Busca en Nuestro Sitio

15 diciembre 2008

El testimonio de David Whitmer.

Una de las evidencias claras de que el Libro de Mormón es verdadero, es la existencia de los testigos presenciales. Tres de ellos, que vieron al ángel quién les mostró las planchas y los otros ocho que además las tocaron y palparon con sus manos.

Por: Jack H West.




Como sabemos, algunos de estos testigos se apartaron de la Iglesia; incluso algunos de ellos fueron excomulgados, y en este punto es importante destacar que José Smith no dudó en excomulgarles, debido a que la situación lo requería correctamente.  

¿Por qué estos hermanos nunca negaron su testimonio, aún encontrándose fuera de la Iglesia? Aún sintiéndose ofendidos con el Profeta tal vez, nunca lo hicieron, es más, siempre defendieron con ímpetu la verdad acerca del Libro de Mormón. ¿Será acaso que pesaron sobre ellos las palabras del ángel que decían que si negaban lo vivido y sentido durante esa tarde, no tendrían perdón ni en esta vida ni en la venidera?

Es el caso de David Witmer, el único de los testigos excomulgado que jamás volvió a la Iglesia, pero que sin embargo, fue capaz de entregar este poderoso testimonio que quedó registrado en los periódicos de la época, el "London Times" y el "New York Times".  

He aquí su historia...

"David era un hijo rico de una familia acomodada de campesinos en la zona donde vivía José Smith. De acuerdo con su testimonio, nació en el mismo año que José Smith, en el año de 1805.

Testifico que era amigo muy íntimo de Oliverio Cowdery. Cuando Oliverio decidió ir a Pensilvania de la parte oeste del Estado de Nueva York para conocer al Profeta y ver si podría saber, mediante una visita personal, si era una persona honesta o no, David le pidió a Oliverio le escribiera una carta diciéndole su opinión del Profeta.
"Es verdad que recibí la carta de Oliverio Cowdery," declaro David, "y no solo me dijo que él creía que el Profeta era un profeta verdadero, sino que también me pidió que me apurara en ir donde él yo también, porque estaba muy deseoso de que yo le conociera."
David Whitmer era muy bien educado. Su visita al Profeta José constituyo la segunda vez que un joven bien educado, en cuanto a enseñanza formal, había hablado con el joven campesino que ni había llegado al octavo grado. En muy poco tiempo, David también llego a convencerse tanto de que José decía la verdad, que estaba dispuesto a dejar todos los asuntos que llevaba entre manos, para seguir a este Profeta de Dios de nuestros días. Vivió para ver el día en que sus familiares llegaron a ser miembros muy activos de la iglesia.

Al seguir su historia desde el principio, como se ve dellatada en la lamina de la pagina 7, conoció por primera vez al Profeta José Smith en 1829. Durante nueve años, David fue muy activo en la iglesia.

¿Sobre qué testifico el? "Su testimonio fue casi idéntico al de Oliverio Cowdery, en cuanto al ángel en el bosque; el traer las planchas de oro; su contacto visual con el archivo, mientras se pasaron las páginas delante de sus ojos. Ahora nótese esto: Él, igual que los otros testigos especiales, declaró que no sólo había visto las planchas, sino que también las tocó con sus propias manos.

De modo que no podía haber dudas en cuanto a la existencia física y real en aquel día y época de alrededor de 1830.

¿Qué paso con David Whitmer después de estar activo por unos nueve años? También declaró que más tarde en su vida pareció que el espíritu del mal había entrado en su corazón. Por haber escrito una carta muy insultante en la cual puso su firma como Presidente de la Iglesia y ademas por otras cuatro acusaciones más, que fueron probadas contra este hombre en un juicio de la Iglesia, él, también, fue excomulgado, públicamente humillado y abandonado.

Los asuntos relacionados con dinero son la causa muchas veces de conflictos entre los llamados criminales. En asuntos criminales, se ha sabido que cada crimen se comete por alguna razón, y que algunas de las razones mas potentes son el deseo de poder, de riqueza y de fama. El poder, la riqueza y la fama, son los tres motivos más básicos y potentes para el crimen. Hallamos entre los doce testigos —(los tres testigos especiales, el testigo principal y los otros ocho testigos)— unas condiciones casi ideales para la traición entre sí mismos, si el Libro de Mormón hubiera sido una obra fraudulenta. Si hubiera existido una confabulación entre el Profeta y los testigos, ellos, por necesidad, hubieran tenido que mantenerse como una banda unida.

Un desacuerdo de parte de cualquiera de ellos, hubiera significado la destrucción de todo fraude, si tal hubiera sido. Sin embargo, la acción firme del Profeta José y de la Iglesia cuando estos hombres se desviaron, es una evidencia de que su obra no era fraudulenta. No había nada que temer. Y, sin embargo, los desacuerdos que iban en aumento dieron toda oportunidad de desbaratar la obra, ai hubiera sido falsa. Primeramente, vino la enemistad porque se le quito a Oliverio Cowdery posibles fuentes de poder. Con relación a David Whitmer, ocurrieron cuestiones sobre dinero.

Cuando la Ley de Consagración fue dada, José Smith se dirigió a David Whitmer, uno de los hombres más ricos de la iglesia, y le pidió que fuera uno de los primeros ejemplos en traspasar, con título de pleno derecho y permanente, todas sus propiedades; toda su riqueza, al Obispo de la Iglesia, David lo hizo sin titubear. Eso ocurrió durante los nueve años en que era miembro activo de la iglesia. Cuando fuée excomulgado de la iglesia, no pidió ni recibió de vuelta ni un centavo de esa riqueza.

Con la ocurrencia de circunstancias tan extremas, ciertamente Oliverio o Whitmer hubieran puesto al descubierto el fraude de José Smith, si no hubiera sido un verdadero Profeta de Dios y si el Libro de Mormón no hubiera sido la obra de Dios.

David Whitmer es el único de los tres testigos especiales que murió fuera de la iglesia. Sin embargo, al seguir su vida después de haber dado su testimonio, vemos que ocurren unas cosas muy raras. En el ocaso de su vida, como él mismo lo llama, supo que alguien había dicho que él había negado su testimonio como uno de los tres testigos del Libro de Mormón. Acuérdese que él había firmado aquella declaración que también había firmado Oliverio Cowdery en las primeras páginas del Libro de Mormón, como uno de los testigos especiales.

David se preocupó tanto como resultado de este rumor —basado en el dicho de algunos señores— sobre que él había negado su testimonio, que visitó a diecinueve de los hombres más respetados de la comarca donde él había vivido por más de cuarenta años —jueces, magistrados, presidentes de bancos, dueños de casas editoras y otros—, diecinueve de ellos, sin ser ni uno solo miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos  Días. Les dijo a estos señores:
"¿Estarían ustedes dispuestos a tomar un juramento y testificar delante del mundo que me han conocido desde hace muchos años como íntimo amigo y que mi palabra es como el oro? Y ellos dijeron: "Por cierto que sí, David." Entonces querían saber de qué se trataba. Y el dijo: "No les voy a contestar esa pregunta hasta que me hayan dicho un sí o un no inequívoco. Pues le dijeron que sí, que darían tal testimonio. Entonces se les aclaró lo que David tenía pensado. Dijo: "De una vez por todas, voy a testificar por escrito y publicarlo para que todo el mundo lo sepa, que en mi vida he negado mi testimonio como testigo del Libro de Mormón, y aún más, voy a declarar que siempre he sido fiel a aquel testimonio. Entonces, a renglón seguido, quiero el juramento de ustedes que soy honesto y de buena reputación." Luego dijo: "Creí seguramente que algunos de estos señores faltarían a su palabra cuando les dije eso, pero todos la cumplieron."
Lo que sigue, es la declaración que hizo publicar David Whitmer por primera vez bajo fecha del 25 de marzo de 1881, más de cincuenta años después de haber testificado sobre la veracidad del Libro de Mormón. Apareció por primera vez en el Conservator de Richmond, Condado de Ray, Estado de Misuri. Nótese la delicadeza de David Whitmer al referirse al hombre que le acusó falsamente. En vez de llamarle un mentiroso, se limitó a decir: "Con el fin de que él me comprenda ahora, si es que no me comprendió en aquel entonces, y para que el mundo sepa la verdad."

A todas las naciones, lenguas y pueblos a quienes llegaren estos presentes: Habiendo sido aludido por uno llamado Jacob Murphy de Palo, condado de Caldwell, Misuri, que yo, en conversación con él el verano pasado, negué mi testimonio como uno de los tres testigos del Libro de Mormón. Con el fin de que él me comprenda ahora, si es que no me comprendió en aquel entonces, y para que el mundo sepa la verdad, deseo ahora, en el ocaso de mi vida y en el temor de Dios, de una vez y por todas, hacer esta declaración pública: Jamás en mi vida he negado aquel testimonio ni ninguna de sus partes. Siempre he sido fiel a aquel testimonio. Yo vuelvo a afirmar la verdad de todas mis declaraciones, tal como fueron hechas y publicadas en aquel entonces. No era ninguna con tabulación. En el espíritu de Cristo presento estas declaraciones al mundo, siendo Dios mi juez respecto a la sinceridad de mis intenciones.

Firmado y sellado: David Whitmer

A renglón seguido, viene esta declaración:

Bajo nuestra firma, nosotros, los ciudadanos de Richmond, condado de Ray, Misuri donde David Whitmer, padre, ha vivido desde el año 1838, certificamos que hace mucho que le conocemos íntimamente, y sabemos que es un hombre de una moral intachable y de indudable honradez y veracidad.

en Richmond, Misuri, este día 20 de marzo, D.C. 1881.

Firmado y sellado;

A. W. Doniphan
Jorge W. Dunn (Juez del circuito judicial)
T. J. Woodson (Gerente de la Caja de Ahorros del Condado de Ray) 
J. T. Child (Editor del Conservator)

Y si hubiera tiempo, se podría repasar la lista de los otros quince.

David Whitmer no estaba satisfecho de ver aparecer estas declaraciones nada más en los periódicos de Richmond, Condado de Ray; por lo tanto, hizo mandar una copia certificada al New York Times, y pidió que la publicaran en la parte delantera de su periódico. Así lo hicieron.

Luego mando una copia al gran London Times. Aquel periódico, junto con el New York Times, circulaba en todo el mundo. ¡Y esta declaración y afirmación era noticia de interés!

Muchos capitanes de barco que venían de todas partes del mundo habían entrado en el puerto de Nueva York y testificado que habían estado, en muchos países donde el nombre del gran presidente de los Estados Unidos, Abraán Lincoln, no se había oído jamás; pero nunca habían estado en ningún país donde no se conociera el nombre del profeta José Smith y donde la gente no tenía ninguna opinión ni en pro ni en contra de su obra. Cualquier cosa que tuviera que ver con el Libro de Mormón valía como noticia y, por lo tanto, estos periódicos publicaron este artículo con gusto.

Inmediatamente ante la idea de morir, David pidió que el New York Times publicara otra vez el artículo; esta vez en la primera página y así lo hicieron.Cuando David Whitmer se veía en su lecho de muerte (el único miembro de los tres testigos especiales en morir fuera de la iglesia), todavía se sentía con tanta exigente necesidad de reiterar el testimonio que había dado sobre la publicación del Libro de Mormón y su veracidad, que junto a todos sus seres más queridos y les declaro que no se había unido a ninguna otra iglesia porque no creía que existiera ninguna otra iglesia verdadera sobre la faz de la tierra. Lo más probable en su caso es que se sentía herido en su amor propio. No se encentraba tan amargado hacia el Profeta como lo había estado Oliverio en una época, pero nunca volvió a bautizarse miembro de la iglesia.

Sin embargo, al juntar a sus seres queridos alrededor de su cama, les dijo:
"Nunca he negado mí testimonio; quiero que vosotros me defendáis ya que no estaré yo aquí para hacerlo en persona y decidles, que en mi lecho de muerte, en el temor de Dios, mi Hacedor, os declaré, con mi ultimo suspiro, que no había negado jamás mi testimonio respecto a la salida del Libro de Mormón."

23 noviembre 2008

¿Existía metal antes de la conquista en América?

Este artículo fue tomado y traducido del discurso pronunciado por el élder H. W. Hunter, durante la Conferencia General de la Iglesia que se llevó a cabo en abril de 1970. (Improvement Era, junio de 1970, págs. 100-101.)

Por Rafael Diogo, 
Extracto del libro aún inédito “Testimonios Adicionales de la Veracidad del Libro de Mormón – Insertos en el Propio Libro”.


Durante muchos años, los científicos que se especializan en el área de Mesoamérica afirmaron que la metalurgia era desconocida en esta región hasta después del final de la era clásica, alrededor del año 900 d.C. Por otra parte, el Libro de Mormón indicaba que los nefitas utilizaron el hierro, el cobre, el bronce, el acero, el oro y la plata casi desde principios de su historia (2 Nefi 5:15), y los jareditas utilizaron el oro, la plata y otros metales más de mil años antes. 

Sin embargo, los nuevos datos e interpretaciones apoyan las afirmaciones del Libro de Mormón. La mayoría de los artefactos metálicos de Mesoamérica pertenecen a los siglos previos a la Conquista Española. Aún en esos tiempos, no había una provisión abundante de metales en la región, de modo que es posible que éstos los volviesen a utilizar, o los fundieran y los volvieran a moldear. Claramente, si estos objetos eran de tanto valor, serían en ocasiones muy raras que sus dueños los dejaran en donde los arqueólogos pudieran descubrirlos. Los objetos metálicos que se han llegado a descubrir generalmente son pequeños o fueron colocados a propósito como ofrenda en tumbas y sitios sagrados. El hecho de que ya se hayan encontrado una docena o más, de piezas de metal que datan de antes de 900 años d.C. y se remontan hasta 100 años a.C. nos asegura que este pueblo tenía conocimientos de la metalurgia.

Pero sin duda, estos objetos de metal eran relativamente raros y muy valiosos. Patterson supone que la razón por la que había comparativamente poco metal en los tiempos precolombinos es que era sumamente difícil minar los depósitos con la tecnología tan limitada con que contaban. No obstante, es intrigante el hecho de que no encontremos mayor evidencia de las habilidades metalúrgicas aparte de la pequeña cantidad de piezas que se han encontrado.

Sabemos que los peruanos usaban ciertas técnicas metalúrgicas sencillas poco después del año 2.000 a.C. ya que es ampliamente aceptado que hubo contacto entre Perú y Mesoamérica, sería asombroso que un conocimiento cultural tan valioso como lo es la metalurgia no se hubiera transmitido del primer pueblo al segundo. Tomamos en consideración la posibilidad de que esta técnica haya procedido del otro lado del océano, el que los peruanos hayan tenido este conocimiento nos sugiere firmemente que la teoría arqueológica aceptada a este respecto ha sido errónea, y que de hecho los pueblos mesoamericanos tenían mayor conocimiento de esta tecnología de lo que se ha podido descubrir hasta el momento.

Los estudios que se han verificado con relación a los idiomas apoyan el concepto de que se usaron metales en Mesoamérica a principios de su historia. Durante muchos años los lingüistas han estado comparando los idiomas que aún sobreviven y que están relacionados entre sí, con el fin de reconstruir los proto-idiomas de los que se derivaron. Los profesores Longacre y Millon han reconstruido parte del idioma proto-mixteco que se habló en el estado de Oaxaca, México y áreas circunvecinas.

De acuerdo con sus datos, parece haber existido una palabra alrededor del año 1.000 a.C. que quería decir metal (o cuando menos campana de metal). El estudio que realizó Kaufman de los idiomas Tzeltal-Tzotzil mostró que en la región maya hubo otra palabra para metal que se originó cerca del año 500 d.C; pero también se encuentra la misma raíz en el idioma huasteco, un idioma maya que se piensa se separó del grupo principal alrededor del año 2.000 a.C. Mientras tanto, Campbell y Kaufman, en un estudio importante sobre el idioma proto-mixe-zoqueo, demostraron en forma bastante conclusiva que éste era el idioma principal de la civilización Olmeca.

Este idioma también tenía una palabra para metal, que ellos pensaban que se había originado a más tardar en el año 1.500 a.C. Así que los lingüistas históricos ahora nos demuestran que mucho antes del año 1.000 a.C. parece haberse conocido y probablemente utilizado el metal en las tres familias lingüísticas más importantes de la Mesoamérica más antigua. Podemos confiar en que en el futuro los arqueólogos encontrarán artefactos metálicos, por muy raros que sean, para complementar la escasa información que se tiene en la actualidad.

Entre los metales que el Libro de Mormón menciona se encuentra el ziff. (Véase Mosíah 1 1:8.) Hay varias derivaciones hebreas de este término que son razonables, con el sentido de "brilloso o "laminado". Entre las substancias mesoamericanas conocidas, quizás sea la tumbaga la posibilidad más lógica. Esta aleación de cobre y oro se producía comúnmente en Colombia y Centroamérica pero también se ha encontrado en un sitio maya. Otra posibilidad es la singular aleación de cobre y estaño que descubrieron Rubin de la Borbolla, Caley y Easby en el occidente de México. O quizás el Ziff haya sido el estaño solo. Los científicos metalúrgicos modernos tienden a creer que en la actualidad ya se conocen todas las aleaciones y que no hay nada nuevo, como el ziff, aún sin identificar.

20 noviembre 2008

La cultura de los olivos en el Libro de Mormón, Jacob 5

En Jacob 5 se narra la alegoría del olivo. El profeta Zenos presenta esta parábola como un relato muy exacto. Lo sorprendente es que en la época de José Smith no se sabía mucho sobre el cultivo de los olivos, específicamente en la zona donde vivía José no existía este árbol  lo mas seguro es que el Profeta nunca hubiese visto uno. ¿Podríamos nosotros producir un documento con esta cantidad de información y mas aun que sea exacto a la realidad, sin conocer a su protagonista?


Autor: Álvaro Figueroa


En un simposio realizado en la U. Brigam Young, se menciona que el único error en el relato de Jacob 5, es que si se injerta una rama de olivo silvestre a una cultivada, ésta produciría fruto cultivado, lo que teóricamente no sucede. Sin embargo, Daniel C. Peterzon indica que existen registros de que esto sí podría suceder, pero cuando ocurre no tiene explicación, si no mas bien como decían los griegos, solo es algo que puede hacer Dios.

Esto es lo maravilloso de esta situación, ya que representa claramente la alegoría del cambio del corazón de una persona (silvestre) que acepta los convenios y se une a la casa de Dios (cultivado).

Estos son algunos ejemplos de lo antes mencionado :
El Libro de Mormón pinta un cuadro notablemente preciso de la horticultura del olivo. Hay dos puntos en los cuales la alegoría/parábola se desvía de los principios conocidos del cultivo del olivo; en ambos casos, los personajes de la alegoría atraen la atención del lector a estas desviaciones con algo de asombro. Así, estos 'errores' hacen un papel dramático para demostrar el significado de la alegoría/parábola.

1.- Olivos silvestres vs. olivos cultivados

Hay muchas especies [por lo menos 35-40] de olivos, pero sólo uno, Olea europaea, es cultivado. Olivos cultivados tienen aceitunas más grandes y con un contenido mayor de aceite, habiendo sido engendrados para estas características deseadas. Olivos silvestres a menudo tienen espinas, que los hace menos agradable manipular.

2.-La propagación entre especies silvestres y cultivados de olivos

Olea europaea L. es infértil con algunos especies de olivos silvestres.


3.- La propagación de olivos silvestres

La aceituna es la semilla del olivo. Uno puede plantar la semilla, pero esto tiene una desventaja: las semillas se producen sexualmente (por la unión de materia genética macho y hembra). Así, es posible que no tengan todas las características deseadas de una planta madre específico, ya que uno no puede controlar siempre cuál otro árbol fertiliza a cada semilla.

4.-Todo olivo silvestre se propaga sólo por semillas.

Así, hasta los árboles con características deseadas tenderán a producir descendientes que "revierten" a silvestres, ya que sus genes se mezclan y se combinan por la propagación por semillas.

6.- El cultivo de olivos nuevos

Afortunadamente para los cultivadores de olivos, los olivos cultivados (i.e., domésticos) se pueden propagar asexualmente [i.e. sin la propagación sexual, o la mezcla de materia genética — algo como una bacteria que se divide en dos, haciendo una copia perfecta de sí misma), y esto también es más rápido que el cultivo de semillas.

Esta propagación asexual implica que un olivo emite ramas o raíces, que pueden ser cortadas y simplemente "plantadas" en la tierra, donde crecerán como árboles genéticamente idénticas — un clon, en términos genéticos, una copia exacta de la planta madre (con todas sus características buenas).

Esto puede sugerir qué puede hacer el evangelio del lector — un clon de Cristo, digamos, en su comportamiento y carácter.

7.- El uso de olivos silvestres como "rizoma"

El pariente silvestre del olivo cultivado, Olea Oleaster puede ser usado como parte de la propagación por "raíces" anteriormente descritas. Una raíz puede ser injertada en un olivo no doméstico ("silvestre") para la nutrición, pero continuará produciendo aceitunas según so propia genética. (Este es el modelo del cual se desvía cuando el olivo silvestre comienza a producir fruto cultivado)

Esto se hace a menudo para obtener los beneficios de cierto rizoma (resistencia a la enfermedad, habilidad de perseverar con menos agua, etc.) con cierta categoría deseada del fruto de la rama doméstica.

8.- Los olivos son valiosos

Viven por siglos. El comenzar un nuevo campo de olivos en la antigüedad implicaba una inversión significativa, ya que no se podía esperar ninguna producción en menos de 40 años. No sorprende que los olivos eran características comunes de la civilización: se necesitaba una sociedad estable y asentado para poder contemplar su cultivo. [De hecho, los olivos los griegos consideraban los olivos un regalo de la diosa Atenas. Esto era una creencia común del mundo antiguo — el aceite de olivo servía para dar luz, para fines medicinales, para limpiar o adornar el cuerpo, y para la comida. Las aceitunas eran la fuente clave de lípidos (ácidos grasos) en la agricultura antigua de Europa-Asia, y una fuerza impulsora económica importante para los griegos y el imperio romano (entre otros).]

9.- El podar es importante

El tamaño del fruto varía con las condiciones ambientales; a veces el fruto exceso debe ser podado para que el restante crezca más grande, aumentando el rendimiento de aceite.

El fruto sólo crece en ramas que tienen dos años de edad, así que las ramas más viejas deben ser podadas como se precisa para concentrar los "esfuerzos" del árbol en las ramas productivas. [Uno no puede podar demasiadas ramas a la vez, como dice la alegoría, o no habrá hojas suficientes para la fotosíntesis, etc.]

10.- ¿Por qué amenaza el Señor frecuentemente que va a quemar la viña?

Los olivos usualmente vuelven a crecer después de ser quemados, produciendo ramitas de las raíces viejas. Esto a menudo es más eficiente en cuanto a tiempo que tratar de comenzar un nuevo grupo de árboles partiendo de cero.

11.- ¿Por qué se cortan y se queman ramas?

Esto destruye cualquier enfermedad o parásito que pueda haber causado el fruto malo, y previene que infecte el resto de la viña. También la madera del olivo en la tierra impediría el abonar, arar, etc. que son necesarios para cuidar los árboles valiosos.
La madera vieja también tiene nudos y está torcida y quebradiza: "para nada sirve", se podría decir, excepto para quemar.

12.- El estiércol es un fertilizante importante

5-10 toneladas por hectárea cada 1-2 años se necesitan en los climas secos; y cada 3-4 años en áreas húmedas.

13.- ¿Por qué se cava alrededor de los árboles?

Esto ventila la tierra, y permite que minerales como potasio y fosfatos llegan a las raíces alimenticias (ya que a menudo los niveles superiores de tierra absorben estas materias nutritivas). El cavar profundamente generalmente se requiere, y se debe hacer dos veces por año.

14.- Los olivos no necesitan cuidado constante

Estos árboles has sido llamados la "Cenicienta" de la agricultura, ya que uno puede dejarlos por un rato y luego volver "fuera de temporada" cuando no hay otro trabajo de cultivo que hacer. Esto cuadra con la alegoría, cuando el Señor y el siervo se van por un rato, y luego vuelven y ven cómo van las cosas.

15.- ¿Es mala la "altura"?

Sí. Los olivos fácilmente pueden alcanzar 15-20 metros de altura. Esto:
  • dificulta la cosecha del fruto y,
  • malgasta la energía del árbol por sostener madera que no produce fruto.
Probablemente es por eso que el Señor de la viña "arranca" [en vez de "podar"] los árboles — cada dos o tres años hay que quitar todo el crecimiento no deseado, para mantener los árboles más pequeños y productivos/manejables.

16.- ¿Cómo se paga típicamente a los trabajadores?

Era típico pagar a los empleados con dinero. La oferta de compartir la cosecha y sus ganancias "probablemente se debe considerar muy generosa"

17.- ¿Por qué siempre "baja" el Señor a la viña?

Existen unos manuales romanos sobre el cultivo del olivo (preparados para ciudadanos romanos nuevamente hechos "cultivadores" en terrenos que habían sido confiscados por el imperio — un tipo de latín Cultivo de olivos para tontos).
Estos manuales siempre recomiendan que la villa (casa) se ubique cuesta arriba de las áreas cultivadas y los animales: y, sin sorpresa, ¡corriente arriba del montón de estiércol!

Información no común del cultivo de olivos

A.- Ramas injertadas no "toman" las características genéticas y productivas de fruto del tronco al cual han sido injertado, a pesar de lo que dice el capítulo 5 de Jacob 5.

Esto no sucede con olivos "verdaderos", pero Cristo y su evangelio pueden transformar la misma naturaleza de uno cuando un creyente es "injertado." El autor de la parábola sabe que exagera la verdad — el siervo (que sabe algo del cultivo del olivo) se asombra, y llama al Señor: "He aquí, mira; contempla el árbol." (versículo 16). Esto es asombroso, e intencionalmente — es un milagro, tal como cada transformación de pecador a santo es un milagro que no se puede explicar, pero que no se puede negar cuando uno "prueba el fruto."

Asimismo, el fruto cultivado no "se vuelve silvestre" en un sentido genético, aunque puede tomar los aspectos del fruto "silvestre" de ser más pequeño, más amargo, y tener menor contenido de aceite por causa de cultivo pobre, enfermedad, problemas nutritivos o ambientales, etc.

B.- Los árboles cultivados en terreno estéril no crecerán tan bien, como dice, como árboles cultivados en terrenos buenos si se les da el mismo cuidado y atención.

Otra vez el siervo claramente conoce el cultivo del olivo. Pregunta al Señor qué está pensando: "¿Cómo fue que viniste aquí a plantar este árbol, o esta rama del árbol? Porque he aquí, era el sitio más estéril de todo el terreno de tu viña." (vers. 21) El Señor responde "No me aconsejes" — Sé lo que hago. Él es el Señor de la viña, y el producir fruto (almas santificados) es su oficio. Las pruebas, los sufrimientos, las desventajas y las tribulaciones del hombre son claves en ese proceso — véanse Éter 12, 2 Corintios 12. El creyente no debe "aconsejar" al Señor en estos temas: Él ya los conoce. Al contrario, el creyente debe confiar en la habilidad del Señor el la viña de almas.

El capítulo 5 de Jacob es un rendimiento virtuoso por José Smith como traductor. Él presenta un relato intrincado y preciso del cultivo del olivo, y utiliza variaciones de la técnica "correcta" como herramienta de enseñanza. Se debe notar que no había (y no hay) ningún cultivo de olivos en Nueva Inglaterra. Además, el manuscrito original todavía existe para esta parte del capítulo — Jacob 5:46-48, 57-61, 69-70, y 77. Sólo una palabra fue alterada después de haberse dictado: "cavado" se cambió a "cavado alrededor" del versículo 47. Así que José produjo esta materia por dictado, sin ninguna modificación.

Fuente:

Adsense2