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05 agosto 2008

¿Judíos en América Precolombiana?




Este articulo esta escrito por alguien que no es Mormón y fue publicado en "tribuna Israelita nº 352" y también en

http://www.miniweb.com.br/historia/Artigos/i_antiga/judeus_america.html

léanlo con cuidado, especialmente desde la mitad hasta el final, el autor realiza una serie de preguntas en base a evidentes pruebas, preguntas que son tan claras como nuestro testimonio para un Mormón.



http://www.miniweb.com.br/historia/Artigos/i_antiga/judeus_america.html

¿Judíos en América Precolombiana? (por Alberto Liamgot)




Dos expediciones arqueológicas - una de ellas apoyada por el Instituto de Arqueología Andina- acaban de internarse en la selva del Perú en busca de una antigua ciudad indígena.

Deberán fatigar implacables kilómetros de jungla antes de acceder a la espesa Tierra de los Antis -hoy Madre de Dios- el lugar donde se supone estaba la otrora mística Paititi. Se trata de esa inconquistable meta de aventureros del siglo XVI, tantas veces confundida con El Dorado, a quien la leyenda atribuyó habitantes de extraña procedencia y construcciones no menos singulares, «cuyos techos cubiertos de oro y piedras preciosas refulgían desde lejos bajo el sol, y cuyas calles estaban pavimentadas con adoquines de oro».

¿Qué similitud tiene Paititi con aquel otro indescifrable misterio de la desaparecida ciudad de Esteco? ¿Quiénes eran esos extraños hombres blancos que se habían anticipado al conquistador español? ¿Por qué nunca pisaban las iglesias según refieren los Cronistas ni se persignaban en nombre del Señor?

La cosmovisión de América precolombina ofrece para quién lo quiera ver un insospechado mundo de sorpresas. Aprisionado en las entrañas del Continente se oculta, bajo el peso de los siglos, el esplendor de una antiquísima civilización.

No hablamos de los incas, ni de los mayas, ni de los aztecas, ni de aquellos otros conglomerados indígenas con los que comúnmente se maneja la antropología tradicional. Hablamos de cierta presencia inconfundible en estas tierras, de la que se han hecho eco algunos autores, y sobre el conjunto de esta vasta civilización que, según novísimas teorías, también cultivaron las grandes sabanas que se extienden al este de los Andes, desde el Caribe hacia el Sur.

¿Qué quedó de aquellas culturas que levantaron colosales construcciones arquitectónicas, avanzados cuerpos de legislación social, conocían sistemas de comunicación altamente sofisticados, practicaron imaginativos métodos administrativos, y explotaron la tierra con inusual tecnología? ¿Qué destino tuvieron esos Imperios florecieron que desarrollaron artesanías inigualables, y después de alcanzar cumbres de grandeza fueron desapareciendo paulatinamente? .

A esta altura de las investigaciones muy pocos dudan que con anterioridad a la llegada de Colón, el continente americano ya era conocido por antiguos viajeros. Desde la cartografía de Ptolomeo, pasando por los sugestivos relatos de Menassah ben Israel y las más flamantes revelaciones del neozelandés Barry Fell, hay testimonios que así lo prueban. Pero para no caer en exceso de simplicidad, que frecuentemente conduce a equívocos, conviene anotar algunos antecedentes sobre esta nueva perspectiva que está reclamando desde hace tiempo una impostergable revisión.

América tuvo civilizaciones que, según la tesis clásica de Spengler, alcanzaron su apogeo y su decadencia. John Collier dice que el Imperio Inca en Sudamérica tuvo curiosos rasgos de analogía con lo que fue el antiguo Imperio Romano. Por que del mismo modo en que ambos desaparecieron también dejaron en su respectivo «tempo» imperecederas huellas físicas y culturales. Muchas de esas huellas llegaron al Viejo Mundo por relatos de navegantes precolombinos, y otros sólo se conocieron a través de documentación posterior.

Vale la pena señalar algunas singularidades de la vida cultural y social de esas civilizaciones, que se mantuvieron como una presencia constante a lo largo de los años, y cuya gravitación aún perdura en forma perceptible en las modalidades y costumbres de no pocos pueblos de América.

Por ejemplo, llama la atención la actitud de los incas frente a la riqueza. Se sabe que no conocían el dinero en ninguna de sus formas y, como seres colectivos (¿antecedente remoto del kibbutz?), su patrimonio lo constituía la agricultura. No admitían la existencia de tierras muertas, «los lugares no solamente existían sino que vivían».

No menos intrigantes fueron las costumbres de otras civilizaciones de Mesoamérica, donde pueblos de rica inspiración artística, como lo fueron los mayas, aztecas, toltecas y zapotecas, levantaron monumentos de singular riqueza. Los primitivos habitantes de México -como es sabido- conocían como pocos las leyes de la astronomía y dejaron un calendario que aún hoy es motivo de admiración.

Entre otras expresiones culturales legaron una densa producción literaria en forma de pergaminos que, lamentablemente, se perdió desde que «el primer obispo cristiano de México los reunió para hacer con ellos una gran hoguera en la plaza de la ciudad, y por todo el territorio fueron buscados y luego destruidos, salvo un puñado de ellos que han sobrevivido hasta nuestros días».

Los aztecas tenían un ajustado sentido de la ecuanimidad y practicaban un concepto de justicia moderada. Se basaban en la restitución al individuo perjudicado y no en el castigo al culpable. Perseguían como propósito la resocialización del reo. Sólo las leyes de la guerra -tan abominables entonces como hoy- empalmaban con ciertas aberraciones de carácter teocrático como lo es el sacrificio humano. Se ha podido establecer, sin embargo, que ese sacrificio formaba parte de la conciencia ceremonial de este pueblo. De ningún modo era degradante para la víctima, ni ofendía sus sentimientos.

Cuando uno acomete la lectura de algunos textos sobre mitos de estas antiquísimas culturas, nota inmediatamente que muchos de ellos reproducen, con cierto margen de corrupción, sugestivas constantes de inspiración bíblica. Si bien es sabido aquello de que un mismo mito se ha reproducido en numerosas culturas, aquí se da una tal pluralidad de analogías que cabría preguntarse: ¿Qué conocimiento de la Biblia pudieron tener esos pueblos antes de la llegada de Colón al Continente? ¿Qué significa en boca de los aztecas, por ejemplo, la historia de la Torre de Cholula, esa extraña construcción que por querer llegar al cielo incurrió en la cólera de Dios? ¿Quién fue Balán.Mitzé, esa suerte de Moisés americano que con la magia de su varita separaba las aguas de los ríos? ¿Cuál fue el origen de una antojadiza versión del Diluvio que tuvo como protagonista a Coxcox y a Xochiquetzel? ¿Qué similitud ofrece la inmolación de Ixtlilxóchitl con aquel otro su lejano antecesor, que habría de ser sacrificado en el Monte de Moria? Es verdaderamente como para reflexionar.

Pero limitémonos a enunciar algunas posibilidades de validez universal que no pretenden, sin embargo, agotar el tema. Hay quienes afirman la teoría de la intercomunicación de los continentes. Para quienes esto sostienen, las poblaciones indígenas que habitaron la ladera occidental de los Andes, el Valle de México y otras regiones interiores de América, tuvieron su linaje progenitor en sucesivas migraciones de Asia que transpusieron el helado estrecho de Behring durante el periodo pleistoces.

Otros conceptúan en cambio que viajeros ultramarinos que arribaron al Continente antes de Colón -vikingos, fenicios, hebreos-, trajeron entre sus alforjas, entre otras cosas, la vieja sabiduría bíblica. Si bien es cierto que resulta difícil establecer una nítida frontera entre lo que no lo es tanto, quienes apoyan esta tesitura van mucho más allá. Entre ellos, el profesor americano Cyrus Gordon. Este catedrático de la Universidad de Brandeis anunció en un trabajo titulado «Before Columbus: links betweenn the Old World and ancient America», publicado por «Turnstone Press», que en una excavación realizada en 1890 en Bat Creek (Tennessee), se halló bajo unos restos humanos una extraña pieza pictográfica atribuida en un principio a los indios cheroquíes que poblaban la región. Estudios posteriores comprobaron que dicha inscripción correspondía «a caracteres hebreos-siriacos semejantes a los de las monedas acuñadas por Bar Kojbá durante la gran guerra del año 135 contra Roma». La susodicha inscripción decía: Le Yehud, lo cual traducido equivale a: A Judea. Por lo que se dedujo que el texto se refería a un judío de Palestina prófugo tras la derrota de su patria que, sin duda, se había exiliado en el Nuevo Mundo catorce siglos antes de Colón. Aún hoy muchos filólogos pretenden develar el misterio de ciertas raíces semíticas en lenguas aborígenes, como si alguna influencia exógena hubiera precedido su arquitecturación. Y hay quienes asocian la similitud entre métodos de trepanación craneana que practicaron en América los Incas, antes de la conquista del Perú, con los que se conocían en Palestina durante la segunda mitad del Reino Judaico. Esto que se ha dado en llamar «la historia antes de la historia», reabre al mismo tiempo una apasionante controversia. Hay estudiosos que creen en el desarrollo autárquico de las civilizaciones de América. Contrariamente a otros que sostienen que a la historia hay que repensarla sobre la base de procesos dinámicos de trasculturización

Ciertamente son puntos de vista. Para Gerard Walter «el placer de la historia es el descubrimiento permanente de la verdad, la marcha tenaz hacia la luz, el esfuerzo obstinado de la inteligencia para librarse de los prejuicios, de las invenciones, de lo que deshonra al espíritu humano».

Tomado de Tribuna Israelita, núm. 352

03 agosto 2008

Parelalismos entre Balam Hebreo y Balam de la cultura de mesoamerica




Jacky Levad me envió un muy interesante estudio sobre las similitudes del Balam mesoamericano y el Balam hebreo, en este también vienen incluidos otros paralelismos entre Mesoamerica y Egipto, por lo que los voy a dividir en dos y hoy publico el primero.

ademas de la valiosa informacion que me envio, nos promete otro articulo titulado "IDOLATRÍAS COMUNES ENTRE LAS RUINAS DE LOS PUEBLOS MESOAMERICANOS Y LAS DE CANAÁN"

Gracias Jacky , esperamo la segunda parte


Parelalismos entre Balam Hebreo y Balam de la cultura de mesoamerica
Que relacion hay entre estas palabras?
Hay Parelalismos entre Balam Hebreo y Balam de la cultura de mesoamerica



1.- Existen miles de palabras parecidas claro esta, pero no, con estas similitudes que presentan estas.
Ese es mi cuestionamiento.


A 1.) Balam en mesoamerica significa: el que es boca, osea el que profetisa y adivina.

Osea un "adivino y profeta".


Tambien significaba "Mago, Brujo o jaguar". por sus artes

adivinatorios.

Así," a los chilames se les consideraba intérpretes de los mensajes de los dioses".
http://www.fortunecity.com/victorian/coldwater/252/L36.htm
Más aún, chamanes y jaguares no son sólo
equivalentes, sino que uno es al mismo tiempo el otro,
como claramente se articula en el enunciado maya
yucateco chilam balam o “sacerdote jaguar”, en donde
chilam es “sacerdote” y balam es “jaguar”, pero al
mismo tiempo, balam, según el Diccionario maya Cordemex
(p. 32) también puede significar “el nombre de
cierta clase de sacerdotes de los antiguos mayas”.


A 2. ) Balam en la historia Israelita fue o se le conocio como: "un adivino y un profeta"
Pero tambien como un "Brujo y Adivino"

B.1) Balam uno de los autores del Chilam Balam, que significa los Oráculos o Pronunciamientos de Balam el sacerdote.

B.2) A Balam hebreo se le conocia tambien como: Bilaam - Balaam

http://www.aish.com/torahportion/shragasweekly/Bilaam_Versus_Abraham.asp

B. 3) Según leyenda judía, el Faraon de Egipto tenía tres consejeros para ayudarte a prevenir una rebelión judía potencial: Jethro, Job y Balaam.

Jethro aconseja la conciliación, el trabajo se abstiene, y "Balam" aconseja la esclavitud de los judíos.




C.1 ) Los judíos Alexandrian hicieron Balaam un objeto de leyenda popular como gran hechicero.

Philo (" De Vita Moysis, " i. 48) habla de él como " un hombre renowned sobretodo a hombres para su habilidad como adivino y un profeta, que previeron a los acontecimientos importantes, la abundancia y la lluvia de las varias naciones, o las sequías y hambre, las inundaciones o pestilence.


" José (" Ant." iv. 6, § 2) lo llama " el más grande del " de los profetas en aquel momento.; Lo han identificado con Bela, el hijo de Beor, y el primer rey de Edom

(generador xxxvi. 32; Targ. YER., Ibn Ezra y Ẓiuni al paso); con Elihu, el amigo del trabajo

(YER. Soṭah v. 20d); con Kemuel, el padre de Aram

(generador xxii. 21; comparar Targ. YER., " cabeza de los enchanters de Aram" ; y Yalḳ., numérico. i. 766),

y con Laban (Targ. YER. a numérico. xxii. 5; comparar el lvii del generador R., extremo;

y Sanh. 105a, donde Laban se identifica con Beor, el padre de Balaam), siendo un amo de la brujería, la habilidad de los hijos del este (generador xxx. 27; AIA. ii. 6; Numérico. xxiii.. 7).


C2.-) Más aún, chamanes y jaguares no son sólo

equivalentes, sino que uno es al mismo tiempo el otro,

Como claramente se articula en el enunciado maya


yucateco chilam balam o “sacerdote jaguar”, en donde

chilam es “sacerdote” y balam es “jaguar”,

pero al mismo tiempo, balam, según el Diccionario maya Cordemex

(p. 32) también puede significar :
“el nombre de cierta clase de sacerdotes de los antiguos mayas”..






C.1) Sin embargo, resulta muy intrigante que en el antiguo Egipto hubiera una clase sacerdotal llamada sacerdotes Shem, que pronunciaban oráculos durante ciertas ceremonias reales, así como fórmulas secretas dirigidas a «abrir la boca» del faraón fallecido con el fin de que pudiera reunirse con los dioses en la Otra Vida, que se vestían con pieles de leopardo (Fig. 26a).





Si analizamos el detalle de que Balaam de la Cultura Hebrea era de Canaan y estuvo en egipto por lo tanto tuvo conocimientos de la Ciencia egipcia al ser uno de lso Sacerdotes importantes de al gun faraón. Podemos entender el por que algunos alegan ciertas similitudes entre la cultura Egipcia en Mesoamerica esto ase posible una influencia Egipcia, Cananita y Ebrea.

Es preciso aclarar para los que no saben, que lo que antes fue Caanan es lo que ahora se conoce como Israel o Palestina.


ENVIADO POR Jacky Levad

02 agosto 2008

¡Ajá!* Una interesante Evidencia en el Nacional Geographic




Ya que el hermano Juan Reta , nos autorizo a tomar entradas de su blog, traje esta que encontre muy interesante y que menciona un estudio en el Nacional GEographic, gracias hermano Juan por todo su aporte, y estaremos esperando atentamente su proxima traduccion que nos prometio relacionada al Libro de Mormon, ¿ tiene alguna fecha ? jejejee


¡Ajá!* Una interesante Evidencia en el Nacional Geographic
http://mormanity.blogspot.com/2005/05/aha-interesting-evidence-in-national.html

Traducción libre de Juan Javier Reta Némiga

La revista Nacional Geographic en su edición de Abril 2005 provee al menos de dos hechos de interés para los estudiosos de las Escrituras SUD. Échele un vistazo a la página Web de la Edición de Abril de 2005. Ponga especial atención a las frases de apertura y cierre. ¿Ve usted la relevancia? Aquí está un extracto:

"El rey Aha, "el Combatiente," no fue muerto al unificar los dos reinos del Nilo en guerra , ni mientras construía la capital de Memphis. No, una leyenda dice que el fue el primer gobernante del Egipto unificado que murió en un accidente de caza después de un reinado de 62 años, estrepitosamente fue pisoteado hasta morir por un hipopótamo enfurecido. Las noticias de su muerte se esparcieron trayendo como consecuencia un terror especial hacia su persona. Para muchos, el honor de servirle al rey en vida conducía a la dudosa distinción de servirle también en la muerte. . . . Afuera, situado alrededor de las paredes del recinto, había seis tumbas. En un acto final de devoción, o de coerción, seis personas fueron envenenadas y enterradas junto con vino y comida para tomar en la otra vida. Uno de ellos era un niño de tan sólo cuatro o cinco años, quizá el amado hijo o la amada hija del rey quien fue costosamente provisto con brazaletes de marfil y abalorios diminutos de lapis. ¿Así realmente era el funeral del faraón hacia 2900 AC? Es un escenario plausible, dicen los expertos . Los arqueólogos han estado examinando cuidadosamente las arenas secas de Abydos por más de un siglo. Ahora han encontrado pruebas convincentes de que los antiguos egipcios s ciertamente practicaron sacrificios humanos, arrojando luz nueva — y no siempre bienvenida — sobre una de grandes civilizaciones del mundo antiguo. "





¿Lo notó usted? ¡Aha! He allí, un nombre del Libro de Mormon en el antiguo Egipto. Este es un nombre que no se encuentra en la Biblia (aunque los críticos afirman que él mismo fue plagiado de locuciones tales como " Ah!" O de cualquiera de las fuentes al que Joseph teóricamente tuvo acceso, pero hasta donde yo sé es poco probable que Joseph hubiera logrado en secreto tener acceso a alguna biblioteca en la región fronteriza donde vivía (como sus criticos parecen imaginar).

Para los egipcios, Aha fue el nombre de un gran rey, también llamado "el Combatiente". En el Libro de Mormón, Aha fue el nombre de otro combatiente, un oficial militar Nefita, un hijo del capitán principal sobre los ejércitos Nefitas. Su nombre se encuentra registrado en Alma 16:5-6 (Alrededor del año 80 A.C.). Quizá aun más significativo, el antiguo pueblo Jaredita llamó a un rey, Ahah, el cual se menciona en Eter 1:9 y 11:10 (Y él fue un rey malvado que causó mucho derramamiento de sangre - aparentemente otro combatiente.)

El Libro de Mormón usa los nombres Aha y Ahah para referirse a antiguas figuras de autoridad masculina (ambos nada menos que combatientes) Tiene sentido, teniendo en cuenta que un antiguo rey egipcio hacia el año 2900 AC fue Aha, "el Combatiente".

Naturalmente, ésto podría ser sólo una coincidencia, pero es por lo menos interesante. Puede proveer soporte para la plausibilidad del nombre Aha en el Libro de mormón. (Como siempre, por favor no confundir evidencia con plausibilidad con la cuestión de "probar" el Libro de Mormón.)


¿Notó usted la otra cosa interesante para las Escrituras SUD? Como se mencionó en el resumen de National Geographic , cada vez hay más pruebas de que los egipcios practicaron sacrificios humanos, lo que apoya la afirmación supuestamente increíble en el Libro de Abraham de que un sacerdote de la religión egipcia había sacrificado a niños y trató de sacrificar a Abraham .Esto hay que añadirlo al amplio cuerpo de evidencias de otros textos antiguos de que hubo un intento de sacrificar a Abraham por su negativa a adorar a los ídolos, y tenemos un caso interesante para la autenticidad de la historia registrada en el Libro de Abraham. Lejos de ser el apéndice más pequeño de las Escrituras Mormonas, es un testigo cada vez más impresionante de la veracidad del llamamiento divino de Joseph Smith como un profeta. Los críticos son incapaces de explicar cómo José podría haber formado una enorme cantidad de detalles en el texto, que recientemente se han vuelto creíbles a consecuencia de otros relatos antiguos.
Gracias A T. Allen Lambert por el correo electrónico llamando mi atención a National Geographic

* Juego de palabras ya que la interjección Ajá y el nombre Aha se escriben igual en inglés (N.T:)

**Para más información sobre Aha, véase la wikipedia en español: http://es.wikipedia.org/wiki/Aha. Si desea más información sobre Egipto y los sacrificios humanos http://www.ancient-egypt.org/index.html
*** La primera imagen es la placa de Aha
****La segunda imagen representa sacrificios humanos en la época de Aha

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