Mormón fue un extraordinario editor; descubre algunos de sus valiosos aportes.
Autor: Thomas W. Mackay.
Traductor: Antonio A. Caballero.
El Libro de Mormón es un texto antiguo muy complejo y los diversos indicadores de referencias contextuales, o los colofones de documentos y autores, enfatizan dicha complejidad. Son secuelas de los materiales que Mormón utilizó para compendiar su resumida edición de la historia nefita, es más, estos indicadores sugieren [la existencia de] una tradición nefita, ya que también podemos encontrarlos en las planchas menores del Libro de Mormón. Un colofón (del griego que significa “cumbre, cima, finalización”) es un título o encabezamiento, al inicio o al final de un texto, que puede identificar a un autor (así como parentesco, origen, educación, etc.), el título del texto, libro o sección y puede contener una atestiguación de exactitud o una plegaria dirigida a una deidad[1]. Esta idea innovadora de utilizar encabezamientos con frecuencia, refleja una edición honesta, una preocupación genuina hacia la credibilidad de la audiencia lectora y un sentido de modestia mientras se lleva a cabo una tarea divina. Podemos sentir un mayor aprecio hacia Mormón como editor e historiador de la antigüedad al examinar los indicadores de fuentes y colofones del Libro de Mormón y al ver como los [distintos] editores disponen de ellos.
Los textos antiguos no gozaban de las comodidades que ofrecen las tablas de contenido y los índices que hay impresos en los libros modernos. Los rollos o pergaminos ocupaban menos [espacio] que los códices (libros con solapas unidas a un lomo), especialmente cuando en un manuscrito había más de un texto. Un escriba solía escribir incipit "aquí empieza" [autor, texto] o explicit "aquí acaba" [texto o libro], incluso puede que dejaran un espacio o una hoja en blanco antes de comenzar la siguiente composición. El Santo Evangelio según San Marcos se podría titular “secundum Marcum” o “kata mapkon”. En ocasiones, en los manuscritos medievales, ponían al inicio de un libro “capitula” (un número con una oración o frase resumida) semejante a nuestra tabla de contenidos, pero habitualmente incluían algún detalle o resumen sobre el contenido del capítulo, aunque carecían de alguna referencia que guiara al folio o página donde comenzaba esa porción de texto.
Por otra parte, los escribas no usaban notas a pie de página para sus referencias, aunque algunos autores, como el Venerable Bede y Rabano Mauro, al citar a otros escritores incluían en el margen la abreviatura del nombre como marca de referencia, especialmente [si procedían] de padres de la iglesia[2]. La práctica de nombrar una referencia específica se remonta a Heródoto, entre historiadores y pudiéndose encontrar también en oradores (ocupados en cuestiones políticas y legales). [Por aquel entonces] No existía una versión de textos antiguos con un formato de página estandarizado y normalmente sólo en el contexto, se mencionaban los títulos o libros enumerados, aunque en ocasiones marcados como “capitula” o "capítulos". Por consiguiente, las escasas referencias contextuales habitualmente mencionaban el nombre de un autor, a veces el título de una composición e incluso puede que raramente el número de un libro, ni que decir [la mención] de un sólo capítulo. Un dispositivo que podría haber sido utilizado con mayor frecuencia (aunque no fue así) serían los cánones de Eusebio, una tabla de referencias para los pasajes paralelos de los cuatro Evangelios, remanentes de los cuales provienen las marcas “¶” de nuestra versión KJV (Versión Autorizada del Rey Jaime o Jacobo) de la Biblia[3], pero este sistema ni siquiera se utilizaba en las homilías o las crónicas. Asimismo no había tradición antigua o medieval, ni tan siquiera en la cultura tardía Judeo-Cristiana, que demandara la anotación de referencias. Que Mormón mencionara escrupulosamente sus fuentes es una hazaña asombrosa[4]. [Mormón] no provenía de una tradición judaica ni fue influenciado por la tradición histórica greco-romana y sin embargo hubo algunos precedentes en los registros nefitas tal como podemos observar en los registros de las planchas menores; siendo los encabezamientos de 1º Nefi, 2º Nefi y Jacob representados en cursiva por el impresor.
En el Libro de Mormón, tenemos una amplia diversidad de introducciones e inserción de anotaciones: nombres de los autores de los registros, discursos, citaciones o abreviaciones de epístolas (integrados como indicadores de referencias), genealogía u otro tipo de información de autenticidad relacionada con los autores y un resumen de contenido ya fuere breve o extenso, incluyendo subtítulos para las introducciones complejas o documentos. El propio Nefi siguió esta tradición, una tradición que al parecer es evidente por lo que también tenemos de Lehi, ya que cita a profetas de las planchas de bronce.
Heredero de esta tradición literaria, Mormón la desarrolla y asiduamente presenta a sus lectores las referencias de sus documentos y textos, mientras mantiene una fluida unión narrativa gracias a su registro histórico. Por lo tanto, incluso mientras transcribe un registro, Mormón puede parafrasear o resumir y súbitamente volver a la cita en primera persona. El texto resultante es claramente el producto de un excelente historiador antiguo preocupado por nombrar y adherirse a sus fuentes mientras presenta un registro editado que exhibe su propia filosofía y propósito. Algunos de los segmentos textuales, ya sean naturales o literarios, también aparecen como divisiones de capítulos en la primera edición del Libro de Mormón, como se podrá apreciar al final. La propia palabra “capítulo” es un producto de los manuscritos medievales latinos. Esta palabra no fue traducida de las planchas, más bien cada vez que José Smith (u Oliver Cowdery) veía un parón significativo en la traducción del texto antiguo, añadía una indicación de capítulo en el manuscrito para la imprenta. El impresor John H. Gilbert, observó lo siguiente:
“Cada capítulo, si no recuerdo mal, era un párrafo macizo, sin puntualización ortográfica alguna de principio a fin.
Los nombres de personas y lugares estaban por lo general en mayúsculas, pero las oraciones no tenían fin…. Yo lo puntualicé ortográficamente para que se pudiera leer como supuse que pretendía el autor”[5].
Por lo tanto, los capítulos de 1830 enmarcan las subdivisiones de los libros antiguos de Mormón (de Nefi, Moroni, etc) y son normalmente narrativas lógicas o divisiones de discursos, tal como podemos observar en el formato actual del apéndice. Los encabezamientos en cursiva de la actualidad siguen manteniendo las opciones de la configuración del impresor para la edición de 1830. En el apéndice de este artículo he listado los capítulos de la edición de 1830 (en este artículo los he representado con números romanos) con el número de páginas, siendo comparados con aquellos [capítulos] de la edición actual[6]. Los colofones y comentarios contextuales funcionan como divisores de textos e indicadores de referencia y también pudieron haber sido impresos como introducciones en cursiva. Claramente, el dilema del impresor en cuanto a cómo debería de preparar el impreso provenía del hecho que la traducción de José Smith conservaba las características de un texto antiguo, unas características poco familiares para un editor moderno. Mormón no dispuso de notas a pié de página, una tabla de contenidos, un índice o enlaces de hipertextos para ayudar a los lectores. La clarividencia y precisión de su mente hicieron que tuviera que utilizar un amplio sistema de referencias de fuentes, mientras que la magnitud de su mente también se hace evidente al convertir en un conjunto el ámbito y composición del Libro de Mormón.
El Primer Libro de Nefi versión 1830 |
La propia página titular del Libro de Mormón, fue traducida desde la “introducción” original para el registro completado por Mormón y expandido por Moroni[7]. Los encabezamientos o colofones eran una práctica literaria propia de los nefitas y proveen eficazmente de un resumen de contenidos para un libro o sección[8]. Los encontramos en las Planchas Menores, donde era menos factible que Mormón hubiera podido introducirlas, a no ser que transcribiera todo el contenido, lo que es excesivamente improbable. La primera la encontramos antes de 1 Nefi 1, escrito y firmado por Nefi. Esta introducción es ampliada en 1 Nefi 1:1–3, [que es] un colofón contextual. El propio contenido de 1 Nefi 9, que Nefi obtuvo de su propio registro en vez de los registros de su padre, es una introducción efectiva para la sección siguiente. Nuestro [(versión actual)] 1 Nefi 10:1 comienza en el capítulo III de la edición de 1830; el capítulo II empieza en 1 Nefi 6:1, una pequeña nota final o divisoria se encuentra en 1 Nefi 14:30, el final de la visión de Nefi y del capítulo III de la edición de 1830. Muchos apartados, especialmente si son citas directas de un discurso, salmo u oración, pueden ser indicadas por una breve frase seguida de un “Amén”, al igual que en 1 Nefi 9:6; 14:30; 15:36; y 22:31; también 2 Nefi 2:30; 3:25; 4:35; 9:54; 10:25; 31:21; y 33:15. En una palabra, 1 Nefi 19:21 funciona como un colofón, ya que da fe de la veracidad del material anterior, del mismo modo que 1 Nefi 19:22–24 es una efectiva introducción para Isaías 48–49 en 1 Nefi 20–21. En la edición de 1830, el capítulo IV corresponde a 1 Nefi 15; el capítulo V a 1 Nefi 16:1–19:21; el capítulo VI a 1 Nefi 19:22–21:26 ([coincidiendo con] el final de la cita de Isaías); y el capítulo VII a 1 Nefi 22. Por lo tanto las divisiones capitulares originales apoyan nuestra lectura e interpretación de 1 Nefi 19:21 como conclusión de una sección y 1 Nefi 19:22–24 como la introducción de la siguiente.
Lo anterior a 2 Nefi 1 es una pequeña introducción para 2 Nefi 1–5, pero 2 Nefi 6:1 constituye lo que podría haber sido impreso como una introducción separada, insertada por Nefi para las enseñanzas de Jacob (2 Nefi 6–10). Isaías 50–51, citado en 2 Nefi 7–8, es presentado por las menciones de Jacob en Isaías 49:24–26, los últimos tres versículos del capítulo (y el capítulo entero que Nefi ha citado ya en 1 Nefi 21) con una cita que indica un cierre en 2 Nefi 9:1, mientras que Jacob continúa con sus propias palabras en su discurso, terminando con un “Amén” en 2 Nefi 9:54 y nuevamente en 10:25, posiblemente porque 2 Nefi 10 era la continuación de su discurso. Con 2 Nefi 11:1, el propio Nefi marca el final de las palabras de Jacob. Nefi presenta 2 Nefi 12-24 (igual que Isaías 2-14) con 2 Nefi 11:2-8; el versículo 8 es un colofón efectivo para el segmento de Isaías, con la aprobación de 2 Nefi 25:1. Entonces 2 Nefi 25:3 eficazmente destaca la propia respuesta profética de Nefi y la continuación de Isaías, haciendo una distinción, en 2 Nefi 31:1, entre sus profecías y su admonición o exhortación. En la edición de 1830, el capítulo I termina con el final de nuestro 2 Nefi 2, los capítulos II, III y IV, respectivamente, comprenden 2 Nefi 3, 4, y 5. El capítulo V empieza con 2 Nefi 6:1, donde dije que había material de cabecera, y concluye con el final de 2 Nefi 8, los dos capítulos de Isaías; el capítulo VI es nuestro 2 Nefi 9; 2 Nefi 10 constituye el capítulo VII. Como ya he sugerido, el contenido refleja las divisiones antiguas. El retorno a la narrativa de Nefi y la introducción a su cita extensa de Isaías, es decir, 2 Nefi 11, comienza en el capítulo VIII, que continúa hasta el final de 2 Nefi 15 (el final de Isaías 5), el capítulo IX se extiende desde 2 Nefi 16:1 hasta el final de 2 Nefi 23 (el final de Isaías 13); el capítulo X es 2 Nefi 24 (Isaías 14). Cuando Nefi reanuda su relato en 2 Nefi 25:1 tenemos el comienzo del capítulo XI, lo que concluye con el final de 2 Nefi 27. El capítulo XII se extiende desde 2 Nefi 28:1 hasta 2 Nefi 30, precisamente donde noté un cambio en el tono y contenido. Los capítulos XIII, XIV y XV corresponden a los capítulos de 2 Nefi 31, 32, y 33.
Antes de Jacob 1 hay un encabezado breve que parece pertenecer sólo a Jacob 1 (el capítulo I de 1830), Jacob 2:1 es otra cabecera para el discurso directo de Jacob con cierre en Jacob 3:14 (más concretamente el capítulo II de la versión de 1830). Jacob 4 incluye un poco más de sus palabras y profecías, guiándonos hacia la gran alegoría de Zenós en Jacob 5. Para el pasaje de Zenós, Jacob 5:1 es un colofón eficaz. Al igual que con muchos otros, podrían haber sido impreso por separado como introducción o por el contrario, las pocas introducciones separadas o colofones que tenemos podríamos haberlos impreso con el texto en lugar de ser separados por las marcas de capítulos que los editores añadieron después de que José Smith tradujera el registro antiguo. El pasaje de Zenós fue incorporado en el propio discurso de Jacob, que termina con "Amén" en Jacob 6:13. El relato histórico que sigue, incluyendo el capítulo de Sherem, concluye con un auténtico colofón en el que se atestigua la autoría en Jacob 7:27, seguido de "Amén". Pero la edición de 1830, estampa Jacob 4 y 5 como capítulo III, mientras que Jacob 6 y 7 son respectivamente los capítulos IV y V.
Después de Jacob, las planchas menores fueron guardadas por su descendencia, algunos sin mucho que decir[9] y esencialmente cesa el sistema de encabezamientos. Sin embargo Enós usa Enós 1:1-2 como su propio “colofón contextual” y termina con “Amén”. Jarom 1:1–2 es el colofón contextual de Jarom, y 1:15 señala el final de su intervención. El registro bajo el nombre de Omni es muy complejo, pero al igual que Enos y Jarom, no tiene un colofón o encabezamiento formal. Se registran los cambios de autor, pero poco más hasta Amalekí. Omni escribe en 1:1–3; Amarón, hijo de Omni, escribe en 1:4–8; el hermano de Amaron, Quemis, escribe solamente un versículo (1:9); y el hijo de Quemis, Abinadom apenas escribe un poco más (1:10–11). De todo el grupo, el que escribe más extensamente es Amalekí, hijo de Abinadom (1:12–30). Aun así, la naturaleza superficial del registro antes de llegar a Amalekí puede sugerir un declive de la civilización nefita antes de que Mosíah guiara al pueblo desde la tierra de Nefi hasta el lugar donde descubrieron al pueblo de Zarahemla (los Mulequitas) con quienes formaron una sociedad amalgamada. Bajo [el reinado] de Mosíah y de Benjamín, el pueblo se fortalece y la verdadera religión es esparcida por los profetas.
Las Palabras de Mormón, demarcan la conclusión de las planchas menores de Nefi, proporcionan un puente histórico y editorial o literario, para unir y combinar el contenido de las planchas menores en el extenso compendio de Mormón en el momento apropiado de la historia nefita. Mormón se esmera (Palabras de Mormón 1:1-9) para ayudar a ubicar al lector en el tiempo y la composición literaria-histórica.
No tenemos un encabezamiento en cursiva antes de Mosíah probablemente porque cuando el Señor hizo que José Smith reanudarse la traducción usando las planchas menores de Nefi para el registro temprano y las planchas mayores de Nefi solamente después de que ese texto se acabara, puede ser que éste recogiera el testigo en el libro de Mosíah, que es donde lo había dejado en un principio. Puede que, tal como apunta Tvedtnes, Mosíah 1 no represente el inicio antiguo del libro de Mosíah en las planchas de Mormón. Tvedtnes ofrece como prueba circunstancial el hecho de que en el manuscrito del Libro de Mormón entregado al impresor no contiene un título para el libro de Mosíah, que fue escrito más tarde[10]. En realidad, el manuscrito original de este pasaje no existe, solo se conserva el manuscrito del impresor, y Tvedtnes ha descrito correctamente la falta de una cabecera formal para el libro en Mosíah 1. El "registro de Zeniff" cabecera que precede a Mosíah 9 (y complementado por Mosíah 9:1) parece abarcar varios aspectos que deben de haber procedido de los registros de Alma y no de los archivos reales bajo el reinado de Noé (claramente resumido por Mormón). El breve colofón o resumen anterior a Mosíah 23 es para el registro en Mosíah 23 y 24 sobre Alma y sus seguidores. No hay un resumen oficial que preceda a la continuación de la narrativa histórica de Mormón que comienza en Mosíah 25. En la edición de 1830, el capítulo I es Mosíah 1-3; II, III, y IV son respectivamente Mosíah 4, 5, y 6. Estos capítulos representan las divisiones naturales en el discurso y la acción. El capítulo V es Mosíah 7-8, hasta la cabecera del registro de Zeniff al inicio del capítulo VI de Mosíah de la versión de 1830, el cual se extiende por todo el relato hecho de primera mano, Mosíah 9 hasta el final de Mosíah 10. En el capítulo VII comienza el relato de Noé, probablemente derivado de los registros de Alma, pero quizás integrado con los registros de Limhi en Mosíah 11, surgiendo después de Mosíah 13:24 donde Abinadí termina citando el decálogo del Éxodo. Entonces comienza el capítulo VIII, que engloba Mosíah 13:25-16:15 y el cual clausura el discurso de Abinadí. El compendio que hizo Mormón de los registros de Alma puede que comience con Mosíah 17:1, o 11:1, el capítulo IX de 1830 es Mosíah 17:01 hasta el final de Mosíah 21; el capítulo X es Mosíah 22, y el capítulo XI es Mosíah 23 hasta el 27. Mosíah 28 y 29 son, respectivamente, los capítulos XII y XIII, con una pequeña diferencia con las ediciones modernas: el último versículo de Mosíah 28 es el principio del XIII y concuerda con el estilo de Mormón en la conclusión de una sección o registro con Mosíah 28:19 y al usar Mosíah 28:20 para introducir un nuevo capítulo; el cual temáticamente complementa a Mosíah 1.
Capítulo III de Alma versión 1830 |
Aparte de una pequeña presentación del autor, la introducción en cursiva antes del capítulo 1 de Alma, es un simple resumen histórico, pero sólo para Alma 1-4. Hay un nuevo encabezamiento después de Alma 4 para introducir Alma 5 (un discurso grabado en primera persona) y posiblemente también para la sucesiva narración de Mormón en el 6. Mientras que con Mosíah 25–29, la narración histórica de Mormón no recibe un colofón a no ser que sean citados completamente o parafraseados desde un registro específico. Antes de Alma 7 hay otro encabezamiento que introduce otra charla en primera persona. Alma 8 es el registro conector de Mormón seguido por otro encabezamiento para Alma y Amulek que enseñan en Ammoníah, en Alma 9–14, presentando bastantes secciones del registro con discursos en primera persona. Pero hay una subcabecera integrada en el texto de Alma 10:1, indicando la transición hasta el discurso de Amulek y la respuesta del pueblo, incluyendo Seezrom, el abogado y el extenso discurso de Alma, seguido de la encarcelación (Alma 10–14). Aún así la narrativa parece ser parte de la abreviación de Mormón, aunque no sin citas. Los capítulos de 1830 son I = Alma 1–3, II = Alma 4, III = Alma 5, IV = Alma 6, V = Alma 7, VI = Alma 8, VII = Alma 9, VIII = Alma 10–11, IX = Alma 12, X = Alma 13–15, XI = Alma 16.
Antes de Alma 17 hay un nuevo encabezado en cursiva para el retroceso histórico del ministerio de catorce años de los hijos de Mosíah y sus compañeros, un registro que Mormón había prometido en Mosíah 28:9[11]. Las subcabeceras y los marcadores históricos o editoriales abundan. Alma 17:18-20:30 trata sobre Amón, aunque no posee un colofón formal; el capítulo XII de 1830 incluye todo Alma 17-20. Antes de Alma 21, pero introduciendo otra parte del ministerio, es una subcabecera para Aarón y Muloki y es aquí donde comienza el capítulo XIII. En Alma 22:35, Mormón dice que su aportación sobre la geografía y la cultura se ha terminado, y regresa a compendiar "los relatos de Ammón y Aarón, Omner, Himni y sus hermanos" (el último del capítulo XIII de 1830). Alma 25:17 es la conclusión de esa narración. El siguiente versículo, Alma 26:1, comienza con lo que se podría imprimir como cabecera separada para el discurso de Ammón, el cual termina con "Amén" en 26:37 nos encontramos con el final del capítulo XIV. El relato de Mormón (sus lecciones morales son a menudo precedidas por "y así vemos" como en Alma 28:13, 14) nos dirige sin ningún tipo de colofón o marcador literario a Alma 29, que es identificado como un salmo o un himno de alabanza de Alma mientras reflexiona sobre las experiencias de sus amigos (observar Alma 29:13-17). [Alma] concluye con "Amén" y ese es el final del capítulo XV. La retoma del relato en Alma 30 no tiene cabecera, pero cuando Alma cita a Zenós incluye una subcabecera contextual en Alma 33:3-4 y termina con 33:12-13. Después de terminar su discurso con un "Amén", Alma cesa, pero Mormón tiene una subcabecera en Alma 34:1 que sirve para la transición hasta el discurso de Amulek. En la edición de 1830, el capítulo XVI es el registro completo de Korihor y los zoramitas, Alma 30:1-35:16, es el final del relato que precede al discurso de Amulek. El impresor reconoció y separó varias cabeceras contextuales en el compendio que hizo Mormón. Por lo tanto, el libro de Alma que hizo Mormón está relativamente repleto de distintas cabeceras en cursiva.
Cuando Mormón entrelaza las instrucciones de Alma a sus hijos en su registro, proporciona algunos relatos dando un breve repaso histórico para poner en situación y luego agrega lo que podría ser un colofón para la sección más grande de Alma 36-42: "Y tenemos un relato de sus mandamientos, que les dio, según su propio registro" (Alma 35:16). Esto está seguido de una subcabecera antes de Alma 36-37, "los mandamientos de Alma a su hijo Helamán" (principio del capítulo XVII). Las subcabeceras paralelas son "los mandamientos de Alma a su hijo Shiblón" antes de Alma 38 (que marcan la división entre los capítulos XVII y XVIII de 1830) y "los mandamientos de Alma a su hijo Coriantón" antes de Alma 39-42, del capítulo XIX. Entonces, como en todas partes, Mormón recomienza su relato histórico (Alma 43-44 = capítulo XX) sin una subcabecera o cualquier otro separador evidente. Como mayor fuente histórica principal [que és,] pasa de Alma a su hijo Helamán, Mormón introduce la subcabecera al principio de Alma 45 (igual comienzo del capítulo XXI) con otras subcabeceras o indicadores de referencia intercalados en Alma 54:4 (para 54:5-14), 15 (para 54:16-24); 56:1-2 (para Alma 56:2-58:41), 60:1 (para 60:1-36) 61:1 (para 61:2-21 ), y 63:1, 10-13, 17. En la versión de 1830 los capítulos son XXI = Alma 45-49 (el año diecinueve del gobierno de los Jueces), XXII Alma = 50 (años 20-24), XXIII Alma = 51 (años 25), XXIV = Alma 52-53 (años 26-28 ), XXV = Alma 54-55 (el año vigésimo noveno del gobierno de los jueces), XXVI = Alma 56-58 (epístola de Helamán que recibió en el año treinta), XXVII = Alma 59-60 (epístola de Moroni a Pahorán), XXVIII = Alma 61 (epístola de Pahorán a Moroni), XXIX = Alma 62, XXX = Alma 63.
En el Libro de Helamán no solo tenemos un encabezamiento general en cursiva (facilitando brevemente la identidad del autor y declarando principalmente un resumen histórico o visión general) antes del capítulo 1, sino que también otra cabecera con “identidad-más-contenidos” antes del capítulo 7, donde Nefi, el hijo de Helamán, tiene un encuentro dramático con los seguidores de Gadiantón y el texto incluye algunos pasajes en primera persona (por ejemplo, Helamán 7:13-29; 8 [especialmente 8:11-28]; 9 [especialmente 9:21-36]). Aunque Samuel fue mencionado en la cabecera antes del capítulo 7, es anotado nuevamente en un subtítulo antes del capítulo 13. Después de la conclusión de sus profecías, Mormón continúa su relato histórico sin las cabeceras de introducción, pero en Helamán 16:25, tenemos lo que en un manuscrito griego o latino se hubiese mantenido aparte del texto: la anotación explicit "aquí acaba". También podría haber sido impreso de esa manera para el Libro de Mormón. En la edición de 1830 el capítulo I = Helamán 1-2, II = Helamán 3-6. El encabezado en cursiva antes de Helamán 7 inicia el capítulo III (concluyendo con el final de Helamán 10), y se imprime en 1830 como si se tratara de un nuevo libro. El capítulo IV es Helamán 11-12, terminando con la inserción de las últimas palabras de lamento de Mormón sobre la fragilidad humana; dividido desde el capítulo V (= Helamán 13-16) por la actual subcabecera en cursiva de Samuel, impresa de manera similar en 1830 como si fuera el título de un nuevo libro.
El colofón al principio de 3 Nefi es puramente un anuncio genealógico para establecer la identidad y la autoridad del escritor, no es un resumen de contenido. 3 Nefi 3:01 efectivamente es una subcabecera para la epístola de Giddiani a Laconeo (3 Nefi 3:2-10), también comienza el capítulo II de 1830. A pesar de que Mormón no inserta un marcador literario, como editor, habla en primera persona en un discurso en 3 Nefi 5:8-26, terminando con un "Amén" y siendo este el final del capítulo II de la versión de 1830. Mormón se dirige a su audiencia en un extenso colofón para una identificación personal y para un testimonio resumido sobre la bondad de Dios y su intervención, la veracidad y la honra de su convenio con toda la casa de Jacob (3 Nefi 25). El capítulo III consta de 3 Nefi 6-7, el IV es igual a 3 Nefi 8-10(subdivisiones naturales de texto). A medida que comienza a contar la destrucción por causa de la muerte y resurrección del Señor, Mormón hace hincapié en la fiabilidad de su fuente (3 Nefi 8:1). Entonces 3 Nefi 9:1 presenta la voz del cielo, por lo que el verso es una cabecera contextual o marcador literario, como si hubiera sido impreso como cabeceras distintas. El relato del capítulo 10 destaca por sí mismo, sin embargo, carece de una subcabecera, (una práctica consistente que he observado). Cuando resume el ministerio del Señor, Mormón comienza con un resumen de contenido en una cabecera general en cursiva antes de 3 Nefi 11 (para los capítulos 11-18 [el primer día de ministerio] y 19-28 [con una subcabecera en 28:1 para introducir las palabras de Jesús]). Sin un marcador o cabecera (justo como lo había hecho en 3 Nefi 5), Mormón a continuación se dirige a su futura audiencia directamente (capítulos 29-30). Esta misma falta de encabezamiento o marcador caracteriza la inclusión del Señor en sus enseñanzas a los nefitas de tres capítulos del Antiguo Testamento. Cuando el Señor cita Isaías 54 (3 Nefi 22) no hay una subcabecera, pero el texto anterior está formado a partir de Isaías 52:11-12, y el primer versículo después de la cita (3 Nefi 23:1) se refiere a Isaías por su nombre. En 3 Nefi 24:1 da una extendida cabecera contextual para Malaquías, y luego cita los dos últimos capítulos del Antiguo Testamento (3 Nefi 24-25 = Malaquías 3-4). En la edición de 1830, el capítulo V corresponde a 3 Nefi 11:01-13:24, una división bastante extraña; VI es 3 Nefi 13:25-14:27, el final de la sección corresponde a Mateo 5-7. El capítulo VII comprende 3 Nefi 15-16, VIII = 3 Nefi 17-18, con una división natural antes de las enseñanzas del día siguiente. Las divisiones entre los capítulos IX y XI, y entre XIII y XIV parecen ser arbitrarias, y pueden reflejar los segmentos de la traducción. No puedo plantear otras razones. El capítulo IX cubre 3 Nefi 19-21:21, X cubre 3 Nefi 21:22-23:13; XI es 3 Nefi 22:14-26:5. La división entre X y XI es análoga a la división entre Mosíah XII y XIII donde Mosíah 28:20 comienza el relato de Mosíah 29. El capítulo XII (3 Nefi 26:6-27:22) comienza con las palabras de Mormón hacia su audiencia, explicando cómo el Espíritu le prohibió la grabación de las enseñanzas importantes desde el registro hasta que el Señor pudiera probar a su pueblo, y concluye el capítulo después de la definición del Señor del evangelio. En el capítulo XIII tenemos 3 Nefi 27:23-29:9, con el capítulo XIV siendo simplemente los dos versículos de 3 Nefi 30. (La plegaria de Mormón al concluir su registro de las enseñanzas en América del Señor Resucitado).
A comienzos de 4 Nefi hay un colofón de identificación y un resumen casi general: "una relación del pueblo de Nefi, de acuerdo con su registro." Ese registro fue continuado por una línea familiar de escritores, el último de los cuales fue Ammarón (cabecera de 4 Nefi y 1:4, 19, 21, 47). Al final de su resumen del libro, Mormón escribe, "... y así concluyen los anales de Ammarón" (4 Nefi 1:49). Quizás Mormón estaba cansado, tal vez tenía prisa, pero cuando leemos 4 Nefi, deseamos más detalles, un relato más extenso. Mormón sabía que tenía poco tiempo para completar su obra. Cuando se trata del propio registro de sus días, sólo tiene un colofón contextual, que nombramos Mormón 1:1. Con una visión profética, se dirige a la audiencia de nuestros días, los "gentiles", como él nos llama y dolorosamente nos suplica que no se repita la tragedia de los antiguos habitantes de esa tierra. Conmovedoramente nos impulsa a dejar atrás la guerra para centrarnos en Cristo, para así saber quiénes somos, terminando luego con un "Amén" (Mormón 7:10). Cuando Moroni continúa el registro de su padre, su declaración inicial (Mormón 8:1) es una cabecera contextual, teniendo en cuenta su identidad. En la división del texto de 1830, el capítulo I es Mormón 1-3, 4-5 II es mormón, III = Mormón 6-7, IV comienza la continuación de Moroni e incluye Mormón 8-9.
Quizás "la despedida" de Moroni en Mormón 9:37 estaba destinada a ser su última entrada. Pero añade un resumen de la historia jaredita dejado por Éter, escribiendo una cabecera antes de Éter 1 y ampliándolo con lo que hemos marcado como Éter 1:1-2 (no existe una cabecera impresa en la edición de 1830). Así Moroni presenta una confirmación de su fuente. Al explicar por qué no se incluyen todas las grandes revelaciones del hermano de Jared, Moroni relata lo que el Señor le reveló, empezando por "el Señor me dijo:" y terminando con "Amén" (Éter 4:6-19) -una subsección marcada. Por lo tanto Éter parece ser una unidad, mientras que hay varias inclusiones de Moroni como editor. Las divisiones de los capítulos de 1830 son: Éter 1-4 = I (siendo Éter 4 la profecía de Moroni y su comentario acerca de la visión del hermano de Jared); Éter 5 = II (palabras de Moroni a José Smith, el futuro traductor); Éter 6-8 = III (que termina con Moroni [hablando] sobre las combinaciones secretas, lo que refleja la aversión de su padre para discutir los detalles); Éter 9-11 = IV; Éter 12 (Moroni tratando la fe y la caridad) = V y Éter 13-15 = VI. Moroni emula la práctica de su padre al hacer una división de "capítulo" después de un comentario editorial sobre acontecimientos históricos o circunstancias o en notables enseñanzas religiosas o visiones.
En el libro de Moroni, después del breve primer capítulo de introducción sobre el autor y ubicación histórica, tenemos lo que corresponde a los documentos en un apéndice. No hay ni una sola cabecera, pero cada capítulo, en nuestro formato (que corresponde precisamente al formato de 1830), tiene una cabecera contextual insertada que podría haber sido impresa por separado: Moroni 2:1; 3:1, 4:1; 5: 1; 6:1; 7:1; 8:1; y el capítulo nueve tienen su propia cabecera en cursiva impresa por separado. Varias de estas unidades terminan con "Amén". Por último, en el capítulo 10, Moroni se dirige al público del futuro, hablando abiertamente y con un gran sentimiento. Se concluye con una exhortación, manifestando su confianza en el Señor, el cual lo recompensará como es debido.
Debe haber sido realmente difícil para el impresor moderno tratar de puntuar el texto y tomar decisiones diferentes sobre la presentación impresa. Algunos pasajes eran claramente cabeceras presentadas aparte, por lo general en cursiva, a veces en un punto más alto o incluso en mayúsculas. Otros pasajes podrían haber sido tratados de una manera similar. Colofones, cabeceras, marcadores de texto e indicadores de referencia existentes en el Libro de Mormón son el resultado de un texto antiguo y los "capítulos" o segmentos de los libros antiguos generalmente reflejan las divisiones naturales del texto. Esta fue una antigua tradición literaria nefita, como puede verse en las planchas menores, una [tradición] que Mormón sigue y desarrolla en gran medida. Por desgracia, en su formato moderno traducido, las distintas cabeceras no se usaban con asiduidad, ni habían sido siempre señaladas originalmente con un solo diseño o propósito. Sin embargo, son testimonios del sentido de precisión de Mormón y su preocupación por la comprensión de su audiencia. Los rigores de la edición del masivo material no provocaron que Mormón se desviara de su filosofía o propósito como antiguo profeta e historiador aunque estuviera escribiendo para una audiencia de una época posterior y con una cultura diferente.
Apéndice
Comparación de la división de capítulos
Edición de
| 1830 |
Edición actual
| de 1981 [12] |
Capítulo
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
El Primer Libro de Nefi
| |||
I [13]
|
*5-16
|
1-5
|
1-11
|
II
|
16-21
|
6-9
|
11-17
|
III
|
21–35
|
10–14
|
17-30
|
IV
|
35-38
|
15
|
30-33
|
V
|
38-52
|
16:1-19:21
|
33-46
|
VI
|
52-56
|
19:22-21:26
|
46-50
|
VII
|
56-59
|
22
|
50-53
|
El Segundo Libro de Nefi
| |||
I*
|
59-66
|
1-2
|
53-60
|
II
|
66-68
|
3
|
60-62
|
III
|
68-71
|
4
|
62-65
|
IV
|
71-73
|
5
|
65-67
|
V
|
74-78
|
6-8
|
67-72
|
VI
|
78-83
|
9
|
72-77
|
VII
|
83-85
|
10
|
78-80
|
VIII
|
86-91
|
11-15
|
80-86
|
IX
|
91-99
|
16-22
|
86-93
|
X
|
99-102
|
23-24
|
94-96
|
XI
|
102-112
|
25-27
|
96-106
|
XII
|
112-118
|
28-30
|
106-112
|
XIII
|
118-120
|
31
|
112-115
|
XIV
|
120-121
|
32
|
115-116
|
XV
|
121-122
|
33
|
116-117
|
El Libro de Jacob
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
I*
|
123-124
|
1
|
117-119
|
II
|
124-129
|
2-3
|
119-123
|
III
|
129-139
|
4-5
|
123-132
|
IV
|
139-140
|
6
|
132-133
|
V
|
140-142
|
7
|
133-135
|
El Libro de Enós
| |||
I
|
143-145
|
1
|
136-138
|
El Libro de Jarom
| |||
I
|
146-147
|
1
|
138-140
|
El Libro de Omni
| |||
I
|
148-151
|
1
|
140-143
|
Las Palabras de Mormón
| |||
I
|
151-153
|
1
|
143-145
|
El Libro de Mosíah
| |||
I
|
153-162
|
1-3
|
145-154
|
II
|
162-165
|
4
|
154-157
|
III
|
166-167
|
5
|
157-159
|
IV
|
167-168
|
6
|
159
|
V
|
168-173
|
7-8
|
159-164
|
VI*
|
173-177
|
9-10
|
164-167
|
VII*
|
177-184
|
11:1-13:24
|
167-173
|
VIII
|
184-189
|
13:25-16:15
|
173-179
|
IX
|
190-201
|
17-21
|
179-189
|
X
|
201-202
|
22
|
189-190
|
XI*
|
202-215
|
23-27
|
190-202
|
XII
|
215-216
|
28:1-19
|
202-203
|
XIII
|
216-221
|
28:20-29:47
|
203-207
|
El Libro de Alma
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
I*
|
221-230
|
1-3
|
207-215
|
II
|
230-232
|
4
|
215-217
|
III*
|
232-32
|
5
|
217-223
|
IV
|
238-239
|
6
|
223
|
V
|
239-242
|
7 y cabecera
|
223-226
|
VI
|
242-245
|
8
|
226-228
|
VII*
|
245-248
|
9
|
228-231
|
VIII
|
248-254
|
10-11
|
231-237
|
IX
|
254-259
|
12:1-13:9
|
237-241
|
X
|
259-266
|
13:10-15:19
|
241-248
|
XI
|
266-268
|
16
|
248-250
|
XII*
|
269-282
|
17-20
|
250-261
|
XIII*
|
282-289
|
21-22
|
261-266
|
XIV
|
289-299
|
23-26
|
266-275
|
XV
|
299-304
|
27-29
|
275-280
|
XVI
|
304-323
|
30 35
|
280-297
|
XVII*
|
323-330
|
36-37
|
297-304
|
XVIII*
|
330-332
|
38
|
304-305
|
XIX*
|
332-340
|
39-42
|
305-331
|
XX
|
340-347
|
43-44
|
331-320
|
XXI*
|
348-362
|
45-49
|
320-332
|
XXII
|
362-366
|
50
|
336-336
|
XXIII
|
366-370
|
51
|
336-339
|
XXIV
|
370-377
|
52-53
|
339-344
|
XXV
|
377-381
|
54-55
|
344-348
|
XXVI
|
382-393
|
56-58
|
348-357
|
XXVII
|
393-398
|
59-60
|
357-361
|
XXVIII
|
393-398
|
61
|
361-362
|
XXIX
|
400-405
|
62
|
363-366
|
XXX
|
405-407
|
63
|
366-368
|
El Libro de Helamán
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
I*
|
407-411
|
1-2
|
368-372
|
II
|
412-426
|
3-6
|
372-384
|
III*
|
426-436
|
7-10
|
384-392
|
IV
|
436-441
|
11-12
|
392-397
|
V
|
441-451
|
13-16
|
397-406
|
Tercer Nefi, El Libro de Nefi
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
I*
|
452-456
|
1-2
|
406-410
|
II
|
457-465
|
3-5
|
410-417
|
III
|
465-470
|
6-7
|
417-422
|
IV
|
470-476
|
8-10
|
422-427
|
V*
|
476-483
|
11-13:24
|
427-434
|
VI
|
483-485
|
13:25-14:27
|
434-435
|
VII
|
485-488
|
15-16
|
435-440
|
VIII
|
488-493
|
17-18
|
440-444
|
IX
|
493-500
|
19:1-21:21
|
444-452
|
X
|
501-503
|
21:22-23:13
|
452-454
|
XI
|
503-506
|
23:14-26:5
|
454-457
|
XII
|
506-508
|
26:6-27:22
|
457-460
|
XIII
|
509-513
|
27:23-29:9
|
460-464
|
XIV
|
513-514
|
30
|
464
|
Cuarto Nefi, El Libro de Nefi
| |||
I
|
514-518
|
1
|
465-468
|
El Libro de Mormón
| |||
I
|
518-524
|
1-3
|
469-474
|
II
|
524-528
|
4-5
|
474-478
|
III
|
528-531
|
6-7
|
478-481
|
IV
|
531-538
|
8-9
|
481-487
|
El Libro de Éter
| |||
I
|
538-547
|
1-4
|
487-496
|
II
|
547-548
|
5
|
496
|
III
|
548-555
|
6-8
|
496-502
|
IV
|
555-562
|
9-11
|
502-508
|
V
|
562-566
|
12
|
508-512
|
VI
|
566-573
|
13-15
|
512-518
|
El Libro de Moroni
|
Páginas
|
Capítulo: versículo
|
Páginas
|
I
|
574
|
1
|
518
|
II
|
574
|
2
|
518-519
|
III
|
575
|
3
|
519
|
IV
|
575
|
4
|
519
|
V
|
575
|
5
|
519-520
|
VI
|
576
|
6
|
520
|
VII
|
577-580
|
7
|
521-525
|
VIII
|
581-583
|
8
|
525-527
|
IX*
|
583-585
|
9
|
527-529
|
X
|
585-588
|
10
|
529-531
|
Fuentes
- Hugh Nibley, “Since Cumorah”, 2ª edición, volumen 7 en “The Collected Works” de: Hugh Nibley (Salt Lake City: Deseret Book y F.A.R.M.S., 1988), 151–52.
- Ver Paul Meyvaert, "Bede the Scholar," en la edición de “Gerald Bonner”, “Famulus Christi: Essays in Commemoration of the Thirteenth Centenary of the Birth of the Venerable Bede” (London: SPCK, 1976), 57.
- El propio signo ¶ es en si, la derivación de una “C” con dos gruesas líneas verticales o área destacada, tal como encontramos en el manuscrito cisterciense de los siglos XII y XIII, alternando azúl y naranja rojizo para el signo. La C representa a capitulum.
- “For Mormon's philosophy of history as he edits”, ver Thomas W. Mackay, "Mormon's Philosophy of History: Helaman 12 in the Perspective of Mormon's Editing Procedures," en ediciones de Charles D. Tate y Monte S. Nyman, “The Book of Mormon: The Book of Helaman and 3 Nephi 1–8, According to Thy Word” (Provo: Centro de Estudios Religiosos de la BYU 1992), 129–46.
- Memorándum, realizado por John H. Gilbert, Esq., 8 de septiembre de 1892, Palmyra, New York, impreso en tres páginas preliminares sin numerar para la reimpresión de 1958 de la edición del Libro de Mormón de 1830 por Wilfrod** C. Wood, “Joseph Smith Begins His Work”.
- Los capítulos y versículos del Libro de Mormón (Imitando el patrón desarrollado en París durante los siglos XII y XIII por los maestros de la teología, más concretamente por Stephen Langton) fueron ideados por Orson Pratt para la edición de 1879. En 1981, en la edición actual se ha tenido en cuenta algunas correcciones textuales que se remontan a los manuscritos. Ver Royal Skousen, "Book of Mormon Editions", en Daniel H. Ludlow, ed., The Encyclopedia of Mormonism, 4 vols. (New York: Macmillan, 1991), 1:175–76.
- Moroni empieza con "Sellado por la mano de Moroni." Ver “the lucid discussion” por Daniel H. Ludlow, "The Title Page," en Monte S. Nyman y Charles D. Tate, Jr., eds. The Book of Mormon: First Nephi, The Doctrinal Foundation (Provo, UT: Centro de Estudios Religiosos, Brigham Young University, 1988), 27–32. Ahora la página titular está corregida con el formato y la división de párrafo de la edición de 1830 (la cual dividió incorrectamente la oración que hablaba del Libro de Eter, el registro del pueblo de Jared, para formar una separación de párrafo), aunque todavía puede que exista una división entre las palabras de Mormón y Moroni.
- Ver John A. Tvedtnes, "Colophons in the Book of Mormon," en John L. Sorenson and Melvin J. Thorne, eds., Rediscovering the Book of Mormon (Salt Lake City: Deseret Book and F.A.R.M.S., 1991), 32–37.
- John S. Tanner, "Jacob and His Descendants as Authors," en Sorenson and Thorne, eds., Rediscovering the Book of Mormon, 52–66.
- Tvedtnes, "Colophons," 33.
- Tvedtnes, "Mormon's Editorial Promises," en Sorenson and Thorne, eds., Rediscovering the Book of Mormon, 29, errores en relación a Mosíah 28:19–20 para este registro: pertenece únicamente al registro Jaredita que Mosíah tradujo de las planchas de oro, que comprende el libro de Éter, descubierto por los exploradores de Limhi. Moroni respondió a esa promesa al añadir un resumen del Libro de Eter en el registro de su padre.
- La división de los capítulos y versículos actuales se inició en la edición de 1879.
- Un asterisco al lado del número de un capítulo nos indica que hay un encabezado impreso en cursiva bajo el número de este capítulo. Estas mismas cabeceras están reproducidas en las ediciones modernas antes del inicio de un capítulo y no están numerados con versículos. Así, no hay manera conveniente para citar los resúmenes de cabeceras de Mormón a menos que lo hayan dejado como comentarios contextuales.
- Enlace al documento original: http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/jbms/?vol=2&num=2&id=34.