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04 agosto 2010

Perdidos en el desierto



“Y aconteció que cuando los lamanitas descubrieron que el pueblo de Limhi había partido de la tierra durante la anoche, enviaron un ejército al desierto para perseguirlos. 
Y después de perseguirlos dos días, no pudieron seguir más el rastro; por tanto, se perdieron en el desierto.” (Mosíah 22:15-16)

Casualmente, hace pocos días, escuché a alguien opinar que no había testigos para escribir en el Libro de Mormón este acontecimiento, de que los lamanitas después de perseguir al pueblo de Limhi se hayan perdido en el desierto.

Me pareció en ese momento que podía iniciar una investigación para ver si encontraba alguna pista que me pudiera hacer saber como pudo el registrador asentar que los lamanitas se perdieron en el desierto después de perder el rastro del pueblo de Limhi.

Fue más sencillo de lo imaginado. Los sucesos secuenciales relacionados serían los siguientes:

a) Alma, uno de los sacerdotes del inicuo rey Noé, quien creyó en las palabras del profeta Abinadí, salió a predicar las enseñanzas de Abinadí, a quien el rey Noé había matado en la hoguera. (Mosíah 18:1).

b) Alma y la gente que creyó en él se ven obligados a huir del rey Noé, hacia el desierto. (Mosíah 18:34-35).

c) Gedeón, quien era enemigo del rey Noé, cuando intenta matar al rey,  huye a la torre y ve que lo están invadiendo los lamanitas. Gedeón le perdona la vida. (Mosíah 19:2-8).

d) El rey Noé manda que el pueblo huya al desierto con sus mujeres e hijos. En la huida el rey mandó que los hombres abandonaran a sus mujeres e hijos y huyeran de los lamanitas. Muchos no quisieron huir y prefirieron perecer con sus familias. Los lamanitas perdonaron la vida de éstos y los tomaron cautivos. (Mosíah 19:9-15).

e) Entre los cautivos estaba el hijo del rey Noé, que se llamaba Limhi. (Mosíah 19:16).

f) Los que siguieron al rey se arrepintieron, y quisieron volver a la tierra de Nefi, y si sus esposas e hijos habían sido asesinados, procurarían vengarse. El rey no les permitió, y se enojaron y le hicieron padecer la muerte por fuego, tal como él lo había hecho a Abinadí. Gedeón regresó al desierto en busca del rey Noé y los que lo siguieron, y encontró a todos menos al rey, a quien habían matado, y a sus sacerdotes que huyeron al interior del desierto. (Mosíah 19:18-23).

g) El pueblo le confiere el reino a Limhi, y éste empezó a instituir el reino y establecer la paz entre su pueblo y la paz con los lamanitas. (Mosíah 19:25-27).

h) Los sacerdotes del rey Noé avergonzados no se atrevieron volver a sus esposas y a sus hijos. Mientras permanecían en el desierto raptaron a unas pocas hijas de los lamanitas que estaban reunidas. (Mosíah 20:3-5).

i) Los lamanitas primeramente supusieron que fue el pueblo de Limhi y les hace la guerra. En la batalla cae con vida el rey de los lamanitas. Gedeón le hace ver al rey de los lamanitas y al rey Limhi que los responsables del rapto de las hijas de los lamanitas debieron ser los sacerdotes del rey Noé. (Mosíah 20:6- 26).

j) Aparece en la escena Ammón, que había emprendido una expedición desde Zarahemla, y encuentra al pueblo de Limhi. Con la llegada de Ammón, el pueblo de Limhi hace planes para huir, porque eran súbditos de los lamanitas. Gedeón presenta un plan y huyen al desierto, y después de muchos días llegan a la tierra de Zarahemla. (Mosíah 21:23-24; 22:1-13).

k) Los ejércitos lamanitas que habían perseguido al pueblo del rey Limhi, estuvieron perdidos en el desierto muchos días, y encontraron a los sacerdotes del rey Noé que a esa época ya poseían un país llamado Amulón, y labraban la tierra. Los lamanitas les tuvieron compasión, porque las esposas de los sacerdotes del rey Noé, que eran las hijas de los lamanitas que habían raptado, salen al encuentro de los ejércitos y les suplican por sus maridos. (Mosíah 23:30-34).

l) Los sacerdotes del rey Noé se unen a los lamanitas, y estos anduvieron en el desierto buscando la tierra de Nefi, cuando descubrieron a Alma y a sus hermanos y les piden que les enseñe al camino de regreso a cambio de sus vidas y su libertad. (Mosíah 23:35).

m) Por lo tanto, el pueblo de Alma supo que los lamanitas andaban perdidos, porque ellos le pidieron que les enseñara el camino de regreso. (Mosíah 23:36).

n) Alma les enseñó el camino de regreso, pero los lamanitas no cumplieron su promesa y les pusieron guardias alrededor de Alma y sus hermanos. (Mosíah 23:37).

o) Con la intervención divina, Alma y su pueblo huyeron de los opresores, y finalmente llegaron a la tierra de Zarahemla, y los recibió el rey Mosíah, quien previamente había recibido también al rey Limhi y su pueblo. (Mosíah 24:23-25).

Que los lamanitas que perseguían al pueblo de Limhi se perdieron en el desierto, fue notorio para Alma, y Alma se encontró con el pueblo de Limhi en Zarahemla, y con el Rey Mosíah, en cuyos anales se registró la historia.

Conclusión: Así que la idea de que no había testigos para registrar que los lamanitas después de perseguir al pueblo de Limhi se hayan perdido en el desierto, no es valedera, porque hubo cuatro pueblos de testigos. El rey Mosíah congregó a todo el pueblo (su propio pueblo compuesto de nefitas y mulekitas, el pueblo del rey Limhi, y el pueblo de Alma) y les leyó los anales de Zeniff con la historia desde que salieron de la tierra de Zarahemla hasta que volvieron otra vez (que contenía los relatos de los tres reyes, Zeniff, Noé y Limhi), y les leyó la narración de Alma y sus hermanos. (Mosíah 25:1,5-6). Es cierto que los acontecimientos del Libro de Mormón no fueron registrados sólo por cronistas en el mismo momento que ocurrían los hechos, sino que también fueron escritos por historiadores que reunían sus informaciones y registros y hacían un resumen o compendio extemporariamente, como es el caso de Mormón y Moroni. También es el caso del libro de Mosíah, que se compone de registros de varios autores que se agregaron extemporariamente a la ocurrencia de los hechos.

Por lo tanto los textos analizados en este capítulo constituyen un testimonio adicional de la veracidad del Libro, por la congruencia de la historia relatada.

Fuentes
  1. http://librosderafaeldiogo.blogspot.com/ (Otro extracto del libro aún inédito “Testimonios Adicionales de la Veracidad del Libro de Mormón – Insertos en el Propio Libro” que escribe Rafael Diogo Jara).


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