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27 septiembre 2009

Jesucristo en América y los días de obscuridad entre los Incas


Pedro Cieza de León fue conquistador, pero sobre todo, cronista e historiador del Perú. en su obra "Los Incas", narra una leyenda recogida de los aborígenes, donde cuenta como el Dios Blanco que un día les visito apareció entre ellos. Este Dios tenia diferentes nombres, como Viracocha,Con-Tiki oIlla-Tiki. Tiki significa al mismo tiempo creador y la luz. Este Dios apareció después de un hecho muy particular, después de un tiempo de obscuridad en todo el país durante el cual el pueblo había orado para que saliera nuevamente el Sol, mientras estaban las tinieblas.

Pedro Cieza de León narra:
"padecieron mucho, y elevaron muchas oraciones y votos a los que tenían por dioses, implorándoles la luz que se había apagado. Al volver la luz, fue cuando vino este hombre blanco de alto talle, cuyo porte y persona despertaron gran respeto y veneración. . . Y cuando vieron su poder, lo llamaron el Hacedor de Todas las Cosas, su Originador, El Padre del Sol"(Los Incas, por Pedro de Cieza de León).
Es sorprendente la similitud que tiene esta leyenda con los relatos del Libro de Mormón; los días de obscuridad al tiempo de la crucifixión de Cristo y su posterior visita al pueblo para organizar Su Iglesia y ministrar con amor a las personas.

Al estudiar a los grandes cronistas de la conquista podemos apreciar como perduraron en el tiempo, vestigios de ese momento momento tan especial relatado en las páginas del Libro de Mormón.

24 septiembre 2009

¿Cuándo apareció Jesús a los nefitas?

Por: Joseph Fielding Smith.
Tomado de Improvement Era.
gentileza: www.mundolds.blogspot.com.


La Pregunta: 'Hace algunos años me fue requerido hablar acerca de los acontecimientos sucedidos en el continente americano al tiempo de la primera Pascua. Al preparar mi discurso, estudiando descubrí que había pasado casi un año entre el tiempo de la crucifixión de Jesucristo y su aparición a los nefitas en el Templo que se hallaba en el país de Abundancia. 'Y sucedió que en el año treinta y cuatro, el cuarto día del primer mes, se levantó una tormenta...' (3 Nefi 8:5) 'Y he aquí, os mostraré que a la conclusión del año treinta y cuatro, se manifestaron grandes favores a aquellos que habían quedado del pueblo de Nefi.' (3Nefi 10:18)


Existen aún mal entendimientos entre nuestros miembros con respecto a estos acontecimientos. Quizás no sea de mucha importancia, pero, ¿querría por favor discutirlo?

La Respuesta: Es verdad que hay malentendidos entre los miembros de la Iglesia al respecto, pero una minuciosa lectura del relato nos aclarará el concepto. Un examen apresurado de las cosas, nos dejará la impresión de que hubo realmente una diferencia de casi un año entre su resurrección y su aparición a los nefitas y lamanitas que se habían salvado de las catástrofes que sucedieron a la Crucifixión; pero prestando mejor atención a las palabras escritas, encontraremos que sólo un corto tiempo hubo entre ambos eventos.

La falsa conclusión, de que prácticamente un año había pasado entre la resurrección del Señor y su aparición a las gentes de este hemisferio, ha sido publicada y ha estado circulando entre los miembros de la Iglesia. Por lo tanto, quiero yo pedir a mis hermanos y hermanas en la fe, y a todos los que lean El Libro de Mormón, que presten mucha atención a los detalles de la historia.

En 3 Nefi 8:5, encontramos que "en el año treinta y cuatro, el cuarto día del primer mes, se levantó una tormenta como jamás se había conocido en todo el país". Los versículos siguientes nos detallan la destrucción que siguió a ello. Esto, evidentemente, tomó lugar al tiempo en que Jesús estaba en la cruz. El capítulo 9 sigue con el relato de la destrucción y durante la catástrofe se oyó la voz de Jesucristo, manifestando el porqué del desastre:
"¡Oh vosotros, todos los que habéis sido conservados porque fuístes más justos que ellos! ¿No os vol-veréis a mí ahora, y os arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que yo os sane? . . ."He aquí, soy Jesucristo, el Hijo de Dios. Yo creé los cielos y la tierra, y todas las cosas que en ellos hay. Fui con el Padre desde el principio. Yo soy en el Padre y el Padre en mí; y en mí ha glorificado el Padre, su nombre." (3 Nefi 9:13, 15)
Todo esto sucedió mientras la gran oscuridad envolvía la tierra, y Mormón explica entonces a través de los capítulos noveno y décimo, la terrible destrucción que se llevará a cabo. Concluye él el décimo capítulo con estas palabras:
"Y he aquí, os mostraré que a la conclusión del año treinta y cuatro, se manifestaron grandes favores a aquellos que habían quedado del pueblo de Nefi, así como a los que se habían salvado de los que se llamaban lamanitas, y se derramaron grandes bendiciones sobre sus cabezas, al grado que poco después de su ascención al cielo, Cristo verdaderamente se manifestó a ellos;
"Y les mostró su cuerpo y ejerció su ministerio a favor de ellos; y más adelante se hará una relación de su ministerio. Por tanto, concluyo por ahora lo que iba diciendo". (3 Nefi 10:18-19; Cursiva del autor.)
Aquí el declara que sólo "poco después" que el Señor ascendiera al cielo tuvo lugar su aparición a los nefitas y lamanitas, en este continente. Y la ascensión del Señor fue en el día de su resurrección, después de su aparición a María al pié de la tumba y antes de su manifestación ante sus discípulos, aquel mismo día.

La razón por la cual Mormón suspende a esta altura su relato, no la sabemos. Indudablemente escribía durante los días de la gran contienda entre nefitas y lamanitas, y es muy posible que alguna imprevista emergencia haya sucedido por lo cual debió suspender sus registros temporalmente. Sin embargo, continúa su historia retomando el tema y expresa que se hallaba reunida una gran multitud en los alrededores del templo que se hallaba en el país de Abundancia. Es obvio suponer que esta gran reunión se llevó a efectos immedíatamente después de haber cesado el espantoso período de oscuridad. Leemos que todos estaban "maravillados y asombrados entre sí" y "mostrándose los unos a los otros el grande y maravilloso cambio que se había verificado". (3 Nefi 11:1)
Mientras ellos se maravillaban y se hacían notar uno a otro estos cambios y conversaban entre sí, oyeron una voz. 'No era una voz áspera ni fuerte; no obstante, a pesar de ser una voz suave, llegó hasta el centro de los que la oyeron, de tal modo que no hubo parte de su cuerpo que no hiciera estremecer; sí, los penetró hasta el alma, e hizo arder sus corazones." (3 Nefi 11:3)
"Y aconteció que según entendían, dirigieron la vista hacia el cielo otra vez; y he aquí, vieron a un Hombre que descendía del cielo; y llevaba puesta una túnica blanca; y descendió y se puso en medio de ellos. Y los ojos de toda la multitud estaban en él, y nadie se atrevía a abrir la boca, ni siquiera el uno al otro, para preguntar lo que significaba, porque suponían que era un ángel que se les había aparecido." (3Nefi 11:8)
El hecho de que la multitud estuviera aglomerada en las adyacencias del templo comentando uno con otro acerca de los grandes cambios ocurridos, es evidencia de que esto fue un acontecimiento inmediato a la resurrección del Señor. Si esto hubiera ocurrido un año más tarde, las gentes estarían familiarizadas con estos cambios y ya no tan maravilladas como Mormón relata que estaban. Era con gran asombro y admiración que ellos se habían congregado para comentar acerca de los acontecimientos.

Además, no es lógico suponer que Jesús hiciera esperar a los nefitas y lamanitas que habían permanecido fieles, por todo un año antes de aparecerse a ellos y darles instrucciones con relación a la clausura del período durante el cual estuviera en vigencia la ley de Moisés y la inauguración de una dispensación en la que la plenitud del evangelio era introducida a ellos.

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