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29 abril 2009

También tengo otras ovejas que no son de este redil


"También tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también me es necesario traer, y oirán mi voz, y habrá un  rebaño y un pastor."

Juan 10:16
Muchas personas se cuestionan pensando que Cristo, vivió entre los Judíos y que no pudo visitar a otros pueblos a través del mundo, debido a que este era su pueblo escogido. Sin embargo, para los mormones, el hecho más importante registrado en las páginas del Libro de Mormón, es la visita de Cristo a las Américas y este conocimiento entrega esperanza y regocijo a nuestras vidas.

El siguiente video, nos invita a meditar sobre este grandioso acontecimiento.

25 abril 2009

Fortificaciones mesoamericanas y el Libro de Mormón

¿Por qué Mesoamérica?

Traducción: Marco Royo.
Fuente: www.jefflindsay.com.


Muchos han preguntado porqué arqueólogos "imparciales" no han salido en defensa del Libro de Mormón. Parte del problema es que pocos han entendido qué se debe aceptar o rechazar del Libro. Muchos han asumido que el Libro de Mormón ofrece "la" historia de "los" indios americanos, como si hubiera una única cultura con una única historia. 

La mayor parte claramente no lo ha hecho. Pero los que asumen que en el Libro de Mormón existe tal hecho, rápidamente lo colocarán a un lado, porque obviamente hay muchos grupos distintos de población con orígenes muy diversos. El problema es que los críticos no critican el Libro en si, sino que piensan qué es el Libro. Incluso algunos escritores SUD han hecho tales asunciones erróneas, resultando en "evidencias" de baja calidad y conclusiones contradictorias. 

Comparar artefactos antiguos con escenas del Libro de Mormón no tienen valor a no ser que los artefactos procedan del tiempo y lugar apropiados, y a menos que la comparación se efectúe con un análisis cuidadoso de los datos. Tal no ha sido el caso de algunas obras populares del pasado de entusiastas del Libro de Mormón. Por otro lado, arqueólogos profesionales no han sido más frecuentemente rigurosos en su obra. John Sorensen explica (Ensign, Sept. 1984, p. 28):

"Los escasos arqueólogos profesionales que han tratado tales comparaciones han errado frecuentemente en dos aspectos: (1) han sido inexpertos sobre el propio Libro de Mormón - qué dice y qué no dice; y (2) no han considerado adecuadamente los detalles arqueológicos de períodos cronológicos correctos y de la mayor parte de las áreas probables de la América antigua. De hecho, sólo ha acontecido en los últimos años que se ha hecho suficiente investigación para crear una imagen fiable y plausible de los sucesos y características de las fechas y lugares apropiados."
Ejemplos de tales errores se pueden ver en las afirmaciones muy conocidas de Michael Coe sobre la falta de apoyo para el Libro de Mormón. Las conclusiones de Coe se basaban en su inicial teoría de que el Libro de Mormón describe sucesos de todo el Nuevo Mundo. Cualquier consideración significativa de la plausibilidad del Libro de Mormón debiera empezar con un cuidadoso entendimiento de lo que el texto dice. Como Sorenson y muchos otros han mostrado en recientes años, el Libro de Mormón abarca una geografía extremadamente limitada, unos pocos miles de kilómetros de extensión, en vez de cubrir todo el continente americano. Además, el Libro de Mormón es un registro mantenido por un determinado linaje de un pequeño grupo étnico, y no procura obtener una historia sino más bien un texto religioso para enseñar al pueblo acerca del Mesías.

Mucha de la información que tenemos acerca de la geografía del Libro de Mormón se obtiene en indicios sutiles y detalles incidentales, en vez de detalladas descripciones de dónde se situaba una ciudad o un pueblo. Esos detalles, sin embargo, son suficientes para proveer un entorno geográfico plausible para el Libro de Mormón con el uso de mapas detallados del terreno. La única área plausible es la de Mesoamérica - sur de México y norte de América Central. Este entorno plausible también tiene problemas de corresponderlo con el contexto climático y cultural de la antigua Mesoamérica - que es lo que Sorenson ha mostrado tan bien en An Ancient American Setting for the Book of Mormon.

Esto no quiere decir que pruebe algo, pero se pueden situar lugares específicos en relaciones razonables hacia cada uno y hacia el terreno mesoamericano. Sin embargo, con arqueólogos profesionales que han estado durante mucho tiempo desinformados sobre la naturaleza del Libro de Mormón y su perspectiva geográfica, es difícilmente sorprendente que los arqueólogos profesionales no hayan encontrado mucho de valor porque no saben qué buscar y dónde en términos de confirmar o contradecir el relato. Quizá esto ahora empiece a cambiar.

Mesoamérica es el único lugar con una antigua tradición definida de lengua escrita. Se conocen alrededor de una docena de sistemas de escritura, algunas de ellas aún indescifrables, con evidencia de escritura que se remonta a unos 1000 años antes de Cristo. Ninguna otra área de Norteamérica o Sudamérica tiene tradición de lengua escrita, pero la lengua escrita es una de las caracterísiticas más prominentes de los pueblos del Libro de Mormón. 

El área de Mesoamérica también coincide con muchas de las características geográficas dadas en el Libro de Mormón, que incluye por ejemplo, (y la ausencia de tales características en algunos lugares) montañas, pasos, aguas, ríos, cuencas en relaciones plausibles y razonables hacia cada uno. Detalles culturales, tales como modelos de guerra, la antigua presencia de sociedades secretas y redes comerciales, materiales de construcción, también consistentes con las descripciones del Libro de Mormón.

Como continúan observándose paralelismos entre la antigua sociedad mesoamericana y el Libro de Mormón, algunos críticos han tomado el enfoque de que José Smith pudo haber conocido todo sobre Mesoamérica basándose en escritos del siglo XIX. La realidad es que aun si José pudiera haber tenido acceso a las mejores bibliotecas, que no fue el caso, le hubieran sido de muy poca ayuda. (Véase el artículo "What Could Joseph Smith Have Known about Mesoamerica?." Para el hecho de que si José hubiera plagiado abundantes materiales que coincidiera con su descripción de fortificaciones, véase mi página de Mormon Answers: "Was the Book of Mormon Plagiarized from Modern Sources?")

Para examinar si el Libro de Mormon es plausible, debemos volver nuestra atención a la antigua Mesoamérica. El progreso arqueológico en esta área todavía se encuentra en su infancia comparado con el de Israel, por ejemplo, existían múltiples culturas antiguas, idiomas y sistemas de escritura, pero sólo se han entendido algunos aspectos en cierta profundidad.

En este artículo nos enfocaremos en el arte de la guerra en particular donde las opiniones de los eruditos y el Libro de Mormón han tenido opiniones contrapuestas hasta muy recientemente.

Fortificaciones mesoamericanas y el Libro de Mormón

El aspecto de la naturaleza embrionaria del conocimiento arqueológico de América Central se encuentra al revisar el tema del arte de la guerra. Durante décadas los eruditos creían que la antigua Mesoamérica era un lugar pacífico, especdialmente en el Clásico (300-800 AD), en contraste con las muchas guerras descritas en el Libro de Mormón en sus ultimas páginas, que cubren aproximadamente los años 300-400. No fue hasta los 70 que empezó a cambiar el modelo entre los eruditos.

Hoy, los eruditos reconocen que la guerra era una parte común de la vida en ese tiempo. En 1970, investigadores de la Tulane University descubrieron una inmensa fortificación defensiva en Becan en la península del Yucatán. El centro del lugar lo rodeaba una fortificación, una zanja, que era de unos dos kilómetros de largo y aproximadamente 16 metros de espesor.

Se levantó la zanja para hacer la cima en el lado interior de la zanja. Esta fortificación data de los años 150-450, que coincide con la cronología del Libro de Mormón. David Webster describe cómo cree que se hizo la fortificación: "Arrojar 'hacia arriba' del exterior es casi imposible. Los defensores, posiblemente protegidos por una empalizada, pudieron haber lanzado proyectiles de larga distancia al aproximarse sus enemigos con lanzalanzas y hondas."(David L. Webster, Defensive Earthworks at Becan, Campeche, Mexico: Implications for Mayan Warfare , Tulane University, Middle American Research Institute, Publication 41, 1976, p. 108, citado por John L. Sorensen,Ensign, Sept. 1984, p. 33.

Compárese el relato del Libro de Mormón (Alma 49:18-20) de alrededor del 70 antes de Cristo con la descripción del doctor Webster de arriba:
18 Pero he aquí, los lamanitas no podían entrar en sus plazas fuertes sino por la entrada, a causa de la altura del parapeto que se había erigido, y la profundidad del foso que se había cavado alrededor, excepto a la entrada. 19 Y así los nefitas estaban preparados para destruir a todos los que intentaran ascender por cualquier otro lado para penetrar en el fuerte, lanzándoles piedras y flechas. 20 Y así se hallaban preparados, sí, un grupo de sus hombres más fuertes, con sus espadas y sus hondas, para derribar a cuantos intentaran penetrar en su plaza fuerte por la entrada; y así estaban preparados para defenderse contra los lamanitas.
El capitán Moroni en el Libro de Mormón utilizaba tales fortificaciones por toda la tierra nefita, como se explica en Alma 50:1-6 (hacia 72-60 antes de Cristo):
1 Y aconteció que Moroni no cesó de hacer preparativos para la guerra ni para defender a su pueblo de los lamanitas, porque al principio del año veinte del gobierno de los jueces, él hizo que sus ejércitos empezaran a levantar montones de tierra alrededor de todas las ciudades, por toda la tierra que poseían los nefitas. 2 Y sobre estos montones de tierra hizo colocar vigas, sí, obras de maderos erigidas a la altura de un hombre, alrededor de las ciudades.
E hizo que sobre estas obras de maderos se construyeran estacadas por todos lados; y eran altas y fuertes.
4 E hizo que se erigieran torres más altas que estas estacadas, e hizo construir resguardos en estas torres, para que las piedras y las flechas de los lamanitas no los hirieran. 5 Y las dispusieron para lanzar piedras desde su cumbre, según su voluntad y fuerza, y matar a quien intentara aproximarse a las murallas de la ciudad. 6 Así fue como Moroni preparó fortificaciones alrededor de todas las ciudades en toda esa tierra, contra la llegada de sus enemigos.
Una descripción relacionada se encuentra en Alma 53 3-5:
3 Y sucedió que después que los lamanitas hubieron acabado de enterrar a sus muertos, como también a los muertos de los nefitas, los condujeron de regreso a la tierra de Abundancia; y Teáncum, por órdenes de Moroni, les hizo emprender la obra de cavar un foso alrededor de la tierra, o sea, la ciudad de Abundancia. 4 E hizo que levantaran un parapeto de maderos sobre el borde interior del foso; y echaron la tierra del foso contra el parapeto de vigas; y así hicieron trabajar a los lamanitas hasta que hubieron cercado la ciudad de Abundancia con una fuerte muralla de vigas y tierra de una altura extraordinaria. 5 Y esta ciudad se convirtió desde entonces en una plaza sumamente fuerte; y en esta ciudad guardaron a los prisioneros lamanitas; sí, dentro de una muralla que les habían hecho levantar con sus propias manos. Pues Moroni se vio obligado a hacer que los lamanitas trabajaran porque era fácil vigilarlos mientras trabajaban; y él quería disponer de todas sus fuerzas cuando atacara a los lamanitas.
Los descubrimientos innovadores de Webster y sus colegas de la Tulane University fueron seguidos pronto por hallazgos relacionados que incentivaron un cambio de modelo en nuestra comprensión del predominio de la guerra en la Mesoamérica antigua. Otros hallazgos han confirmado el uso de empalizadas (empalizada = obstáculo de "maderos" o estacas hincadas como barrera defensiva según el American Heritage Dictionary), zanjas, y muros de lodo. John Sorenson resume esos hallazgos mesoamericano en 1984:
Se conocen más de cien lugares fortificados. El trabajo de Ray Matheny en Edzna reveló una gran fortaleza que data de alrededor del tiempo de Cristo [1]. Loma Torremote en el Valle de México fue una plaza fuerte y empaliza de hacia 400 antes de Cristo. [2] Parte de los tres kilómetros de murallas defensivas del famoso Monte Albán es anterior a 200 antes de Cristo. [3] El núcleo de Los Naranjos en Honduras occidental estaba completamente rodeada de una zanja datable de entre 1000 y 500 antes de Cristo. [4] Además de los lugares actuales, se han encontrado arte figurativo, restos de armas, y figuras de guerreros de muchos períodos. También murallas de piedra. (Compárese con Alma 48:8) [5] Y el muro público de las calaveras (tzompantli azteca), utilizado en el tiempo de la Conquista por los aztecas para infundir miedo a los corazones d elos posibles rebeldes contra su control militar, se ha encontrado ahora en Cuicatlan (Oaxaca), que es anterior al tiempo de Cristo. (Ensign, Sept. 1984, p. 33.)
Referencias citadas por Sorenson:

1. Ray T. Matheny, D. L. Gurr, D. W. Forsyth, F. R. Hauck, Investigations at Edzna, Campeche, Mexico, Vol. 1, Part 1: The Hydraulic System (Brigham Young University, New World Archaeological Foundation, Paper 46, 1983), pp. 169-191.
2. "Current Research",American Antiquity, 45 (1980), p. 622.
3. Richard E. Blanton and S. A. Kowalewski, "Monte Alban and after in the Valley of Oaxaca",in J.A. Sabloff, ed., Supplement to the Handbook of Middle American Indians, Vol. 1, Archaeology (Austin: University of Texas Press, 1981), p. 100.
4. Claude F. Baudez and Pierre Becquelin, Etudes Mesoameriques, Vol. 2, Archaeologie de los Naranjos,(Mexico: Mission Archaeologique et Ethnologique Francaise au Mexique, 1973),pp. 3-4.
5. Angel Palerm, "Notas sobre las Construcciones Militares y la Guerra en Mesoamerica", Anales del Instituto Nacional de Antropologia e Historia, (Mexico), 7

(1956), p. 129; and Webster, op. cit., p. 98.
6. Charles S. Spencer and Else M. Redmond, "Formative and Classic Developments in the Cuicatlan Canada: A Preliminary Report", in Robert D. Drennan, ed., Prehistoric Social, Political, and Economic Development in the Area of the Tehuacan Valley: Some Results of the Palo Blanco Project, University of Michigan, Museum of Anthropology Technical Reports, no. 11 (Research Reports in Archaeology, Contribution 6), 1979, p. 211.
Más apoyo proviene de otros descubrimientos recientes sobre estructuras parecidas a empalizadas. Richard Hauck, quien es SUS, describe un hallazgo en un valle guatemalteco cerca de Coban que se correlaciona con un lugar del Libro de Mormón ("Ancient Fortifications and the Land of Manti",This People, Summer 1994, pp. 46-55).

Describe qué fácil ha sido para los investigadores  pasar por alto los restos de estructuras de madera y de lodo, pero trata las zanjas, los cambios del suelo, el crecimiento árboles alineados, y otras pistas que apuntan a su previa existencia. El lugar que descubrió, además de una colección extensa de empalizadas, también tenía un paso largo y estrecho identificable, consistente con las descripciones del Libro de Mormón, alineaba con empalizadas dentro de una gran distancia, que aparentemente presenta el único camino al área fortificada. Atacar los ejércitos entrando en el paso serían presa para los defensores a lo largo de las empalizadas. Aunque la identificación del lugar por Hauck con la tierra de la ciudad de Manti es discutible que empezó en la década de los setenta.

José Smith no tenía experiencia militar cuando se publicó el Libro de Mormón (aparte de ser amenazados por turbas y populachos). Ciertamente los ejércitos en los primeros tiempos de los Estados Unidos construyeron fuertes de madera, pero desconozco que algo bastante parecido a los sistemas de empalizadas y trincheras descritos en el Libro de Mormón José Smith pudiera conocer de su propia experiencia.

De hecho, aun una lectura rápida de los capítulos de la guerra en el Libro de Mormón revela que las batallas son muy extrañas a lo que un muchacho granjero hubiera experimentado. La exactitud del detalle realista, los problemas de logística, la rebelión, los prisioneros de guerra, la moral, espías, etc., reflejan la autoría de alguien que estaba familiriarizado con las antiguas batallas.

Describir acertadamente las antiguas fortificaciones en Mesoamérica es una pequeña parte del mosaico militar que refleja la antigua autoría del Libro de Mormón. Y de nuevo recalcar que la idea total del arte de la guerra en Mesoamérica se descubrió desde hace unos veinte años. Como siempre lo más que escarbamos en el Libro de Mormón que parece extraño, se convierte en plausible y razonable. El tiempo continúa erosionando los muchos ataques contra él.

Fuente:
www.mundolds.blogspot.com

23 abril 2009

Bautismo y creencias cristianas en la antigua América

Muchos historiadores han descubierto registros que describen ceremonias y ritos muy similares a las ordenanzas enseñadas por Jesucristo. ¿Podrían haber sido ellas heredadas y preservadas en el tiempo?

Por John A. Widtsoe y Franklin S. Harris, Tr.


Un rito semejante al bautismo fue practicado por los americanos. 
"El uso del agua, más o menos santificada, era usada como una manifestación de purificación que le libraba a uno del pecado. Esto viene de un período pre-cristiano entre los mexicanos, mayas y otras naciones americanas. Ellos eran limpiados del pecado por lavamiento". (Bancroft 3:119).
Gann y Thompson, cuidadosos estudiantes de los mayas, dicen que éstos practicaban una forma de bautismo, y que la palabra maya por bautismo, significaba "renacer", y que los niños eran bautizados cuando tenían, poco mas o menos, 12 años de edad. (Véase Gann y Thompson, pp. 139, 140).

El bautismo no era conocido en ninguna de las provincias de Nueva España, sino en Yucatán, y este nombre lo daban ellos significando ser nacido otra vez, teniendo tan grande veneración que nadie quedaba sin él, creyendo ellos que recibían una pura disposición para ser buenos; que los demonios no podían dañarles y que eran puestos en el camino de la felicidad. Ningún hombre podía casarse sin él". (Antonio de Herrera, "Historia de América", 4:172).

Con estos votos, a menudo estaba asociado el rito del bautismo, por aspersión o por inmersión en agua. Aun entre los rudos indios de Tierra del Fuego encontramos que el niño al nacer, era rápidamente sumergido en agua del río no por razones sanitarias, sino religiosas.

En otra manera (el bautismo) parecería ser una purificación de un pecado inherente, en tal sentido era practicado por los nahuas de México, y los quichuas del Perú. Con los mayas de Yucatán era de uso común y era conocido por el significante nombre de "el segundo nacimiento". (D. G. Brinton, "Reli-gions of Primitive Peoples", 1897, p. 195).

Los nativos al tiempo de la cosecha del maíz acostumbraban sacrificar a un hombre a los dioses de la cosecha. Alrededor del altar estaban esparcidos granos de maíz. Sobre éstos se ponían los adoradores y con cuchillos de piedra se herían las partes más sensibles de su cuerpo dejando caer las gotas de sangre sobre los granos. Estos eran comidos como alimento sagrado, como parte del sacrificio. (Oviedo, Historia de las Indias, Lib. X, cap. XI). 

Algo similar se acostumbraba en Perú al tiempo del equinoccio vernal, a todos los extranjeros se les ordenaba salir de la ciudad de Cuzco, donde residía el Inca. Era inmolada una víctima humana, y las inmaculadas "Vírgenes del Sol" eran ordenadas a mezclar su sangre con avena y amasarla en pequeñas tortas. Estas eran distribuidas entre el pueblo y comidas, y una, enviada a cada una de las capillas y templos del imperio". (Balboa, "Histoire du Perú", pp. 125-127; D. G. Brinton, "Religions oí Pri-mitive Peoples", p. 190).

D. G. Brinton nos dice: 
"E1 asombro de los misioneros romanistas se elevó a horror cuando descubrieron entre varias naciones un rito de bautismo de aterradora similitud al de ellos, relacionado con la imposición de un nombre, hecho manifiestamente con el propósito de librarle de un pecado inherente, creyendo producir una regeneración de la naturaleza espiritual y aun, en más de una ocasión llamado por una palabra indígena significando "ser nacido otra vez".
Tal rito era de inmemorable antigüedad entre, los cherokees (tribu de indios en el este de los Estados Unidos) aztecas, mayas "y peruanos". (Myths of the New World, 1S68, pp. 125, 126). (También citado por Herrera, Historia de América, citado en "Scraps", p. 288; Gann y Thompson. "History of the Maya", pág. 140).

De la remota antigüedad de esta práctica nos asegura también Bancroft (Native Races, 3:119) y De Roo, quien dice: 
"Los misioneros cristianos y otros escritores de ese tiempo, (La conquista por España) aseguran que el bautismo —prácticamente el sacramento del bautismo— era administrado en varios distritos americanos desde tiempo inmemorial". (De Roo, pág: 466).
Sahagum, la más importante autoridad en lo que concierne a la religión de los aztecas de México, y quien vivió por los españoles, nos dice esto concerniente al rito del bautismo entre los aztecas: 
"El que bautizaba salpicaba agua en la cabeza del infante diciendo: "Oh, hijo mío, toma y recibe agua del Señor del Mundo, que es nuestra vida, es para lavar y purificar; que estas gotas puedan quitarte el pecado que te fue dado antes de la creación, del mundo, dado que todos nosotros estamos bajo su poder..." El rito era terminado con: "Ahora él está purificado y limpio de nuevo, y nuestra madre el agua le trae a él nuevamente al mundo". ("Historia de Nueva España", lib. 6, cap. 37).
En cuanto a la forma del bautismo y la edad de los bautizados, Brinton nos dice: 
"En Perú el niño era sumergido en fluido. En cualquier país la aspersión podía tomar el lugar de la inmersión. Eos che-rokees creían que, a menos que el rito fuera puntualmente efectuado cuando la criatura fuera de tres días de edad, inevitablemente moriría". ("Myths of the New World", pág, 128).
Kastner, una autoridad en el asunto, nos habla también de la inmersión. (Citado por De Roo, p. 466).

Que el bautismo no era solamente una ceremonia nos es mostrado por el respeto y significado que se le atribuía en Yucatán y la América Central. El obispo Landa, de Yucatán, quien escribió a mediados del siglo XVI sobre las creencias religiosas de los mayas, dice esto: 
"Tienen ellos tal respeto por el bautismo que aquellos que tienen pecados sobre sus conciencias o se sienten inclinados a cometer pecados, se confiesan con el sacerdote para encontrarse en estado de recibir el bautismo... Ellos creen que reciben de ello una disposición inclinada hacia la buena conducta que les preserva de toda tentación del demonio, con respecto a las cosas temporales, y por medio de ese rito y la buena vida se aseguran la salvación". (Citado en la Enciclopedia de Religión y Etica "Hastings" 11:529).
Esta ayuda que hace posible llevar una vida buena y obtener "salvación" es mencionada también por De Roo: 
"Era el deber de todos los mayas tener bautizados a todos sus hijos, porque creían ellos que por esta ablución recibían una naturaleza más pura, eran protegidos de los espíritus malos y posibles desgracias. Sostenían, además, que una persona sin bautismo, ya sea hombre o mujer no podía llevar una buena vida, ni hacer bien cosa alguna". (De Roo, pág. 467).
De estas variadas citas que nos han llegado por medio de la investigación histórica, es evidente que el bautismo era practicado en América por varios pueblos. Es también evidente que ellos entendían el bautismo como un 'renacimiento' limpiándoles del pecado y haciéndoles posible una vida mejor y la salvación.

El Libro de Mormón nos dice que, el significado y forma del bautismo fue enseñado a los antecesores de los indios por profetas de Dios (Léase 2 Nefi 9: 22-24; Moroni 6 y 8) y en verdad, el Salvador durante su visita a los nefitas les dio la instrucción siguiente con respecto al bautismo: 
"He aquí que descenderéis al agua, os pararéis en ella, y en mi nombre lo bautizaréis... diciendo: Habiendo sido autorizado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Y entonces le sumergiréis en el agua, y después saldréis de ella". (3 Nefi 11:23-26).
Fueron nombrados los oficiales de la Iglesia para llevar a cabo la obra e igualmente "Quetzalcoatl tenía sacerdotes que eran llamados quequetzalcohua, vale decir, sacerdotes de la orden de Ouetzalcoatl", (Bancroft 3:259).
"A la cabeza del sacerdocio azteca estaba el "Señor de substancia Divina". Tenía un lugar en el concilio del Emperador, segundo en autoridad real. El siguiente rango era el sumo sacerdote de Ouetzalcoatl, quien tenía autoridad solamente sobre su propia casa. Los sacerdotes de Quetzalcoatl eran llamados por el nombre de su deidad tutelar. Los grados menores incluían a los sacerdotes comunes... La orden menor eran los pequeños sacerdotes, jóvenes que se estaban graduando en el oficio sacerdotal". (Spence, pág. 116).
El legendario Cristo de América efectuó milagros y enseñó doctrinas cristianas. Rosales, en su historia de Chile, declara: 
"Un hombre maravilloso había venido a ese país... quien efectuaba milagros, curaba repentinamente enfermos y daba vista a los ciegos". (Kingsborough, 6:419; Roberts 3:25).
"Se decía que, cuando las mujeres estériles oraban y hacían sacrificios a Quetzalcoatl, les era dado tener hijos. Era el dios de los vientos, y el poder de soplar le era atribuido, como también el de calmarlos... El suelo daba ricas cosechas sin cultivación". (Bancroft 3:259-260, 274).
"Al contemplar el sistema religioso de los aztecas, uno es sorprendido por su aparente falta de conexión, como si una parte de él emanara de un pueblo comparativamente refinado, abierto a influencias delicadas; mientras que el resto respira un espíritu de inmitigada ferocidad. Esto, naturalmente, sugiere la idea de dos distintas fuentes y autoriza la creencia que los aztecas han heredado de sus antecesores una fe dócil en la cual después injertaron su propia mitología. Esta última pronto se hizo dominante y dio ese obscuro colorido a los credos de las naciones conquistadas —que los mexicanos, igual que los romanos, parece que gustosamente lo incorporaron como propio, hasta que las mismas fúnebres supersticiones se asentaron sobre los más lejanos límites de Anahuac—". (Prescott, "México", 1: 47).
"Quetzalcoatl no quería tener nada que ver con la guerra, aun se tapaba los oídos cuando el asunto le era mencionado. Su época podría considerarse como de oro; como en el tiempo de Saturno, los hombres y' animales vivieron en paz". (Bancroft, 3; 274; Ro-berts 3:35).
Gann y Thompson también dicen que los mayas ayunaban antes de las ceremonias importantes. (Págs. 143, 144).

"Así llegamos, aun en primitivas condiciones, a ideales personales tales como Quetzalcoatl entre los aztecas, de quien se decía en sus leyendas que era un personaje majestuoso, casto en su vida, contrario a la guerra, sabio y generoso en sus acciones, deleitándose en el cultivo de las artes de la paz; o, como lo vemos entre los peruanos, en su héroe cultural Tonapa, de cuyas enseñanzas un escritor católico del siglo XVI dice: 
"Tan íntimamente se parecen a los preceptos de Jesús que nada falta en ellos sino su nombre y el de su Padre". (D. G. Brinton, "Religions of Primitive Peoples", p. 251).
"Las doctrinas del benigno y santo Quetzalcoatl o Cuculcán deben ser clasificadas entre los grandes credos de la humanidad, y a su autor, único de todos los grandes maestros de moral excepto Cristo, inculcando una moralidad positiva, debe dársele precedencia sobre la mayoría de los grandes maestros chinos e hindúes de la antigüedad". (Short, p. 515).
"Además de esta señal de una creencia en Cristo, una ceremonia, de sugestiva analogía con los sacramento s de la comunión, fue presenciada con asombro por los invasores (Cortés). Los sacerdotes aztecas fueron vistos preparando unas tortitas de harina, mezcladas con sangre, las que ellos consagraban y daban a la gente, quienes al comerlas mostraban signos de humildad y pena, declarando que era carne de deidad". (Prescott, 3:314).
"Quetzalcoatl "se separó de ellos, enviándoles de vuelta a su ciudad, instruyéndoles para decir a sus vecinos que, vendrían un día en que los hombres blancos desembarcarían en sus costas, por el lado del mar en el cual nace el sol; hermanos de él y teniendo barbas iguales a las de él, y que ellos gobernarían sobre la tierra". (Bancroft, 3:25).
Fuente:
www.bibliotecasud.blogspot.com

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