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22 octubre 2012

Calzadas en el Libro de Mormón

El Libro de Mormón menciona “calzadas”, un término que podría considerarse muy moderno para ser mencionado en un libro de más de 2.000 años de antigüedad, sin embargo, la arqueología nuevamente confirma la historicidad del registro Nefita.
Autor: John Tvedtnes. 
Traductor: Antonio A. Caballero Prieto.


Pregunta:

¿Es anacrónico que se mencionen "calzadas" en el Libro de Mormón, (Helamán 7:10; 14:24; 3 Nefi 6:8; 8:13) considerando el conocimiento casi universal de que las primeras carreteras de América fueron construidas sólo después de la colonización del Nuevo Mundo por los europeos?

Respuesta:

Aunque en nuestro tiempo el término "calzada" hace referencia a carreteras bien pavimentadas para el tráfico de automóviles y camiones, su uso es anterior a la era moderna. De hecho, el término se usa 25 veces en la versión Reina-Valera (RV) de la Biblia, la cual fue traducida cerca de cuatro siglos antes de la invención del automóvil. A diferencia de nuestro uso moderno de la palabra, en las escrituras puede referirse a los senderos o rutas utilizadas para el tráfico de personas o de animales, aunque puede hacer referencia a carreteras mejoradas. Algunas de las calzadas mencionadas en 3 Nefi fueron destruidas y desmoronadas en el momento de la muerte de Cristo (3 Nefi 8:13), por lo que puede que los colonizadores europeos no las hubieran reconocido.

Excelentes y extensas redes de carreteras son bien conocidas en todo Centro y Sudamérica, algunas de las cuales concuerdan con la época del Libro de Mormón. Una calzada de superficie dura en la península de Yucatán, México y otra en Cerros fueron datadas al 300 a.C.. En Belice otra calzada se utilizó entre los años 150 y 50 a.C.. Al parecer los norteamericanos precolombinos de ciertas regiones estaban familiarizados con las carreteras o “calzadas”. Un nuevo erudito ha descubierto lo que parece haber sido un camino de 60 millas de largo que unía los centros ceremoniales Hopewell en Newark, Ohio, y Chillicothe. Una red mucho más pequeña de carreteras abarcó la región Anasazi del suroeste de Estados Unidos. Un erudito escribió que “en Yucatán fueron construidos caminos [Mayas] que reúnen todos los principios conocidos sobre la construcción de carreteras. . . La buena ingeniería y la minuciosidad de su construcción compiten con los famosos caminos del imperio romano o con las autopistas actuales. En la antigüedad, Chichén Itzá y todas las ciudades, fueran grandes o pequeñas, de la península de Yucatán, estaban vinculadas por una red de calzadas suaves y de superficie dura... esta tierra... Una vez tuvo las mejores carreteras del mundo."

Carretera Prehispánica de Guayabo, Centro América 
Comentario de un lector:

"Después de haber andado por muchos caminos fangosos de América Central, puedo dar fe de que en una cultura económicamente avanzada se tendrían que desarrollar caminos que pudieran hacer frente a las vacas y los caballos y no convertirse en un agujero de barro a la primera señal de lluvia; esto para que la economía pudiera tener alguna posibilidad de llegar a ser tan grande o tan dinámica como la que se describe en el Libro de Mormón".

Fuentes
  1. Enlace a la versión original: http://www.bmaf.org/node/412

19 octubre 2012

Nueva información acerca de Mulek, “hijo del rey”

¿Sabías que ha sido encontrada fuerte evidencia que apoya la existencia de un hijo del Rey Sedequías no mencionado en la Biblia, pero sí en el Libro de Mormón?
Autor: Robert F. Smith.
Traductor: Antonio A. Caballero.

"Ahora bien, no había tantos de los hijos de Nefi, o sea, tantos de aquellos que eran descendientes de Nefi, como de los del pueblo de Zarahemla, el cual era descendiente de Mulek, y de aquellos que salieron con él al desierto." (Mosíah 25:2)
Mulek, hijo de Sedequías, es mencionado muchas veces en el Libro de Mormón (ver Mosíah 25:2; Helamán 6:10; 8:21), pero no en la Biblia (por lo menos no de forma reconocible para las personas) hasta hace muy poco. Ahora algunos estudios bíblicos comparten la siguiente declaración del Libro de Mormón: El rey Sedequías tuvo un hijo llamado Mulek.

En el verano del año 586 a.C., cuando las tropas del rey Nabucodonosor se abrieron camino a través de las murallas de Jerusalén, Sedequías, rey de Judá y una gran compañía de guerreros, intentaron escapar durante la noche hacia el este, siendo alcanzados por las tropas babilónicas en las llanuras de Jericó. Presumiblemente muchos de ellos escaparon, pero el propio Sedequías fue capturado y llevado a la presencia de rey Nabucodonosor en Ribla (en el río Orontes, justo al sur de Kadesh, hoy en día llamado Siria). Allí, como condena por romper su sagrado juramento de lealtad hacia el rey, los babilonios forzaron a Sedequías a presenciar la ejecución de sus hijos capturados, le sacaron los ojos y le llevaron a Babilonia con cadenas de bronce (ver 2 Reyes 25:4-7; 2 Crónicas 36:13).

Sedequías cautivo en Babilonia

Según nos cuenta el Libro de Mormón, ese no fue el final de la historia. Un hijo [del rey Sedequías], llamado Mulek escapó (ver Omni 1:15-16; Helamán 8:21), aunque esos detalles permanecen en la sombra. Desde que [Mulek] llegara por primera vez a la tierra de Desolación, en la costa este (ver Alma 22:30-31; Helamán 6:10), probablemente viajaría a Mesoamérica a través del Mediterráneo, cruzando el océano Atlántico y atravesando el Caribe, posiblemente con ayuda fenicia.
La primera evidencia de la existencia y huída de Mulek, hijo de Sedequías, puede ser encontrada en 2 Reyes 25:1-10, donde se informa que Nabucodonosor y “todo su ejército” esparcieron “a todos los hombres” y “a todo el ejército [del rey]” y quemaron “todas las casas de Jerusalén”, y con “todo el ejército” destruyeron las murallas. Aunque, en el medio de todo esto, solamente en 2 Reyes 25:7 se omite la palabra todos cuando se hace referencia a la muerte de “los hijos” de Sedequías, dejando abierta la pregunta de si fueron o no asesinados todos sus hijos.

Recientemente los eruditos Bíblicos han tenido algunas cosas interesantes que decir sobre un personaje llamado Malaquías. Jeremías 38:6 habla de una "cisterna de Malaquías hijo de Hamelec . . . en el patio de la cárcel." pero este nombre Hebreo, MalkiYahu ben-hamMelek, debería de ser traducido "MalkiYahu, hijo del rey", la palabra hebrea melek significa "rey".
¿Sería este MalkiYahu uno de los hijos del rey Sedequías? Varios factores indican que sí lo era, por el hecho de que el título “hijo del rey” era usado a lo largo del antiguo oriente cercano para referirse a los hijos del rey que servían en la administración imperial como oficiales de alto rango [1]. Asimismo hay verdades en la Biblia como que los hijos de los reyes dirigían prisiones (ver 1 Reyes 22:26-27; Jeremías 36:26; 38:6) o realizaban otras funciones oficiales (ver 2 Reyes 15:5; 2 Crónicas 28:7). Por otra parte, en vista del hecho que el nombre MalkiYahu había sido encontrado en dos ostracones de Arad (al sur de Judea), el encargado del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, Yohanan Aharoni, dijo lo siguiente: "MalkiYahu es un nombre común e incluso procedente de un hijo contemporáneo del rey Sedequías" [2].
Pero, ¿Fue éste MalkiYahu la misma persona que Mulek? Los estudios sobre estos nombres nos dicen que perfectamente podría haber sido él. Por ejemplo, en el caso de Baruc, escriba de Jeremías, la forma alargada de su nombre, BerekYahu, ha sido descubierto por Nahman Avigad de la Universidad Hebrea de Jerusalén en una imagen sellada [3]. En el documento de Jeremías a Baruc el nombre completo fue acortado.

Sello de Malkiyahu ben hamelek
En vista de esta abreviatura, como en tantos otros nombres bíblicos, no hay razón para que la abreviación de Mulek no fuera posible. Es más, la forma qult del Hebreo arcaico podría dar buena cuenta de ello, y lo cierto es que mulk aparece en ugarítico y en fenicio, significando “de la realeza, sacrificio principesco; Tofet [altar] de la promesa” (al igual que en púnico molk o en hebreo molek [ver Levítico 18:21; 2 Reyes 16:3]; sacrificio infantil [ver Hechos 7:43]), y el significado árabe "reinado, soberanía, dominios" (en amorreo Muluk así como en acadio y eblaíta Malik). Uno podría ser llevado inconscientemente a compararlo con el vocablo maya Muluk, el Bacab-rojo del este, a quien David H. Kelley lo relaciona con “sangre” y con “la devoración de niños” [4].
Recientemente un destacado especialista en el cercano oriente de la antigüedad (no mormón) declaró acerca de que el Libro de Mormón nombre a “Mulek” como un hijo de Sedequías, "Si a José Smith se le ocurrió eso, ¡lo hizo muy bien!" Agregó que las vocales en el nombre podrían ser explicadas como un estilo de pronunciación fenicio. Se encontró asimismo en acuerdo con que "MalkiYahu, hijo del rey" podría ser perfectamente un hijo del rey Sedequías, y que de hecho la abreviación del nombre podría ser Mulek [5].

Fuentes
  1. Anson Rainey, "The Prince and the Pauper," Ugarit-Forschungen 7 (1975): 427-32.
  2. Yohanan Aharoni, "Three Hebrew Ostraca from Arad," Bulletin of the American Schools of Oriental Research, 197 (February 1970): 22.
  3. Nahman Avigad, "Jerahmeel and Baruch: King's Son and Scribe," Biblical Archeologist 42 (Spring 1979): 114-18.
  4. David H. Kelley, "Calendar Animals and Deities," Southwestern Journal of Anthropology 16 (1960): 317-37.
  5. Basado principalmente en investigaciones de Robert F. Smith, febrero de 1984 y apoyado por Benjamin Urrutia en “Insights”, febrero de 1985. Para las últimas declaraciones sobre Mulek y los Mulekitas, ver “the entry on Mulekites” por Curtis Wright en “Macmillan's Encyclopedia of Mormonism” (1991) y un artículo de John L. Sorenson, "The Mulekites,"Estudios de la BYU 30 (verano de 1990):6-22.
  6. Enlace del artículo original: http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/books/?bookid=71&chapid=806

17 octubre 2012

Jesús en América: más en documentos históricos

"¿Cómo los aborígenes americanos chilenos pudieron saber de Cristo?" - se preguntó el cronista jesuita Alonso del Valle. 
Autor: Álvaro Figueroa.


“La Histórica Relación del Reino de Chile”, obra escrita por el sacerdote Jesuita Alonso del Valle, es la primera crónica del país de Chile en ser llevada a la imprenta. Posterior a esta publicación se inicia una larga tradición de historiadores jesuitas que aportan grandes investigaciones por toda la América antigua.

El registro de Alonso del Valle está compuesto de ocho temas o libros. Centraremos esta investigación en el “Libro Octavo”, cuyo tema principal es “el principio y progresos que ha tenido la fe en el Reino de Chile”. En este libro están narrados testimonios vividos por el propio Alonso del Valle, quien relata un hecho en particular que lo hace llegar a una interesante conclusión. Cito: 

“Dice que aquellos indios tuvieron resurrección de los cuerpos e inmortalidad del alma; y el citado Garcilaso dice y prueba todo esto mucho mejor. De lo cual me parece se puede colegir que esta gente tuvo alguna noticia del evangelio aun antes que se la diesen los españoles, porque la fe de la resurrección de la carne es tan propia de él, que no parece que pudieran haberla rastreado por otro camino...” [1]

La conclusión del cronista Alonso del Valle una vez estudiados los conocimientos del Creador entre los indígenas Chilenos, es que estos de alguna forma ya tenían un conocimiento del evangelio antes que se lo enseñaran los españoles y que la llegada de la doctrina de Cristo al continente, en particular Chile, sin duda tuvo un fuerte impacto aquellos indígenas. La siguiente cita explica muy bien lo anterior:

“Acerca de la luz que estos indios hayan tenido de Cristo, Señor Nuestro o de su santa ley antes de la entrada de los españoles en sus tierras, no se cosa particular sino que lo que refiere Pedro Bercio, en su geografía, y es que pasando los holandeses por el estrecho de Magallanes, muy a los principios de su descubrimiento los indios de aquella costa los saludaron con el santísimo nombre de Jesús; lo cual parece que da a entender tenían muy de atrás alguna noticia de nuestro Redentor, porque aunque parece que se podía decir que estos indios hubiesen oído este nombre a Magallanes y los que le sucedieron, tan de paso con los indios y esos muy pocos, como queda dicho en su lugar, se les pegase tan presto este nombre y les quedase tan fijo en la memoria, y lo tuviesen tan familiar que saludase con él a los holandeses, particularmente los indios que se han visto en el Estrecho no habitan allí de ordinario , sino que van y vienen de la tierra adentro, y así no serán siempre los mismos los que se han visto de todos los que han pasado por el estrecho y comerciado con ellos, y así parece dificultoso que haya sido esta la ocasión que han tenido de aprender ese modo de saludarse particularmente que siendo herejes casi los más que han frecuentado esta carrera del Estrecho, tendrían los indios muy poco que aprender de ellos en esta parte. 
No se que fuera de esto y los argumentos generales que se han apuntado, de haber llegado Santo Tomás a la América y dado en ella luz de Cristo Señor Nuestro, y de su santa ley, haya otras conjeturas en particular que prueben hayan tenido los indios de Chile, ni los otros de aquel nuevo mundo, conocimiento de nuestra fe y cuando hayan tenido alguno, es cierto que estaba ya tan perdido y olvidado que era como si no fuese.” [2]

La única explicación plausible para el cronista, es que el Apóstol Tomás hubiese llegado hasta América en una fecha muy temprana y fuese él quien compartió el evangelio con los antiguos pobladores habiéndose esparcido su mensaje por todo el continente, pero aún así se cuestiona el hecho de que con el pasar del tiempo este rastro se hubiera perdido.

Como Alonso del Valle, una gran cantidad de cronistas registraron haber descubierto indicios de un conocimiento previo de las enseñanzas de Cristo en la temprana América; aborígenes que mantenían un conocimiento y que lo aplicaban a sus vidas ¿fue santo Tomás quien enseñó estas verdades a los ancestros del continente americano? o ¿fueron los profetas del Libro de Mormón quienes emprendieron esta tarea? Dos preguntas que aumentan nuestro interés y deseo de saber la verdad.

Sin embargo parece poco probable que el viajante Apostol Tomás haya en verdad efectuado un viaje trans-atlántico dado que la tradición cristiana temprana de Asia atestigüa que él fue martirizado y muerto en India [3]. Por ende debemos encontrar otra explicación. Y la actual explicación más razonable es que efectivamente aquellas fueron las reminiscencias culturales que dejaron tras de sí las enseñanzas del propio Jesús y la relación de Él con sus profetas cristianos del Libro de Mormón de los siglos inmediatamente anteriores a Cristo y después de él, en la América antigüa.

El Libro de Mormón nos entrega una manera de saber con certeza si esta posición es cierta. Está escrita en Moroni 10:4:

“Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;”

¿Quieres saber la respuesta?, te aseguro que encontrarás la más grande y magnífica evidencia que jamás podrías encontrar, una respuesta de Dios a tu corazón.


Fuentes
  1. pág. 470 Histórica Relación del Reino de Chile, Alonso de Ovalle
  2. pág. 474, Histórica Relación del Reino de Chile, Alonso de Ovalle
  3. "Early references about the Apostolate of Saint Thomas in India, Records about the Indian tradition, Saint Thomas Christians & Statements by Indian Statesmen". Nasrani Syrian Christians Network. 2007-02-16.
Agradecimientos especiales a la hna. Mercedes Olivares, quien nos facilitó el libro “Histórica Relación del Reino de Chile” y nos indicó específicamente las citas expuestas en este artículo.

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