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29 mayo 2013

Tercer Nefi visto por profesor de Harvard

Profesor de teología de la Universidad de Harvard da positiva evaluación al libro de Tercer Nefi del Libro de Mormón desde su silla experta y más neutral como cristiano no-mormón.

Autor(es): Francis Clooney, SJ.
Traductor: Israel González.


Francis X. Clooney, es profesor de Divinidad de la escuela de Divinidad de la Universidad de  Harvard, donde enseña desde el año 2005, después de enseñar 21 años en el Boston College. Desde el año 2010 es Director del Centro de Estudios religiosos de la Universidad de Harvard.

La prestigiosa revista católica América, recientemente publicó una serie de artículos donde el profesor Clooney analiza el Libro de Mormón desde su mirada erudita. Aquí hemos destacado uno de estos artículos, acerca del libro Tercer Nefi, libro que contiene el ministerio del Señor Jesucristo a los nefitas. 

Detallamos la siguiente porción de su artículo:
“Mientras preparaba esta tercera reflexión sobre el Libro de Mormón se me hizo evidente que trabajar a menor escala (centrado sólo en 3 Nefi, únicamente en éste de todos los libros del Libro de Mormón) en realidad me estaba dando más trabajo, no menos ... 
Aquí solamente voy a comentar la primera de las tres enseñanzas de Jesús. En 3 Nefi 12-14, Jesús repite en esencia el Sermón del Monte (Mateo 5-7). La última vez mencioné que el erudito Krister Stendahl escribió un artículo sobre las similitudes y las sutiles diferencias entre el sermón en Mateo y la versión mormona del sermón. No se visualiza un cambio destacable, pero pequeños cambios aparecen con frecuencia. Sugiero que estos capítulos se lean con el Nuevo Testamento a mano y con Hardy y Stendahl como ayudas. Si lo leen con atención, podrán apreciar tanto la continuidad, como los cambios. 
En mi propio estudio breve - inicial, aunque casi decisivo - no descubrí ninguna prueba irrefutable, que pudiera probar algo decisivo acerca de los mormones, o sobre el uso del Nuevo Testamento en [la traducción de] el Libro de Mormón. 
Es interesante que 3 Nefi pone el sermón en un nuevo contexto, uno más amplio. En el capítulo 15, Jesús explica con más detalle cómo Él cumple pero no finiquita la Ley y los Profetas, ya que los Profetas siguen siendo particularmente importantes, pues muchas profecías todavía no han sido cumplidas. En cualquier caso, todo es Cristo-céntrico, como Él declara, "He aquí, yo soy la ley y la luz. Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna. He aquí, os he dado los mandamientos; guardad, pues, mis mandamientos. Y esto es la ley y los profetas, porque ellos en verdad testificaron de mí." (3 Nefi 15:9-10) 
En el mismo capítulo, Jesús explica con cierto detalle el significado de Juan 10:16 ("También tengo otras ovejas que no son de este redil ...") Estas palabras están citadas para hacerse realidad en el relato de 3 Nefi, donde Jesús se encuentra visitando y enseñando a un conjunto más amplio de oyentes, más allá de los descritos en los Evangelios: "Y en verdad, en verdad os digo que tengo otras ovejas que no son de esta tierra, ni de la tierra de Jerusalén, ni de ninguna de las partes de esa tierra circundante donde he estado para ejercer mi ministerio. Porque aquellos de quienes hablo son los que todavía no han oído mi voz; ni en ningún tiempo me he manifestado a ellos. Mas he recibido el mandamiento del Padre de que vaya a ellos, para que oigan mi voz y sean contados entre mis ovejas, a fin de que haya un rebaño y un pastor; por tanto, voy para manifestarme a ellos."(16:1-3) Después de continuar enseñando sobre el pueblo esparcido de Israel y los gentiles, Jesús enfatiza sus enseñanzas citando a Isaías 52:8-10 (" ... El Señor ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios"). Según 3 Nefi, esta buena noticia llegará a todas las naciones de una manera bastante directa, incluso aquí en el Nuevo Mundo, entre los nefitas. 
En el Capítulo 17 - bastante inusual, pero a su vez muy hermoso para mis gustos - Jesús sana a los enfermos y bendice a los niños. La última escena más tierna termina de una manera bastante dramática: "Y habló a la multitud, y les dijo: Mirad a vuestros pequeñitos. Y he aquí, al levantar la vista para ver, dirigieron la mirada al cielo, y vieron abrirse los cielos, y vieron ángeles que descendían del cielo cual si fuera en medio de fuego; y bajaron y cercaron a aquellos pequeñitos, y fueron rodeados de fuego; y los ángeles les ministraron." (17:23-24). 
En el capítulo 18, Jesús alimenta a la gente con pan y  vino, instándoles a que hagan lo mismo en su memoria. Exhorta a la multitud a la oración, para dejar que su luz brille y a que permitan que los forasteros se unan a su comunidad. Con palabras aún más fuertes dirigidas a sus discípulos escogidos, vuelve a recomendarles una apertura cautelosa para admitir forasteros y extraños a la comunidad. 
Y luego se va: "Y aconteció que cuando Jesús hubo dado fin a estas palabras, tocó con la mano a los discípulos que había elegido, uno por uno, hasta que los hubo tocado a todos, y les hablaba a medida que los tocaba. Y la multitud no oyó las palabras que él habló; por tanto, no dio testimonio; pero los discípulos dieron testimonio de que les dio el poder para conferir el Espíritu Santo. Y más adelante os mostraré que este testimonio es verdadero. Y sucedió que cuando Jesús los hubo tocado a todos, llegó una nube y cubrió a la multitud, de modo que no veían a Jesús. Y mientras los cubría, él partió de entre ellos y ascendió al cielo. Y los discípulos vieron y dieron testimonio de que ascendió de nuevo al cielo." (18:36-39) 
Hacer de todo esto Su voluntad. Estos hechos y dichos adicionales de Jesús no parecen estar destinados a ser sensacionalistas, ni superar o marginar a los cristianos tradicionales - el resto de nosotros. Esta primera enseñanza extendida de Jesús es interesante para mí, porque toda ella representa una forma de mantener la continuidad con los Evangelios, incluso cuando se busca para validar - espiritualmente, mediante la enseñanza - el mensaje de esta nueva comunidad en esta nueva tierra. Obviamente, no hay necesidad para un lector cristiano, como yo o la mayoría de ustedes, de ser conquistados por la llegada imaginaria de Jesús con su nueva/vieja enseñanza y sus acciones. Pero tampoco veo razón alguna por la que no podamos escuchar, aprender y beneficiarnos de lo que oímos. 
Después de todo, es en el Evangelio de Marcos, no en el Libro de Mormón, que escuchamos estas palabras: “Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos, porque no nos sigue. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis, porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no está contra nosotros, por nosotros está.”(1)
Es sumamente positivo que una publicación católica y efectuada por un erudito destacado de Harvard envíe signos de apertura hacia la religiosidad cristiana del Libro de Mormón. 

La conclusión de Clooney al usar el pasaje de San Marcos, indica que él apoya que el Libro de Mormón efectivamente acerca espiritualmente al cristiano abierto al Espíritu a Dios, aquel que busca comunión con el mensaje del Dios vivo más que con el detallismo del hombre natural al error en la jota y la tilde, aquel que con sencillez busca al Espíritu Santo “en espíritu y en verdad”.

Quienes sabemos que el Libro de Mormón es verdadero compartimos esta visión espiritual positiva y cauta pero a la vez abierta - que por cierto Jesús mismo tenía de las personas - y, a diferencia del profesor Clooney, damos un paso más allá, cruzando el puente hasta el otro extremo de la fe genuina y testificando que el Libro de Mormón es palabra auténtica de Dios, que los relatos de Tercer Nefi no solo son altamente deseables para cualquier alma que crea en Jesús, sino que declaramos que éstos no fueron hechos “imaginarios” sino plenamente reales: Jesús dijo lo que el libro de Tercer Nefi dice. Jesús estuvo allí. Son palabras de Él, no de Smith. 

Pero destacamos con mucho entusiasmo que el reconocimiento de parte de un erudito de Harvard, de la lectura del Libro de Mormón como provechosa espiritualmente para un cristiano tradicional, ya es un gran avance puesto que con muchísima frecuencia se aborda el Libro de Mormón con recelo y hasta con cierta apatía y resentimiento por la mayoría de los cristianos no-mormones.

Después de todo, el hombre siempre tiene sed de verdad. Jesús dijo “la Verdad os hará libres”. Esa Verdad que emana de su persona divina, esa Verdad que es Él mismo, hoy también se puede beber de la fuente del Libro de Mormón Otro Testamento de Jesucristo. Él mismo situado con tierno poder de Dios, en estas bellas escenas comentadas por Clooney, pueden convertirse en una fuente inagotable de fe y esperanza para el alma que lo desee.

Fuentes
  1. Revista America. Edición Online. http://americamagazine.org/node/150695

27 mayo 2013

Simposio del Libro de Mormón para Instituto y JAS Estaca Talca, Chile

Simposio organizado por el liderazgo estudiantil de Instituto 2013 y líderes JAS de la Estaca Talca, dirigido a alumnos y jóvenes adultos solteros.


Con gran afluencia de público se realizó este domingo 19 de mayo, el primer Simposio del Libro de Mormón organizado por el liderazgo estudiantil de Instituto y líderes JAS de la Estaca Talca, al que también concurrió la presidencia de Estaca, obispos de algunos barrios, miembros de la Iglesia en general, además de investigadores invitados.

Los asistentes demostraron gran interés en las presentaciones y se mostraron agradecidos por la posibilidad de conocer evidencias concretas del Libro de Mormón y poder familiarizarse con el contenido de nuestro sitio web.

El primer orador fue el hermano Juan Barrientos, Coordinador de Seminarios e Institutos de la región Talca. El hermano Barrientos, explicó los orígenes de la Biblia y del Libro de Mormón, relacionándolos con el palo de Judá y el palo de José. Además, analizó 6 doctrinas asociadas a la expiación de Jesucristo que son expresadas de manera mucho más clara en las páginas del Libro de Mormón.

Por último, invitó a los presentes a aplicar el desafío del elder Bruce R. McConkie de encontrar 100 doctrinas básicas del evangelio y analizarlas a la luz del Libro de Mormón y de la Biblia para descubrir la claridad y simplicidad de las enseñanzas del registro nefita.

El segundo orador, fue Álvaro Figueroa, Director General de este sitio web, quien describió el entorno geográfico transitado por la familia de Lehi al salir de Jerusalén e iniciar su viaje por el desierto, realizando su mismo recorrido a través de Google Earth. 

Esta  herramienta, permitió identificar algunos sitios exactos, como la tierra de Abundancia, el río, los lugares de caza, incluso algunos sitios donde se han encontrado evidencias arqueológicas impresionantes, como la tierra de Nahom. 

Los asistentes se mostraron gratamente sorprendidos por la exactitud de los lugares descritos por Nefi y los descubiertos en el Google Earth, logrando una comprensión mucho más clara y vivencial de los versículos narrados en las primeras 40 páginas del Libro de Mormón.

También, Álvaro ejemplificó de manera práctica la unión que debe existir entre la Biblia y El Libro de Mormón como dos Testamentos de Jesucristo que se apoyan mutuamente.

Además, nos acompañó Pamela Carrasco, la editora online de nuestro sitio web, quien colaboró en la difusión del evento.

Agradecemos a los alumnos de Instituto y líderes JAS de la Estaca Talca, por organizar este Simposio e invitarnos a participar para mostrar algunos de los descubrimientos de nuestro sitio con respecto a evidencias del Libro de Mormón.

24 mayo 2013

Relato en la historia peruana sobre la visita de Jesucristo a las Américas

Evidencia histórica entregada por antiguos aborígenes del Perú. Relata los días de obscuridad y la visita de Cristo a sus tierras.

Autora: Pamela Carrasco.


El Libro de Mormón describe en sus páginas lo sucedido en las Américas al tiempo de la crucifixión de Cristo. Tal como lo predijeron profetas de la antigüedad (Helamán 14:20), los habitantes de estas tierras también vivirían las señales de su muerte y una de ellas, sería la obscuridad. 
“Y sucedió que hubo densa obscuridad sobre toda la faz de la tierra, de tal manera que los habitantes que no habían caído podían sentir el vapor de tinieblas; 

y no podía haber luz por causa de la obscuridad, ni velas, ni antorchas; ni podía encenderse el fuego con su leña menuda y bien seca, de modo que no podía haber ninguna luz.

Y no se veía luz alguna, ni fuego, ni vislumbre, ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, por ser tan densos los vapores de obscuridad que había sobre la faz de la tierra.

Y sucedió que duró por el espacio de tres días, de modo que no se vio ninguna luz; y hubo grandes lamentaciones, gritos y llantos continuamente entre todo el pueblo; sí, grandes fueron los gemidos del pueblo por motivo de las tinieblas y la gran destrucción que les había sobrevenido.”  (3 Nefi 8: 20 - 23)
Por lo significativo de estos hechos, lo más lógico es pensar que debieron transmitirse a través de los tiempos como parte de la historia de los antiguos habitantes de América; y para comprobar esta afirmación,  presentamos algunos extractos del capítulo V, de la “Segunda parte de la crónica del Perú”, escrita por Pedro Cieza de León y publicada por Marcos Jiménez de la Espada en Madrid, en 1880, el que se titula “De lo que dicen estos naturales de Ticiviracocha, y de la opinión que algunos tienen que atravesó un Apóstol por esta tierra, y del templo que hay en Cáchan y de lo que allí pasó”.

Transcribimos de manera textual, sin modificaciones al lenguaje de la época y tal como se halla en las páginas de este registro histórico, a fin de mostrar de manera fidedigna el relato mismo hecho por estos antiguos habitantes de la zona del Perú, al propio Pedro Cieza de León:
“Antes que los Incas reinasen en estos reinos ni en ellos fuesen conocidos, cuentan estos indios otra cosa muy mayor que todas las que ellos dicen, porque afirman questuvieron mucho tiempo sin ver el sol, y que padeciendo gran trabajo con esta falta, hacian grandes votos é plegarias á los que ellos tenian por dioses, pidiéndoles la lumbre de que carecian...” (1)
Sin lugar a dudas, las señales de la muerte de Cristo descritas en el Libro de Mormón, formaron parte de la historia de los antiguos habitantes de América y por la magnitud de los hechos, debieron ser transmitidas de padres a hijos, hasta llegar finalmente a los historiadores españoles que preservaron algunos de estos relatos.

Pero incuestionablemente el hecho más importante descrito en las páginas del Libro de Mormón es la visita de Jesucristo a las Américas.
“Y aconteció que al entender, dirigieron la vista hacia el cielo otra vez; y he aquí, vieron a un Hombre que descendía del cielo; y estaba vestido con una túnica blanca; y descendió y se puso en medio de ellos. Y los ojos de toda la multitud se fijaron en él, y no se atrevieron a abrir la boca, ni siquiera el uno al otro, y no sabían lo que significaba, porque suponían que era un ángel que se les había aparecido.

Y aconteció que extendió la mano, y habló al pueblo, diciendo:

He aquí, yo soy Jesucristo, de quien los profetas testificaron que vendría al mundo.”  (3 Nefi 11: 8 - 10)
En 3 Nefi, en los capítulos 11 al 28, se encuentra el relato completo de la visita de Cristo a las Américas, tal como lo describe el Libro de Mormón; Sus tiernas enseñanzas, el establecimiento de Su Iglesia y Su doctrina, los milagros, entre muchas otras cosas maravillosas que dejó en estas tierras y que sabemos, también fueron transmitidas de generación en generación a través de los tiempos, tal como lo describe el capítulo V de la “Segunda parte de la crónica del Perú”:
“Y luego questo pasó, dicen que de hácia las partes del Mediodía vino y remanesció un hombre blanco de crecido cuerpo, el cual en su aspecto y persona mostraba gran autoridad y veneracion, y queste varon, que así vieron, tenia tan gran poder, que de los cerros hacia llanuras y de las llanuras hacia cerros grandes, haciendo fuentes en piedras vivas; y como tal poder reconociesen, llamábanle Hacedor de todas las cosas criadas, Principio dellas, Padre del sol, porque, sin esto, dicen que hacia otras cosas mayores, porque dió sér á los hombres y animales, y que, en fin, por su mano les vino notable beneficio. Y este tal, cuentan los indios que á mí me lo dixeron, que oyeron á sus pasados, que ellos tambien oyeron en los cantares que ellos de lo muy antiguo tenian, que fué de largo hácia el Norte, haciendo y obrando estas maravillas, por el camino de la serranía, y que nunca jamás lo volvieron á ver. 

En muchos lugares diz que dió órden á los hombres cómo viviesen, y que les hablaba amorosamente y con mucha mansedumbre, amonestándoles que fuesen buenos y los unos á los otros no se hiciesen daño ni injuria, ántes, amándose, en todos hobiese caridad. Generalmente le nombran en la mayor parte Ticiviracocha, aunque en la provincia del Collao le llaman Tuapaca, y en otros lugares della Arnauan. Fuéronle en muchas partes hechos templos, en los cuales pusieron bultos de piedra á su semejanza, y delante dellos hacian sacrificios: los bultos grandes questán en el pueblo de Tiahuanacu, se tiene que fué desde aquellos tiempos; y aunque, por fama que tienen de lo pasado, cuentan esto que digo de Ticiviracocha, no saben decir dél más, ni que volviese á parte ninguna deste reino.” (2)
Este es uno de los muchos relatos descubiertos en los anales de la historia de América que describen este importante acontecimiento.

Jesucristo conocía y amaba a los habitantes de estas tierras, por lo que deseó ministrarles también y de ello habló en el Nuevo Testamento:
“También tengo otras ovejas que no son de este redil; a aquéllas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.” (Juan 10:16)
Ellos fueron algunas de sus “otras ovejas”; ellas “oyeron Su voz”, tocaron las heridas en Sus manos y en Sus pies, fueron sanados de sus enfermedades, recibieron toda la luz y el conocimiento que sólo de Él proviene y fueron bendecidos en todas las cosas.

Esto realmente ocurrió y no es sólo descrito en El Libro de Mormón, sino en múltiples registros históricos descubiertos a lo largo del tiempo y en otros, que seguramente saldrán a la luz con el paso de los años.

Fuentes
  1. “Segunda parte de la crónica del Perú”, escrita por Pedro Cieza de Leon y publicada por Márcos Jiménez de la Espada en Madrid, en 1880, capítulo V.
  2. “Segunda parte de la crónica del Perú”, escrita por Pedro Cieza de Leon y publicada por Márcos Jiménez de la Espada en Madrid, en 1880, capítulo V.

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