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04 noviembre 2012

El Cristianismo Prehispánico según Fray Servando Teresa de Mier

¿Sabías que el Fraile Servando Teresa de Mier, fue encarcelado y exiliado por enseñar que los aborígenes americanos eran cristianos 1.700 años antes de la llegada de Colón?
Autores: Álvaro Figueroa,
Israel González.


En el Libro de Mormón, encontramos profetas que dieron su vida por la predicación del Evangelio de Cristo. Su testimonio quedó plasmado en las páginas del registro nefita y hoy podemos leer sobre sus sacrificios. También otras personas en una época más moderna, con su línea de vida, nos dejaron legados que perdurarán en las hojas de libros antiguos que esperan nuestra lectura.

El Fray Servando Teresa de Mier es una de esas personas. Valientemente expresó una realidad que podía ver en la América recién conquistada. Su vida entre los aborígenes le llevó a plantearse la tesis del cómo los indios podían conocer el cristianismo antes de la llegada de los conquistadores españoles; encontrando tantas pruebas, que estuvo dispuesto a sacrificar parte de su vida, por enseñar esa verdad.

Teresa de Mier pensó que la única explicación plausible era que uno de los apóstoles de Jesucristo, Santo Tomás, haya viajado hasta América y predicado el evangelio de Cristo entre los aborígenes.

El 12 de diciembre de 1794, durante los festejos del aniversario número 263 de la manifestación mariana de la virgen de Guadalupe, en presencia del virrey Revillagigedo, del arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta y varios miembros de la Real Audiencia de Nueva España, dijo las siguientes palabras:
"Guadalupe no está pintada en la tilma de Juan Diego sino en la capa de Santo Tomé (conocido por los indios como Quetzalcoátl) y apóstol de este reino. Mil setecientos cincuenta años antes del presente, la imagen de Nuestra señora de Guadalupe ya era muy célebre y adorada por los indios aztecas que eran cristianos, en la cima plana de esta sierra del Tenayuca, donde le erigió templo y la colocó Santo Tomé (primer párrafo del sermón).
Yo haré ver que la historia de Guadalupe incluye y contiene la historia de la antigua Tonantzin, con su pelo y su lana, lo que no se ha advertido por estar su historia dispersa en los escritores de las antigüedades mexicanas." (párrafo final)[1]
Con dicho sermón pretendía demostrar que el culto guadalupano era prehispánico, al igual que el cristianismo, y por lo tanto no había motivos por los cuales agradecer su enseñanza a España. Esto a lo más, sería una “re-enseñanza”.

Sus ideas no recibieron críticas negativas en principio; pero una semana después de haber pronunciado el sermón, el arzobispo Núñez de Haro (quien en palabras de Mier "sentía aversión por todo lo criollo") le acusó de herejía y blasfemia ante el Santo Oficio, por lo cual se le excomulgó, redujo a prisión, se le despojó de sus libros y fue condenado a diez años de exilio en España.

Además del exilio se le prohibió de por vida ejercer la enseñanza y se le retiró su grado de doctor. Éste fue el gran precio que tuvo que pagar por decir algo de lo que estaba totalmente convencido. Nunca dudó de sus palabras, fue muy valiente en su testimonio y nunca se retractó pese a todas las circunstancias adversas que esto trajo a su vida. Él realmente sabía que los aborígenes americanos conocían el cristianismo antes de la llegada de los españoles.

La idea de la virgen María prehispánica dentro de un ámbito cristiano tiene su fuente histórico-religiosa, tal cual el padre Teresa de Mier suponía. Este registro es precisamente único en el mundo y es el Libro de Mormón.

El Libro de Mormón tiene la las suficientes evidencias que demuestran el conocimiento de María como un conocimiento transversal y cultural entre los nefitas, una facción de aborígenes prehispánicos del libro.

Nefi, uno de sus patriarcas que vino desde Jerusalén, recibe la primera visión de la virgen en el libro. Puede decirse que es ésta es la primera visión de la virgen registrada por un profeta en toda la historia antigua. En su conversación entre un ángel y él en su viaje de huída de Jerusalén, por el desierto, bordeando el mar Rojo, leemos:
" Y ocurrió que vi abrirse los cielos; y un ángel descendió y se puso delante de mí, y me dijo: Nefi, ¿qué es lo que ves?
Y le contesté: Una virgen, más hermosa y pura que toda otra virgen.
Y el ángel dijo: ¿Comprendes la condescendencia de Dios?.
Y le respondí: Sé que ama a sus hijos; sin embargo, no sé el significado de todas las cosas.
Y me dijo: He aquí, la virgen que tú ves es la madre del Hijo de Dios, según la carne.
Y aconteció que vi que fue llevada en el Espíritu; y después que hubo sido llevada en el Espíritu por cierto espacio de tiempo, me habló el ángel, diciendo: ¡Mira! Y miré, y vi de nuevo a la virgen llevando a un niño en sus brazos.
Y el ángel me dijo: ¡He aquí, el Cordero de Dios, sí, el Hijo del Padre Eterno!" (1 Nefi 11:14-21, 597 a.C aprox)
Luego de ésta, algunos siglos después, habrá evidencia adicional del conocimiento de María entre el pueblo nefita del Libro de Mormón:
"Y se llamará Jesucristo, el Hijo de Dios, el Padre del cielo y de la tierra, el Creador de todas las cosas desde el principio; y su madre se llamará María." (Mosíah 3:8, profecía de María cerca de 124 a.C aprox. en América prehispánica)

"Y he aquí, nacerá de María, en Jerusalén, que es la tierra de nuestros antepasados, y siendo ella virgen, un vaso precioso y escogido, a quien se hará sombra y concebirá por el poder del Espíritu Santo, dará a luz un hijo, sí, aun el Hijo de Dios." (Alma 7:10, 83 a.C aprox. profecía de María cerca de 124 a.C aprox. en América prehispánica)
Por supuesto que esto no pretende ser una completa postura mariológica como lo entiende el catolicismo moderno, ni validarla tal cual se entiende en la actualidad, ni una “adoración”, como lo expresa el padre Teresa de Mier en sus memorias; pero exhibe la clara raíz primera del culto religioso prehispánico a María y papel teológico preponderante en esta cultura.

Teresa de Mier murió sin saber que en un lugar de América, enterrado en un cerro, se encontraba un registro prehispánico que un día saldría a luz por el poder de Dios y que comprobaría la veracidad de la esencia de su postura: que el conocimiento de María fue enseñado antes de cualquier colonizador o misionero.

Por su parte, José Smith, el traductor y profeta moderno del antiguo y milenario registro nefita, también moriría sin saber del padre Teresa de Mier.

Pero ambos coincidirían en la misma verdad subyacente: el conocimiento de María en la América prehispánica no fue traído por los españoles, fue revelado directamente de Dios a ese pueblo, tal cual se podía vislumbrar de boca de ellos.
Fuentes
  1. Sermón de Fraile Servando Teresa de Mier 1794, Nueva España.

31 octubre 2012

Relato Mapuche de Jesucristo en las Américas

Impresionante evidencia de la visita de Jesucristo a las Américas entregada por el principal pueblo originario de Chile: los Mapuche.

Autora: Pamela Carrasco.


La leyenda del hombre blanco barbudo haciendo milagros y enseñando la paz, recorrió gran parte de la América precolombina y se transmitió de generación en generación a través de los años y los diferentes pueblos. Sin lugar a dudas, una leyenda con demasiadas coincidencias como para ser tan solo eso: una leyenda.

En Chile, el proceso de conquista fue liderado en gran manera por el español Pedro de Valdivia, quien fundó muchas de las ciudades que actualmente conforman el país, entre ellas la capital, Santiago. En esta etapa, Valdivia debió lidiar con uno de los principales pueblos originarios de la zona, los Mapuche, quienes en su mayoría pusieron resistencia y rechazaron el proceso de conquista. Sin embargo, algunos caciques intentaron establecer la paz y el diálogo con los visitantes.

Existe un registro histórico que relata la fundación de Santiago y el encuentro de Valdivia con algunos de estos caciques mapuche, quienes manifestaron tener conocimiento de este Dios, del cual les hablaron los españoles. Este texto, la “Historia General del Reino de Chile”, fue escrito por Diego Rosales en 1674 y publicado por primera vez por Benjamín Vicuña Mackena en 3 tomos entre los años 1877 y 1878. En las páginas 340 y 341 del primer tomo, encontramos el relato auténtico y que transcribimos de manera textual, sin modificaciones al lenguaje de la época y cuyo contenido es simplemente impresionante, porque muestra evidencias únicas de la visita de Cristo a las Américas:

“De la primera poblazion de la ciudad de Santiago, corte y caueza del Reino de Chile, de su sitio, fertilidad, edificios, republica, y primer Gouernador 
1. Planto Valdivia su campo en el valle de Mapocho, que propriamente se llama Mapuche que quiere decir Valle de gente, por la mucha, que en el auia y de aý tomó el Río esse nombre: mas los españoles, y el tiempo a corrompido el vocablo, y en lugar de Mapuche, le llaman Mapocho. Dio buelta al valle mirando los assientos, y la hermosura de sus campañas y llanura, que es de los mejores y mas fertiles valles del Reino, fecundado de un rio, que liberal reparte sus aguas por diferentes sangrias, para que todos rieguen sus sembrados. Y pareciendole ser el lugar mas acomodado, donde Loncomilla se dezia, pobló la ciudad de Santiago en el sitio donde oy está. Cuia fundación fue a dose de febrero de 1541 años, pidiendo a Nuestro Señor gracia para estender y entablar la fee entre aquella gente. Y a catorce caciques, que alli le dieron la paz, rogó le ayudassen para hazer alli una casa de oracion, y un templo para el culto y adoracion del Dios Verdadero: que está en los cielos, y crio el uniuerso donde se celebrassen los diuinos afficios. Y para persuadirles a ello les traxo a la memoria la honra que se debe al culto diuino, y al verdadero Dios. A que le respondieron: que ya tenian noticia de que auia, que abitaba en los cielos. Porque abian oydo dezir a sus antepassados, que antiguamente auia estado un hombre maravilloso en esta sierra, con barba crecida, y con ojotas calzadas, y manto al modo que ellos traian, sus mantas, sobre los hombros, el qual hazia muchos milagros, sanaba enfermos con agua, hazia llober, y crezer las plantas, y los sembrados, y con un soplo hazia encender fuego, y otras marabillas: sanando de repente a los enfermos, y dando vista a los ciegos. Y en la lengua de esta tierra hablaba con tanta propiedad, y elegancia como si siempre ubiera estado en ella con palabras muy dulces, y nueuas para ellos: diziendoles: que en lo alto de los cielos estaba el Criador de todas las cosas, y que tenia consigo mucha cantidad de hombres, y mugeres, que resplandecian como el sol, y que a poco tiempo se fue al Peru. Y assí muchos a imitacion del habito y ojotas, que este varon usaba las traen entre ellos, calzadas, y la manta; suelta sobre los hombros, o prendida en el pecho, o por las puntas anudada. Por donde se infiere; que este varon era algun Apostol, cuio nombre no saben; quedó admirado Valdiuia de esta relacion, y conociendo que Dios le tomaba a el por instrumento, para voluer a plantar la fee que el Santo Apostol auia predicado en este Reino, y perdidose la noticia de ella por la injuria de los tiempos, o por los peccados de sus habitadores.

2. Y confirma esta noticia de auer venido algun Apostol a este Reino a predicar el santo Euangelio, una cosa marabillosa, que hasta oy perseuera en el valle de Jaurua, donde esta una piedra de bara y media de alto, y dos de largo en la qual estan estampadas las huellas de un hombre con ojotas, que en la piedra dejo ympressas, y sin duda sobre ella se subía a predicar a los yndios de aquel valle, y dejó las plantas impresas. Y demas de eso en la frente de la piedra escribio tres renglones abiertas las letras en la peña, y con caracteres, que no ay quien las entienda, ni sepa explicarlos. Y abiendolos echo sacar y copiar fielmente el Padre Joseph María Adamo de la Compañía de Jesus, missionero de la prouincia de Cuio, y que a trabaxado muchos años gloriosamente en la conuersion de los yndios de aquella prouincia, las embió a tres padres de la Compañia, noticiosos en lenguas al Padre Angelo de Magistris a Cordoua, al Padre Coninc al Pero, y al Padre Nicolas Mascardi a Chiloe, y ninguno acertó a leerlas con que hasta ahora no se sabe su significado.” (1)
El relato anterior es simplemente incuestionable. Una evidencia cuyas características de claridad y autenticidad no dan lugar a dudas; Jesucristo mismo les visitó algún día, les ministró, hizo milagros entre ellos, le acompañaron ángeles del cielo, se fue y les prometió volver. El registro histórico es verídico, usted puede verificarlo por sí mismo, no obstante, una oración sincera responderá cualquier duda en su corazón...
Fuentes
  1. Diego Rosales, “Historia General de el Reino de Chile”, Flandes Indiano, Tomo I, (1674): 340 - 341.

22 octubre 2012

Calzadas en el Libro de Mormón

El Libro de Mormón menciona “calzadas”, un término que podría considerarse muy moderno para ser mencionado en un libro de más de 2.000 años de antigüedad, sin embargo, la arqueología nuevamente confirma la historicidad del registro Nefita.
Autor: John Tvedtnes. 
Traductor: Antonio A. Caballero Prieto.


Pregunta:

¿Es anacrónico que se mencionen "calzadas" en el Libro de Mormón, (Helamán 7:10; 14:24; 3 Nefi 6:8; 8:13) considerando el conocimiento casi universal de que las primeras carreteras de América fueron construidas sólo después de la colonización del Nuevo Mundo por los europeos?

Respuesta:

Aunque en nuestro tiempo el término "calzada" hace referencia a carreteras bien pavimentadas para el tráfico de automóviles y camiones, su uso es anterior a la era moderna. De hecho, el término se usa 25 veces en la versión Reina-Valera (RV) de la Biblia, la cual fue traducida cerca de cuatro siglos antes de la invención del automóvil. A diferencia de nuestro uso moderno de la palabra, en las escrituras puede referirse a los senderos o rutas utilizadas para el tráfico de personas o de animales, aunque puede hacer referencia a carreteras mejoradas. Algunas de las calzadas mencionadas en 3 Nefi fueron destruidas y desmoronadas en el momento de la muerte de Cristo (3 Nefi 8:13), por lo que puede que los colonizadores europeos no las hubieran reconocido.

Excelentes y extensas redes de carreteras son bien conocidas en todo Centro y Sudamérica, algunas de las cuales concuerdan con la época del Libro de Mormón. Una calzada de superficie dura en la península de Yucatán, México y otra en Cerros fueron datadas al 300 a.C.. En Belice otra calzada se utilizó entre los años 150 y 50 a.C.. Al parecer los norteamericanos precolombinos de ciertas regiones estaban familiarizados con las carreteras o “calzadas”. Un nuevo erudito ha descubierto lo que parece haber sido un camino de 60 millas de largo que unía los centros ceremoniales Hopewell en Newark, Ohio, y Chillicothe. Una red mucho más pequeña de carreteras abarcó la región Anasazi del suroeste de Estados Unidos. Un erudito escribió que “en Yucatán fueron construidos caminos [Mayas] que reúnen todos los principios conocidos sobre la construcción de carreteras. . . La buena ingeniería y la minuciosidad de su construcción compiten con los famosos caminos del imperio romano o con las autopistas actuales. En la antigüedad, Chichén Itzá y todas las ciudades, fueran grandes o pequeñas, de la península de Yucatán, estaban vinculadas por una red de calzadas suaves y de superficie dura... esta tierra... Una vez tuvo las mejores carreteras del mundo."

Carretera Prehispánica de Guayabo, Centro América 
Comentario de un lector:

"Después de haber andado por muchos caminos fangosos de América Central, puedo dar fe de que en una cultura económicamente avanzada se tendrían que desarrollar caminos que pudieran hacer frente a las vacas y los caballos y no convertirse en un agujero de barro a la primera señal de lluvia; esto para que la economía pudiera tener alguna posibilidad de llegar a ser tan grande o tan dinámica como la que se describe en el Libro de Mormón".

Fuentes
  1. Enlace a la versión original: http://www.bmaf.org/node/412

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