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03 septiembre 2010

El polisíndeton: una antigua forma de escritura Hebrea en el Libro de Mormón

Alan Miner:
"Paso a Paso a través del Libro deMormón "(inédito); 
citando extractos de un artículo de Hugh Pinnock, usado con autorización del autor.



Hugh Pinnock escribe que el polisíndeton es una forma de escritura antigua hebrea repetitiva muy fácil de identificar, ya que se repite la palabra al comienzo de las frase y así sucesivamente. Un buen ejemplo de polisindeton en el Libro de Mormón se encuentra en Alma 1:29:

una abundancia de rebaños
y manadas,
y toda clase de animales cebados,
y también una abundancia de grano,
y de oro,
y de plata
y de objetos preciosos en abundancia,
y abundancia de seda
y de lino de fino tejido,
y de toda clase de buenas telas sencillas.

Este fácilmente reconocible polisíndeton era una herramienta de uso frecuente por los escritores hebreos y es un evidente apoyo a las raíces hebraicas del Libro de Mormón. 

Fuente

Hugh [W. Pinnock, Buscando hebreo bíblico y otras antiguas formas literarias en el Libro de Mormón, granjas, 1999, pp. 21-23, 27]

26 agosto 2010

Los 3 Nefitas

Los 3 Nefitas del Libro de Mormón, fueron preparados para una importante misión. ¿Existirá algún registro o mención de ellos en la América Antigua?


Analicemos el siguiente registro mencionado en el libro "Secretos Precolombinos", a propósito del segundo viaje de Cristóbal Colón a América:


“Un día alrededor del 3 de junio de 1494, durante su segundo viaje al Nuevo mundo, Cristóbal Colón ancló fuera de las orillas de Cuba; Envió una expedición a la orilla para obtener un poco de agua fresca y madera. Entre aquellos enviados a tierra bajo un arquero, que se separó de la comitiva y entró en los bosques con su ballesta a cazar. Él no había caminado mucho tiempo cuando se devolvió apresuradamente y fue donde los del grupo con este informe: “Declaró que él no había avanzado muy lejos, cuando observó de repente que era espiado a través de un claro del bosque, era un hombre vestido de blanco hasta los tobillos, tan blancos y largos como un fraile del orden de Santa María de la Misericordia, que al principio él lo tomó como si se tratase del capellán del Almirante, pero otros dos le seguían, con túnicas blancas que alcanzan a sus tobillos; los tres eran de cutis como los europeos. Detrás de éstos aparecieron muchos más al número de treinta, armados con flechas y lanzas. Ellos no hicieron ninguna señal de hostilidad, pero permanecían callados, el hombre de traje blanco largo, tomó la delantera para hablarme a mí; pero yo estaba tan asustado de ver el número de acompañantes que huí para buscar la ayuda de mis compañeros al instante. Más tarde reconoció que se acobardó de ver a los nativos armados y que con sus compañeros no tuvieron el coraje de enfrentarlos y salieron despavoridos hacia las naves ancladas en el mar.
( Irving 196)
Hay dos alternativas: O el hombre puede haber estado engañando a Colón; o que él había visto una bandada de grúllas en lugar de lo que imaginó. Colón tenía razón para dudar de la exactitud de la información del arquero; por lo tanto sugería espiarlos desde las naves, pero los catalejos no permitían identificarlos desde a bordo “Por eso al día siguiente se programó que todos fueran a tierra, con órdenes para penetrar al interior si es necesario hasta cuarenta millas” para verificar esta historia.59 ( Irving 197)
Incluso una tercera expedición se envió al tercer día a tierra, en la demanda de estos nativos y sus tres líderes blancos vestidos de blanco. Este acontecimiento se convirtió en un problema, todos opinaban sobre la credibilidad del arquero y despertó la curiosidad del Almirante.
Aunque las comitivas volvieron sin una evidencia, no se menciona nada al hombre de la ballesta que más tarde retracta su historia. Tanto así, que crea dudas en el Almirante y de ahí en adelante se pide que ninguna acción sea comunicada sin un segundo testimonio. En dos semanas, Colón ya sabía comunicarse con un nativo, de quien supo: que a diez leguas al oeste había algunos nativos entre ciertas montañas que él vio de lejos, que había un rey, tan poderoso que su reinado abarcaba muchos pueblos; que él llevaba un vestido blanco que llegaba a tierra; que se le llamó un santo; que sus enseñanzas fueron obedecidas siempre, aunque comunicaba sus órdenes y sus asuntos mediante símbolos visuales,( Irving 200)”. (1)


Tal como esta leyenda, existen muchas otras, refiriéndose a  3 hombres singulares de reconocido poder, que ministraron por el antiguo continente Americano.

Fuentes:
  1. "Secretos Precolombinos", pág.43 - 45, Harold Santacruz Moncayo.

20 agosto 2010

Batalla Nefita y batalla de los Tlascanos contra Cortés


En la página 355 del libro "Un escenario para el Libro de Mormón en la América Antigua" se relata la manera  en que Mormón describe la última batalla y menciona la manera de organizar a los ejércitos Nefitas. Llama la atención la coincidencia de estos aspectos con la forma de organización y actuar de los indígenas en una de las batallas contra Cortés. Veamos:

“Y, he aquí, los diez mil de Gidgiddona
Habían caído, . . . y había caído Lámah con sus diez
mil,” y así sucesivamente (Mormón 6:13-14.)
En el registro del conquistador y cronista Bernal Díaz también narra la formación de los ejércitos Tlascanos que se enfrentaron a Cortés. Cito:
"Aparecen cinco capitanes en el campo de batalla, cada
uno con sus diez mil hombres: “Los seguidores del

viejo Xicotenga . . . eran diez mil; los de otro gran jefe
llamado Moseescaci eran otros diez mil; los de un
tercero, al que se le llamaba Chichimecatecle, eran
otros tantos,” y así sucesivamente.
Además Sorenson nos muestra que cada grupo de 10.000 llevaba una bandera diferente:
"que el el ejército Tlascalteca que se opuso a Cortés tenía un gran estandarte que “llevaba” el comandante, aunque, en realidad, el palo estaba atado a su espalda (1) 
Lo anterior nos recuerda a Moroni, comandante en jefe de los ejércitos nefitas,
"cogió un trozo de su túnica, escribió un eslogan en él, “locolocó en el extremo de un asta,” y “fue entre elpueblo, haciendo ondear en el aire el trozo rasgado desu ropa,” (Alma 46;11-12, 19)
No solo coincidía la cantidad de guerreros por líder o el estandarte que seguían si no que también la forma de lucha y distinción por grupo. Cito:
"Tlascaltecas también llevaban uniformes diferentespara mostrar la unidad a la que pertenecían, y “cadacapitán tenía un emblema [insignia] diferente, como lotienen nuestros duques y condes en Castilla.” Ladecisión de si su grupo luchaba o no llegaba de cadacapitán por separado.(2) Además, el líder de una unidadmilitar mesoamericana tenía una relación especial consus hombres: “A los guerreros que servían bajo susordenes se les consideraba, en el esquema deparentesco, como ‘hijos y vasallos.’”(3)
Lo anterior nos recuerda a Helamán y sus 2.000 “hijos” guerreros en el Libro de Mormón.

La organización de los guerreros en el Libro de Mormón, está en perfecta armonía con situaciones similares en la América Antigua.

Fuentes: 
  1. Bancroft, Native Races, pág. 412.
  2. Bancroft, Native Races, pág. 107, 112-16.
  3. Robert Carnack, Toltec Influence on the Postclassic Culture History of Highland Guatemala, MARI 26 (1968), pág. 80.

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