuentran en diferente categoría, por decir, la Mona Lisa. John Welch enfatiza este elemento en su artículo "Criteria for Identifying and Evaluating the Presence of Chiasmus," Journal of Book of Mormon Studies, Volume 4, Issue 2, 1995. Welch ha advertido que algunos Santos de los Últimos Días han llevado el tema del quiasmo demasiado lejos, encontrando quiasmo por todas partes cuando no puede haber verdaderamente quiasmo intencionado. Entendiminento detallado del elemento del quiasmo al azar contra el del quiasmo intencionado proviene del análisis estadístico de Boyd F. Edwards y de W. Farrell Edwards en una significativa obra erudita "Does Chiasmus Appear in the Book of Mormon by Chance?," BYU Studies, Vol. 43, no. 2, pp. 103-130 (2004). El artículo completo y muchos materiales suplementarios - incluyendo software para que cualquiera explore las estadísticas por si mismo, se encuentran también disponibles online en http://byustudies.byu.edu/chiasmus/.

El quiasmo en el Libro de Mormón es evidencia de un antiguo origen, no una prueba concluyente. Es sólo una de las varias formas complejas de paralelismo que son comunes a la literatura semítica antigua. Si estos ejemplos son reales e intencionados, entonces se convierte en enormemente probable que el Libro de Mormón no es un producto de la literatura del siglo XIX sino la traducción de un texto antiguo, que representa, al menos en parte, una tradición literaria sumamente desarrollada. El quiasmo es parte de la evidencia intelectual que acepta o cree en un origen antiguo para el texto. Para algunos críticos, es tan convincente que deben argüir que Satanás inspiró el quiasmo en el texto para engañar a la gente. Un ejemplo se encuentra en el libro de Loftes Tryk, The Best Kept Secrets in the Book of Mormon, Redondo Beach, CA: Jacob's Well Foundation, 1988. Tryk arguye que el Libro de Mormón se empaca con elegantes ejemplos de quiasmo y otras estructuras complejas. "Aun para un intelecto natural no podría acumular una selección como para un ordenador de imágenes que se habrían insertado en el relato con tanta precisión. Lo más cercano que examinamos es el carácter literario del Libro de Mormón, el mayor peso se coloca en la teoría de la creación sin ayuda. Existen demasiados usos complejos de simbolismo y de forma literaria refinada en él" (Tryk, p. 82). Observa que los quiasmos de Alma 42 son "una formidable muestra de escritura," acaso "sin igual en brillantez en la literatura" (p. 84). Tryk arguye que la única explicación razonable es el origen sobrenatural, pero atribuye ese origen sobrenatural a Satanás. ¡Que falsedad de argumento!, especialmente si analizamos que muchos ejemplos de quiasmo - como el Libro de Mormón mismo - se diseñan para enfocar nuestra atención en Cristo como el Redentor y el Salvador. Fíjense en Alma 36, por ejemplo. ¿Qué cristiano honesto puede sino regocijarse a ver el poder del perdón de Jesucristo tan bellamente enseñado y tan majestuosamente realizado en poesía? El Libro de Mormón es un libro centrado en Cristo, que nos enseña cómo venir a Cristo - el Cristo de quien leemos en la Biblia, no otro Cristo como los críticos a menudo tratan de argüir - para salvación, para gracia, para perdón, para ser bautizados en su nombre y seguirle hasta el fin... No creo que nadie honradamente pueda leer el Libro de Mormón sin darse cuenta que confirma la Biblia y enseña de Cristo.

El Libro de Mormón tiene origen antiguo y divino, habiendo sido preparado por profetas del Señor Jesucristo en América Central que sabían de nuestros días y escribieron su contenido para que fuera de valor en nuestros días. El quiasmo nos ayuda a entender su mensaje, un mensaje centrado en Cristo.

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