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04 noviembre 2008

Un viaje a Teotihuacan, Primera Parte

Este articulo ha sido enviado por José Silva, a quien agradecemos por todos los archivos que nos ha compartido.

Esta es la primera parte del resumen de un viaje a las tierras del Libro de Mormón, realizado por el Presidente Javier Tovar B. arqueólogo que constantemente realiza viajes en el marco de su disciplina por todo México. También le agradecemos a él por permitirnos publicar su registro. Como dato adicional, el Presidente Tovar, próximamente publicará un libro cuyo título va a ser "Evidencias Arqueológicas del Libro de Mormón". Estaremos esperando con ansias dicha publicación.


Por Presidente Javier Tovar B., Arqueólogo



Teotihuacán

Cuando los españoles llegan a Teotihuacán lo encuentran completamente destruido: las pirámides se habían convertido en montañas y árboles habían crecido sobre ellas, evidenciando un total abandono. Actualmente Teotihuacan se encuentra restaurada y esto se puede notar por las piedras negras que tienen las construcciones, las cuales son una señal reconocible de esto último.

Teotihuacan en algún momento estuvo amurallado. Hubo bosque y la gente trabajó arduamente para construirla. Es importante mencionar que no todo era religión: la gente vivía su vida cotidiana, sembraba, cosechaba, etc. La religión, sin embargo, ocupaba un lugar esencial y la prueba de ello es que no encontramos ruinas de sus casas sino sólo de sus templos.

Teotihuacán tiene una leyenda que cuenta lo siguiente:
La humanidad había sido destruida ya cuatro veces de modo que los dioses se organizaron para formar al hombre por quinta vez. Había dos espíritus que eran los más importantes, uno era Nanahuatzin y el otro Tecuziztecatl, quienes compitieron para ver quien sería el ganador. Todos pensaban que Tecuziztecatl  iba a ganar porque era bueno, servicial y humilde pero el que gana es Nanahuatzin ya que a la hora de aventarse desde una montaña para convertirse en Sol, Tecuziztecatl se acobarda y Nanahuatzin se avienta primero. De ese modo, Nanahuatzin se convierte en el quinto sol y Tecuziztecatln en la Luna.
De esta leyenda surge el calendario azteca. Los aztecas vinieron cuando estaba abandonado, observaron el lugar y se dieron cuenta de su importancia, por ejemplo, la Pirámide del Sol, que es un marcador cronométrico. El 21 de marzo, mucha gente se viste de blanco porque se carga de energía, y realmente sí la obtienen, porque las pirámides, como otros sitios importantes de similares características son concentradores de energía. La energía que ellos buscan no es la que nosotros buscamos; la energía o la influencia que nosotros buscamos es la del Espíritu Santo, de modo que esto había sido distorsionado.

Creemos que Teotihuacán muestra el Plan de Salvación, ya que todo lo que éste representa, se manifiesta de una u otra manera también aquí. Descubrimos esto al caminar  por estos sitios y encontrarnos vivencialmente con estas cosas.

Todas los elementos hallados en Teotihuacan son similares a los que encontramos en el templo de Aragón, sólo que en Teotihuacan se encuentran a grandes distancias y al aire libre lo que les volvía algo maravilloso.

Pensamos que estos lugares son los templos descritos en el Libro de Mormón, pero que lamentablemente fueron saboteados por gente extraña o ajena a los sacerdotes y a la religión, quienes tomaron los templos para hacer en ellos ritos satánicos, lo que produjo la posterior destrucción de todas las cosas.

Muchísima gente de otros lugares como Honduras, Nicaragua, Panamá u otros sitios de México, teniendo sus propios templos igualmente vienen a Teotihuacan, igual a lo que actualmente ocurre con miembros de la Iglesia que vienen de provincia, que aunque tienen sus propios templos, ellos hacen excursiones al menos 1 vez al año al templo de Aragón.

El primer lugar que visitamos fue la ciudadela; nombre que fue dado por los españoles pero no equivale a lo que es realmente. La ciudadela es asombrosa, es un lugar completamente religioso, ya que los trazos matemáticos son muy evidentes. La distancia a la pirámide de la Luna es de aproximadamente 2 Km.

La forma de la ciudadela permite entender todo lo que va a decir el predicador. Justo en el centro encontramos el adoratorio para que esto se pueda efectuar. Todo estaba pintado de rojo (que se refiere a la sangre o símbolo de la vida). Este es un color muy sagrado, incluso cuando tenían que escribir algo muy sagrado lo hacían con color rojo y negro que lo nombraban “intlilli intlapalle” (rojo y negro). De hecho al escuchar los españoles esta palabra, pusieron a las tiendas donde vendían pintura, el nombre de Tlapalería.

Las pinturas que utilizaban los indígenas eran vegetales y animales. Por ejemplo, el color rojo lo sacaban de la cochinilla de nopal, que es un gusano que sólo sale en tiempo de lluvia, igual como lo hacía la gente de Tula.

La ciudadela tiene alrededor de ella una forma de pirámides muy interesante que consta de 3 grupos de 4 pirámides que hacen un total de “12” y e1 grupo más de sólo 3 pirámides.

El número 12 es muy importante porque significa organización, que podría referirse a tribus, apostolado, etc. El número 3 es también muy importante, incluso para nuestra Iglesia, pues podemos asociarlo con una presidencia o una trinidad.

En el centro donde se encuentran las 3 pirámides, vemos la pirámide de Quetzalcóatl (Dios blanco que vino y predicó la paz, la tranquilidad y el amor), el cual es el creador de todo.
Cuando Jesucristo viene a América después de su muerte, aunque no sabemos a qué lugar llegó, vino a enseñar el evangelio, y lo interesante es que Teotihuacan está dedicada a Quetzalcóatl, lo que nos hace inferir muchas cosas.

En la pirámide de Quetzalcóatl sucede un fenómeno muy interesante e importante. El quetzal es un ave con una pluma larguísima el cual no puede estar muerto o cautivo, pues ellos manejaban la acústica, de tal forma que al ponernos de frente a la pirámide de Quetzalcóatl y aplaudir, fuerte, al instante se escucha al final el chillido de esta ave. Esto nos dice que no es un eco normal, sino que todo estaba preparado de esa forma.

La pirámide de Quetzalcóatl fue sobre puesta, algo común que hacían cuando alguien llegaba a gobernar después, al igual que pasa ahora con los presidentes de México y las obras públicas.
Afortunadamente se ha hecho un pasadizo para ver la fachada original de la pirámide.




En esta fachada encontramos 2 mascarones que están alternados, uno tiene colmillos y ojos como de orejeras que representa al Dios Tlaloc (Dios del Agua), y el otro es el Dios Quetzalcóatl representado por una serpiente con plumas alrededor del cuello.

Hay algo muy importante, cuando se pierde la verdad en la apostasía, la gente comienza a hablar de muchos atributos de un mismo Dios, más no de muchos dioses como se manejó, como por ejemplo:

- Las plumas significan que puede estar en el aire
- El agua es que es el Dios del agua

Esto es cierto porque sabemos que es el Dios del agua, la tierra y el cielo.

En la parte baja de cada grupo, se ve una serpiente ondulante y con plumas y se ven motivos marinos como conchas y caracoles, que es la representación de Quetzalcóatl en forma de agua. La siguiente parte es la serpiente, pero la cara más bien parece de dragón. En la Biblia, en el libro de Génesis, dice que Eva le dijo a Dios que fue engañada por la serpiente, pero se refiere a ésta como el dragón. En el libro de Apocalipsis también dice que la serpiente se convirtió en dragón.

Realmente no se sabe la antigüedad de Teotihuacan, no importan los cálculos, pero lo que sí se sabe es que en el año 50 a.C. a 250 d.C., habían sacerdotes gobernando, lo que concuerda con el Libro de Mormón, que decía que a la venida de Jesucristo la gente estaba viviendo en paz.

En el año 421 muere el último profeta de la restauración, Moroni, y todo lo que viene después es apostasía.

25 octubre 2008

Jesucristo visitó el Continente Americano

Autores: John A. Widtsoe
y Franklin S. Harris, Tr.

La Historia de Cristo en la América antigua



El Libro de Mormón relata que el Salvador después de su resurrección, pero antes de su ascención visitó  América, enseñó el evangelio, organizó la Iglesia y ordenó a hombres para llevar a cabo la obra evangélica.

La idea de la venida de un Cristo sería común entre los indios americanos, si ellos fueran de origen hebreo y hubieran tenido acceso a los libros sagrados hasta el año 600 a.C. Una gran acumulación de tradiciones prueba que un esperado Salvador era parte de la primitiva tradición religiosa americana. Hay también muchas tradiciones y leyendas al efecto que este esperado caudillo y salvador efectivamente habría venido. Tan extensa es esta tradición y tan sólidos los detalles suplidos, que las evidencias de la visita de Cristo a América, son convincentes.

Parece fuera de la cuestión atribuir estas leyendas y creencias a la influencia cristiana después de Colón. Están muy extensamente difundidas y muy inherentes en la fe de todos los pueblos. 
"La diseminación de las ideas cristianas, desde la conquista, no es suficiente razón para responder por estos mitos". (Nadaillac, p. 431).  
"Entre los mexicanos, mayas, incas y pre-incas del Perú, había una tradición persistente y generalmente creída de un hombre blanco y barbudo que visitó sus tierras, les enseñó su religión y civilización y después desapareció misteriosamente. La tradición dice de este dios barbudo, que llegó a México y Yucatán en un 'barco mágico'; y la tradición del primer Inca, Manco Capac, es que apareció en el lago Titicaca, declarándose a sí mismo el 'Hijo del Sol". (Verrill p. 28). 
"Los aztecas tienen una tradición de un dios sufriente y crucificado llamado Quetzalcoatl, y de uno que le precedió para preparar el camino y llamarles al arrepentimiento.
"Tezcaltlipoca le ofreció una copa llamándole 'hijo mío'; habla también de su aversión para probarla y de su llanto amargo después de haber bebido su contenido, despreciando los reinos temporales por el espiritual, siendo después llamado por el Padre. A su partida hubo cuatro terremotos. Prometió volver otra vez y redimir a su pueblo", (Kings-borough, 8:3; Lesueur, pp. 236-237).
Aunque teniendo varios nombres y apareciendo en diferentes países, los héroes de la cultura americana presentan todos las mismas características. Todos son descritos como blancos, barbudos y generalmente vestidos con largas túnicas, apareciendo repentina y misteriosamente en el lugar de su obra; tratando de mejorar a la gente, instruyéndoles en artes beneficiosas y ornamentales; dándoles leyes, exhortándoles a practicar el amor fraternal y otras virtudes cristianas e introduciendo una forma mejor de religión. Habiendo completado su misión, desaparecen tan de improviso y misteriosamente como vinieron y finalmente ellos son deificados y tenidos en gran reverencia por una agradecida posteridad. 
"En tal carácter o en tal misión Quetzalcoatl apareció en Cholula, Votan en Chiapas, Wixepecocha en Oaxaca, Zamrna y Cukuícán con sus diecinueve discípulos en Yucatán, Gucumatz en Guatemala, Viracocha en Perú, Sume y Paye-Tome en Brasil, el misterioso apóstol mencionado por Rosales en Chile y Bochica en Colombia". (Bancroft, 5:23-24).
Las Casas, obispo de Chiapas, relata en su apología, manuscrito que está en el convento de Santo Domingo, que cuando él pasó a través del reino de Yucatán encontró allí a un respetable eclesiástico de edad madura. Le pidió que siguiera al interior de su país dándole un cierto plan de instrucción para predicar y al final de un año, así le escribió al obispo: 
"-que habían encontrado a un señor quien le había informado que ellos creían en Dios que residía en los cielos, aun el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo-. El Padre era llamado 'Yeona', el Hijo 'Bahab' quien fue nacido de una virgen llamada 'Chibirías' y que el Espíritu Santo era llamado 'Euach'. Bahab, el hijo, decían ellos, fue muerto por Eupuro, quien le azotó y puso en su cabeza una corona de espinas, y le puso con sus brazos abiertos sobre un madero, y que al tercer día volvió a la vida y ascendió a los cielos donde está con su Padre. Que inmediatamente después vino Euach en su lugar como un mercadero trayendo preciosas mercaderías, llenando a aquellos que quería, con abundantes y divinos dones y gracias." (Kingsborough, Mill. Star 60:86-87). 
"Solamente Quétzalcoatl entre todos los dioses era preeminentemente llamado Señor, de tal manera que cuando alguien juraba, diciendo por nuestro Señor, significaba Quétzalcoatl y no otro; aunque había muchos otros dioses muy estimados". (Baneroft, 3:253). 
"El (Quétzalcoatl) se despidió de sus seguidores prometiéndoles que él y sus descendientes volverían a visitarles en el futuro". (Prescott, México, 1:50). 
"Los mexicanos creían que Quétzalcohuatl era dios y hombre, y que previamente a su encarnación, existió desde toda la eternidad". (Kingsborough, 6: 507).
Particularmente, la serpiente era el símbolo del Cristo, de ahí que la serpiente emplumada se encuentra representada en las esculturas y los pocos manuscritos de la América Antigua.

La concepción hebrea del reino del Mesías es expresada por la imagen de una serpiente 'volando' o 'alada'. La palabra usada por Isaías 14:29 es 'seraph' (ceraste) que nos podría ser familiar a nosotros en su forma plural 'seraphim' que leemos serafines, y entendemos que significa una alta orden de ángeles que atienden al Señor. (Isaías 6:2, 6). Son representados como teniendo seis alas, tal es la celeridad de su servicio. Alas son ángeles. (Hebreos 1:7). Ellos son príncipes, nobles, en los cielos. Pero, Gesenius dice, 'si uno elige seguir los usos hebreos, Loquendi, en el cual 'seraph' es serpiente, puede en verdad traducirlo (serafines) por serpientes aladas; dado que la serpiente, entre los hebreos antiguos y los egipcios, era el símbolo de la sabiduría y del arte de curar. (Véase Números 21:8; 2 Reyes 18; 4)". (Smith,.p. 60).
"El tema o motivo de la serpiente controlaba el arte maya, y era de primordial importancia en todas las artes subsecuentes en América Central y México. La serpiente muy pocas veces era representada al natural y, sin embargo, podemos en verdad inferir que la culebra de cascabel era el modelo prevaleciente. Partes de otras creaciones eran el 'trogon o quetzal', los dientes del jaguar y los ornamentos del hombre. La serpiente fue idealizada y sus líneas características entraban en la delineación de muchos sujetos distintos de la serpiente misma.
Espirales y otros detalles sinuosos eran asignados al cuerpo de la serpiente, y ornamentos humanos tales como aros para las orejas y narices y aun adornos eran agregados a su cabeza.
Finalmente, una cabeza humana era puesta en sus fauces. Los mayas pueden haber intentado expresar la inteligencia humana de las serpientes en esta figura. La serpiente con una cabeza humana en la boca, per-tenece sin duda a la misma categoría de los dioses parcialmente humanizados de Egipto, Asiria e India. Ilustra la apropiación parcial de la forma humana por una bestia divina. Los rasgos combinados son tan peculiares y afectados que la influencia del arte maya puede ser distinguida en toda la América Central y México, por un estudio comparativo del tema o motivo de la serpiente". (Spinden, p. 85).

16 octubre 2008

Supuesto anacronismo “Armaduras"




Supuesto Anacronismo “Armaduras"
por
de Michael R.

traducción libre
Alvaro Figueroa


Armadura

“Y se congregaron otra vez, y se pusieron sus armaduras, y salieron contra los lamanitas para echarlos fuera de su tierra.. (Mosiah 21: 7.)

La palabra “armadura” se utiliza en el libro del mormón nueve veces. Y convencen a los críticos que esto presenta un anacronismo.
… hasta el momento ninguna… armadura… [se ha ] encontrado nunca en sitios arqueológicos pre-coloniales según. (Scott, 83.)

Cuando los lectores modernos piensan en “armadura” la primera cosa que hace pensar generalmente es en Piezas de metal de la armadura según lo utilizado en Europa occidental medieval. La historia ha demostrado, sin embargo, que las culturas antiguas hicieron armaduras de metal, de la madera, de huesos, de cuernos, de la piedra, de pieles del animal, de las hojas, e incluso de la seda. (Guillermo Hamblin (1990), 402.) El Dr. Hamblin identifica en el libro ocho distintos términos de la armadura del libro de mormón: peto (11 veces), protectores (10 veces), armadura (9 veces), cabeza-placas (7 veces), brazo-protectores (2 veces), pieles animales (2 veces), ropa gruesa (2 veces), y escudos (1 vez). (Ibid., 404 El examen de cada término rinde equivalentes lógicos a lo que sabemos del nuevo mundo antiguoy la “armadura.”

Petos

“Uno de los elementos más significativos del vestido de un maya de la élite,” las notas Hamblin, “era el el peto o pectoral. Es difícil examinar cualquier escultura o pintura de los maya sin encontrar ejemplos de estos petos…. Estos petos fueron hechos generalmente de la madera, del hueso, de cáscaras, de jade, y de otras piedras, así como varios pedazos de metal. Elaboradamente fueron tallados con frecuencia con las decoraciones de dioses, de jeroglíficos, de animales, y de cráneos humanos. La mayoría de las pinturas de los guerreros mayas demuestran que usaban tales petos.” (Ibid., 412.)

Protectores, “Brazo-Protectores,” y escudos

Hamblin demuestra que el arte maya representa tipos numerosos de protectores incluyendo un protector grande de tela. Él cita a De Landa que demandó que `de los naturales el “tenía protectores hechos de fractura y tejidas de cañas y cubiertos con piel de ciervo '” (Ibid., 414.) Hamblin también observa que los Aztecas hicieron uso de los protectores de arma ligera conocidos como matemecatl y matzopetztli. (Ibid.)

Cabeza-Placas

El arte maya representa el sombrero de vendas simples de cuero o de paño montadas con placas del jade, a sombreros de madera más complejos con jade, la cáscara, la piedra, o el metal montado eran atados debajo de la barbilla con correas. (Ibid., 413.)


Ropa gruesa

Los Aztecas y el maya usaron a menudo una armadura básica que consistió en una chaqueta gruesa sin mangas echa de algodón o de otro material tejido conocido como ichcahuipilli. Estas chaquetas serían acolchadas dobles y podían a veces soportar un impacto directo de una flecha. La ropa era tan ligera y barata que los españoles la adoptaron también. (Sorenson (1985), 262.)

Pieles animales

“el material más común usado para la armadura entre el maya y los Aztecas eran tela gruesa o pieles animales.” A menudo los Mayas o los Aztecas usaron pieles y armadura de cuero sobre estas chaquetas acolchadas (ichcahuipilli) para aumentar su protección. (Hamblin (1990), 412.)

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