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11 noviembre 2011

La visita de Jesucristo a América y Quetzalcóatl

Este artículo expone un listado de similitudes inequívocas entre la deidad azteca Quetzalcóatl y nuestro Señor y Dios Jesucristo

Siempre ante un hecho oficial existen versiones paralelas, narraciones de boca a boca procedentes de diferentes fuentes y dependiendo de la importancia de este en algunos casos pueden pasar a convertirse en leyenda y precisamente esto ocurrió con la visita de Jesucristo al continente americano después de su resurrección.

Él compartió con hombres escogidos de este lado del mundo: "tengo también otras ovejas... y ellas oirán mi voz..." (Juan 10:16). Palabras de la boca de Jesús, las cuales se cumplirían con su presencia literal entre el pueblo nefita. La versión oficial de este trascendental hecho está registrado en el Libro de Mormón. Las versiones paralelas están diseminadas por toda América plasmadas en las leyendas que traspasaron el tiempo y se transmitieron por aborígenes de generación en generación.

Son muchos los arqueólogos y los estudiosos que mencionan a un Ser que apareció en esa época de la que habla el Libro de Mormón y actuó de la misma forma en que actuó el Salvador como dice el registro, y que además se fue prometiendo volver un día. Este ser es llamado por los indígenas como "Quetzalcóatl" y es conocido por toda la América en diferentes pueblos y culturas; en algunos lugares con diferentes nombres, pero todos narran las mismas maravillas que él realizó.

El estudioso Jimmy Guerrero cita a Joseph Allen sobre una recopilación y comparación entre Cristo y Quetzalcóatl entre el Libro de Mormon y las publicaciones de conocidos arqueólogos (no-mormones).

Similitudes entre Cristo y Quetzalcóatl
  1. Tanto Cristo como Quetzalcóatl fueron considerados como creadores de todas las cosas (Mosíah 4:2, Saenz 962:19,40)
  2. Cristo y Quetzalcóatl nacieron de mujeres vírgenes (Alma 7:10, Gamiz 95)
  3. Tanto Cristo como Quetzalcóatl son descritos de tez blanca y vistiendo ropaje blanco (3 Nefi 1:8, Torquemada 47)
  4. Tanto Cristo como Quetzalcóatl realizaron milagros y sanidades (3 Nefi 26:15, Sejourne 137,137)
  5. Cristo y Quetzalcóatl enseñaron la ordenanza del bautismo (3 Nefi 11:23, Irwin 1963 :170)
  6. Tanto Cristo como Quetzalcóatl profetizaron sobre el futuro
  7. Cristo y Quetzalcóatl fueron consideradas como deidades universales y no únicamente locales (3 Nefi 16:1, Sejourne 1962)
  8. Una gran destrucción fue asociada en la aparición tanto de Cristo, así como la de Quetzalcóatl exactamente en el mismo periodo de la historia (3 Nefi 8:5, Ixtlilxochitl:40)
  9. La cruz fue un símbolo asociado tanto para Cristo como para Quetzalcóatl (3 Nefi 27:14, Irwin 1963: 165)
  10. Tanto Cristo como Quetzalcóatl enviaron discípulos a predicar por el mundo (3 Nefi 12:1, Wirth 1978:55)
  11. Ambos, Cristo y Quetzalcóatl prometieron que regresarían por segunda vez (2Nefi 6:14, Sahagun 1:40)
  12. Una nueva estrella es asociada tanto con Cristo como con Quetzalcóatl (3 Nefi1:21, anales de Cauchtitlan 7)
Fuente.

Joseph Allen, Exploring the lands of the book of Mormon pag. 159,160

05 noviembre 2011

Los nombres correctos en el Libro de Mormón

Evidencias de que los nombres aparecidos en Libro de Mormón corresponden a las zonas y épocas en las que el libro los sitúa.


Anteriormente se han publicado artículos relacionados con los nombres de personas que participan en el Libro de Mormón.

La pregunta básica sobre este tema es: ¿Los nombres corresponderían a la zona y tiempo en que se desarrolla el Libro de Mormón? La respuesta es un tajante Sí. Considerando los mas de 200 nombres, para cualquiera sería de extrema complejidad crearlos de la nada y que además estos tengan una base geográfica, cultural, real y plausible al entorno en que se desenvuelve la familia de Lehi.

Además de saber que en la época de José Smith no se contaba con este tipo de información. ¿Cómo fue esto posible?, lo fue por que el Libro de Mormón es la traducción de un antiguo registro, hecho por personas reales provenientes de Jerusalén en el 600 a. C. y no un plagio ni una invención. Es lo que dice ser.

El libro Lehi en el desierto, páginas 91 y 92, cito:
Todos los nombres del Mundo Antiguo que presentan similitudes con los del relato del Libro de Mormón vienen de Egipto, pero no de cualquier región de Egipto, sino en especial de la región Sur, en donde una colonia judía, cuya fecha de asentamiento es indefinida, pero se calcula que al menos a mediados del siglo diecisiete floreció. Lo que es más, todos estos nombres pertenecen a las últimas dinastías, ya en decadencia. El Libro de Mormón nos relata que Lehi fue un rico mercader que había “morado en Jerusalén todos sus días , disfrutando de una cultura y educación egipcias, que se había empeñado en transmitir a sus hijos. El libro continuamente hace referencia a la doble vertiente cultural de la familia de Lehi: profundamente hebrea, pero orgullosa de su ascendencia egipcia. `La civilizacion egipcia fue una de las mas admiradas e imitadas,' escribe Harry R. H. Hall, al hablar de la tierra y época de Lehi. Los únicos nombres no-hebreos que disfrutaban de popularidad entre los nefitas debieran, de acuerdo con el relato del Libro de Mormón, ser egipcios, y se ha descubierto que ese es el caso.” Tras disertar sobre los nombres de Sam y Amón de la forma presentada líneas arriba, el artículo concluye así: Regresando a nuestro asunto: ¿Qué sabía Jose Smith, traductor del Libro de Mormón, del Mundo Antiguo? Todo parece indicar que era toda una autoridad, pues conocía: 
  1. Una cantidad respetable de nombres egipcios comunes; palabras de un sonido extraño que en ningún sentido se asemejan al hebreo o a alguna otra lengua conocida en la época de José Smith.
  2. Sabía el tipo de trama y escenario en el que dichos nombres figuraban en el Mundo Antiguo y parecen naturalmente adaptados a la escena egipicia. Ofrece un panorama correcto y claro de las relaciones culturales entre Egipto e Israel, enfatizando su naturaleza esencialmente comercial, en la extraordinariamente convincente radiografía del relato de Lehi—un típico comerciante del siglo siete a. C. El bosquejo de la vida del antiguo Oriente que el Libro de Mormón nos permite reconstruir es el mas maravilloso comparadas a la luz de aquellas fantásticas ideas del espléndido Oriente que pululaban en las mentes Lehi en el Desierto y el Mundo de los Jareditas. (Hugh B. Nibley. de los mas avezados eruditos de esa época).
El tema de los nombres en el Libro de Mormón continúa a la espera del cuidadoso estudio que merece; el propósito de lo presente es simplemente indicar que tal estudio conducirá a cualquier otra parte menos a un callejón sin salida. Como un ejemplo válido de esa aseveración, citemos un principio establecido por Albright: `La pérdida de la terminación –on es completamente común en los nombres de sitios palestinos.' William F. Albright, The Vocalization of the Egyptian Syllabic Orthography (New Haven: American Oriental Society, 1934) 10:12.

En el egipcio o el egipcio `reformado' tal terminación seria conservada y de este modo tenemos en el Libro de Mormón los nombres Emrón, Heslón, Jasón, Morón, Moriantón, etc. No es una proeza pequeña, como ha quedado demostrado en Harold Lundstrom, `Original Words of the Book of Mormon,'IE 51 (February 1948)

Fuente:

Lehi en el Desierto. Hugh Nibley.
Para más información véase el siguiente artículo nombres inusuales en el Libro de Mormón

Figura literaria de composiciones egipcias plasmada en el Libro de Mormón

Los nuevos estudios literarios realizados al contenido del Libro de Mormón por expertos en el tema,  evidencian cada vez más que realmente fue escrito por antiguos profetas.




Los estilos, las expresiones, las formas y las figuras literarias del antiguo hebreo están diseminadas por todo el registro Nefita.

En el libro "Lehi en el Desierto" pagina 18, también se nos da cuenta de esto. Cito:
"Los primeros tres versículos de 1er. Nefi son totalmente diferentes del resto del texto; son un típico prefacio o introducción, una figura literaria que frecuentemente aparece en las composiciones egipcias. Un ejemplo de ello es el famoso papiro Bremen-Rhind, que inicia con un prefacio que contiene (1) la fecha, (2) el nombre de su autor, Nasim, (3) los nombres de sus padres y una descripción de sus virtudes, con un especial énfasis sobre el llamado profético de su padre, (4) una maldición lanzada en contra de todo aquel que pretenda “apropiarse del libro,” probablemente “debido al temor de que el libro pudiera llegar a caer en manos impuras.”44 Compárese lo anteriormente expuesto con el prefacio o prólogo escrito por Nefi: (1) su nombre, (2) los méritos de sus padres, llamando particularmente la atención del lector sobre las valiosas lecciones aprendidas de su padre, (3) una solemne declaración (equivalente a la maldición de Nasim) sobre la veracidad de la historia, así como la aseveración, “y se escribe por mi propia mano” (1 Ne. 1:3) - condición indispensable de cualquier introducción auténtica, ya que su propósito es establecer con claridad la identidad del primer redactor (no del último escribiente) del texto. Las obras literarias egipcias regularmente cierran con la fórmula iw-f-pw “por lo tanto así es” “y de manera que así es.”45. Nefi concluye las principales partes de su Libro con la frase, “Y así es, Amén” (1 Ne. 9:6; 14:30; 22:31)."

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