Muchos críticos señalan como una supuesta contradicción que para las horas de la crucifixión el relato del Libro de Mormón mencione un período más extenso de tinieblas que la Biblia, difiriendo en muchas horas más, en el nuevo continente. Veremos que, por evidencia de historiadores y tradiciones, no tiene porqué ser la misma duración de tres horas en todo el mundo ni la misma clase de cataclismo.
Justamente hoy viernes de Pascua los cristianos recordamos los sucesos acaecidos en este día con nuestro Señor. Por la madrugada la Pasión de Cristo comienza, finalizada su cena y oración sacerdotal intercesora, en el Getsemaní sudando grandes gotas de sangre. Luego siendo entregado a sus captores para ser juzgado por el aparato religioso y luego el civil de su época; para luego ser sentenciado injustamente bajo decisiones arbitrarias y como consecuencia de un sinnúmero de errores en sus jucios, haber sido entregado al inmenso sufrimiento de ser azotado, obligado a cargar su propia cruz desde la casa de Poncio Pilatos y luego ser ignominiosamente crucificado en el Gólgota, siendo expuesto a humillación, para consumar la Salvación del género humano.
En medio de su agonía, dice el Evangelista que en toda la tierra de Jerusalén, desde la hora sexta a la novena, se eclipsó el sol produciendo noche en el día, por el espacio de esas tres horas:
"El sol se oscureció" (Lucas 23:44)
"Y cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena." (Lucas 23:43)
Sabemos que estas tinieblas no pudieron ser literalmente el efecto de un eclipse de sol normal, pues sus efectos son conocidos que sus tinieblas sólo duran breves instantes y no horas. Este fue más que un eclipse solar no supeditado a las reglas comunes de la física que conocemos. Fue una manifestación milagrosa. Fue un eclipse solar milagroso.
Por su lado, en el otro lado del orbe, en América, leemos lo que ocurrió en la región que habitaba el pueblo del Libro de Mormón. Al ellos se les había predicho con exactitud el tiempo del nacimiento de Jesús con una consecuente manifestación milagrosa de tres días de luz, y también las señales de su muerte en el viejo mundo con un período de tres días de absoluta obscuridad:
"Mas he aquí, como os dije concerniente a otra señal, una señal de su muerte, he aquí, el día en que padezca la muerte, se obscurecerá el sol, y rehusará daros su luz; y también la luna y las estrellas; y no habrá luz sobre la superficie de esta tierra durante tres días, sí, desde la hora en que sufra la muerte, hasta el momento en que resucite de entre los muertos.
Sí, en el momento en que entregue el espíritu, habrá atruenos y relámpagos por el espacio de muchas horas, y la tierra se conmoverá y temblará" (Helamán 14:20-21, énfasis agregado para demostrar que no es sólo obscuridad producto de vapores sino que literalmente por un eclipse solar milagroso)
La primera crítica dice que esta obscuridad sólo podía ser en la tierra de Jerusalén, no en Amércia. Sin embargo se halla evidencia que ésta fue percibida por personas muy lejos a Jerusalén.
El primero es Dionisio quien estaba en
Heliópolis, ciudad de
Egipto, cuando vio un eclipse solar que rompía las reglas de la astronomía reconocida en aquel entonces, luego dijo:
“O Dios está dolorido o es que ha llegado el fin del mundo.” (Dionisio, Epístola a Policarpo)
La segunda crítica dice que el Libro de Mormón menciona la obscuridad en la hora sexta, sin embargo existe un historiador griego y no cristiano que también dice que la obscuridad en Grecia fue percibida en la hora sexta:
"En el cuarto año de la bicentésimo segunda Olimpiada, tuvo lugar el eclipse más grande y extraordinario que haya jamás ocurrido, pues a la hora sexta la luz del día se trocó en tinieblas de noche, de modo que las estrellas aparecieron en los cielos" (Flego)
La tercera crítica, siguiendo la línea de la primera, dice que esta obscuridad es poco probable que haya sido tan extensa como para perdurar hasta el otro lado del globo, es decir abarcar toda la tierra, todo el planeta. Sin embargo en la tradición de los Padres de la Iglesia da evidencia que Tertuliano dice que el efecto ciertamente fue sobre toda la tierra:
"En el momento de la muerte de Cristo, la luz se apartó del sol, y la tierra se oscureció al mediodía, dicha maravilla está relatada en sus propios anales y está registrada en sus archivos hasta este día" (Apologético, Tertuliano)
Incluso se data en la tradición que la obscuridad del viejo mundo no pudo ser producida solamente por la tormenta que acompañó a la crucifixión pues dice que "se veía el día como noche al punto de que se podía ver la luna y las estrellas".
Entonces pensemos. Si este eclipse solar fue tan extenso, tan milagroso. Fue percibido en Egipto y no sabemos su duración allí, fue percibido en Grecia y tampoco sabemos por cuanto. ¿Porqué resulta ser tan descabellado para algunos que el Libro de Mormón registrase este eclipse hasta la madrugada de la resurrección de Jesús en el nuevo mundo?
Lamentablemente por la poca o nula continuidad histórica en el nuevo mundo tenemos poca evidencia extra-escritural de este eclipse, pero la suficiente para respaldar el largo de éste y los efectos devastadores que atestigua el Libro de Mormón.
Leamos la tradición escrita de los indios Washoe, grupo indígena de la parte sur de norte América:
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Indios Washoes |
"Hace tiempo, mucho, mucho tiempo, quizás cien años, indio no está seguro. El hombre blanco sabe. El padre de mi abuelo, muy viejo. Quizás doscientos, trescientos años, no sé. valle Carson, valle Washoe, valle Truckee, valle Long, Lago de la Pirámide, Lovelock, todos estaban llenos de agua, muchos peces, muchos patos. Peces grandes también; ahora ya no están aquí, yase fueron para no volver. (Los indios washoe vivían en las altas montañas)
A veces el indio washoe tomaba la canoa para ir a ver al indio piute, y quizás indio pinte tomaba la canoa para ir a ver al indio washoe. Ellos muy buenos amigos todo el tiempo. Señalando en dirección oeste del valle Washoe, el anciano indio continuó:
Gran montaña, con fuego todo el tiempo, hace ruido espantoso, con mucho humo. Indio tienemiedo. Un día, la montaña da mucho humo, hace mucho ruido, la tierra tiembla mucho, indio muy asustado, cae al suelo y llora mucho.
El sol sale cada día, se pone cada día.
Pero un día el sol no sale. Indio no sabe por qué.
Hay mucho humo en la montaña, la tierra tiembla mucho, el viento sopla, las aguas hierven.
Quizás dos, tres días, el sol no sale, indio no come, no duerme, sólo llora y llora.Muy asustado.
Entonces el agua hace mucho ruido y corre muy rápido, como el río Truckee; las aguas bajan y bajan, las montañas suben y suben, mucho lodo, muchos peces mueren, entonces el sol sale tras las montañas entonces se pone allí.
El hombre blanco sabe, el indio no sabe.
En dos o tres semanas, el lodo se seca, el indio piute y el indio washoe ahora caminan, ya no van en canoa. Toda el agua se ha secado,quizás poca agua queda. Lago Pirámide, lago Honey, lago Washoe, muchas montañas, él viene muy pronto. El indio no está seguro, el agua y el pez grande no vuelven.
Nunca más volverían." (Sra. M. M. Garwood, Progressive West Magazine, reproducido en Deseret Semi-Weekly News, del 5 de febrero de 1906.)
En efecto, el pueblo del Libro de Mormón tuvo que asociar estos sucesos: este eclipse y cataclismo a la mismísima muerte predicha del Verbo hecho carne.
"Y sucedió que duró por el espacio de tres días, de modo que no se vio ninguna luz; y hubo grandes lamentaciones, gritos y llantos continuamente entre todo el pueblo; sí, grandes fueron los gemidos del pueblo por motivo de las tinieblas y la gran destrucción que les había sobrevenido." (3 Nefi 8:23)
No es, por tanto, base suficiente de contradicción argumentar que porque en el viejo mundo la obscuridad duró tres horas, en el nuevo mundo no pueda haber durado tres días.
Como vemos el efecto fue visto en toda la tierra, percibido de manera distinta y con cataclismos asociados también distintos. Todos los pueblos de la tierra pudieron percibirla en un grado distinto. Y esto por el carácter milagroso del mismo suceso. No se le pueden aplicar las reglas tradicionales de la astronomía y la física convencional.
Creemos que el Libro de Mormón aporta valiosa información de cómo la tierra sufrió para que su pueblo en esta parte del mundo - la de América - pudiese sentir más plenamente a su Salvador.
El usar el argumento del "tres días vs tres horas" como contradicción es un intento más desesperado de los detractores por desacreditar el Libro de Mormón a cómo dé lugar. Una vez más, infructuosamente.
El Libro de Mormón es verdadero.