Busca en Nuestro Sitio

23 febrero 2008

¿Jesús nació en Jerusalén?


La siguiente es una idea recurrente: se sugiere que  un error del Libro de Mormon es señalar que Jesús nació en Jerusalén puesto que la Biblia dice que nació en Belen. No encontramos el nombre del autor de este articulo, pero se trata de  una de las respuestas mas completas que hemos leído al cuestionamiento aludido.

Durante más de 160 años, comenzando con la publicación en 1833 de "Las Ilusiones" de Alexander Campbell, innumerables críticos han afirmado que el uso de la frase “la tierra de Jerusalén” era un error y una prueba de que el Libro del Mormón era falso. La critica sobre todo se realizaba porque el uso de esta expresión hacía referencia al lugar donde Cristo nacería. Se argumentaba que la frase no había sido usada en la Biblia, ni en los Libros apócrifos de la Biblia. En base a ello, los críticos concluían que esto era un ejemplo de la ignorancia de José Smith y una prueba de que había tratado de perpetrar un fraude.

Decían que no había mas que discutir hasta que Hugh Nibley mostró en 1957 que una de las Tablas de Amarna, (escritas en el siglo trece a.C. y descubiertas en 1887), hacía referencia a la captura "de una ciudad de la tierra de Jerusalén, Bet-Ninib" (CWHN 6:101 [Nota.: CWHN Significa = Las Obras Completas de Hugh Nibley. Volumen 6, An Approach to the Book of Mormon]).

Como era de esperar, estas pruebas, junto con pruebas adicionales del uso general de este tipo de terminología en el Viejo Mundo (ver a W. Welch, ed., Reexploring the Book of Mormon, 170-72) han sido ignoradas por críticos del Libro del Mormón.

Sin embargo el hallazgo de Los Rollos del Mar Muerto ha dado más luz a este tema. En ellos viene un registro aún más específico de la frase "la tierra de Jerusalén" que nos da un mejor entendimiento de su uso y significado (en un texto que indirectamente une dicha frase a la época de Lehi).

Dos eruditos no SUD, Robert Eisenmann y Michael Wise, en The Dead Sea Scrolls Uncovered (1993), hablan de un documento que ellos han llamado provisionalmente "Pseudo-Jeremiah" (Rollo 4Q385).

En el principio del texto dañado se puede leer: 
"Jeremiah el Profeta antes del Señor [... quienes] fueron tomados cautivos de la tierra de Jerusalén" [Eretz Yerushalayim, column 1, line 2] (p. 58).

En su discusión de este texto, Eisenmann y Wise se refieren al significado de la frase "la tierra de Jerusalén," que ellos ven como un equivalente de Judea (Yehud):

"Otra referencia interesante es a 'la tierra de Jerusalén' en la Línea 2 del Fragmento 1. Esto realza enormemente el sentido de historicidad de todo, ya que Judah o 'Yehud' (el nombre del área en monedas a partir del período persa) para estas fechas consistía en un poco más que Jerusalén y sus alrededores inmediatos." (p. 57)

Basado en las pruebas de Qumran, y en las palabras de Eisenmann y Wise, podemos concluir que el uso consecuente de tal lenguaje entre gente de Israel que huyó de Jerusalén en la época de Jeremías también "realza enormemente el sentido de historicidad" del Libro de Mormón.

Los críticos del Libro de mormón seguirán probablemente criticando, a pesar de las pruebas.

Lehi y su gente se marcharon de "la tierra de Jerusalén" en los días de Jeremías. Con los Rollos del Mar Muerto ante nosotros, ahora sabemos que sería absolutamente lógico para ellos referirse al lugar donde Cristo nacería como "la tierra de Jerusalén." El uso de aquel término era completamente ilógico para José Smith, que publicó el Libro de Mormón más de un siglo antes de que los Rollos del Mar Muerto fueran descubiertos.

Si buscamos en el Libro de mormón encontraremos al menos 40 casos donde la frase "tierra de Jerusalén" ocurre en referencia al Viejo Mundo (hay también un lugar Lamanita en el Nuevo Mundo llamado igual Jerusalén), más varios otros sitios donde la Jerusalén antigua se menciona como "una tierra"

Los siguientes versículos usan la frase "la tierra de Jerusalén"
1 Nefi 2:11; 1 Nefi 3:9; 1 Nefi 3:10; 1 Nefi 5:6; 1 Nefi 7:2; 1 Nefi 7:7; 1 Nefi 16:35; 1 Nefi 17:14; 1 Nefi 17:20; 1 Nefi 17:22; 1 Nefi 18:24; 2 Nefi 1:1; 2 Nefi 1:3; 2 Nefi 1:9; 2 Nefi 1:30; 2 Nefi 25:11; Jacob 2:25; Jacob 2:31; Jacob 2:32; Omni 1:6; Mosiah 1:11; Mosiah 2:4; Mosiah 7:20; Mosiah 10:12; Alma 3:11; Alma 9:22; Alma 10:3; Alma 22:9; Alma 36:29; Helamán 5:6; Helamán 7:7; Helamán 8:21; Helamán 16:19; 3 Nefi 1:2; 3 Nefi 5:20; 3 Nefi 16:1; 3 Nefi 20:29; Mormón 3:18; Mormón 3:19; Éter 13:7.

En este punto, los críticos han sostenido por mucho tiempo que el Libro de Mormón es falso porque "todo mundo sabe que Cristo nació en Belén." Seguramente José Smith lo sabía  ya que él estaba familiarizado con la mayor parte de la Biblia y había oído la historia del nacimiento de Cristo numerosas veces. Si él hubiera inventado el Libro de Mormón ¿por qué tendría una equivocación tan terrible, colocando el nacimiento de Cristo en Jerusalén en lugar de Belen?

"La equivocación" no tiene sentido si José Smith fuera el autor - pero esto no es una equivocación en absoluto y tiene un perfecto sentido si sólo tradujera un documento antiguo auténtico.

El uso del término "la tierra de Jerusalén" en Alma 7:10 ( entre otras muchas cosas) puede ser visto ahora como una prueba de la autenticidad del Libro del Mormón, conclusión a la que llegamos basándonos en los descubrimientos recientes sobre el uso de ese término en el mundo antiguo.

Como dijo John Tvedtnes :
"Considerando que prácticamente todos - niños y adultos - en los días de José Smith sabían que Jesús nació en Belén, ¿cómo podría el profeta haberse equivocado? El nombre Jerusalén tiene que ser deliberado. Es, de hecho, significativo que en este versículo de Alma no se afirme que Jesús nacería en la ciudad de Jerusalén, sino "en Jerusalén que es la tierra de nuestros antepasados." Mientras no encontramos en la Biblia el término "la tierra de Jerusalén" si ocurre más de 40 veces en el Libro del Mormón, mientras otros versículos también se refieren a Jerusalén como "una tierra" (Alma 7:10; 21:1; 3 Nefi 20:33, 46)".

En el Libro de Mormón se designa el término Jerusalén tanto para nombrar a una ciudad como una tierra

Lehi y Nefi parecen haber sabido que la designación de Jerusalén se refería tanto a una ciudad como a una tierra que era gobernada. El término "la tierra de Jerusalén" lo hallamos en 1 Nefi 3:9-10; 7:2. En el Libro de Mormón, leemos que Lehi moró "en Jerusalén todos sus días" (1 Nefi 1:4). Pero claramente vemos que el no vivió en la ciudad de Jerusalén. Después de ir a Jerusalén, donde Laman visitó a Laban en su casa (1 Nef 3:11, 23), los hijos de Lehi, pensando sobornar a Laban, "descendieron a la tierra de su herencia" (1 Nefi 3:22) a recoger su riqueza. Ellos entonces "subieron otra vez" a Jerusalén (1 Nefi 3:23) y ofrecieron comprar las planchas a Labán. Él los ahuyentó y, dentro de un momento, ellos volvieron "a los muros de Jerusalén" (1 Nefi 4:4), y Nefi "entró furtivamente en la ciudad y se dirigío a la casa de Labán.". De esto se desprende  evidentemente que " Jerusalén" donde Lehi vivió “todos los días de su vida" tuvo que estar en las afueras de la ciudad, es decir en algún sitio cerca de la ciudad, pero aun pertenecía a "la tierra de Jerusalén

¿Coinciden los términos con lo expresado en la Biblia?

En todas partes del Libro de Mormón, los términos "ciudad" "y tierra" parecen ser intercambiables. Hay una ciudad de Nefi y una tierra de Nefi, una ciudad de Zarahemla y una tierra de Zarahemla, etcétera. Claramente, cada ciudad controlaba un cierto territorio o la tierra era denominada igual que el nombre de la ciudad.

Esto es sobre todo claro en Alma 50:14, donde leemos de la construcción de un nuevo sitio: "y a la ciudad o tierra, ellos dieron el nombre de Nefíah." El modelo seguido por los nefitas (y los Lamanitas cuando se hicieron sedentarios) fue claramente traído del Viejo Mundo.

Las ciudades bíblicas, como en el Libro de Mormón, controlaban la tierra cercana. De ahí, leemos "del rey de Hai, y su gente, su ciudad, y su tierra" (Josué 8:1) y de la ciudad de Hebron, “sus tejidos, su territorio y sus aldeas” (1 Crónicas 6:55-56). En la Biblia, las ciudades son a veces llamadas por el término "tierra." Tapúa es llamada "una tierra" en Josué 17:8, y "una ciudad" en Josué 16:8. Jeremías predijo que Jerusalén se haría "una tierra inhabitada" (Jeremías 6:8; ).

La estela arqueológica llamada Mesha o Moabite del siglo IX a. de J.C. proporciona pruebas arqueológicas contemporáneas de que tanto el término “ciudad” como “tierra” se usaban de manera intercambiada. El texto, que relata la rebelión de Mesha, rey de Moab, contra Israel, utiliza varias veces el término "tierras” al referirse a lugares que son conocidos en la Biblia como ciudades. La razón por la cual las tierras fueron nombradas por sus ciudades principales era que algunas ciudades controlaban los sitios cercanos.

En el registro de la asignación de tierras a las tribus bajo Josué, con frecuencia leemos de "ciudades con sus aldeas" (Josué 13:23, 28; 15:32, 36, 41, 44, 46-47, 51, 54, 57, 59-60, 62; 16:9; 18:24, 28; 19:6-8, 15-16, 22, 30-31, 38-39, 48; 21:12, 2 Crónicas 28:18; Nehemías 11:25, 27, 30-31).

En algunos casos, una ciudad tiene otras ciudades o pueblos bajo su dominio. Así, leemos " Hesbon y todas sus ciudades" (Josué 13:17), "Ecron, con sus ciudades y sus aldeas" (Josué 15:45), "Megiddo y sus aldeas" (Josué 17:11), "y Asdod, con sus villas y sus aldeas" (Josué 15:47). Jeremias 34:1 habla "de Jerusalén y... todas sus ciudades ."

El uso del nombre Jerusalén para denotar tanto una ciudad como una tierra es seguido, en la Biblia, en referencias que se hacen a Samaria, la ciudad capital del reino del norte de Israel. Las escrituras de Antiguo testamento con frecuencia amplían el término Samaria para incluir también a las regiones circundantes o a" las ciudades de Samaria" que estaban bajo el control político del estado (1 Reyes 13:32; 2 Reyes 17:24, 26; 23:19).

Las tabletas de arcilla a que me referí mas arriba encontradas en 1887 en el Tell --Amarna en Egipto usan el término "tierra" para sitios Canaanitas conocidos por haber sido ciudades antiguas. Por ejemplo, un texto (EA 289) habla "de la ciudad de Rubutu," mientras otras menciona "la tierra de Rubutu" (EA 290). El primero de éstos también habla "de la tierra de Shechem," "y la tierra de la ciudad de Gath-carmel" (ambas ciudades antiguas) y dice de Jerusalén, "esta tierra pertenece al rey."

Un tercer texto menciona las tierras de Gezer, Ashkelon, y Jerusalén (EA 287). Pero hay pruebas de que, hasta en el Viejo Mundo, se pensó que Belén era parte "de la tierra de Jerusalén." Uno de los textos Amarna (EA 290) habla "de una ciudad en la tierra de Jerusalén llamada Bît-Lahmi," que es el equivalente hebreo dado a Beth –Lehm ( Belén) en Biblias inglesas.

Concluimos que los descendientes de Lehi en el Nuevo Mundo siguieron la auténtica costumbre del Viejo Mundo de denominar cada tierra por la ciudad principal de esa tierra. Esta clase de detalles es una evidencia mas de la autenticidad y antigüedad del texto del Libro de Mormón.

21 febrero 2008

«Si alguno añadiere a» o «si alguno quitare de» la Biblia?



Cuando tenia cerca de 14 años, me hicieron esta misma pregunta y no supe responder, como mi testimonio era fuerte, sabia que habia una respuesta.


«Si alguno añadiere a» o «si alguno quitare de» la Biblia?
De FAIRMormon
Saltar a navegación, búsqueda
Artículo traducido y redactado con permiso de FAIRLDS por: Alberto Barrios y Andrew Miller

La acusación
La acusación afirma que el Libro de Mormón no puede ser verdadero porque nada debería ser «agregado a» o «quitado de» la Santa Biblia.

La(s) fuente(s) de la acusación
«[José] Smith aparentemente no estaba enterado de la expresa advertencia acerca de agregar o quitar de la palabra de Dios, o con gusto desobedeció a ella (véase Apoc. 22:18,19).» (el 'Dr.' Walter Martin, Mormonism [Minneapolis, Minnesota: Bethany House Publishers, 1984], 29. [La traducción es nuestra.])

La respuesta
El pasaje citado con frecuencia (por el 'Dr.' Martin, arriba) es Apocalipsis 22:18-19.

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la Santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

Sin embargo, el crítico ignora que:

El libro de Apocalipsis fue escrito antes de varios otros textos bíblicos, sin olvidar que fue unido a una colección de textos. No obstante, estos versículos pueden ser aplicados solamente al libro de Apocalipsis, y no a la Biblia completa (algunos de los cuales fueron escritos de nuevo y ninguno aun había sido recopilado como 'La Biblia'). Mientras la fecha tradicional del libro de Apocalipsis es de 95 o 96 años después de Cristo (primeramente basado en unas afirmaciones de Irenaeus), la mayoría de eruditos fechan el libro entre 68 o 69 años después de Cristo. El evangelio de Juan es generalmente fechado entre 95 - 100 años después de Cristo (para mas información sobre las fechas del Apocalipsis, véase el artículo bíblico (en inglés) por Thomas B. Slater's Biblica article).



El nuevo testamento está compuesto en primer lugar de los cuatro evangelios y luego de las epístolas apostólicas. Puesto que el libro de Apocalipsis no es un libro evangélico ni una epístola apostólica, los que compilaron el nuevo testamento lo agregaron al final del nuevo testamento. Juan no tenía la intención de escribir las últimas líneas como advertencia y aplicarlas a toda la Biblia, ya que él no se encontraba escribiendo el capítulo final de la Biblia completa y puesto que la Biblia no estaría canonizada y completada por unos siglos después.



Otras escrituras (tales como Deuteronomio 4:2, Deuteronomio 12:32, y Proverbios 30:6) de manera similar también prohíben agregarle a las escrituras, así que los argumentos de los críticos no parecen tan consistentes, porque tendrían que descartar todo lo escrito en el nuevo testamento y mucho del antiguo testamento, siendo que estos versículos anteceden a 'las otras escrituras' agregadas por el mismo Dios por medio de antiguos profetas.



Hay más evidencia que el Apocalipsis 22:19 no se refiere a la Biblia completa cuando dice «las palabras del libro de esta profecía» al comparar el pasaje con Apocalipsis 1:3 y 1:10-11 («Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía». «Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.»). Está claro que el libro a que se refiere en el principio de Apocalipsis es el mismo libro al que refiere en fin de Apocalipsis. Todo lo que vio y oyó Juan entre estos dos puntos es el libro a que se refiere.



La Biblia le prohíbe al hombre agregarle a o quitarse de la palabra de Dios; pero no dice que Dios no pueda hacerlo, por medio de un profeta, agregarle a la palabra de Dios. Si esto no fuera posible, entonces la Biblia nunca habría existido.

El erudito Bart Ehrman escribió en cuanto al pasaje en Apocalipsis:

Eso no es amenaza que el lector tiene que aceptar o creer todo lo escrito en este libro de profecía, como a veces se interpreta; mas bien, es una amenaza típica a los escribientes del libro, que ellos no debían añadir ni quitar las palabras de él. Imprecaciones similares se encuentran en muchos lugares en los escritos de los cristianos antiguos.[1]
O sea, Juan estaba preocupado con el texto que él escribió, sabiendo que hubo personas que tratarían de cambiar el texto mismo. El profeta Nefi del Libro de Mormón menciona que una «grande y abominable iglesia» iba a quitar «muchas cosas claras y preciosas del libro [la Biblia], el cual es el libro del Cordero de Dios» (1 Nefi 13:28). Entonces, el Apocalipsis 22:18-19, irónicamente, apoya a las enseñanzas del Libro de Mormón y la necesidad de el.

La conclusión
Los criticones, como «los indoctos e inconstantes,» tuercen las palabras de Apocalipsis «como también las otras Escrituras» (2 Pedro 3:16). No entienden la manera en que fue canonizada la Biblia e ignoran a las escrituras anteriores y el contexto del pasaje para mantener su idea falsa. Al considerar el contexto del pasaje, hemos visto que en realidad apoya las creencias mormonas que hubo ciertas cosas que fueron quitadas de la Biblia y que fueron restauradas por medio de las otras escrituras sagradas que Dios ha revelado en nuestro día. Los criticones ignoran la verdad de eso porque quieren mantener que el Libro de Mormón ni puede ser de origen divino. Jesucristo, de otro modo, nos dijo que debemos pedirle a Dios para saber la verdad y que no debemos confiar en el brazo de los hombres.

El profeta Nefi vio nuestro día y sabía cómo responderían los críticos del Libro de Mormón. Por el don de profecía escribió así:

Sí, ¡ay de aquel que escucha los preceptos de los hombres, y niega el poder de Dios y el don del Espíritu Santo! Sí, ¡ay de aquel que dice: Hemos recibido, y no necesitamos más! Y por fin, ¡ay de todos aquellos que tiemblan, y están enojados a causa de la verdad de Dios! Pues he aquí, aquel que está edificado sobre la roca, la recibe con gozo; y el que está fundado sobre un cimiento arenoso, tiembla por miedo de caer.¡Ay del que diga: Hemos recibido la palabra de Dios, y no necesitamos más de la palabra de Dios, porque ya tenemos suficiente! Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quien reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren. ¡Maldito es aquel que pone su confianza en el hombre, o hace de la carne su brazo, o escucha los preceptos de los hombres, salvo cuando sus preceptos sean dados por el poder del Espíritu Santo! (2 Nefi 28:26-31)
Notas de pie
[back] Bart D. Ehrman, Misquoting Jesus: The Story Behind Who Changed the Bible and Why (HarperSanFrancisco, 2007), 54–55. [La traducción es nuestra.]
Otras fuentes de información

19 febrero 2008

¿No cita J.Smith a Guillermo Shakespeare en 2 Nefi 1:14?



he encontrado muy buenos articulos en el foro de univision,entre los foristas Sud, se destaca el amigo "duart678", el que dedica mucho tiempo y mantiene un muy buen nivel de respuestas a quienes atacan la verdad o bien la buscan, les dejo esta entrada que el mismo cito.
¿No cita J.Smith a Guillermo Shakespeare en 2 Nefi 1:14?
Mientras que es verdad que tanto el libbro de mormón como Guillermo Shakespeare utilizaron la frase "del cual no puede regresar ningún viajero". Los criticos estan lejos de probar un plagio,rebicemos los
hechos:
Si uno utiliza 3 palabras como "dame la libertad"¿seestará plagiando a Henri Patrik? o el justo¿no tiene pensamientos similares? obviamente una semejanza de frases cortas no prueba el plagio.
Se tendria que demostrar que fasilidad tenía J.Smith, no solamente a las obras de Shakespeare (algo que no seha probado ciertamente,por los que hacen las acusaciones) por que si el habríaleido albardo de Avon,sería altamente inverosimil para un muchacho i granjero e ilectrado
Algunos eruditos ahora demandan que Shakespeare mismo,tomó prestadas muchas frases de labiblia,como en Hamlet, particularmente en el acto numero 3 ,esto es evidente al leer latraduccion de labiblia de Ginebra, en Job 10: ¡ La misma frase que los críticos antimormones acusan a J. Smith que tomó prestada de G. Shakespeare,la cual se repite por lo menos 6 veceses en el viejo testamento.
Si esta frase era una inspiracion pensando en la obra de Dios, Dvid y otros profetas del viejo testamento,podría ser ciertamente, un pensamiento, inspirado del mismo Dios al profeta Lehi,quizas entonces a Shakespeare mismo prestada primero del viejo testamento ,del mismo en que J.Smith pudo haber tomado la fraselogía, o quizas como un investigador dijo "Shakespeare pudo haber recibido por hurto lo que J. Smith recibío por inspiracion"

Los investigadores de formas han demostrado que la idea y la expresion en 2 Nefi, fueron utilizadas desde Mesapotamia a Egipto, durante la epoca de Lehi, J. Smith, no tenía ningún recurso de saber la idiocicrasia "del cual no hay regreso" ,fuerautilizado antiguamente en forma comun, pero Lehi se sentía comodo con la frase.

Finalmente no tenemos ningún derecho de limitar al Sr, cuando alguien dice que Dios no puede inspirar a diversas hombres,en diversos lugares en diversas épocas, con la misma informacion o pensamiento 8(es decir , a Lehi, Job, J.smith e incluso a Shaskepeare) los antimormones estan procurando limitar a Jesucristo y al espiritu santo, y esto ciertamente es un error y no es biblico

Adsense2